Lo que digo de otro me define más a mí que a ese otro. Dura frase. No la inventé yo, se aplica en psicología, en bioneuroemoción. Lo que me molesta de otro es lo que me molesta de mí mismo.
Tenemos los humanos una facilidad para hacer juicios sin conocer realmente al que estamos enjuiciando. Nos viene por educación, por sistemas de creencias, por psicología, por entorno de desarrollo y se aplica a todas las actividades.
¿Qué prueba tengo de que mi Dios es más verdadero u original que el tuyo? ¿O de que el sistema político verde, rojo, azul, morado, es el que ha traído el mejoramiento de la vida comunitaria?
Nos formamos ideas de qué sería lo mejor porque se ha tenido acceso al conocimiento, a la actividad específica de la que hablamos, pero en muchos círculos sociales, académicos y políticos se han edificado pontífices de esas verdades que tienen mucha resonancia -y si no la compran, se la buscan-, y desde allí desechan cualquier idea que no sea la propia, así las ejecutorias que los preceden tengan cuando menos interrogantes.
Por sus acciones, por sus hechos, los conoceréis, reza el pasaje bíblico.
Foto tomada del portal Shurya
Entonces si hemos de juzgar a alguien -si es que no hay otra posibilidad- debo mirar yo qué he hecho desde mis posibilidades, para poder comparar, para ser objetivos.
A Solón (638 a.c. – 558 a.c.), considerado uno de los siete sabios de Grecia y referido como el creador de la democracia ateniense, se le atribuye el siguiente listado de máximas para el bienestar en comunidad:
- Ten por más fiel la probidad que el juramento.
- Piensa en acciones ilustres.
- No hagas amigos de presto, ni dejes los que ya hubieres hecho.
- Manda cuando hubieres ya aprendido a obedecer.
- No aconsejes lo más agradable, sino lo mejor.
- Toma por guía la razón.
- No te familiarices con los malos.
- Venera a los dioses. (Hay que tener en cuenta el momento histórico en que vivió el pensador).
- Honra a los padres.
Solón
Para el área empresarial, se ha establecido la Matriz de Solón, aplicada hoy en muchos entornos de actividad económica, pero que se pueden adaptar a la vida diaria:
- Reconocer los límites y aceptar el desconcierto.
- Crear el espacio para incorporar al tercero.
- Escuchar y reunir datos inquietantes.
- Esbozar proyectos viables.
- Debatir entre nuevos actores.
- Procesar datos complejos.
- Incorporar a los distintos en la discusión.
- Mostrar cómo se ha hecho antes.
- Agradecer y celebrar.
Parece simple. Tratadistas de la psique humana, como Jung, afirman que cuando uno se encuentra con ese que vocifera, que ataca, que excluye al otro, que se ensaña con otros, que cree que la única es su verdad, hay que buscar a un niño que ha sido incapaz de regular sus miedos y sus carencias de afecto.