Con motivo del Mes del Idioma, y del Niño, La Cebra que Habla presenta esta reseña del libro “En busca de mí”. Un libro de cuento infantiles, para grandes y chicos.
Título Original (Op zoek naar mij)
Autor: Ed Franck / Kris Nauwerlaerts
Editorial: Panamericana LTDA
Género: Cuento Infantil
Año: 2015 Julio
Págs. 36
Un libro nos cambia la vida. Las razones por las cuales se toma un libro y se pasan sus hojas, pueden ser muchas, algunas quizá más contundentes que otras, pero, siempre con el fin seguro de terminarlo (si es de nuestro agrado) antes de que su historia se desvanezca.
El tiempo que se le dedica a un libro cabe en un pasillo de colegio, en una escapada de la reunión familiar, en un viaje largo por tierra, en una llegadita a un hotel, o por evitar hablar con gente. Por esto, si es un buen libro, cabe en una tarde, devorado por los ansiosos y curiosos ojos del lector.
En esencia, “Aprender a leer es lo más importante que me ha pasado en la vida”. Dijo y escribió alguna vez Mario Vargas Llosa. De esta manera “En busca de mí” es un libro de la editorial Panamericana de 36 páginas que algunos podrían concebir como una de esas importantes experiencias. Su historia, basada en temas como la adopción, las guerras civiles en África meridional y sub-sahariana, la discriminación racial y por supuesto el arte, exponen al lector bajo 17 Ilustraciones de Kris Nauwelaerts y el relato de Ed Franck; una sentida y políticamente incorrecta forma de describir las situaciones difíciles que puede vivir un niño negro en situación de adopción.
La historia habla de Kitoko, un niño negro, hijo de una mujer blanca, pintora y restauradora de obras de arte. Kitoko teme no ser igual de amado como su próxima hermana, la niña a quien conocerá en el transcurso de la historia durante un largo sueño de maravillosos lienzos surrealistas.
Llama la atención el sinnúmero de veces que parece sobre los lienzos las similitudes con obras de Salvador Dalí, Pablo Picasso y Frida Kahlo como “La persistencia de la memoria”, en donde Kris retrata a Kitoko en un escenario detenido viendo a su hermana en el horizonte de la obra, con lo que podría ser su madre muerta a un lado y una manta encima de ella, un símil contundente con el reloj derretido sobre la –manta- en el lienzo de Dalí.
Lo que podría ser la guerra civil española en la Guernica, en este libro, es la guerra civil, sí, pero de Rwanda, o de los rebeldes en el Congo, con machetes y aves de mal agüero en su entorno y por supuesto, Frida.
Es importante comprender el papel de Kahlo en esta obra. En principio, se debe tener en cuenta que a sí misma, la mexicana no se consideraba como surrealista. Siempre afirmó que lo que retrataba, era su- realidad, por lo tanto “En busca de mí” es el reflejo no sólo de un niño negro, es el de un hombre y el de una mujer cuyos privilegios luchan junto a la constante de una supremacía racial, que además no escatima de su clase y/o género.
Con lo anterior, el reflejo de Frida está en el cuadro del principito Negro que Kitoko observa con detenimiento, en el orfanato de múltiples niños que seguramente han pasado por atrocidades similares a las suyas y en su regocijo constante con el hecho de concebir la libertad de su espíritu africano.
En perspectiva, puede parecer un libro inocente a la lectura escueta, pero para un niño, es como un artista en potencia, poderoso y elocuente. Y adivinen qué, más para un niño o niña negro, quienes poco gozan de su imagen representada en un libro.