El fútbol como memoria sentimental del extrarradio en La inmensa minoría de Miguel Ángel...
El fútbol, cuando es juego, cuando puede ser símbolo, se muestra como tensión entre el espacio y sus límites.
El manuscrito superviviente
Publicación original de Antonio Pita para El País, España, lo reproducimos como especial para el mes del idioma |
Una edición facsímil repasa la tormentosa...
Sonata de Otoño: La nostalgia de la vida y de la muerte
Solo entonces, el soldado aprende que la vida entera es una broma. Incluso un esqueleto es una broma: la broma macabra de un hombre.
Como...
El río fue testigo. Fragmento del libro
Antojos |
Cada sábado tenemos la sección Antojos, un espacio para leer fragmentos de libros publicados por Sílaba Editores y reseñados en La cebra que...
Día de la Pereiranidad: La piel de las calles
El trabajo de Lisímaco Salazar se soporta en una lucha por conjurar los designios del tiempo cuya única vocación, bien lo sabemos, es el olvido.
Los años y los siglos
La Historia grande está amasada con pequeñas historias sin las cuales ni el más épico de los relatos sería posible.
Una novela feliz
Una muy buena e interesante novela que nos hará reencontrar con el aquí y el ahora, con la realidad, un sitio que, aunque pueda ser odioso, es el único en el que, en palabras de Woody Allen, podremos disfrutar de un buen filete.
“Preferiría no hacerlo”
Comprimido entre Brasil, Argentina, el Río de la Plata y el Océano Atlántico, Uruguay es el país donde nacieron dos grandes escritores que nos...
Triste, y muy triste
“¿Sabéis que no creo que de verdad exista la poesía, el relato o la novela como formas literarias? Creo que lo único que existe es el ser humano. Lo demás son artimañas. Yo estoy intentando plasmar en esta historia al hombre que soy. Y tanto como pueda de mi tierra. Lo que más deseo en el mundo es ser honesto y audaz a mi manera”.
Ahora juntos. Fragmentos del libro
Antojos|
Cada sábado tenemos la sección Antojos, un espacio para leer fragmentos de libros publicados por Sílaba Editores y reseñados en La cebra que habla.
Siento...