Publicado por Deutsche Welle
Alexander von Humboldt: un miembro de la nobleza que cambió su vida de inspector de minas de la Corte Real en Prusia por la de viajero incansable, botánico y dibujante. Con la semana Humboldt, el Centro de Estudios Mexicanos de UNAM-Alemania, presenta una serie de reflexiones en torno al legado de este personaje.
Humboldt es el hilo dorado que conecta a la Alemania de hoy con el continente americano. No en vano Benito Juárez le otorgó la nacionalidad mexicana y el título de Benemérito de la Patria. Y Simón Bolívar, padre de la libertad para los países andinos, lo llamó “el segundo descubridor de América”.
Republicano convencido con salvoconducto real
Para Frank Holl, historiador alemán especializado en la vida de Humboldt, la presencia del barón en el continente americano fue instrumentalizada por la élite chapetona, que quiso dar brillo a su gesta libertaria uniendo su nombre al del científico. Una unión que perdura en el tiempo.
Pero también cabe resaltar que las ideas de independencia republicana de las Américas encontraron en Humboldt un aliado. Como humanista, Alexander von Humboldt fue un crítico sagaz del sistema de explotación agrícola y minera basado en la esclavitud, y de la estructura social del sistema colonial, mas no de los virreyes. Pero esta ha sido, en opinión de expertos como el Dr. Holl, uno de los aspectos menos estudiados del legado de Humboldt.
Por su parte, el historiador Hans Buch recuerda, por ejemplo, la claridad de Humboldt en sus ensayos políticos, cuando escribió: “¡Cuán largo se nos antojó el camino, durante el cual nos vimos forzados a escuchar sobre la necesidad del comercio de esclavos, sobre la maldad innata del negro! ¡Discutir acerca de qué nación trata más humanamente a los negros es burlarse de la palabra humanidad!”.
Humboldt, a juicio de este historiador, simpatizaba con las ideas de libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución Francesa, pero al mismo tiempo le horrorizaban los actos de violencia jacobina que lo precedieron. De ahí que, según el Dr. Buch, se explique porqué para un hombre ilustrado y humanista como von Humboldt, sus comentarios sobre la insurrección de los esclavos haitianos no superaran la extensión de un pie de nota.
Fundador de la geografía política moderna
Sin embargo, sus observaciones sobre el virreinato mexicano, condensadas en el “Ensayo político sobre la Nueva España”, se considera la piedra angular de la geografía política moderna. La entrega del científico von Humboldt a descubrir también la América cultural, la de la astronomía, la de los acontecimientos sociales, partiendo desde la visión americana, indigenista y ecológica, hicieron que su fama fuera mayor en América Latina que en la misma Europa.
Frank Holl lo resume así: “En Alemania no querían a Alexander por ser un republicano, pero la Corte no tenía ningún problema en explotar su imagen frente a su relación con América Latina”. Una instrumentalización de Humboldt desde la élite del poder monárquico. Pero el científico estaba por encima de estas consideraciones. El Humboldt diplomático se movía entre la nobleza, y el Humboldt inoficial conectaba con los indígenas y la gente sencilla, tal como él mismo lo consignó en sus diarios.
El viajero observador
Pero no solo von Humboldt inspiró a geólogos, botánicos, ilustradores, pedagogos o politólogos. Su nombre está asociado con el de los viajeros. Su figura está vinculada indiscutiblemente al anhelo de viajar a lugares
exóticos. Así nació, según la académica Lilianet Brintrup, el “Congreso Alexander von Humbolt”, que cada dos años y desde 2001 reúne científicos de diversas disciplinas, unidos bajo el lema de “los viajes, los viajeros y la literartura”. Y es que, sin duda, la literatura contemporánea ha permitido que la figura de este explorador se popularice y llegue a sectores menos especializados. De ahí que, en opinión del experto en Literatura Dittrich Rall, es justamente la visión prosaica de un Humboldt en la literatura lo que lo deconstruye y lo humaniza.
Es seguramente ese lado anecdótico el que ha permitido acercar el legado de Humboldt a un público más amplio. La directora de la UNAM-Alemania, Adriana Haro, hace justicia a ese espíritu aventurero de Alexander von Humboldt al celebrar la semana de Humboldt en las ciudades de Berlín y de Cracovia, lugares a los que el viajero llevó los Códices Humboldt de la época colonial de México. Entre bromas, concluye “que la culpa” de tener una semana de celebraciones dividida “es del mismo Humboldt”.