Explorando en cuarentena el lado oscuro del corazón a través del cine

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“…El problema está aquí mismo y no puede salir (señala su corazón)

Está aquí, sólo aquí, ¿y qué?

Que sigues castigándote sin cesar.

No puedes escapar de ello, nunca.

Prefiero que el juez dicte mi sentencia antes de hacerlo yo.”

Este texto es parte de un diálogo que sostienen en un tren el señor Cross con tres periodistas que van a presenciar una ejecución por asesinato en la película Scarlet Street, un estreno estadounidense de 1945. Una apasionante historia de cine negro dirigida por el vienés Fritz Lang que combina mentira, codicia, pérdida de la dignidad y el orgullo en nombre del amor.

Traducida al español como Perversidad y Mala mujer, es una readaptación cinematográfica basada en la novela La Chienne (1930) de Georges de la Fouchardière.

El papel principal es protagonizado por Edward G. Robinson, Christopher Cross en la película, un simple cajero infelizmente casado, con un raro talento para la pintura, quien conoce a una mujer negligente y mentirosa de la que se enamora. La chica y su novio, un individuo sin escrúpulos, quien se aprovecha del amor que ella le tiene (más obsesión para mi gusto) y la manipula para explotar a Christopher, que llegará incluso a cometer un desfalco en su empresa para que ella siga creyendo que es un artista exitoso.

Esta película es fascinante porque explora los sentimientos más oscuros del ser humano, movidos por la ambición, la manipulación, la idea de jusiticia y el enamoramiento. A toda hora se pone a prueba un amor disfrazado, condicionado y cargado de egoísmo que llevará a estos tres personajes a encontrarse con el lado más oscuro del corazón.

Cada uno, a su manera, pero respondiendo al mismo móvil, saca lo más vil de su condición humana. Chistopher un hombre honesto, resignado y con miedo a la soledad termina siendo una persona que en nombre del enamoramiento se convierte en egoista, mentiroso, ladrón y mezquino.

Katherine, personaje caracterizado por Joan Bennet, es la mujer fatal que desaprovecha su talento actoral por falta de disciplina y quien también en nombre del amor se aprovecha de Chistopher, lo manipula y le roba para complacer sus deseos y los de su novio, a quien sigue como ciega, aún con el maltrato físico y verbal que él le propina continuamente.

Y por último está el que se definiría como antagonista de esta historia, el Johnny Prince, encarnado en el actor Dan Duryea, un tipejo ruin, hablador, vividor, que solo se ama a sí mismo y tiene como leitmotiv el dinero y conseguirlo a como dé lugar.

La película recrea un escenario propicio para reflexionar sobre las motivaciones que mueven a los seres humanos cuando la frustración, la traición y el desengaño los atrapan y sacan lo peor, hasta el punto de condenarse a sí mismos sin pensar en las consecuencias.

Las actuaciones en Scarlet Street son muy buenas, es todo un estudio sobre ambición y justicia. Sin ser una experta en cine, más que lo que me ha dejado esta cuarentena viendo mínimo 10 películas por semana entre malas, fatales, pasables y buenas.

Leyendo algunos datos biográficos sobre el director, a quien reconocemos por Metrópolis (1927), la única película declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en su apartado de Memorias del Mundo. Hay algunos elementos que me recuerdan al director en la película, por ejemplo, el desarrollo por el gusto a pintar que tiene Christopher. Fritz Lang antes de ser director de cine estudió bellas artes y arquitectura, y gracias en parte a sus dibujos consiguió su primer trabajo en Viena como guionista de cine.

También hay un personaje secundario que porta un parche que no necesita, Frink en el rodaje de una de sus películas perdió su ojo derecho y en broma atribuía a esta circunstancia que su mirada siembre se le desviara sin querer hacia la izquierda.

Fritz Lang filmando la película espacial “La mujer en la luna”

Ésta es la segunda mejor película de la cuarentena y podría seguir hablando de ella. Pero mejor que se la vean ustedes y me dicen qué les parece.

Creo que para el tiempo de confinamiento es preciosa, a ver si salimos del adormecimiento emocional que nos tiene atados a las redes sociales y nos despabilamos de vez en cuando explorando esas intensiones que llevamos en el corazón.

Les dejo el link para que la vean gratis, porque como al director, a mi también se me inclina la mirada hacia la izquierda, algunas veces, sin querer.

Enlace a la película clic aquí

Todo empieza con una idea, dice David Lynch y en el camino nos vemos, es lo que he comprobado.

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