El evento que realiza la Universidad Tecnológica de Pereira desde hace ocho años brinda a la comunidad educativa y a la ciudadanía en general, la posibilidad de construir soberanía alimentaria a partir del fortalecimiento de los productores y consumidores responsables en la región.
Fotografías: Susana Domínguez
El pasado miércoles 6 de septiembre asomamos nuestras narices por el tan esperado y famoso mercado agroecológico: “Alimentos para la vida”.
El evento que realiza la Universidad Tecnológica de Pereira desde hace ocho años brinda a la comunidad educativa y a la ciudadanía en general, la posibilidad de construir soberanía alimentaria a partir del fortalecimiento de los productores y consumidores responsables en la región.
Hace ya un tiempo tuve la oportunidad de recorrer este espacio comercial y educativo, en donde convergen personas que representan muy bien la pluriculturalidad del Eje Cafetero y pequeños agricultores que ofrecen una amplia variedad de productos.
Mi objetivo principal para esta visita fue encontrar a German y Vicky, una pareja que en compañía de Sabina, su pequeña hija de 4 años, asisten al mercado para disfrutar y vender una muestra de su trabajo.
La familia habita en la vereda el Aguacate, en el sector de la Bella, allí tienen sembrado yuca, plátano, banano, maní, y recientemente un nacimiento de arcilla. Para la venta ofrecen los excedentes de sus productos, pues su prioridad es el auto sostenimiento.
Observo con atención y sobre la mesa veo unas deliciosas tortas de yuca acomodadas en el fondo de una cesta, adornada con una servilleta de tela amarilla. La arcilla se encuentra en unos tarros de vidrio que antes servían para contener café, a su lado unos envueltos de hoja de plátano amarrados con cabuya contienen la tan buscada mantequilla de maní.
Es un alimento muy popular en Norteamérica. En Colombia conocemos una oferta limitada que nos ofrecen los supermercados, pero pocos saben sobre esta delicia culinaria hecha en la región.
Esta exquisita mezcla emulsionada que se obtiene a partir de una base de sal marina, cúrcuma, y por supuesto maní, es excelente para acompañar con pan y mermelada, el famoso sándwich de mantequilla de maní, sirve además para hacer salsas, cremas, y como base para hacer sopas o simplemente para acompañar una preparación.
La mantequilla de maní también es perfecta para bocadillos. Se puede usar como aderezo de frutas o vegetales. Su sabor es muy concentrado, y es ideal para preparar licuados o batidos.
Mancho y su compañera de vida son quienes la fabrican, y en compañía de su hija Sabina toman muy en serio la agricultura y preparación de sus alimentos. Este estilo de vida está permanentemente permeado por la educación.
Él, en compañía de su esposa e hija, asiste a la escuela en donde aprende de cocina, química, matemática, y hasta de relaciones humanas, que le ayudan a reforzar sus lazos personales y familiares.
“Nosotros asumimos la educación como un proceso cotidiano y permanente” me cuenta Mancho mientras mira con ternura a su hija, “todo el proceso de producir y ofrecer los alimentos es a partir de eso”.
Mientras hablamos me ofrece beber agua, acepto y me pasa una botella de cristal que contiene un líquido transparente en el que flotan hojas de albahaca, -no sabe a nada-. Toma un respiro, y se inclina para darle un beso a Sabina, la pequeña que en todo momento permanece a su lado.
Le pregunto de donde surge la idea de hacer la mantequilla, y me cuenta que a ellos les gusta mucho el maní y que lo usan mucho en su dieta, porque es una buena fuente de proteína.
En efecto lo es. Además de ser uno de los frutos secos más comunes, el maní contiene vitaminas, nutrientes, minerales, antioxidantes, y es además, una rica fuente de energía. Reduce el riesgo de enfermedades del corazón, de los nervios, Alzheimer e infecciones, cáncer de estómago, protege la piel, es un multivitamínico natural, y previene el aumento de peso, entre muchas bondades más.
Por esto y mucho más, la pareja ha decidido continuar mejorando las técnicas de producción, y al mismo tiempo seguir aprendiendo en compañía de su pequeña hija un poco más sobre cocina y otras saberes.
Si desean conseguir el producto lo encuentran en Arboloco café y postres, ubicado en la entrada de La Florida, o en los mercados agroecológicos que realiza la Universidad Tecnológica de Pereira.
Este se celebra el primer miércoles de cada mes en el campus de la Universidad Tecnológica de Pereira, durante el calendario académico vigente. Su horario se extiende desde las 09:00 am hasta las 04:00 pm, y es un evento de entrada libre y participación gratuita para los productores vinculados.
¡Prueba esta deliciosa receta fácil y rápida!
Cheescake mantequilla de maní
Ingredientes:
Para la corteza
4 ½ taza de galletas Oreo molidas
1 taza de maní tostado y picado
½ taza de manteca derretida
Para el relleno
1 kilo de queso crema
5 huevos
1 ½ taza de azúcar moreno
1 taza de mantequilla de maní blanda
½ taza de crema de leche
1 cucharadita de extracto de vainilla
250 gramos de bocaditos de mantequilla de maní
Para la cobertura
85 gramos de crema agria
½ taza de azúcar
Preparación:
Coloca las galletas Oreo y el maní en una procesadora de alimentos hasta que quede un polvillo. Mezcla este polvillo con la manteca derretida, formando una masa. Usa esta masa para cubrir la asadera en la cual harás tu tarta de queso.
Para hacer el relleno, bate en un recipiente el queso crema hasta que quede bien suave. Luego agrega los huevos, uno a la vez, sin dejar de batir. Agrega el azúcar, la mantequilla de maní y la crema de leche. Mezcla hasta que quede suave. Pica los bocaditos de mantequilla de maní y agrégalos al relleno. Coloca este relleno dentro de la corteza en la asadera.
Lleva la asadera al horno, a una temperatura de 140ºC durante 1 ½ hora, o hasta que quede firme y levemente marrón.
Combina la crema agria con el azúcar y cubre la cheesecake y llevala nuevamente al horno durante 5 minutos. Retira del horno y deja que la cheesecake se enfríe antes de servirla.
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