El estar en el mundo representa la situación por ubicar al individuo en el centro neurálgico de la indagación. De hecho y para ser más concreto, nos interesa el estar en situación, como se ve, un estado tensionante, donde el ser se encuentra acuciado por la idea del viaje, un viaje necesariamente hacia sí mismo, que permita un posicionamiento ético de diferenciación.
Desde hace algunos años el grupo L´H, a partir de los proyectos de investigación “autorreferencia y segundas autorreferencias, ha venido configurando sus indagaciones acerca de dichos viajes desde diferentes espacios de reflexión, que, de manera siempre bienvenida, logra despertar la curiosidad, quizá porque el enfoque responde, no a viajes del ego, sino a inmersiones donde la experiencia privada se toma como tema.
En esta oportunidad la curaduría “Intertextualidades críticas” se ocupa del trabajo “MAMÁQUINAS DE CASTIGO” que fue parte del trabajo de grado en la Maestría en Estética y Creación “Máquinas de castigo, Estudio estético sobre el uso del objeto estético a partir de la experiencia privada traumática y el humor como vector de creación” de Luis Felipe Cabrera: enuncia un viaje, diría yo, de abyección, entendiendo la abyección como una búsqueda del lugar de atascamiento.
Buscar no significa encontrar, para tener éxito habrá que ejercitarse y en cada fase del recorrido a través de sí, tendremos que ir dejando rutas de escape pues se corre el peligro de perderse en el camino. Vemos con mucha frecuencia programas de creación basados en potencias inmersivas, un tanto nostálgicas de quien se despide prematuramente con la intención de saberse descubierto, reencontrado, como si fueran poseedores de un indicio.
Los objetos de Luís no pertenecen a un catálogo medieval de los castigos maternos. Es un trabajo que aborda la cuestión de la ubicación desde la importancia universal de su propia vida, desde prácticas abyectas tras lo abyecto, para poder ser hoy. Por ende, el trabajo de grado no se regodea psicológicamente con el hecho de haber hallado para su salvación el lugar, un lugar donde él nació. Quiere decir que Luís con su obra ha logrado desarraigarse, desprendiéndose de esa patria originaria basada en el dolor y el resentimiento. En su trabajo plástico, creativo, delicado y hermoso, la ubicación es la capacidad por abandonar el lugar para rodear la complejidad del mundo y finalmente volver a él después de todos los posibles virajes. Razón tuvo Joaquín Torres García cuando afirmó en su libro “El universalismo constructivo” que quién desee ser un creador debe vencer antes la autoridad materna.
La obra en su conjunto muestra la accesibilidad como palabra clave. El lector accede no sólo al detalle por las afectaciones de manera que el humor, con sus agentes de ironía, cinismo, anecdotario y recursividad, coloca la ubicación con intensidad, sino que se accede a un pensamiento creativo estructurado con diseño inquietante, como si estuviera tras el diseño de exquisitas maquinarias de extracción convertidas, según mi humilde consideración, en obras de arte.
Nos encontramos en una era de estar en contra de todo, por ello el trabajo de Luis plantea un contra-descubrimiento donde las cosas son reversibles. El viaje que hace el diseñador-artista no sólo nos da la posibilidad de ir como descubridores de otros, sino que nos convierte mientras descubríamos, también en objetos de descubrimiento, ya que arrojar las máquinas del castigo, significa esperar una respuesta, una provocación que implica ir más allá de miradas de extrañeza tipo “turista en clase económica”, para buscar inocentemente una mano auxiliadora. En ese sentido, las distancias en la ubicación se estrechan y las fuertes autorreferencias no se nos hacen tan extrañas.
Castigo Turbinador: revoluciona ideas Castigo Turbinador: revoluciona ideas Castigo Turbinador: revoluciona ideas Castigo Turbinador: revoluciona ideas
Me queda claro que el creador partió de una circunstancia basada en la noción de “contra algo”, desde el cuál se detonó un extenso viaje alrededor de todo y que en su regreso “aún en ciernes” sabrá qué es la “ubicación”. Esto no es tarea fácil, saber cuál es la ubicación, saber en palabras de Borges y su Libro de arena, cuál es la primera página de la vida. En su posición estética no se siente seguro con la noción de arte en su creación, deberá, como muchos de nosotros, echar mano de lo contra, para proponer que los otros, o sea, nosotros, no lo tenemos más claro que él y así poder ser perfectamente consecuente e incluso perfectamente contradictorios en la dificultad, una dificultad en grados que fue colocando en su proceso respecto a lo accesible.
Oscar Salamanca (curador)
SOBRE EL ARTISTA
Luis felipe Cabrera Moreno es Magister en Estética y Creación y Diseñador industrial de profesión, con capacidades para participar en los procesos de diseño de nuevos productos, sus ámbitos tecnológicos y lo relacionado con la fabricación de los mismos. Son estas habilidades las que le permiten entender globalmente cómo una decisión de diseño puede influir en la actuación de las organizaciones y los impactos posibles que puede tener un producto sobre los mercados y en general, sobre la sociedad.
Docente de vocación, Inquieto por la mejora de la práctica, incursiona constantemente en la elaboración de nuevos recursos y estrategias didácticas que le permitan potenciar los diferentes estilos de aprendizaje de los estudiantes.
SOBRE SU OBRA
De acuerdo con los pensamientos del creador, con base en la experiencia privada, surge el problema de narrar y exteriorizar la identidad o elegir los argumentos que permitan la manifestación genuina de sí mismo. Se trata de generar diálogos con las narrativas personales y las imágenes en familia, y de esta manera intentar develar el sentido estético de la existencia humana. Su estudio consulta teorías y propuestas estéticas sobre la función que cumplen lo subjetivo y lo introspectivo en el desarrollo actual del fenómeno artístico a nivel objetual y performático. Es así que mediante el ejercicio y práctica creativa se permite asistir a una conversación de entorno global sostenida entre el diseño de productos industriales y las prácticas estético-artísticas.
Su reciente obra, Las máquinas de castigo o de humillación, vejación, suplicio, abyección, como formas absurdas de tortura física y psicológica practicadas en hogares tradicionales, confesionales y rígidos, son metáforas de objetos presuntamente funcionales y útiles que procuran restregar el dolor con humor y subvertir el poder.
Las metáforas facilitan el traslado iconoclasta propio del arte contemporáneo de la experiencia de castigo al diseño industrial.
Encuentra más del artista en:
https://www.behance.net/luisfcabreramm
*Esta exposición llamada MAMÁQUINAS DE CASTIGO, objetos de Luis Felipe Cabrera Moreno, se publicó en el Jardín de artista UTP, bajo el proyecto intertextualidades críticas. Entre el 23 de junio y el 7 de julio 2020.