Este 2018 tiene muchos fantasmas de la década de los ochenta: carreras nucleares, proteccionismo, contaminación ambiental
¿Qué son dos kilómetros?
Dos kilómetros pueden ser la diferencia entre la tranquilidad y el miedo.
En varios lugares desérticos puede ser la distancia mínima diaria entre una fuente de agua y la casa.
En una ciudad como la que vivo puede ser una franja llena de museos y edificios históricos
Dos kilómetros es el espacio que debe existir entre los hinchas del Boca Juniors y del River Plate en el estadio Santiago Bernabéu, después de la brutalidad en Buenos Aires. Dos kilómetros (más 10.039 km entre ambas ciudades).
Dos kilómetros es la diferencia entre 500 km y 498 km. Parece poco, pero hoy en este mundo que nos sacude los recuerdos de la Guerra Fría con mayor frecuencia, puede ser la diferencia que genere la ruptura del “Tratado para la eliminación de armas nucleares de medio y corto alcance” (INF) entre Estados Unidos y Rusia.
Estos dos kilómetros pueden significar un deterioro en la seguridad de Europa. Un retroceso a ese tiempo entre finales de la década de los 70 y mediados de los 80 cuando cada desarrollo armamentista amenazaba con la precisión de sus misiles en destruir vastas áreas del continente europeo en un lapso de 5 a 15 minutos.
498 kilómetros es el alcance de los nuevos misiles de crucero, SSC-8, orgullo del nuevo programa militar ruso.
500 kilómetros es el límite inferior de las armas nucleares de construcción prohibida. De ahí que Rusia se defienda de que no viola el acuerdo, mientras que su contraparte, Estados Unidos, respaldado por los socios de la OTAN lo acusan de incumplir el acuerdo.
Este 2018 tiene muchos fantasmas de la década de los ochenta: carreras nucleares, proteccionismo, contaminación ambiental. Y 2 kilómetros que separan a la cordura del fanatismo.