Compartimos un texto publicado en The New York Times, autoría de su colaborador permanente Martín Caparrós.
El mundo es plano
En los encierros impuestos por el coronavirus hemos aprendido que el mundo no tiene volumen: confinados, solo sabemos lo que nos dicen otros. Pero también hemos entendido que dependemos de los demás, que el destino no es individual sino común. Clic aquí para ir al artículo completo