Los 25 mejores temas de música clásica de 2020

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Para tomar un descanso de las malas noticias de este año pandémico, escuchen las composiciones favoritas de nuestros críticos en una temporada en la que buena parte de la energía musical provino de las grabaciones.

Por Anthony TommasiniZachary WoolfeJoshua Barone, Corinna da Fonseca-Wollheim, David Allen y Seth Colter Walls. Publicado en The New York Times

In Seven Days; Kirill Gerstein, piano (Myrios)

La amistad artísticamente fructífera del compositor Thomas Adès y del pianista Kirill Gerstein nos ha proporcionado dos álbumes esenciales este año: la grabación de estreno del Concierto para piano y orquesta de Adès, en el que participan Gerstein y la Orquesta Sinfónica de Boston (Deutsche Grammophon); y éste, que incluye un arreglo en solitario de la angustiosa y resbaladiza berceuse de la ópera de Adès “The Exterminating Angel”. JOSHUA BARONE

Bach: Complete Cello Suites (Transcribed for Violin); Johnny Gandelsman, violín (In a Circle)

Desde el principio de este movimiento, adornado con la despreocupación de la música popular, es difícil resistirse a dar golpecitos con el pie. Ese impulso no se apaga en el resto de las seis suites de violonchelo, interpretadas alegremente en un violín solista por Johnny Gandelsman. Este es Bach en gravedad cero: ligero como una pluma y de baile libre. JOSHUA BARONE

Beethoven: Symphonies and Overtures; Vienna State Opera Orchestra y otros; Hermann Scherchen, director (Deutsche Grammophon)

Las pocas nuevas sinfonías de Beethoven estrenadas en este año, en el que se celebran los 250 años de su nacimiento, han ofrecido en gran medida más evidencia del estado monótono de los gustos interpretativos de hoy en día. No así los reestrenos, sobre todo este ciclo remasterizado y excepcionalmente vigorizante que estaba eones adelantado a su tiempo cuando salió por primera vez en la década de 1950. El Beethoven de Scherchen —como esta Segunda Sinfonía con la Royal Philharmonic Orchestra— es rápido, elegante y asombrosamente detallado, tan emocionante como cualquier otra cosa que haya llegado desde entonces. DAVID ALLEN

Clairières: Songs by Lili and Nadia Boulanger; Nicholas Phan, tenor; Myra Huang, piano (Avie)

Después de que Lili Boulanger, la talentosa compositora francesa, muriera en 1918 con solo 24 años, su devota hermana mayor Nadia tuvo dudas sobre su propia composición y se dedicó a la enseñanza. En esta encantadora grabación, el tenor Nicholas Phan interpreta elegantes canciones de ambas hermanas, terminando con la nebulosa y arrebatadora “Soir d’hiver” de Nadia, una versión de 1915 de su poema sobre una joven madre abandonada por su amante. ANTHONY TOMMASINI

Chopin: Piano Concertos; Benjamin Grosvenor, piano; Royal Scottish National Orchestra; Elim Chan, directora (Decca)

Hay pianismo de calibre histórico en este lanzamiento, y otra marca de la impresionante madurez de Grosvenor, a pesar de que todavía es un veinteañero. Invocando una interpretación que es poesía pura, prodiga en estos conciertos toda su alabada sensibilidad, su innato sentido del ritmo y su facilidad de fraseo. Es igualado compás a compás por Chan, una impresionante joven directora que hace una celebración de la escritura orquestal que en otras manos suena a rutina. DAVID ALLEN

Black, Brown and Beige; Jazz at Lincoln Center Orchestra con Wynton Marsalis (Blue Engine)

Si la interpretación de Ellington en el Carnegie Hall en 1943 de su Black, Brown and Beige sigue siendo inigualable, el sonido de sus emisiones de radio ha quedado anticuado, lo que hace que la nitidez de esta fiel interpretación reciente merezca saborearse. La brillante interpretación y los valores de producción permiten una mirada fresca a “Light”, incluyendo la elegante manera en que Ellington entrelaza los motivos que se escucharon anteriormente en “Black”, justo antes de un final entusiasta. SETH COLTER WALLS

Rising w/ the Crossing; the Crossing (New Focus)

A principios de este año, cuando cantar juntos se convirtió en lo más peligroso que uno podía hacer, Donald Nally, el mago detrás de Crossing, nuestro mejor coro de música contemporánea, comenzó a publicar grabaciones diarias de sus archivos. Lo llamó “Rising w/ the Crossing”, también el título de un álbum de una docena de temas destacados. Está la inquietante reflexión de David Lang sobre la pandemia de gripe de 1918, interpretada el año pasado, y el conmovedor “Lincoln” de Alex Berko. Pero sigo volviendo al soñador despliegue de llamado a la Tierra de Eriks Esenvalds, su texto una oración del pueblo Ute del suroeste estadounidense: una obra de verdadero resplandor, disparada por la precisión y la pasión de este espectacular grupo. ZACHARY WOOLFE

Barricades; Thomas Dunford, laúd; Jean Rondeau, clavecín (Erato)

Esta es música barroca como una tocada de hard-rock: impulsiva, intensa, vertiginosa, dos músicos enfrentándose en una batalla insolente que eleva sus niveles. Es el estridente clímax de un álbum que crea un nuevo pequeño repertorio para dúo de laúd y clavicordio, con arreglos de favoritos y relativas oscuridades que resaltan la astuta y exuberante química artística de Thomas Dunford y Jean Rondeau ZACHARY WOOLFE

Something to Hunt; International Contemporary Ensemble; Lucy Dhegrae y Alice Teyssier, vocalistas (Sound American)

Trato de no ser quisquilloso con la calidad de audio. Pero si algo requiere una excepción, es esta esperada colección de música de Ash Fure, obras que experimentan con la forma en que los sonidos se hacen y se sienten. Así que antes de empezar a tocar, concéntrate, junto con tus mejores audífonos o altavoces, para una experiencia auditiva intensamente visceral. JOSHUA BARONE

Agrippina; Joyce DiDonato, mezzosoprano; Il Pomo d’Oro; Maxim Emelyanychev, director (Erato)

Una inyección de veneno, abriéndose camino hasta el cerebro: hay algunas arias que apuntan a calmar la ansiedad, pero para la transferencia catártica pura de toda la ira, el miedo y la impotencia que el 2020 ha provocado, esta aria —“Pensamiento, me atormentas” — por el personaje del título de “Agrippina” de Handel es la entrada. La ferozmente dramática Joyce DiDonato aporta a la música su mezzo multicolor y sus adornos exagerados, mientras que la orquesta de instrumentos de época lo empuja todo con insistencia cruda. CORINNA da FONSECA-WOLLHEIM

Handel: Suites for Harpsichord; Pierre Hantaï, clavecín (Mirare)

Las ocho suites para clavecín de Handel, publicadas en 1720, no siempre han recibido tanta atención o respeto entre los intérpretes como las obras para teclado de Couperin, Rameau o, especialmente, Bach. A veces se han visto más o menos como ejercicios de entrenamiento: buenos para la técnica pero no tan sublimes. Pierre Hantaï, conocido por su vívido Scarlatti, disipa los prejuicios ligeramente despectivos con una suave danza y un toque lúcido. ZACHARY WOOLFE

The Wake World; Maeve Hoglund, soprano; Samantha Hankey, mezzosoprano; Elizabeth Braden, directora (Tzadik)

Con su enrevesada y juguetona ópera de cuento de hadas de 2017 “The Wake World”, David Hertzberg demostró que los voluptuosos y arrolladores elementos de la gran ópera pueden ser reimaginados para hoy. En el creciente y reluciente dúo de la obra entre una joven que busca y su príncipe de hadas, Ravel se encuentra con Messiaen, y Wagner con Scriabin; la música es punzante, original y maravillosamente extraña. ANTHONY TOMMASINI

Forward Music Project 1.0; Amanda Gookin, violonchelo (Bright Shiny Things)

Incluso cuando son breves y minimalistas, las composiciones de Nathalie Joachim atraviesan rangos complejos de emoción. Aquí, en una pieza para violonchelo (y voces grabadas por su compositora), el sombrío efecto de ánimo en la apertura se complica por un cambio en la marcha. El resultado es similar al que se puede sentir al inventar un nuevo baile de la nada, mientras se camina por un entorno que de otra manera sería sombrío. SETH COLTER WALLS

Breaking News; Studio Dan (Hat Hut)

Riffs y contra riffs bulliciosos parecen sugerir prácticas de improvisación; después de todo, este veterano artista ha explorado esas prácticas. Sin embargo, el viaje de placer de 25 minutos de George Lewis es totalmente premeditado. Y fue escrito para un conjunto austriaco que aprecia el ruido y los lamentos de la música que imita a los trenes de Duke Ellington, así como los rigores del modernismo de técnica extendida. SETH COLTER WALLS

Memory Game; Meredith Monk & Vocal Ensemble; Bang on a Can All-Stars (Cantaloupe Music)

Durante casi 60 años, la compositora e intérprete Meredith Monk ha creado obras principalmente para ella misma y su círculo cercano, por lo que ha sido una pregunta abierta qué pasará con esas piezas intrincadas e idiosincrásicas cuando ella no esté. Este álbum de nuevos arreglos simpáticos pero no serviles —colaboraciones con el colectivo Bang on a Can— ofrece tentadores experimentos. El clarinetista Ken Thomson da la voz de vértigo de “Downfall”, parte de la velada post-apocalíptica de 1983 de Monk“The Games”, un entorno instrumental seductoramente siniestro. ZACHARY WOOLFE

Drift Multiply (New Amsterdam/Nonesuch)

La música surge de nevadas de ruido blanco en esta hipnotizante pista. Tristan Perich es uno de los experimentadores más innovadores en la música electrónica, al crear obras de vibrante misterio. En “Drift Multiply”, 50 violines interactúan con 50 altavoces conectados a otros tantos tableros de circuitos hechos a medida que canalizan el sonido en audio de un bit. El resultado es un paisaje en constante evolución donde los sonidos se fusionan y toman perspectiva, donde los violines se enfocan y se desdibujan en un éter relajante. CORINNA da FONSECA-WOLLHEIM

The Grey Land; Numinous (New Amsterdam)

The Grey Land de Joseph C. Phillips Jr. es una mono-ópera conmovedora y estilísticamente variada que se inspira en las reflexiones de su compositor sobre el ser negro en los Estados Unidos contemporáneos. El movimiento más largo de la grabación de estreno hace una referencia textual temprana a “Knoxville: Summer of 1915” de Barber, mientras dramatiza el malestar de unos futuros padres tras la muerte de Michael Brown. SETH COLTER WALLS

Silver Age; Daniil Trifonov, piano; Mariinsky Orchestra; Valery Gergiev, director (Deutsche Grammophon)

El reflexivo pianista Daniil Trifonov explora la música de la llamada “edad de plata” de Rusia de principios del siglo XX en un fascinante álbum que ofrece varias obras en solitario y conciertos de Scriabin, Prokofiev y Stravinsky. El amplio pero diabólicamente difícil primer movimiento del Segundo Concierto para Piano de Prokofiev es especialmente emocionante. ANTHONY TOMMASINI

Debussy Rameau; Vikingur Olafsson, piano (Deutsche Grammophon)

Pocos músicos elaboran sus álbumes con tanto cuidado como Vikingur Olafsson, cuyoDebussy Rameau es una conversación brillantemente concebida, de casi 30 pistas a través de los siglos, entre dos maestros franceses. Hay una intervención moderna: el arreglo de un solo de Olafsson de un interludio de “Les Boréades” de Rameau, tierno y reverencial, un manantial de gracia. JOSHUA BARONE

Labyrinth; David Greilsammer, piano (Naïve)

En su fascinante y acertadamente titulado álbum Labyrinth, el formidable pianista David Greilsammer se atreve a yuxtaponer piezas que abarcan siglos, desde Lully a Ofer Pelz. El tema del álbum está capturado en el arreglo de Jonathan Keren de “Le Chaos”, de Rebel, que se presenta como una aventura de principios del siglo XVIII en un modernismo que hace que tu cabeza de vueltas. ANTHONY TOMMASINI

“Musica Viva, Vol. 35”; Carolin Widmann, violin; Bavarian Radio Symphony Orchestra; Ilan Volkov, conductor (BR-Klassik)

Una renombrada figura de la escena de la música experimental europea, Rebecca Saunders construye sistemas de gran severidad a partir de los más escasos materiales melódicos. En esta grabación en vivo de su concierto para violín, Carolin Widmann sobresale en el cumplimiento de los requisitos contrastados de delicadeza y potencia de la partitura. Ayudando a juzgar el equilibrio está el director Ilan Volkov, un artista con el que las orquestas estadounidenses podrían considerar trabajarSETH COLTER WALLS

Where Only Stars Can Hear Us: Schubert Songs; Karim Suleyman, tenor; Yi-heng Yang, fortepiano (Avie)

Íntimo, de tono dulce y más fácil dado al humor seco que sus poderosos teclados sucesores, el fortepiano debería ser una elección natural para los lieder de Schubert. Sin embargo, grabaciones como este exquisito recital personal —con el tenor de voz clara Karim Suleyman y la sensible pianista Yi-heng Yang— siguen siendo raras. Escúchalos tejer un hechizo de narrador en esta canción sobre una cita nocturna en un barco de pesca, y maravíllate del arco emocional que tejen con el más simple de los gestos. CORINNA da FONSECA-WOLLHEIM

The Prison; Experiential Orchestra and Chorus; James Blachly, director (Chandos)

Ethel Smyth, sufragista y compositora, es una de varias compositoras que reciben una atención fresca y merecida cuando la industria de la música clásica aborda su problema de diversidad. Si todas reciben grabaciones tan perfectas como esta representación de su último gran trabajo, todos nos beneficiaremos. Mitad sinfonía, mitad oratorio, The Prison incluye este llamativo preludio coral, con la oscuridad y la luz en los mismos compases, en su corazón. DAVID ALLEN

Epicycle II; Gyda Valtysdottir (Sono Luminus)

Un salón subterráneo de espejos atrae al oyente en esta pista de tres minutos que afecta profundamente. El violonchelo de Gyda Valtysdottir toma el aspecto de un Orfeo moderno y los sonidos espectrales del inframundo mientras ella superpone su actuación a dos temas pregrabados. Mientras esta línea de violonchelo protagonista suspira, se levanta y se afloja, las partes grabadas añaden tonos de rascado fragmentados, susurros y temblores, evocando un terreno tanto seductor como traicionero. CORINNA da FONSECA-WOLLHEIM

The Beethoven Connection; Jean-Efflam Bavouzet, piano (Chandos)

No ha surgido ninguna grabación más refinada de la celebración de Beethoven que esta, y no tiene ni una sola obra de Beethoven en ella. La mirada inquisitiva de Bavouzet a los músicos que componían al mismo tiempo que su colega y competidor presenta a Muzio Clementi, Johann Nepomuk Hummel, Jan Ladislav Dussek, pero es el olvidado Joseph Wölfl, que una vez luchó contra Beethoven en un duelo de habilidades de teclado, quien sale mejor, en esta inmaculada y encantadora sonata. DAVID ALLEN

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