“a las doce del día 20 fue don Luis Rubio a pedir prestado un ramillete a don José González Llorente, comensal del fiscal Frías; Llorente le negó con excusas frívolas (…) y respondió que se cagaba en Villavicencio y en todos los americanos…”
fragmento de una carta escrita por José Acevedo Gómez perteneciente a la junta de notables de la provincia de Santa Fé.
El 20 de julio de 1810 fue el inicio de unos sucesos determinantes que cambiaron la historia de lo que hoy conocemos como Colombia. Nadie sabía exactamente lo que iba a pasar ese viernes, pero se podía percibir una atmósfera de que algo ocurriría. Era día de mercado y todo el pueblo caminaba por las calles de Santa Fé.

Después de la abdicación del monarca español Fernando VII tras la invasión francesa a España en 1808, llevada a cabo por parte de Napoleón Bonaparte, en España se organizaron juntas de gobierno a nivel local para resistir al invasor y, a la vez, gobernar en ausencia del rey depuesto. Estas juntas se unieron para organizar un gobierno “alterno” al de ocupación impuesta por Napoleón.
En la provincia de Santa fé se había creado una junta de notables integrada por autoridades civiles e intelectuales criollos. Los principales personeros de la oligarquía criolla que conformaban la junta eran: José Miguel Pey, Camilo Torres, Acevedo Gómez, Joaquín Camacho, Jorge Tadeo Lozano, Antonio Morales, entre otros. Estos comenzaron a realizar reuniones sucesivas y a pensar en la táctica política que consistía en provocar una limitada y transitoria perturbación del orden público y así aprovechar para tomar el poder.

Diferencia entre el 20 de julio y el 7 de agosto. El primero tiene un significado político, mientras que el 7 de agosto de 1819, fue el día en el que tuvo lugar la Batalla de Boyacá. Fue un choque entre los ejércitos patriotas y las fuerzas españolas. Así se selló militarmente la independencia en el marco de la gesta libertadora donde intervinieron los ejércitos bajo el mando de Simón Bolívar.
En un acto premeditado, un grupo de notables de la capital del Virreinato de la Nueva Granada, provocan a José González Llorente, al pedirle un adorno para un banquete que estaban organizando. Ante la negativa de este, se desencadena una pelea que al final del día terminaría en un reclamo a la Corona Española por una representación más justa y a la postre en un grito de independencia absoluta.
Muchos historiadores serios creen que el florero fue inventado posteriormente y que quizá algún patriota acucioso, produjo el artefacto para dar verosimilitud a la historia. Y es posible. En fin de cuentas, González Llorente (que había llegado a estas tierras en 1779 a buscar fortuna, se convirtió en el comerciante más importante de la Santafé de esa época) era un comerciante y lo lógico, si es que no tenían florero, era no pedirlo prestado a quien tenía el oficio de vender sino se lo hubieran comprado. En todo caso, la historia es bonita y romántica, así el florero que se exhibe con tantos honores no haya sido el causante de la reyerta.
Fuentes: El Espectador y el Museo de la Independencia
Contextualizamos lo que pasó ese 20 de julio hace 210 años para dar paso a este especial de música, literatura, artes plásticas y periodismo colombiano, algunas prácticas de su quehacer cultural.
NARRATIVAS

Escrita por Juan Rodríguez Freyle, titulada originalmente como: “El Carnero. Conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada de las Indias Occidentales del mar Océano y fundación de la ciudad de Santa Fe de Bogotá, primera de este Reino donde se fundó la Real Audiencia y Cancillería”
Es la obra más emblemática de las letras coloniales Neo-granadinas, escrita en una época de usanza de las crónicas reales, esta obra pretendió narrar los hechos de la Conquista y la primera sociedad colonial.


La novela narra las peripecias del poeta Arturo Cova y su amante Alicia, historia de pasión y venganza enmarcada en los llanos y la selva amazónica, a donde los dos amantes huyen y que expone, a lo largo de su trama, las duras condiciones de vida de los colonos e indígenas esclavizados durante la fiebre del caucho. Además el final es abierto, no se sabe exactamente lo que pasó con los personajes.

El libro se compone de 20 capítulos no titulados, en los cuales se narra una historia con una estructura cíclica temporal, puesto que los acontecimientos del pueblo y de la familia Buendía, así como los nombres de los personajes, se repiten una y otra vez, fusionando la fantasía con la realidad. En los tres primeros capítulos se narra el éxodo de un grupo de familias y el establecimiento del pueblo de Macondo, desde el capítulo 4 hasta el 16 se trata el desarrollo económico, político y social del pueblo y los últimos cuatro capítulos narran su decadencia.


La novela introduce a una Cartagena saqueada por el poder europeo y cautiva entre la inquisición, la esclavitud, el racismo, los piratas y las pestes. Para 1992, la novela fue declarada “Patrimonio de la humanidad” por la UNESCO, al ser considerada como una de las obras más importantes de la literatura colombiana.

La Casa Grande es el relato de la masacre de las bananeras, ocurrida en Colombia en 1928, un crimen perpetrado por el propio gobierno colombiano, que ordenó ajusticiar a los jornaleros que trabajaban en los campos de bananas y que se habían declarado en huelga, en contra de las condiciones de trabajo impuestas por la United Fruit Company.
La novela padece una larga hegemonía conservadora que tiene sumida al país en un atraso económico, agrario, político y social. A inicios de la década de los años 20, desde distintas partes del territorio se inician insurrecciones populares que buscan el mejoramiento de las condiciones laborales, la re-significación del papel de la mujer y las comunidades minoritarias en la sociedad y un profundo cambio en la estructura del Estado.
POETAS
Darío Jaramillo Agudelo poeta, novelista y ensayista (1947-) María Mercedes Carranza poeta y periodista (1945-2003) Miguel Ángel Osorio Benítez, conocido por su pseudónimo Porfirio Barba Jacob, poeta (1883-1942) José Asunción Silva Gómez, poeta (1865-1896) Juan de Castellanos explorador, militar, cronista y sacerdote español, muere en Tunja-Colombia (1522-1606) Luis Vidales, poeta y ensayista (1904-1990)
PINTURA Y ESCULTURA











CRONISTAS




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