La cuarentena y la vida en la calle: un pasado cada vez más remoto

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Cafetín en Pereira, 3 pm.

Pido una cerveza Póker mientras veo la gente pasar por la calle 21 hacia la carrera séptima o hacia la octava: una mamá le grita al hijo que camine más rápido, las señoras van con sus compras riendo y admirando las artesanías de la tienda del pitufo, el policía de tránsito viendo quién está mal parqueado, el vendedor de dulces que grita chitos, maní, caramelos, los carros y las motos van frenando porque se aproximan al semáforo.

Adentro, un grupo de señores en edad de pensión, entre risas, hablan sobre el chascarrillo que le pasó a uno de los de la mesa el día anterior.

Huele a café, se escucha de fondo “Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé / En el quinientos seis / Y en el dos mil, también”. Tarareo la letra compuesta por de Enrique Sánchez mientras sorbo un trago helado de la cerveza. Recuerdo a mi tío que ponía sus tangos cuando se reunía con mi papá a charlar sobre su infancia. Me río mientras recreo en mi mente esta imagen familiar.

Sentada, observo a todo color el trasegar del corazón del centro de Pereira, la gente que tiene un poco de mí y yo un poco de ellos, y escucho la música que representa mi vida y recrea mi pensamiento. Bebo la cebada que conozco desde que tengo uso de razón porque la consumió mi abuela, mi padre no la deja y yo la comparto con amigos. Recuerdo con nostalgia estas escenas de mi vida de lo que era una tarde normal hasta el 13 de marzo del 2020.

Plaza de Bolivar de Pereira, 22 de agosto 2019

La cultura, ese cúmulo de conocimientos, tradiciones y costumbres que habitualmente tenemos en nuestra vida y que conscientes o no, hacen de nosotros lo que somos y nos identificamos porque vivimos experiencias similares y las reconocemos como propias. Eso es lo que nos hace ser parte de algo, pertenecer a una sociedad.

La retreta de La Banda Sinfónica de Pereira, las películas de Cine en Cámara, Cine con alma de la Cámara de Comercio de Pereira, Corto Circuito el viernes de cada mes, la cerveza en Sala estrecha antes de entrar a la obra de teatro, el café de María Antonia cultivado en las montañas de Belén de Umbría, los atardeceres donde don Olmedo con aquella grata compañía de quienes resuenan en la celebración de la vida, o el Festival de mariposas amarillas en el barrio La Mariana de Dosquebradas, donde un grupo de artistas reúnen a la comunidad y los enamoran del teatro, el grafiti, la danza, el clown, permitiendo a través del arte llegar a los habitantes de este sector del municipio con otras posibilidades para verse, inventarse, sentirse, más allá de la comercialización de drogas.

El arte vivo como una representación de la cultura y una respuesta de resistencia, de poesía, de encuentro para reflexionar sobre quienes somos y recrear la realidad que compartimos desde otras formas de mirarnos. Eso es lo que hoy ya  perdimos, porque tenemos que estar a más un metro de distancia el uno del otro.

Extraño el arte como representación de la cultura; las redes sociales tratan de acercarnos, sin éxito, porque se requiere el roce de los cuerpos, la emoción de ver al artista en escena y al público eufórico.

Esa comunicación cara a cara que es una conductora de afectos y testimonia que no somos tan distintos el uno del otro desde lo cultural, desde esa urdimbre de costumbres que nos dan la forma de pereiranos, risaraldenses, colombianos, latinoamericanos, seres humanos.

Sala estrecha, 25 de septiembre de 2019

Ojalá cuando regresemos a las calles para empezar a construir una nueva normalidad, vayamos al teatro, al cine alternativo, al Lucy Tejada, a la biblioteca, al museo, a los festivales de danza, de música, de gastronomía, de teatro, y para qué, para reconocernos y ver en el arte esa expresión de la cultura que nos acerca y la que por un momento nos desdibuja el signo de pesos que nos distancia y nos cambalachea, haciéndonos ver menos o más dependiendo de cuánto tienes.

No hay algo que sea más humano que la cultura, es una creación desde el ser, o ¿quién no ha llorado, no se ha erizado, ha sonreído, se le ha hinchado el corazón de una sensación que se te agua hasta la boca cuando escuchas un tema o ves a un gran actor ponerle todo el corazón en vivo a la obra que está interpretando? De las cosas más humanas son las artes vivas y  ahora que no las tenemos es motivo de nostalgia.

Todo empieza con una idea, dice David Lynch y en el camino nos vemos, es lo que he comprobado.

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