“Nací salsero, porque así tenía que ser”. Una de las tantas frases que decora las paredes de La Puerta de Alcalá, el bar que lleva 8 años persistiendo con la salsa, cultivando, a su manera, una cultura salsera en Pereira.
Guillermo Suárez Narváez, dueño del sitio, hombre alto, de cabello blanco y ya algo escaso, el paso del tiempo sobre la piel. De sencillo vestir: jeans, camisa deportiva tipo polo y en chanclas. Proveniente de Alcalá Valle, desde los 17 años soñaba con tener – y atender – un sitio dedicado exclusivamente a la salsa.”Las calaveras todas blancas son”, tararea, y me dice que es un fragmento de la canción que lo conectó con la salsa, “Cuando tenía 16 años trabajaba haciendo aseo en discotecas, y había una de salsa en la que me hice amigo del dj. Yo aseaba y él me enseñara sobre salsa. Me decía: vea el disco tal, de la canción tal, del lado tal, esa es muy buena, y entonces yo las anotaba en un cuaderno que compré y en el que empecé a recopilar todo eso”. Vuelve y canta el mismo fragmento y me explica: “Las calaveras a la voz de Brigido ‘Macondo’ Chaverra, lanzada en 1988, un éxito completo de The Latin Brothers, lo que más me atrae de la salsa, son sus letras”. Y resalta eso último, sonriendo, con los ojos brillantes y con la tenue luz que da en el sitio, aún vacío, minutos antes de ser abordado por la música y lleno por los cuerpos que responden a los bongoes, congas, trombones y marimbas que abarcan este género musical.
Después de un tiempo don Guillermo se fue para su pueblo a montar su primer bar de salsa, “Pero allá no pegó, fue muy difícil, porque la gente de los pueblos no escucha esa música, siempre es puro Darío Gómez, El Charrito negro, y todo eso. Entonces cerré y me vine para Pereira. Así, abrí La Puerta de Alcalá”.
La Puerta de Alcalá está ubicada en la calle 28 con carrera 9 esquina. En su fachada está pintada la plaza de su natal Alcalá. La decoración interna es toda una exposición del género: grabados fotos y afiches de los grandes, Larry Harlow, Joe Arroyo, La Sonora Ponceña, entre muchos otros. Sobre las mesas, biografías de esas leyendas con sus inolvidables rostros.
Actualmente funciona como club, abren de jueves a sábado, de 6 PM a 5 AM. Pero no es solo ir, tomarse una copa o algunas cervezas, también en La Puerta de Alcalá don Guillermo tiene, cada mes, encuentros de coleccionistas, se reúnen, y todos van compartiendo lo que saben. “Yo sigo aprendiendo, es lo que más me gusta, que pueda compartir con amigos sobre lo que más me apasiona”. Además tiene un proyecto para difundir la cultura salsera en Pereira. Con varios amigos melómanos apadrinan niños para enseñarles sobre esta cultura, “niños de barrios muy humildes de la ciudad. En este momento tenemos 30 niños de Samaria, les enseñamos a bailar y muchas otras cosas sobre este mundo maravillosos para nosotros”.
Con Ray Barreto de fondo, con la biografía de Héctor Lavoe y dos cervezas sobre una mesa, don Guillermo pone a sonar Las Calaveras. Quiere que junto a él, vuelva a ese momento cuando decidió dedicar su vida a esta música y a este negocio. “Noches llenas de ritmo, de darle gusto al cliente, porque esa es una de mis prioridades, también seguir aprendido de salsa, viendo el mundo a través de ella, vivirla a mi manera”.