Generación esperanza
“Contrario a las apariencias, nuestra generación no está en crisis, somos la generación de la ESPERANZA y estamos aquí para salvar el mundo”.
Por: Sanquive (Santiago Cardona Quintero).
Para mí el medio ambiente, el arte y la paz son fundamentales para tener una buena cultura ciudadana, entendiendo que ninguna de estas es posible sin una educación adecuada que nos permita no solo entender la realidad si no también llegar a transformarla.
Muchas veces me he cuestionado si es verdad lo que dicen algunos adultos, “que nuestra generación está en crisis”, y yo me pregunto, ¿Quiénes son los que nos están criando?
Somos la generación de los padres cada vez más ausentes, ausentes en su presencia física, y peor aún, cuando están “presentes” están más pendientes de sus redes sociales que de sus propios hijos.
Padres cuyos hábitos de consumo los lleva a cumplir largas jornadas laborales y estar más alejados de sus hijos, como si la felicidad tuviera precio y se comprara con cada quincena.
Somos la generación de niños entretenidos a punta de aparatos electrónicos, como si un video juego remplazara una divertida guerra de cosquillas, el tacto, el contacto, la necesidad de afecto.
Somos la generación de niños criados por una caja mágica, que lo único que tiene de mágico es alienarnos y llenarnos la cabeza de conceptos materialistas.
Somos los hijos de un sistema educativo que nos deshumaniza, convirtiéndonos en números, calificaciones y estadísticas, dividiéndonos en mejores y peores. ¿Alguna vez le han preguntado a un niño como hiere sus emociones recibir una carita triste?
Yo ya lo hice, y la respuesta me rompió el corazón pues dicho niño me respondió:
– Siento que soy malo.
Ya, para contextualizar y no derramarme en prosa como dice la profesora Edel, es triste que en este momento las artes sean vistas como formación complementaria, obviando que el arte es la principal herramienta de la educación, porque a través de estas fortalecemos nuestra identidad, creamos conciencia, expresamos nuestros sentimientos y nos volvemos más humanos.
La educación debería estar enfocada en educar para la paz y no para la competencia y la separación, la paz, debe venir desde nuestro hogar, debe ser infundada desde nuestra primera infancia, entendiendo por paz el respeto hacia el otro, hacia su individualidad y sobre todo a sus propias realidades, dejar de juzgar y escuchar.
Qué podría yo decir del medio ambiente. La tierra es la obra de arte más bella, la naturaleza siempre estará en paz, solo sé que la tierra es nuestra madre y ella nos lo ha dado todo, debemos tomar conciencia de que hacemos parte de un todo, todos somos uno y uno somos todo.
Generación esperanza, somos nativos tecnológicos y vemos esto como una herramienta, tenemos un sentido de responsabilidad desarrollado, somos emocionales, humanos, saludables, conscientes e independientes, somos menos consumistas, confiamos más en los individuos, dejamos de idolatrar a las empresas, nos preparamos física y mentalmente para lo que venga, nos regimos bajo la idea (solo hazlo) acción no ficción.
Poseemos conciencia ambiental, buscamos ser reconocidos no para ganar fama, sino para ser inspiración para los demás, vemos menos televisión, nos importa poco estar a la moda, cuidamos más lo que publicamos en redes sociales.
Tenemos todo a nuestro favor, llegó nuestro momento:
“los niños y los jóvenes no somos el futuro del mañana, somos el presente, estamos aquí y ahora para transformar el mundo”.
Hago un llamado de urgencia para que los adultos nos ayuden a cumplir nuestra misión.