El paso del tiempo va borrando indefectiblemente parte de la historia, pero quedan retazos que, zurcidos, rescatan a protagonistas como el fundador y primer presidente de Cicrodeportes, hoy Acord Risaralda (Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos – Capítulo Risaralda), la entidad periodística más sólida de Pereira y de la región, que en este 2020 llegó a 50 años de fundación.
Se le conoció en Pereira como un periodista de línea crítica, con un agudo discurso que corroboraba con un fino humor perpetuado bajo el pseudónimo de “Don K – Nuto”. En 1970 se convirtió en el primer presidente de Acord Risaralda, que para entonces se llamaba Cicrodeportes Risaralda, entidad a la que él mismo le dio vida, haciendo gala de un liderazgo que lo llevó a ser figura pública de la ciudad – desde el periodismo – entre las décadas de 1950 y 1970.
Había nacido en el corregimiento Las Coles, de Pácora, Caldas, en 1934, desde donde partió a Radio Manizales para encontrar, de la mano de Jesús Otálora Gómez, la oportunidad de ser el hombre de radio que soñó. Rápidamente lo logró, porque a pesar de su extracción humilde, de las limitantes para estudiar, de su empirismo para el oficio, Nicanor Cardona Velásquez era culto, instruido y poseía un talento innato para desenvolverse con solvencia ante los micrófonos y la máquina de escribir, en tiempos en los que un libreto era la rosa de los vientos de la radio.
En Pereira fue muy conocida su crítica social y política expresada en el noticiero Vanguardia Liberal, de la emisora Onda Libre, cuyo dueño era el líder político Camilo Mejía Duque. La sátira y su irreverencia también se escucharon en La Voz del Pueblo, en Radio Centinela, en la Voz del Café y en Ecos del Risaralda.
COLUMNISTA
“Don K – Nuto” era el nombre de la columna que Nicanor Cardona Velásquez escribió con su marcado sello crítico en El Diario y en El Imparcial, y su influencia y recordación fueron de tanto impacto que terminaron reemplazando en la cotidianidad su nombre de pila, y a la vez, rindiéndole un homenaje a su abuelo Canuto Cardona.
El fundador y primer presidente del Círculo de Cronistas Deportivos de Risaralda hace 50 años (jurídicamente desde el 6 de noviembre de 1970), fue lector de noticias, narrador y comentarista de fútbol, periodista del deporte aficionado y de la vida política y social de la ciudad; también se destacó como libretista y declamador.
Quienes coincidieron con él en algún tramo de su carrera periodística afirman que era criterioso, innovador, directo para abordar los temas; tenía argumento y era versado; nadie desconoce su fino humor y su perspicacia. Y todos coinciden en su nobleza, en su sensibilidad al dolor ajeno y en su elegancia para la crítica y para el vestir.
“Don K – Nuto” creó con Guillermo Peláez, Guillermo Arango y Gustavo Vergara las caravanas deportivas, un programa social que llevaba deporte a las veredas en plena época de la violencia política. Su liderazgo lo puso al servicio del comité procreación del departamento de Risaralda, de la fundación del Círculo de Periodistas de Pereira (Ciper) y de un plan de vivienda para periodistas cerca al coliseo Mayor.
Fue punzante con el Deportivo Pereira; era duro crítico del entonces dirigente Hernán Mejía Campuzano, con quien tuvo una cordial amistad fuera de micrófonos. Pero también fue directo con los jugadores. Una vez, el arquero Hernando “La Pinta” García lo abordó en el centro de la ciudad y con una tijera le cortó la corbata, porque no le había gustado uno de sus comentarios.
SUS AMIGOS
Nicanor Cardona Velásquez coincidió en su época de periodista con otros destacados hombres de radio y de prensa como Fabio Manzano Martínez, Germán Gutiérrez Peláez, Libardo Gómez, Néstor Cardona Arcila “Can” (creador del periódico satírico El Fuete), Orlando Cataño Céspedes, Silvio González Mora, Óscar Giraldo Arango (dueño de La Voz Amiga), Julio César Villa, “Chimbambui”, Henry Carvajal Castro y Carlos Armando Marmolejo, entre otros.
Y por supuesto, estaban aquellos con los que saboreó el aguardiente. Amigos entrañables, como Guillermo Arango, impulsor del boxeo en Risaralda; Julio César García “Chispas”, con quien tenía un programa de humor crítico, y el sacerdote Álvaro Martínez, amigo de infancia en Pácora, y quien “bendecía” las muy frecuentes tertulias “aguardienteras”.
El gran jugador de fútbol Jairo Arboleda recordó en su libro que tuvo una discrepancia con el periodista Nicanor Cardona Velásquez, de la que no profundizó para su biografía, mas sí para esta semblanza.
Don Nicanor Cardona Velásquez repetía todos los días en su programa radial “Cátedra Deportiva” una frase que retrataba su agudeza: “Nadie está libre de decir disparates; lo grave es decirlos en serio”.
Cierta vez, dijo Arboleda, él y otros jugadores del Deportivo Pereira (Héctor Rengifo y Darío Sánchez) coincidieron en una fuente de soda “por El Lago” en donde estaba don Nicanor con sus amigos.
“Y resulta que ahí entró un padre; entonces yo no sé qué fue lo que pasó entre el cura y Rengifo (Héctor); bueno, eso se quedó ahí, pero después Rengifo se levantó del asiento y le metió una palmada al cura en los glúteos (risas)… pero eso fue como un chiste en esos momenticos, entonces yo le dije a Rengifo ¿cómo se te ocurre? Y él me dijo: ¡qué va Jairito!
Don Nicanor se quedó viéndonos y entonces al otro día el nombre mío fue el que salió (inculpándolo del suceso) … que cómo era posible que el maestrico Arboleda… pero nunca fui yo. Eso fue todo. Entonces en unos partidos, cuando yo llevaba la pelota, él (Nicanor Cardona) no decía lleva la pelota Arboleda, sino que decía la lleva el número 8”.
FAMILIA DE PERIODISTAS
Con Gilma Montoya, figura de la radio en Manizales y la primera mujer cronista taurina del país, formó un hogar del que nacieron Óscar Cardona Montoya, comunicador social dedicado en Medellín a la academia y Carlos Alberto Cardona Montoya, periodista y psicólogo de Pereira. “Don Nica” (también lo llamaban así), murió el 21 de noviembre de 1996, agobiado por un cáncer y – como lo dice su hijo Carlos, quien heredó su agudeza – “mamándole gallo a la parca”.
Durante 25 años “don K – Nuto” sentó sus posiciones críticas en su programa radial, que no solo hizo historia por su defensa a ultranza del deporte aficionado y del Deportivo Pereira, sino que, además, como lo indicaba su nombre “Cátedra Deportiva”, ilustraba al ciudadano de entonces, para quien la radio era su principal medio de compañía y fuente de información.
Un fantástico artículo Orlando, recordando a uno de los mejores periodistas deportivos del país. Un abrazo desde la distancia