Melodías

157
0

Por audífonos llegan melodías hacia el alma.

Ruido de la ciudad, salvaje e imprudente,

irrumpe la conexión con veneno, sevicia y maldad.

¡Calma! Grito moribundo, ¡auxilio!.

Grita el alma perturbada.

La vibra enemiga no cesa, persiste,

tortura, y goza de su maldad.

¿Hay esperanza ante el infierno incesante?

El simio Xochipilli, en su divinidad,

observa desdichado que mi alma, como él mismo,

ha sido socavada sin permiso ni respeto alguno.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.