En medio de charlas, escritores invitados y lanzamientos de libros, el encuentro literario también es una oportunidad para aprender otros aspectos que van más allá de la lectura y la escritura. Hacer un libro es también un asunto de materiales y diseño.
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Al fondo, en el tercer piso, auditorio principal del área cultural del Banco de la República de Pereira, alguien que parece un profesor sentado al lado de una mesa, habla de libros.
A primera impresión parece que es un alemán, es más, su acento no es natural de la región, y lleva una camisa beige con flores verdes. Habla, toma un libro, lo huele, pasa sus hojas con cuidado, mientras todos lo miran atónitos.
Aquel hombre grande, de piel roja, explica todo el proceso de un libro, desde que su hoja es procesada químicamente, hasta que llega en forma de alguna obra de algún autor, es Pedro Felipe Hoyos Korbel.
Es un reconocido editor caldense, más caldense que Bernardo Arias Trujillo, y que ama la edición de los textos como se ama un ídolo preciado. Donde está sentado y en su mesa, y no solo en ella, en la entrada y los laterales del auditorio, hay muestras artesanales creativas de libros, muchos libros, como si fuera una “Casa Abierta” para colegiales.
El Festival de Literatura de Pereira 2017 (FELIPE) ha tenido el honor de invitarlo, y su llegada confirma la ciudad se vuelve cada vez más lectora.
El público lo conforman estudiantes, que atentos, no parpadean ni para mirar el WhatsApp, porque el tema contiene magia. ¡Hacer libros! ¡Yo, puedo hacerlos! ¿así se hacen?
Y luego todos los que estamos presentes nos transportamos a creer que una a una las hojas, por ejemplo, de “Estaba la pájara pinta, sentada en el verde limón” de la escritora pereirana Albalucía Ángel, no se trata solo de impresión, tinta, embalaje, sino de un proceso hermoso desde que se selecciona los tipos de letra, se corta el papel según las medidas, se diseñan las caratulas, se vende al precio de cinco veces más el costo de impresión, entre otros aspectos.
Al oír a Felipe Hoyos Korbel, empieza uno a querer más los libros de papel. Los jóvenes están concentrados y los adultos toman nota. Él habla de su relación con otros editores del país, con editoriales buenas o malas, librerías y autores.
Incluso habla de la librería Roma (de libros de segunda mano) en nuestra ciudad, resalta con sabiduría, ya que los pereiranos estamos en ese proceso de leer más, y subir en ranking de ser buenos y mejores lectores.
El Festival de Literatura de Pereira le apuesta a esto, ya que varias editoriales independientes están logrando publicar autores nuevos, títulos y temáticas diferentes, además de diseños de portadas innovadoras y atractivas.
Aunque Hoyos Korbel dejara en claro que hay que apoyar lo local, es decir, acceder a leer y compartir autores regionales, y enfatiza, que, en cuanto al proceso de impresión, no es la caratula lo importante, sino el contenido, la letra, la manera de componer cada página para que el lector mantenga la tensión y atención en el libro.
Sobre la solapa interna y la parte inferior del libro, suelta nueve palabras como un experto en el tema editorial, “dos o tres frases como una banderilla, es clave”. Refiriéndose al arte de la brevedad a la hora de redactar una biografía en cualquier tomo.
Por la frase dicha con tanta emotividad, no sabemos si este hombre que parece alemán, pero manizaleño, le gustan los toros, pero ha estado en España, México, Buenos Aíres, y otros lugares aprendiendo todo lo relacionado con el arte de tratar los libros, algo que hoy los oyentes disfrutan.
Una joven delgada de uno de los colegios invitados se levanta y pregunta: ¿desde cuándo le gusta la lectura? Él toma el micrófono y responde: eso no es una pregunta, pero responde: desde que tengo uso de razón.