Por: Elizabeth Pérez P.
“Uno no puede firmar un acuerdo para luego descalificarlo. Para luego someterlo al detalle, para que en esos detalles terminemos anulando un acuerdo que compromete al Estado colombiano, no solamente al gobierno”.
Foto tomada de Abc.es
Con la tranquilidad que lo caracteriza, Humberto de La Calle Lombana, quien fuera el jefe negociador del gobierno de Juan Manuel Santos con la guerrilla de las Farc, reiteró en Pereira los reparos que tiene frente a la decisión de la Corte Constitucional de otorgarle al Congreso la posibilidad de modificar el Acuerdo Final logrado en La Habana, Cuba.
Y recordó esa frase que muchos escuchamos en nuestras casas: “Mijo, eso no se hace”.
Así, ante un auditorio que estaba ávido de escucharlo, y que con humor y comentarios de aprobación aplaudió esa apreciación, De La Calle habló sobre los Retos y desafíos para un país en transición, charla con la cual la Universidad Tecnológica de Pereira, cerró la VI Cohorte del Diplomado que ofrece la Escuela de Liderazgo por la Paz.
Y es que para De La Calle, esta decisión de la Corte pone en riesgo el Acuerdo Final, ratificado en el Teatro Colón en Bogotá, luego de las modificaciones introducidas ante los resultados adversos obtenidos en el plebiscito del 2 de octubre de 2016.
“Uno no puede firmar un acuerdo para luego descalificarlo. Para luego someterlo al detalle, para que en esos detalles terminemos anulando un acuerdo que compromete al Estado colombiano, no solamente al gobierno. El gobierno lo suscribió en uso de facultades que tiene el Presidente, y fue refrendado por el Congreso”, argumentó.
Foto tomada de El País
“Uno hace un pacto y lo cumple”, reiteró. Y añadió: “Desarmar una guerrilla para incumplirle es un acto de perfidia. Profundamente antiético. Eso no se hace”, dijo, recordando que eso de cumplir los compromisos lo aprendió en su casa, como una de las enseñanzas que le dio su madre y que le quedaron arraigadas en su vida.
Por eso, para De La Calle, que el gobierno cumpla con lo acordado con las Farc es uno de los desafíos que afronta el proceso de paz, y es un desafío ético. Claro, las Farc también deben cumplir. Habló también de los retos políticos y jurídicos.
Insistió en la importancia que tiene para el país decir, convencidos: “A la guerra, no más”, como una consigna.
“No podemos volver a la guerra. La paz es incipiente. Es un árbol que está comenzando a nacer. Una cosa es haber finalizado el conflicto con las Farc, pero otra es la aclimatación de una paz que es frágil, que tenemos que proteger. Y en ese sentido, la no violencia debe ser el lema central de los colombianos”.
Desde su postura política liberal, y su convicción de que es posible lograr una sociedad en la que las armas no vuelvan a ser utilizadas para hacer política, puso a consideración del auditorio y la sociedad en general su visión de país.
“Tenemos dos caminos al frente. En mi caso particular creo fervientemente en una sociedad incluyente, que respete al otro; tolerante con las ideas ajenas; que no discrimine a las minorías, ni por su origen étnico ni su identidad sexual; que permita que haya un tejido social que crea en la solidaridad, que no crea en el autoritarismo”.
Foto tomada de Portafolio
“Ese es el tipo de sociedad que cree en el diálogo, que respeta”.
Dispuesto a apoyar una coalición que defienda el proceso de paz iniciado con las Farc en este gobierno, y el que se adelanta con el Eln, De La Calle propone “un Pacto nacional contra la violencia. No puede haber mezcla de armas y política. Hagamos política limpiamente. Reflexiva y sin dineros corruptos en las campañas”.
Frente a la contienda electoral que se avecina, De La Calle dejó claro en Pereira que objeta “de manera vehemente los llamados que se han hecho por parte de dirigentes nacionales ´a volver trizas el maldito acuerdo´, palabras textuales”.
Foto de Paula Zamora