En el país suramericano es, en cambio, la oportunidad para reunirse con la familia más lejana, abrir sus puertas a familias vecinas y bailar al ritmo de canciones populares
En diciembre se celebran una serie de momentos dedicados al compartir en familia, con amigos y demás seres queridos, pero las tradiciones son bastante distintivas dependiendo de la región en donde se encuentren. Aquí un curioso paralelo entre la navidad en Francia y la de Colombia.
EL MENÚ NAVIDEÑO
En el país europeo, la comida suele acompañarse con una fina champaña. Y como plato recurrente se sirve el “foie gras”, es decir, un pasta de hígado de ganso, ostras, salmón u otras aves. Por su parte, los colombianos prefieren cenar con bebidas gaseosas para que la atención no se pierda de sus característicos platos fuertes: natilla, buñuelos y elaboradas cenas con diferentes tipos de carnes y salsas.
La navidad francesa centra especialmente sus esfuerzos en los postres. Provence, una de sus históricas regiones, se caracteriza por servir 13 postres diferentes en estas festividades. Dentro de estos se destacan la “bûche de Noël”, un tradicional rollo de crema y helado; la galette des Rois, una torta de “hojaldre” rellena de pasta de almendras y particulares mazapanes.
FAMOSOS PERSONAJES
A diferencia del tradicional Niño Dios de Colombia, las celebraciones navideñas en Francia tienen como representante a Saint-Nicolas, quien llega cada 6 de diciembre. A partir de esta fecha, se festeja día a día un motivo diferente que los ciudadanos siguen en sus calendarios. Además , en al víspera de la nochebuena, se acostumbra que los niños dejen sus zapatos junto a la chimenea para que Pére Nöel los llene con regalos, dulces y frutas.
PÉRE NÖEL RESPONDE SUS CARTAS
Una importante costumbre de varios países es que los niños escriban cartas a Papá Noel, describiendo qué deseaban recibir para navidad y cuánto agradecen el año a punto de terminar. Particularmente, desde 1962 en Francia se decretó que todas estas cartas deben ser respondidas con una postal para cada niño.
COSTUMBRES COMPARTIDAS
Algunos detalles de la época trascienden continentes. Por ejemplo, los pesebres son recurrentes en ambos países. Las figuras de arcilla, llamadas “santons” en Francia, incluso cobran vida con puestas en escena en las principales iglesias de la región.
Además, una tradición compartida es asistir la noche del 24 de diciembre a la misa del Gallo o en francés “messe de minuit”. Las familias se encuentran para celebrar el nacimiento de Jesús antes de darse un gran festín con la cena de nochebuena.
CELEBRACIONES DE FIN DE AÑO
Una diferencia importante entre la nochevieja colombiana y francesa es que, en el país del viejo continente, el 31 de diciembre se celebra entre amigos. Las personas se reúnen para celebrar con brindis de “champán”, abrazos y música mientras despiden el año. Inclusive, es bastante usual pasar esta fecha con personas desconocidas en los lugares más turísticos del territorio.
A pesar de esta moderna celebración, hay una tradición que no pierde vigencia: justo a medianoche hay que besarse y abrazarse bajo un muérdago, esto para asegurar el éxito durante el año venidero.
En el país suramericano es, en cambio, la oportunidad para reunirse con la familia más lejana, abrir sus puertas a familias vecinas y bailar al ritmo de canciones populares que son el ícono sonoro de esta época del año.