El francés: origen, dialectos, traducción e interpretación

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El francés es uno es uno de los tres idiomas más enseñados en el mundo junto al inglés y el español


Texto extraído de Lema Traductores
Por Beatriz Puerta

 

La lengua francesa en el mundo

El francés es la quinta lengua más hablada del planeta, por detrás del mandarín, el inglés o el español.

Se calcula que de los 274 millones de hablantes de francés, unos 212 hacen uso diario de esta lengua y es uno de los tres idiomas más enseñados en el mundo junto al inglés y el español. Es, además, la cuarta lengua más utilizada en Internet.

Por si no nos hacíamos una idea de su importancia, hay que decir también que no solo es uno de los seis idiomas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas, sino que además tiene el privilegio de ser una de las dos lenguas que se utilizan de manera oficial en su Secretaría.

 

El francés es uno de los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas

 

Según esta Organización, el 40% de las Operaciones de Paz son desplegadas en países francófonos y 38 de los 193 Estados Miembros utilizan este idioma para sus comunicaciones diarias con la Organización.

Además, el francés es el idioma oficial de 22 países como Canadá, Suiza, Bélgica, Senegal, Madagascar, Seychelles o la República Democrática del Congo, y co-oficial en algunos más como en el caso de Haití, y está incluida en las lenguas oficiales de otras organizaciones, como la OTAN o la UE.

 

El origen de la lengua francesa

En cuanto a sus orígenes, la lengua francesa es una lengua romance, como muchas otras europeas, descendiente del latín vulgar o popular.

Con las invasiones de pueblos germánicos que dieron lugar al declive del imperio Romano, hubo dos pueblos que se asentaron en los territorios de la Galia Romana: los francos en el norte y los visigodos en el sur. Ambos poseían sus propias lenguas y dialectos, pero adoptaron el latín como su idioma.

El latín popular fue acogiendo poco a poco la influencia de estas lenguas germánicas hasta convertirse, entre los siglos VI y IX, en lo que conocemos como francés o provenzal.

El documento escrito que marca el nacimiento del francés data, precisamente, del siglo IX: los «Juramentos de Estrasburgo». Se trata de un documento del año 842 d.C. en el que los nietos de Carlomagno juran fidelidad tras la división que se había producido a la muerte del rey Luis I.

 

El francés es una lengua romance descendiente del latín

 

A partir del siglo XI comienzan ya a aparecer las primeras obras literarias en esta lengua, escritas por clérigos y personas cultas. Las más destacadas serán «La Secuencia de Santa Eulalia» y «El Cantar de Roldán».

Sin embrago, a partir del siglo XII aparecen dos variaciones dentro de esta lengua: el Oïl, que se estableció al norte y el Oc, que lo hizo al sur del Loira. Con el regreso de la corte a París, la variante Oc perdió su hegemonía y la lengua Oïl continuó su evolución durante la alta Edad Media y consiguió desplazar a los demás dialectos hasta convertirse en lo que hoy conocemos como el idioma francés.

Dialectos del francés

Esta diferenciación ha seguido muy presente en la lengua francesa, de forma que gran parte de los dialectos que se hablan hoy en día en Francia tienen mucho que ver con aquella primera separación. Podemos distinguir nueve grupos dialectales, aunque existen diferentes clasificaciones.

  • Dialectos centrales, que incluyen el parisino, los utilizados en Champaña, y los de Orleáns.
  • Normando, que se habla en la alta y baja Normandía y que está actualmente en peligro de extinción.
  • Picardo
  • Valón
  • Lorenés
  • Dialectos sudorientales, que se hablan en el Franco-Condado y el norte de Borgoña.
  • Dialectos meridionales como los utilizados en el Borbonesado y Berry.
  • Dialectos occidentales en los territorios de Turena, Meno, Anjou, Normandía occidental y el este de Bretaña. Entre ellos se encuentra el galó, también en grave peligro de extinción.
  • Dialectos suroccidentales que se hablan en Poitou, Aunis, Saintonge y Angulema.

 

En el francés europeo actual podemos distinguir nueve grupos dialectales

 

La lengua francesa: su traducción

Cualquiera podría pensar que, siendo un idioma bastante parecido al nuestro, la traducción e interpretación del francés es pan comido. Nada más lejos de la realidad. Como en el caso de cualquier idioma, para sus traductores e intérpretes siempre aparecen nuevos retos con los que deben lidiar.

En el caso de Julieta Gálveztraductora del francés al español, la mayor dificultad es, precisamente, la similitud entre ambas lenguas.

La existencia de cientos de palabras similares al español hace que haya que estar muy alerta siempre para darse cuenta de que algunas palabras no son lo que parecen a simple vista. Otra de las consecuencias es, por supuesto, la contaminación lingüística que genera esta similitud.

Aunque se dedica principalmente a realizar traducciones juradas, nos cuenta que la mayoría de los encargos no jurados que le llegan están relacionados con el ocio y el turismo, pedagogía infantil, automovilismo y artículos y ensayos médicos.

Y nos cuenta que uno de los dolores de cabeza más grandes que ha sufrido con el francés vino provocado por la expresión «se la couler douce», ya que para ella no fue fácil encontrar una traducción idónea y adecuada al contexto.

 

El francés cuenta con expresiones coloquiales y juegos de palabras que presentan grandes retos de traducción

 

El francés: su interpretación

No lo tienen mucho más fácil los intérpretes que utilizan el francés como lengua de trabajo. Virginia Cabañas, intérprete de francés-español, nos cuenta que, aunque la combinación de idiomas más demandada es inglés-español, debido a la globalización cada vez se demandan más intérpretes de francés en campos que requieren un contacto internacional, como es el caso de congresos, conferencias, talleres, etc. y que abarcan múltiples sectores y ámbitos.

Respecto a las dificultades a la hora de interpretar, nos cuenta que incluso las palabras más sencillas pueden suponer un reto ya que no terminas de saber cómo decirlas apropiadamente. Las expresiones muy francesas y los chistes o juegos de palabras son, para ella, lo que más obliga a romperse la cabeza.

Pero sobre todo, su mayor pesadilla tiene que ver con un dialecto particular del francés canadiense: el «québecquois», cuyo acento y tipo de entonación hacen que nuestra compañera se vea en serios apuros.

 

El québecquois es uno de los dialectos más curiosos de la lengua francesa

Texto extraído de Lema Traductores
Por Beatriz Puerta

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