Pereira pasa por un momento de crecimiento en movilidad, comercio y economía
Durante años Pereira y sus periferias han sido abordadas por los vendedores ambulantes, motos, carros y cantidad de cosas que han hecho que el espacio que es de todos se convierta de uso particular.
En el centro de la ciudad vemos zonas, desde el parque La Libertad hasta El Lago entre carrera séptima y octava, prácticamente inundadas por puestos de vendedores ambulantes. En ese sentido, para la reorganización de los espacios, la Secretaría de Control y Vigilancia ha destinado unas marquillas amarillas donde se distinguen los espacios delimitados para que ellos trabajen, además se les brinda el Capital Semilla, una cantidad de dinero que les sirve como primera entrada para tener un negocio formal. Y aunque muchos no han hecho uso de las líneas divisorias o del Capital Semilla, la Alcaldía insiste en querer mejorar el uso del espacio público. Una de sus próximas campañas será dar talleres para la concientización del espacio para todos y no de uso particular.
Para las periferias de la ciudad, el asunto es distinto, según vendedores de sectores como Parque Industrial y Dosquebradas, este Plan Semilla no aplica para ellos, y las líneas divisorias para el respeto del espacio y uso mutuo solo se encuentran trazadas en el centro de la ciudad.
Además de los vendedores ambulantes, hay otros factores que han sido una constante dentro de lo que se podría llamar uso inadecuado del espacio público, apropiación particular por una o varias personas de un lugar que debería ser para todos. Los parqueaderos indebidos en las calles que impiden el paso de flujo masivo en las vías, el irrespeto a los parques que son utilizados como botaderos de escombros, impidiendo su uso como zona de disfrute.
Pereira pasa por un momento de crecimiento en movilidad, comercio y economía, sus espacios cada vez nos quedan más cortos. Son más los nuevos pereiranos, los nuevos comerciantes. Pero no podremos olvidar que la ciudad es de todos, todos la disfrutamos, todos la debemos respetar y todos ocupamos un espacio que también es de otro, de cualquiera que también lo respete y valore.
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