En un evento organizado por la fundación M3M en la India, Tenzin Gyatso, el decimocuarto dalái lama y premio Nóbel de paz en 1989, besó a un niño en la boca y acto seguido, le pidió que le chupara la lengua. El niño se había aproximado al líder religioso solo para pedirle un abrazo. En el recinto, antes que reprochar la actuación, hubo risas y aplausos[1].
Posterior al incidente, el dalái lama se disculpó por las redes sociales. “Su santidad desea pedir disculpas al niño y a su familia, así como a sus muchos amigos de todo el mundo, por el daño que sus palabras han causado” Agregó: “Su santidad a menudo toma el pelo a las personas que conoce de forma inocente y traviesa, incluso en público y ante las cámaras. Lamenta el incidente”.
A pesar de que el Tíbet (y la India) se encuentran en la mismísima porra, en Colombia muchos líderes de opinión y ciudadanos de a pie, se pronunciaron acerca del suceso. Como era de esperarse, la mayoría de las voces fueron de condena, pues pocas cosas hay menos aceptadas que propasarse con un niño. Tanto es así, que en un país con mayorías católicas como Colombia, las iglesias han visto disminuir, en buena medida por escándalos de abusos a infantes, su número de fieles y de seminaristas que pasaron de 6.000 en la década del 90 a 1.700 en el 2021.[2]
No obstante, algunos usuarios de redes sociales, creo que, pensando con el deseo o rehuyendo de la “orfandad espiritual” que producen este tipo de noticias, señalaron que todo se trató de un desliz de un líder budista sin tacha, que quizás por los “despistes” derivados de su edad avanzada, actuó de manera inadecuada.
En los años 60 y 70, la causa tibetana se popularizó en Estados Unidos, así como la figura del dalái lama que hoy forma parte de la cultura pop. Celebridades como los actores Harrison Ford, Richard Gere, el compositor Philip Glass y el escritor Allen Ginsberg, ilustre representante de la cultura beat[3] se convirtieron al budismo.[4] Por su parte, la Voz de América, emisora financiada por el gobierno de los Estados Unidos, que transmite en 47 idiomas y es un eslabón más del aparato propagandístico norteamericano, le ha dedicado un lugar privilegiado en su programación a las reivindicaciones políticas del dalái lama, quien por cierto, se ha reunido, con cada uno de los presidentes de Estados Unidos desde 1991.
A lo anterior, se suma el modo en que Hollywood ha magnificado la figura del líder espiritual. Las películas Siete años en el Tibet de 1997, protagonizada por Brad Pitt y Kundun dirigida por Martin Scorsese y estrenada siete meses después de la primera, le valieron tanto al célebre director como a Melissa Mathison, autora del guion, el veto del gobierno chino[5] que vio en los filmes citados propaganda política en contra de sus intereses y para el cual los movimientos independentistas del Tíbet y Taiwán, son delicados en extremo.
Antes de la llegada del ejército popular chino al Tibet en 1950, había allí una teocracia brutal en la que el 95% de la población eran esclavos o siervos y solo 5% pertenecían a una élite formada por monjes, terratenientes o aristócratas. Cortar las piernas y los brazos era un castigo común para los esclavos que en muchos casos permanecían encadenados[6] y ser mujer era considerado un castigo, por comportamientos pecaminosos en vidas pasadas.[7]
Para colmo, el dalái lama era propietario de 27 fincas, 36 prados, 6.170 siervos, 102 esclavos y el palacio de Lhasa con más de mil habitaciones.[8] Después de la rebelión tibetana de 1959, la CIA, durante los 10 años siguientes, proporcionó al gobierno tibetano en el exilio 1,7 millones de dólares para operaciones de guerrilla y 180 mil para centros culturales y de presión internacional.[9]
Desde esos años, la causa tibetana y el mismo dalái lama son un bastión de la propaganda en contra de China impulsada por el gobierno de Estados Unidos y, por ende, la lengua traviesa del líder budista, más allá del escándalo de acoso, representa un revés geopolítico, inoportuno como el que más para la Casa Blanca y sus aliados en occidente.
*Juan Antonio Escobar es Miembro de la Unidad Nacional de Artistas UNA.
[1] “Chúpame la lengua”: el repudiable video por el que el Dalai Lama se disculpa | EL UNIVERSAL – Cartagena
[2] No hay cura para tanta gente: escasez vocacional en la iglesia católica colombiana – CaracolTV.
[3] Precursores del movimiento hippie. Su influencia sobre los movimientos ecológicos actuales es evidente.
[4] The Snow Lion and the Dragon China, Tibet, and the Dalai Lama Melvyn C. Goldstein. Pagina 120.
[5] EL DALAI LAMA EN HOLLYWOOD – Archivo Digital de Noticias de Colombia y el Mundo desde 1.990 – eltiempo.com.
[6] LogKa (@LogKa11) / Twitter
[7] El Dalai Lama y la oscura verdad del lamaismo. – AlgoEstáCambiando (wordpress.com).
[8] Íbid.
[9] Protestas y levantamientos en el Tíbet desde 1950 – Wikipedia, la enciclopedia libre