Meditar sobre la simplicidad: Vicente Jaime Ramírez

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Aclarar es el intento de poner un orden en lo que ha sido confuso, quizás en lo que nos ha causado dolor sin que lo supiéramos, en lo que nos tentó a ser en otras formas sin que decidiéramos hacerlo.


 

Recuerdo que cuando en España apareció en 1962 “Sobre la esencia” de Xavier de Zubiri cayeron sobre él rayos y centellas de los comentaristas metidos a filósofos, de los profesores de filosofía disfrazados de redentores sociales ya que después de la Segunda Guerra Mundial los conflictos de clase, la lucha contra el capitalismo, la guerra de Argelia habían colocado en un lugar indiscutible el concepto de “hombre histórico”, de pensadores engagee.

Por lo tanto hablar sobre la esencia constituía un verdadero despropósito que nadie de estos materialistas históricos iba a perdonar. Ya sabemos a qué grados de infelicidad, de violencia llevó este concepto en manos del totalitarismo y cómo volver la vista sobre ese ser apenas entrevisto, apenas llegado a considerar por las preocupaciones del pensamiento, señalaba la tarea impostergable de recuperar de las ruinas ese ser pensante gracias al cual se han fundamentado nociones como la esperanza, la piedad, la poesía y lo sagrado.

 

Imagen extraída de Wikipedia

 

Pensar desde los simples objetos, desde las calladas situaciones de la vida común que nos permiten rumiar sobre la suerte del cuerpo o la fragilidad de la palabra reducidas a comunicación por los científicos de la lengua. Primero pues meditar o sea entrar en sí mirándose con los ojos del alma para reflexionar sobre todo aquello que ha salido a nuestro paso y ha dejado su huella.

Aclarar es el intento de poner un orden en lo que ha sido confuso, quizás en lo que nos ha causado dolor sin que lo supiéramos, en lo que nos tentó a ser en otras formas sin que decidiéramos hacerlo.

Pero ¿Quién quiere verse si puede estar escondido detrás de nuestro conformismo lo que se llama la lógica de lo peor? Autor de un único libro de poemas Vicente es, lo afirmo, poeta, aquel capaz de ver las cosas desde una luz auroral y de escapar por lo tanto a la jerga de las academias donde el lenguaje es forzado a esconder su vacío, para el poeta fluye el pensamiento en busca de certezas íntimas no de supuestas “verdades históricas”.

Desde luego Montaigne y desde luego Pascal o sea desde la modestia y la sobriedad el canto en voz baja, el susurro pero no la sentencia que es siempre una imposición y no una sugerencia. Pero a la vez desde esta discreción la luminosidad de Jesús niño entre los sabios, la arrogancia del joven que advierte que para contar con la experiencia necesaria para pensar no se necesita de largos años de academia, ni de una vejez arrogante.

 

 

Lo hizo de manera magnífica Fernando González en “Pensamientos de un viejo” escrito a los dieciséis años cuando reclamó la compañía de Epicuro, Spinoza, Lucrecio, Anaximandro y reclamó el hecho de que el pensamiento carece de fronteras y nacionalidades y es el pensar-mirándose lo que conduce a la imagen primordial.

La genealogía del pensar en Vicente es muy amplia y diversa pero afortunadamente se manifiesta sin las opacidades que arrojan las jergas profesorales de los falsos filósofos. “Si la verdad pudiera ser dicha, no tendría palabras suficientes, o tal vez demasiadas le sobrarían. Se diría, sin que, de cansancio, pereciera el lenguaje” Este enunciado como colofón final del texto lo abre en realidad a los distintos hitos con que Vicente nos ha embarcado en una conversación en la cual no sabemos aún si tendremos la capacidad de responderle.

“El imperio de la banalidad encubre el absolutismo de la razón. Pero la noche perdura como una calma sabia a pesar de las momentáneas iras del alba” La simplicidad no se da por reducción sino como el momento culminante del equilibrio nacido de un desnudamiento ante la noche marchando serenamente hacia el alba”.

Pero como nos advierte Leonardo da Vinci. “La simplicidad es la máxima sofisticación” Huir de las falsas liturgias, de la impudicia moderna y como Goethe volver a escuchar el vasto universo de la noche consiste en lograr estar ausente y desde esta ausencia del yo posesivo encontrar en la serenidad la oportunidad de reconciliarnos con el universo perdido. “El errante detiene su paso: la imagen es el fondo y contempla la constancia del fondo iluminado” Aquel errante que Caspar David Friedicht detiene en un alto risco para contemplar el fondo de celajes entre el confín soñado.

 

Imagen extraída de PxHere

 

¿Cómo puede meditar aquel que acepta una verdad revelada, una profecía política, un diagnóstico sociológico si ya para él no puede haber sorpresa? “La omisión fomenta el olvido, por esto la meditación es una práctica del recuerdo” Secretamente a través de esta conversación Vicente va recuperando la medida de lo que significa existir existiendo y desvelando con la virtud desconocida para nosotros de la pudicia ese fondo iluminado donde el silencio se afina en el hálito que sienten cruzar los árboles del bosque.

“¿Qué dignidad tiene la palabra que se presenta al mundo cuando no ha sabido cambiar la soledad donde ha nacido? Silencio obrante, mutismo hacedor: recoge la vergüenza, alza el respeto y no pronuncies la palabra que no te haya, previamente, transformado” Es el pensar recogido de las voces de Holderlïn lo que secretamente llama a establecer el diálogo que Vicente ofrece a través de algo inusual entre nuestra academia: la presencia de un gran estilo literario lo cual implica la perdurabilidad de sus sugerentes meditaciones compartidas precisamente porque no es verdad impuesta sino verdad que se desvela desde el centro de la llama y desde lo que Blanchot denomina el profundo rumor original.

Obra abierta fiscalizada por la inteligencia que procura mantener un orden que impida la tentación de caer en la falsa confesión y en los falsos desgarramientos existenciales. Obra por esto mismo, insular en un medio dominado por el conformismo moral y la ignorancia.

 


“Meditación sobre la simplicidad”
Vicente Jaime Ramírez Giraldo
Fondo Editorial EAFIT 2016

Darío Ruiz Gómez. Es un escritor, periodista, teórico del arte y el urbanismo, crítico literario y poeta colombiano nacido en Anorí en 1936.

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