De la particularidad de lo narrado, la historia está cifrada dentro de otra historia: la novela de Vila-Matas “Mac y su contratiempo” y la novela de Sánchez “Walter y su contratiempo”.
Título: Mac y su contratiempo
Autor: Enrique Vila-Matas
Editorial: Seix Barral
Colección: Biblioteca Breve
Temática: Novela literaria | General narrativa literaria
Año: 2017
Pág. 304
En Mac y su contratiempo (2017) de Enrique Vila-Matas, aparece como personaje central de la novela Mac, a quien podría describirse como un hombre arruinado, sin empleo, que busca transformarse en un debutante a escritor. Mac decide ocupar su tiempo libre en reescribir la novela de Sánchez, que se titula “Walter y su contratiempo”. Sánchez es un escritor reconocido, a quien Mac tiene por vecino. Mac cree que puede mejorar la novela, modificándola. La decisión surge a partir de una charla que ha escuchado entre Sánchez y su librera de confianza, en la que este reconocido escritor describe, su novela de treinta años atrás, como fallida. Así que Mac empieza por leerla y va tomando apuntes en un diario que ha iniciado para practicar su escritura.
En esa novela, aparece Walter, personaje central, que es un ventrílocuo. El contratiempo de Walter radica en el tener solo una voz propia y en el no poseer otras voces para sus muñecos. Asimismo, uno de los contratiempos de Mac será la absurda búsqueda por entrar en una especie de sin sentido, que podría ser suicidarse, o desaparecer de algún modo, con el fin último de que la novela sea póstuma e inacabada.
Son pocos los personajes en Mac y su contratiempo. Está el sobrino del escritor Sánchez, quien se la pasa buscando las falencias en la escritura de su tío. Es un personaje patético, que se siente con la pericia suficiente para juzgar las obras de los otros. Cuando en realidad, se deja ver como un ser rencoroso, falto de firmes propósitos. Y pese a su figura odiosa, resulta útil para generar la discusión acerca de esa obra despreciada por Sánchez. Postura irreverente, que puede ser la del lector, la del autor, la del crítico, pero en fin, es otra perspectiva que airea y amplía las lecturas.
Luego está Carmen, que es la esposa de Mac, y a la vez, es un personaje que se halla en la novela de Sánchez “Walter y su contratiempo”. Por último, en el barrio el Coyote, donde se desarrolla la historia, había cuatro o cinco amigos del sobrino, bromistas muy flojos, asiduos al mismo bar, pero son irrelevantes en la trama.
De la particularidad de lo narrado, la historia está cifrada dentro de otra historia: la novela de Vila-Matas “Mac y su contratiempo” y la novela de Sánchez “Walter y su contratiempo”. Allí, se viabiliza el juego de identidades a partir de Mac. El autor nos va induciendo en prever que, la focalización está puesta en un hombre trabajando en su casa o en un bar, obcecado con el acto de escribir. Lo que conocemos son pequeños fragmentos manipulados a su antojo, con los defectos que dice ir encontrando en la escritura de Sánchez. Parece ser, en todo caso, la imagen de un ser compulsivo que desarticula lo que ya está escrito. Ese acto, pone en juego disertaciones que justifican ese procedimiento, es decir, el de volver sobre lo ya creado.
El uso del diario está presente en la tradición literaria. Aquí funciona como un ejercicio previo a la escritura de una novela. El diario, como recurso narrativo, muestra el misterioso terreno por el que deambulan sus personajes, debatiéndose siempre entre vida y obra, o en palabras de Vila-Matas, ellos conciben “el arte fundido en la vida”, porque no pueden existir de otra manera.
Aparece también el tema de la repetición, basándose en la compleja identidad del personaje que copia. Su iniciación en la escritura solo puede surgir a partir de la transformación de la escritura de otro. Advertir la impostura de Mac es también advertir y volver sobre la imposibilidad de absoluta originalidad. Mas aun, nos hace volver sobre la idea de que la total originalidad no existe en la literatura, así como no existe en el arte, ni en nada.
Vila-Matas nos lleva a profundizar en las obsesiones de un escritor, en el hecho de pensar que para el autor todos son textos inacabados, fallidos, por no poder escribir lo que había planeado escribir. También, es plantearse lo infructuoso que resultaría escribir partiendo de la nada, sin remitirse a otros, como sí sucede en el libro: Borges, Hemingway, Cheever y más. Es constatar la necesidad de seguirse nutriendo de la tradición en la busca por lograr crear algo más. De ahí la obsesión por la idea de que, todo se repite, y de que, es algo que seguirá pasando.
Hay algo bellísimo en la composición y en el modo sutil que emplea Vila-Matas en esta novela para tratar estos temas, valiéndose de un personaje como Mac que está reflexionando siempre en función de una creación literaria desbordante. De ahí que, la vitalidad de la trama esté profundamente marcada por cuestionar en todo momento la literatura desde y fuera de ella. Así, Vila-Matas, siempre parece ir rebasando sus propios límites, saliéndose de fórmulas efectistas.
Su obra busca poner en duda lo preconcebido, desperdigando estratégicamente en las ficciones que nos construye sus propios cuestionamientos. Leer a Vila-Matas es adentrarse en un universo de lo extraordinario, en donde el mundo deja de ser simple porque persiste el arte. En uno de los magníficos fragmentos de esta novela, Vila-Matas, da voz a Mac, su ventrílocuo, que repite: “Por suerte aún quedan autores, en los que hay una búsqueda ética precisamente en su lucha por crear nuevas formas…”. Eso lo es todo.