lunes, mayo 12, 2025
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Día Mundial de la Radio: diálogo, tolerancia y paz

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“En este Día Mundial de la Radio, reconozcamos el poder de la radio para promover el diálogo, la tolerancia y la paz”. —Secretario General, António Guterres


 

UNESCO:

La radio sigue siendo el medio de comunicación más dinámico, reactivo y atractivo que existe, al tiempo que va adaptándose a los cambios del siglo XXI y ofreciendo nuevas formas de interacción y participación.

El Día Mundial de la Radio se proclamó en la 36ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO en 2011 y se celebra cada 13 de febrero. Fue aprobado por unanimidad por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012 como un Día de la ONU.

La radio sigue siendo el medio de comunicación masivo que llega a la audiencia más amplia del mundo.

Ante el peligro de que las redes sociales y la fragmentación del público nos agrupen en “burbujas” informativas formadas únicamente por personas afines, la radio figura en una posición única para unir a comunidades diversas y fomentar el diálogo positivo y el cambio.

La radio nos informa y nos transforma a través del entretenimiento, la información y la participación del público. Al tener una radio, nunca se está solo y siempre se cuenta con la compañía de un buen amigo.

 

 

El Día Mundial de la Radio es un buen momento para que las personas de todo el mundo celebren la radio y cómo este medio de comunicación da forma a nuestras vidas.

La radio es el medio perfecto para contrarrestar los llamamientos a la violencia y la propagación de conflictos, especialmente en regiones potencialmente más expuestas a tales realidades.

Sobre esa base, el Día Mundial de la Radio en 2019 celebra el tema “Diálogo, tolerancia y paz”. Al proporcionar una plataforma para el diálogo y el debate democrático sobre temas de actualidad, como la migración o la violencia contra las mujeres, la radio puede ayudar a sensibilizar y difundir nuevas perspectivas positivas.

Asimismo, la radio puede ayudar a difundir la tolerancia y superar las diferencias para reunir a las personas en torno a objetivos y causas comunes, como el derecho a la educación y a la salud para todos.

 

 

Por ese motivo, la UNESCO invita a todas las emisoras de radio y organizaciones de apoyo a unirse a esta celebración, una oportunidad para fortalecer la diversidad, la paz y el desarrollo a través de la radiodifusión.

 

Dia Mundial de la Radio 2019: António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas

 

Filandia, mirador verde del Quindío

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Filandia, del latín fila (hija) y el inglés landia (Andes), es la hija de los Andes, según cuenta la historia


 

Filandia es que es uno de los destinos favoritos y más visitados del Quindío debido a su tranquilidad y arquitectura (de la Colonización Antioqueña). Un pueblo con vocación comerciante y que ha depositado en las artesanías el esfuerzo de las familias para convertirlo en uno de sus fuertes económicos.

El pueblo tiene muchos atractivos turísticos entre los cuales se destaca el Parque Principal, la Parroquia María Inmaculada, la Calle del Tiempo Detenido, y el mirador Colina Iluminada del Quindío, lugares coloridos, llenos de vida y que conservan ese clásico estilo colonial.

Bienvenidos a esta galería que preparamos de este hermoso municipio, que nos deja, además de su aroma a cafés especiales, el deseo de regresar y disfrutar de sus sorpresas y paisajes.

 

Galería de Filandia, mirador verde del Quindío

 

Duque, ¿en dónde está su mayor de edad responsable?

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Presidente de Colombia Iván Duque. Imagen extraída de Wikimedia.

Si no tuviese un cargo público semejante, esos hechos serían bonitos, parte de la personalidad encantadora de un hombre entrado en 40 con actitudes de niño y con relojes de viejo.


 

Duque encarna de la manera más simple, cruel y directa posible que Colombia es el país condenado al sagrado corazón de Jesús, o de María, como la Virgen en cuyas manos la dirigencia nacional ha dejado la responsabilidad de cuidar los 10 billones de pesos invertidos en Hidroituango.

Su paso por la Casa de Nariño marca la banalidad de un poder que no está a la altura de sí mismo, y que improvisa de todo, desde cabecitas hasta guerras ajenas para intentar encontrar un horizonte. Es el poder de la banalidad, de la mezquindad.

Lo anterior no quiere decir que el colombiano esté mal representado. ¡No! todo lo contrario, Duque personifica a la perfección a ese colombiano flojo, facilista, de moral flexible y de talante mediocre que todo colombiano lleva adentro.

Puede no representarlo a uno como persona, ni en los ideales políticos, pero como colombiano, pese a muchos de nosotros, representa bien el espíritu nacional.

 

Presidente de Colombia Iván Duque. Imagen extraída de Wikimedia.

 

No deja de ser un personaje curioso, y ni siquiera Maduro ha sido indiferente a los derrapes salerosos del presidente, como cuando hace de mensajero de su mayor de edad, o confirma la muerte de un personaje muy malo, porque ser muy malo en Colombia vale para que a uno lo maten dos veces, y en un dueto maravilloso, su vicepresidenta hace lo mismo con los que son muy buenos, como el expresidente Betancur, que fue tan bueno que valió la pena llevarlo dos veces al coro celestial.

Eso de morir dos veces es un lujo que solo se dan ciertos colombianos extremos.

Pero el presidente de Colombia no solo tiene este don celestial de matar dos veces, también hace ese tipo de comentarios que hasta el momento eran exclusivos del mandatario venezolano, y de los que los colombianos tan ingenuamente nos reíamos; ahora lo hacemos con más prudencia porque el mandatario colombiano compite ese lugar con el venezolano con denodado esfuerzo.

Sin embargo el odio latente que el presidente colombiano expresa por el venezolano, es, como lo dice el psicoanálisis, la confirmación de que se ve reflejado en él. De paso hay que decir que el actual presidente ya ha garantizado su impronta en la Historia, porque en Colombia abundan presidentes malos y brillantes. Malos tipo Turbay, o brillantes tipo Betancur, pero bufones no, Colombia no se ha dado ese lujo, y Duque ha mostrado el camino a buen recaudo y con aplausos de lado y lado.

Su vicepresidenta y cancilleres no se quedan atrás. Las mujeres de su administración representan solo una política femenina nominal, porque de mujeres e inclusión ellas no se sienten ni representan nada de eso en lo más mínimo, encarnan esos ideales soterrados, abuelitos y lacónicos de los que hace tiempo los colombianos más ingenuos creímos deshacernos, pero han vuelto en la forma de una Marta Fénix que tiene la virtud de haber salido del fuego, con un “Bonus”, y es que a dónde mira, quiere llevar fuego también, como a Venezuela, de la que parece más su primera ministra o la primera dama de un Maduro del que se quiere divorciar, pero sin el cual no puede vivir.

 

Marta Lucía Ramírez, Vicepresidenta de Colombia. Imagen extraída de Wikipedia

 

Tiene el mal hábito anticristiano de mirar la paja en el ojo ajeno sin mirar la viga en el propio, como cuando se queja del desabastecimiento en los supermercados de Venezuela, pero no habla de los niños muertos de hambre en su Guajira, esa Guajira hermosa, recóndita y terrible que es muy colombiana cuando se habla del Cerrejón, y muy venezolana, o muy lejana, cuando se habla de los ríos desviados y de las familias y niños que mueren de hambre.

Su canciller no tiene menos que decir, compite honorablemente en este circo de palabras. Uno lo escucha en entrevistas para quedar en las mismas, cuando no es que responde con prolongados silencios porque “no se puede hablar de este tema por acá”, pero entonces Colombia es un secreto militar, porque la mitad de las preguntas las contesta así.

Queda en un permanente ridículo internacional porque sus embajadores hablan en lenguas distintas a la del canciller, y hacen caso, más bien, a la voz celestial de aquel que habla todas las lenguas que parecen acordes a estos tiempos: la paramilitar, la criminal, la hampona y criminalizadora.

Seres de luz sin los cuales la nación hubiese conocido las terribles mieles de lo desconocido. No puede resultar sino cómico el papel de Francisco Santos como embajador en Washington. Su rostro inspira cierta ternura cuando habla, incluso cierta conmiseración religiosa –nada que ver con la cara enchuquizada del terrible Juanma, verdugo en el arte de la guerra y gestor de una horrible paz, de la que salimos huyendo por miedo a todo lo que sea distinto- pero de lo anterior resulta justamente lo curioso del personaje.

 

Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia, premio Nobel de Paz.

 

Tiene una cara infantil que es más pequeña que esas palabrotas que salen de su boquita. Palabras como guerra, matar, acabar, parecen demasiado grandes para él, y para volver al tema de los lenguajes divididos, habla en una lengua que durante varias ocasiones ha tenido que salir a desmentir el propio presidente y el canciller en su persona silenciosa.

No han faltado también los entretenidos funcionarios que certifican su experiencia académica vía notarías, o correos electrónicos: han aprendido bien a su patrón que con los cinco días de un cursillo en Harvard, lo convirtió en una maestría de 2 años. ¡le rinde a ese muchacho! Cada día le valió 5 meses.

Pero eso quiere decir que es un buen alumno, ha aprendido del mesías que divide las aguas de los ríos, que convirtió menos de 15.000 paramilitares en 31.000, y que cuando las cifras le cuadraban, su horizonte moral estaba en el otro lado, como la muerte de 10.000 guerrilleros que terminaron siendo la de 10.000 jóvenes, muchos de ellos discapacitados, que aparecían por las cosas de mi dios con las botas nuevas y a veces al revés.

Sin embargo no se debe olvidar que Duque es un presidente, pese a las apariencias. Responde por un país y sus decisiones afectan el destino de millones de personas, más allá de los 10 millones que votaron por él. Sus acciones, palabras y decisiones afectan la vida de cada uno de nosotros de forma directa o mediata, y a menos de un año nos ha demostrado a todos que aunque el país del Sagrado corazón se haya manejado con guitarra y sonrisas, no es el escenario ideal de un cargo de semejante dignidad.

 

Posesión de Iván Duque como Presidente de Colombia. Imagen extraída de Wikipedia

 

La primera señal de esta mezquindad estuvo encarnada en el decreto de la dosis mínima, en el primer par de meses de su administración; una decisión que dejó muy contentos a los padres de familia y a los curas que evitaban la tentación de “jibariar”, porque las ollas se enamoraron de las esquinas parroquiales –por aquello de que el que peca y reza empata-. Pero esa postura ha resultado inútil en términos de política pública.

Esa estrategia, claramente publicitaria, no logró darle un repunte de favorabilidad, y las encuestas de sus primeros 100 días lo han dejado como el presidente más impopular desde que en Colombia existe la metodología de encuestas para medir a los presidentes.

Luego llegó Guacho, a quien, según sus palabras, se le habría “acabado la guachafita” la primera vez que se murió, y luego una segunda vez como para que no quedara duda de que estaba bien muerto.

Pero pese a que el gobierno ha querido hacer del ELN el reflejo de las FARC, eso ha resultado imposible, y no han dejado de ser más que humos y espejos del enemigo que siempre le dio fuerza simbólica al partido que hoy gobierna.

Pero luego de todo esto ha venido lo del atentado terrorista a la escuela de cadetes General Santander, y esto le ha dado una oportunidad enorme: minutos después de una horrible bomba, sale un presidente bien vestido, bien peinado y en compañía de generales bravos y un fiscal imbatible, diciendo, leyendo un discurso que si bien sonaba impostado, por fin como que le permitía pensar a la gente que ese era su presidente.

 

Iván Duque Márquez. Imagen extraída de Flickr

 

Lo anterior, sumado a la cruzada venezolana de democratizar todo su petróleo, le ha permitido incursionar en un terreno en el que hasta hace poco no se veía cómodo: el de presidente de un país. Pero este asunto del lenguaje lo tiene a un costo muy alto: su desconocimiento de la tragedia sistemática de los líderes sociales, su inacción ante los cultivos ilícitos en aumento, una paz que se desmorona –intencionalmente- lo están llevando a un punto de ingobernabilidad intransitable.

Pero por otro lado, la intención de impulsar las fuerzas de su gobierno al plan de una democracia venezolana está arrastrando al país en una lucha geopolítica en la que no debería inmiscuirse, y en el que puede resultar bastante perdedor, ya que una eventual guerra desatada en Venezuela se trasladaría muy fácilmente al territorio colombiano.

Es un hombre con poca visión, un niño que da vueltas sin saber exactamente a dónde llegar. Si no tuviese un cargo público semejante, esos hechos serían bonitos, parte de la personalidad encantadora de un hombre entrado en 40 con actitudes de niño y con relojes de viejo.

Pero no, su cargo es importante, y aunque a veces no lo parezca, dirige el destino de 47 millones de almas colombianas, a las que su irresponsabilidad nos puede arrastrar, con diferentes corrientes, y con distintos protagonistas.

Por eso, señor Duque, ¿dónde está su mayor de edad responsable, para llevarle esta queja?

 

Una oposición de cliché

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Dialogar supone implícitamente el reconocimiento de un interlocutor, y, un asesino, un terrorista nunca pueden ser considerados como interlocutores de la ley y la justicia.


 

Fácilmente cualquier grupo o partido político puede perder la cordura y caer inevitablemente en la caricatura de sí mismo, tal como ha sucedido en Colombia con los llamados partidos tradicionales y con la izquierda estalinista.

La cordura señala siempre la permanencia de la racionalidad en las propuestas políticas ante el desorden y el caos imperante o como debería suceder en nuestra actual situación, frente al vacío que se ha abierto ante el ripio de todas esas retóricas bajo las cuales se ha disimulado la relajación de unas costumbres y de un léxico político convertidos hoy en mera fraseología electorera.

El Liberalismo, lo sabemos desde Stuart Mill hasta Isaiah Berlin o Rawls no se explica sin la carga crítica que lo ha alentado históricamente a oponerse a todos los totalitarismos, es decir, a la falta de cordura en el ejercicio de la política.

Nadie ha sufrido en la historia tanta persecución como el defensor de las libertades que se opone a la falacia – que tanto seduce a los débiles mentales – de que es más importante el pan que la libertad.

 

 

Con eso queda al descubierto otra característica de quienes atentan contra la cordura: volverse ciegos, mudos ante el sufrimiento humano optando por la boba fraseología simplificadora de reducir  las causas de la violencia  a  “enfrentamiento de narrativas”,  como esa de que “Duque no ama la paz negociada porque no le permite sacar adelante la narrativa de victoria” reduciendo pues la necesidad del discurso de la oposición a meras denuncias puntuales, sin contar con un proyecto político coherente para el país.

Ser liberal significa creer en la necesidad permanente de construir democracia lo que, paradójicamente, equivalió durante los sombríos años de la tiranía reciente, a ser parte de una minoría silenciosa, porque pedir cordura a quienes debieron mantenerla en defensa de los valores de la República, supuso ser anatematizado por el supuesto  delito de considerar que la conquista de la paz no se consigue arrodillándose ante el enemigo, estratagema a la cual se prestaron los arribistas y los chaqueteros, esos que callaron ante la tragedia de Venezuela y ahora aparecen como los oportunistas denunciadores de Maduro.

La “explicación” – y no la abierta condena – de un crimen, lo que busca es la neutralización moral de esta infamia. Como señaló Arcadi Espada, entrevistar a un asesino supone preguntarle por los crímenes que ha cometido y no reducir la conversación a anécdotas banales. ¿No vieron en t.v. la amañada entrevista en la Habana con Pablo Beltrán en la cual nunca se le preguntó por el asesinato de 21 adolescentes, ya que lo que está en movimiento – triste complicidad la de algunos jerarcas católicos – es el intento de que la justicia olvide la oscura violencia contra la ciudadanía por parte de este grupo de malhechores?  

Si acepto el terrorismo niego la existencia del otro, si acepto la matanza como argumento para reanudar unas “conversaciones” acepto entonces que el terrorismo está por encima de la justicia y el verdugo por encima del juez.

 

 

El gobierno español se negó siempre a dialogar con la ETA y esta terminó por aceptar que debía renunciar a la lucha armada. Mediante el severo castigo a estos criminales se le puso límites al terrorismo.

Dialogar supone implícitamente el reconocimiento de un interlocutor, y, un asesino, un terrorista nunca pueden ser considerados como interlocutores de la ley y la justicia.

Difamación, complots de apartamentos de soltero, babosos twitters, constituyen la brutal reacción de grupúsculos de conspiradores que carecen de la calidad intelectual necesaria para construir los argumentos que deberían brotar de un conocimiento y un amor hacia el país que todos debemos sacar adelante.

P.D.: La corrupción en el caso de Hidroituango la puso de presente el nombramiento de una burocracia ineficaz e ignorante.

 

Animales tristes

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Pero las cosas no paran allí: leo en el diario económico La República que uno de los sectores con más rápido crecimiento en los supermercados es el de alimentos y ropa para mascotas ¿ropa?


 

Con la velocidad característica de los tiempos, la expresión “Animal de compañía” suplantó a la vieja palabra mascota, una de las últimas víctimas de la cruzada de corrección política que recorre el mundo.

Lo que muchos pasaron por alto es que detrás del simple cambio de nombre alienta una entidad metafísica que elevó a los animales a la condición de sucedáneos de la perdida comunicación entre los seres humanos.

Basta enumerar tres casos para hacerse a una idea de los alcances del asunto.

Un padre de familia me explica que le compró a su pequeño hijo un perro “para enseñar al chico a ser responsable”. Esa curiosa variante pedagógica lleva implícito un giro en nuestros parámetros éticos: hasta hace poco tiempo la noción de responsabilidad estaba ligada a su vez al concepto de deberes y derechos en el trato con otros seres humanos.

 

 

Que ahora precisemos de la muleta de un animal para conseguir lo mismo dice mucho sobre el tamaño de nuestras pérdidas.  Después de todo, no es lo mismo aprender el sentido de la responsabilidad en el cuidado de la abuela que en el de una guacamaya o un gato persa.

Sumo y sigo: cuando, en cumplimiento de la ley, una autoridad local ordenó el sacrificio de un perro que ocasionó lesiones irreversibles en el rostro de dos niñas, hordas de manifestantes se pronunciaron a través de las redes sociales y además hicieron presencia ante las instalaciones de la alcaldía para reclamar por “Los derechos del perro”.

Dejando a un lado la pregunta por la validez jurídica de esto último surge una inquietud más delicada: la que alude a los criterios de valoración que rigen la conducta de alguien más preocupado por un perro que por un niño.

Para tranquilidad de algunas conciencias, aclaro que amo a los animales, pero no creo que nuestra gata Fortunata sea más importante que mi mujer y mi hija, o que Yira, Motas y Larry, tres perros que reinan en la finca y en el corazón de los integrantes de mi familia escogida, tengan más peso en su vida que los hijos de los trabajadores, por ejemplo.

 

 

Pero las cosas no paran allí: leo en el diario económico La República que uno de los sectores con más rápido crecimiento en los supermercados es el de alimentos y ropa para mascotas ¿ropa?

Sí. Supongo que ustedes han sido testigos del sufrimiento de esos perros y gatos cuyas garras están hechas para eso: para agarrar, sometidos a la tortura de sostenerse sobre el pavimento o la superficie lisa de un centro comercial, con las patas atrapadas por los zapatos que los dueños les impusieron en su desesperado intento por lograr que el animal se les parezca.

Y lo último, pero no menos importante: leí en la cartelera de un conjunto residencial el siguiente aviso “Señor inquilino o propietario: enséñele a su mascota a ser responsable. No permita que haga sus necesidades en los prados y andenes”.

Como supongo que “hacer las necesidades” quiere decir cagar, imagino las que tendrá que pasar el animal en cuestión para volverse responsable y adaptar su conducta a los códigos humanos. Por experiencia sé que es más útil imponerles castigos leves pero significativos cuando cagan donde no deben.

 

 

La lista podría hacerse más extensa, pero se me está agotando el espacio y además podría ser víctima de un linchamiento digital por una de esas cofradías que protestan contra las corridas de toros y amenazan con cortarles los cojones a los matadores.

Por lo pronto pienso en San Agustín. Ustedes recordarán que ese libertino convertido en santo escribió en una ocasión que después del coito el hombre es un animal triste. Parafraseándolo podríamos decir que desde su encuentro con los seres humanos de estos tiempos y su infinita capacidad para los actos absurdos las mascotas son también animales tristes.

 

¿Por qué se celebra el 9 de febrero el día del periodista en Colombia?

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La celebración del Día del Periodista y Comunicador nació el 9 de febrero de 1791 cuando apareció por primera vez el periódico de la capital, ‘Papel Periódico’ de la Ciudad de Santa fe de Bogotá, dirigido por el cubano, Manuel del Socorro Rodríguez de la Victoria por encargo del Virrey José de Ezpeleta.


Texto extraído del Diario del Cauca
Segundo número del “Papel Periódico” extraído de la Biblioteca Virtual del Banco de la República

 

Cada 9 de febrero se conmemora en Colombia a todos los profesionales que trabajan para descubrir, investigar temas de interés público, contrastarlos y publicarlos con base a la objetividad y transparencia de la información.

En esta fecha, se celebra en Colombia el Día del Periodista, una figura que es imprescindible en nuestra sociedad y menos valorada de lo que debería.

La celebración del Día del Periodista y Comunicador nació el 9 de febrero de 1791 cuando apareció por primera vez el periódico de la capital, ‘Papel Periódico’ de la Ciudad de Santa fe de Bogotá, dirigido por el cubano, Manuel del Socorro Rodríguez de la Victoria por encargo del Virrey José de Ezpeleta.

 

Segundo número del diario “Papel Periódico” – 18 de febrero de 1.971

 

Contó con un total de 265 ejemplares y circuló hasta el 6 de enero de 1797 sumando en total seis años de existencia.

Los primeros 259 números, a excepción del número uno fueron editados en la Imprenta Real de Don Antonio Espinosa de los Monteros, cada número constaba de ocho páginas y circulaba los viernes. A partir de 1796 se editó en la Imprenta Patriótica.

El papel periódico fue un espacio para el encuentro intelectual entre las élites políticas, su objetivo principal era ofrecer a los lectores santafereños “utilidad común” para la patria.

Según la Biblioteca del Banco de la república, no obstante toda publicación debía ser aprobada por las autoridades reales.

El periódico contó con 146 subscriptores, entre ellos personajes ilustres como: como José Celestino Mutis (director de la expedición botánica), Manuel Villavicencio (gobernador de los Llanos), Pedro Fermín de Vargas (escritor), Antonio Nariño, Francisco Antonio Zea y Antonio María Rosillo.

Los artículos del Papel Periódico, fueron tema de discusión en diversas tertulias capitalinas.

 

¿Por qué se celebra en esta fecha?

Las temáticas de este periódico eran la vida cotidiana y social de las colonias, el rescate de valores literarios, la actividad militar y civil de la metrópoli y sus posesiones, los desarrollos de la ciencia y el saber.

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB) fue el organismo que ratificó la fecha del 9 de febrero para la celebración tradicional del Día del Periodista en el país.

Sin embargo, en 2004, por la Ley 918, se anunció una nueva fecha para la celebración de este día en homenaje a otro precursor de la prensa, el prócer de la Independencia Antonio Nariño, quien tradujo e imprimió la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano y quien está considerado como el primer periodista político del país y uno de los luchadores de la libre expresión mediante la prensa.

 

Texto extraído del Diario del Cauca
Segundo número del “Papel Periódico” extraído de la Biblioteca Virtual del Banco de la República

Una mirada a la belleza del Mediapark

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Plaza central del Mediapark. El MediaPark se ha convertido en un lugar atractivo, innovador, animado, diverso y con una arquitectura excepcional en el corazón de Colonia. Foto por Martha Alzate

Consecuentes con esta forma de pensar, en asentamientos como Köln existe la doble intencionalidad: una que se encarga de preservar el patrimonio histórico, y otra, no menos relevante, que procura seguir aportando al acumulado cultural.


 

El proyecto del Mediapark, que incluye una torre de oficinas diseñada por el reconocido arquitecto francés Jean Nouvel, es el segundo edificio más alto de Colonia después de la Catedral, y varios otros inmuebles proyectados por distintos arquitectos.

 

El KölnTurm con 148,5 metros (165,5 m con antena) es la segunda edificación más alta de Colonia después de la Catedral de. Foto por Martha Alzate 

 

Fue concebido por el arquitecto alemán-canadiense Eberhard Zeidler.

La ambición de la municipalidad al abordar esta tentativa fue renovar una antigua zona de patios de descarga, a desarrollar progresivamente, cuyo punto de tensión estaría ubicado en el lago dispuesto a manera de cinturón y en la plaza central contigua, atendiendo a que los parqueaderos y recorridos subterráneos complementarían esta centralidad a nivel subterráneo.

La iniciativa permitió desarrollar parcelas individuales, cuyo planteamiento debería contribuir al propósito general de crear un nuevo distrito para las empresas de tecnología, innovación, investigación, y cultura, además de incluir doscientas unidades residenciales, todo ello en unas veinte hectáreas.

La distribución circular permite a las construcciones proyectarse unas contra otras, al igual que a sus fachadas principales verterse sobre la plaza central y el lago, éste último dotado con un puente peatonal que garantiza la conexión con el vecindario inmediato.

El proceso comenzó en 1985 con la decisión del Ayuntamiento de actualizar el sector, y se anunció oficialmente en 1987 cuando Zeidler ganó el concurso internacional de diseño para la concepción del plan maestro.

Durante los años siguientes, el conglomerado ha ido desarrollándose a través de la construcción de dieciséis entidades independientes, cada una de propiedad y estilo particular y, aun así, manteniendo una buena armonía entre ellas, lo que aporta conformidad y placidez al conjunto.

 

Mediapark. Imagen extraída de Flickr

 

Aunque debido a la competitividad y rapidez imperantes en el mundo que habitamos el lucro ha desplazado a la búsqueda de lo bello como finalidad de la obra arquitectónica, tal atributo no es un simple valor accesorio.

Él representa la intencionalidad del hombre por expresar la complejidad en la que está inscrito, al tiempo que da cuenta de un deseo de trascendencia, y de la necesaria reflexión sobre el ambiente poblado y modificado como bien compartido.

Siendo la ciudad aquello que nos contiene y moldea de manera privilegiada en la época en que vivimos, la búsqueda deliberada por lograr una arquitectura armoniosa obedece a la necesidad humana de referentes estables y concordantes, ya que la distribución y combinación espacial apropiadas aportan equilibrio social, otorgando tranquilidad a la existencia íntima y confianza en el porvenir colectivo.

Los planes de desarrollo urbano son en sí mismos mucho más que extensiones para albergar estructuras construidas con el objeto de prestar un servicio práctico, una vivienda de habitación o un despacho.

Sobrepasando el fin utilitario, los procesos de planificación como el de Mediapark, con su complejo sentido del urbanismo y el encanto de la arquitectura de cada edificación, tienen su origen en meditaciones amplias que incluyen diversas áreas del conocimiento.

De esta manera, a partir del resultado obtenido, es posible percibir muchas peculiaridades de la sociedad que se ha propuesto adelantar este tipo de intervenciones, y también de quienes las han concebido.

 

En el Foro Mediapark 4: el principio tradicional del bloque urbano clásico con sus frentes exteriores formales y el interior privado se revierte literalmente: el interior se convierte en el exterior y viceversa.
En el Mediapark 5: un punto culminante de la arquitectura que refleja de manera impresionante la filosofía de MediaPark. Foto por Martha Alzate

 

Así, a través de la piel del producto concluido, pueden leerse las fortalezas intelectuales y la calidad de las cavilaciones que han forjado el impulso creativo de cada arquitecto.

Para hacerse una buena idea del tipo de consideraciones que subyacen a muchos de estos emprendimientos, basta con dar una mirada a los intereses que han guiado a los grandes arquitectos de la actualidad.

Algunos ejemplos podrían ser: las inquietudes políticas de Jean Nouvel, las relaciones entre urbanización-edificios-transporte y el consumo de energía que rodean las preocupaciones medioambientales de Norman Foster, o el empeño por darle a la arquitectura el carácter de obra artística de Fran Ghery, entre muchos otros sobresalientes que han dedicado sus esfuerzos a construir y desarrollar núcleos urbanos, a la vez que se han propuesto realizar edificaciones que trasciendan la mera  función pragmática inherente a los edificios y la infraestructura urbana.

Por ello es encomiable que quienes dirigen los destinos de las urbes se interesen por incluir en sus programas tentativas en las cuales se mezclan varios de los objetivos mencionados: apertura de nuevos sectores, inclusión de elementos creativos, y producción de locaciones originales y atractivas con un alto contenido estético.

 

El MediaPark se ha convertido en un lugar atractivo, innovador, animado, diverso y con una arquitectura excepcional en el corazón de Colonia. Foto por Martha Alzate

 

Todo ello conlleva a la generación de valor para vecinos y residentes, destacándose de manera importante las ciudades en donde así se procede.

Consecuentes con esta forma de pensar, en asentamientos como Köln existe la doble intencionalidad: una que se encarga de preservar el patrimonio histórico, y otra, no menos relevante, que procura seguir aportando al acumulado cultural, a través de creaciones artísticas y arquitectónicas que superen la volatilidad (liquidez la ha llamado el filósofo Zygmunt Bauman) que caracteriza los tiempos que vivimos.

Es decir, que se conserva y a la vez se transforma lo urbano. Con el fin de concretar esta última intención, existe una determinación expresa de los proyectos por trascender, rebelándose contra los parámetros impuestos por el pasado, para abrirse un espacio propio, proponiendo la utilización de otros lenguajes, sin llegar a desconocer totalmente las realizaciones que les han precedido.

El Mediapark es un buen ejemplo de ello. En sí mismo su voluntad es reformadora desde todo punto de vista. Fue concebido para dar uso a un antiguo solar en el que se realizaban actividades que habían quedado obsoletas.

 

Plaza central Mediapark. Foto por Martha Alzate

 

Pero no sólo se trataba de generar condiciones acopladas al mundo contemporáneo desde el punto de vista físico, sino que su deseo fue disponer todo un ambiente para ayudar a la sociedad residente en Köln a emprender nuevos caminos para mantenerse vigente en el ámbito económico mundial.

Así, el Mediapark fue pensado hace ya más de treinta y cinco años para fraguar una vocación diferente a las anteriores que la habían caracterizado: crear el lugar adecuado para la instalación masiva de empresas de tecnologías de la información y comunicaciones.

Si antes Colonia derivó su posición económica del comercio, cuyo escenario fue el gran río de Europa, el Rin, con el paso del tiempo las circunstancias fueron mutando hasta obligar a esta próspera población a reinventarse a través de la exploración de nuevas fuentes de ingresos.

El Mediapark responde a esta demanda, al propiciar un entorno dispuesto para albergar y desarrollar el nuevo horizonte.

 

El Mediapark 6: forma parte del concepto general de planificación urbana. Los contornos externos están determinados por la trama, que especifica una superficie trapezoidal. El edificio incluye apartamentos dúplex, tiene 9 pisos de altura y está escalonado hacia atrás en 7 pisos. Foto por Martha Alzate

 

Sumado a estas dos premisas, reutilización del terreno y proyección económica, el Mediapark ha buscado convertirse además en una insignia, no sólo por la complementariedad de los usos allí asentados (comercios, áreas culturales y de investigación, oficinas, residencias, zonas de uso público, etc.), sino, sobre todo, por la acción premeditada que intenta alcanzar la belleza, propósito que se plasma y se hace evidente en cada uno de los edificios que componen el conglomerado.

Todo ello sin olvidar el contexto específico que rodea el emplazamiento, y establecer una suerte de relación con él.

Esta pretensión se ha hecho visible particularmente en el primer establecimiento que abrió sus puertas en Mediapark, el cine multiplex Cinedom.

Diseñado también por el arquitecto canadiense Zeidler, establece relaciones muy directas entre el bloque que alberga el cinema y los elementos icónicos que lo rodean, como la Catedral o el río Rin, y no descuida los detalles, tanto al exterior como al interior, que puedan asegurar este vínculo continuo.

 

Mediapark 1: Cinedom. El corazón del edificio es la rotonda totalmente acristalada, que se abre a la plaza central y está cubierta por una cúpula a una altura de más de 30 metros. En la óptica de fibra de vidrio, con más de 3000 puntos de luz, el cielo estrellado del norte se traza en el interior de la cúpula. Imagen extraída de Wikimedia, autor: Raimond Spekking

 

Como en el Gerling Quartier, otro llamativo proceso de renovación urbana relatado en mi nota de viaje anterior, al llegar hasta allí solo estuve guiada por la visual lejana que da cuenta de la combinación justa entre el lago y la Köln Tower.

 

Una vez  alcancé la plazoleta central, el tiempo se me fue en dejarme seducir por las diferentes formas de las construcciones numeradas, divagando, especulando acerca de qué se albergaría detrás de cada una de ellas.

Aunque existen algunas señales adosadas a las paredes, a manera de identificación o avisos comerciales, y no obstante la posibilidad de usar el teléfono móvil para hacerse con información, preferí, como otras veces, destinar el momento a la contemplación.

Rodeada por la apariencia de los diversos frentes, fui copada por los estímulos diversos, provenientes del juego de luces y sombras que proyectan las superficies, de la articulación entre las diferentes escalas, del diálogo implícito establecido entre las fachadas.

No basta sólo con dar apertura a procesos de renovación o desarrollo de amplias zonas, y que éstos sean funcionales. El alcance de una expresión estética, acorde al entorno y al momento en el que se emplazan espacios públicos y elevaciones, debería ser una meta de primer orden.

 

Mediapark 5. El diseño lateral de base cuadrada y la elegancia purista de la fachada en la parte posterior dan al edificio su rostro distintivo. El concepto arquitectónico se completa con el apéndice del lado del parque. Foto por Martha Alzate

 

Todas las civilizaciones han procurado plasmar sus características y logros en piezas de arte, monumentos e inmuebles, que han llegado hasta nosotros propiciando el deseo de muchos por conocerlos y disfrutar de las maravillas que en ellos se expresan.

Tradicionalmente, estos legados han encontrado su máxima expresión en las villas de todo tiempo y ubicación.

Recostada en la plaza central del Mediapark, recibiendo la calidez del sol del último verano, recordé los intentos en nuestro país, tímidos y pobres, de intervenciones que podrían asimilarse, dadas las condiciones que nos limitan, como radicalmente transformadoras.

Tal vez el asunto no consista tanto en resguardar un pasado que ya no puede ser modificado, y que en el caso de Colombia es pobre, sino más bien en prestar la debida atención a lo que apenas se está gestando.

 

Fuente en la plaza central del Mediapark. El desarrollo urbanístico del Medipark empezó en 1987, culminando su última edificación en 2003. Imagen extraída de Wikimedia, autor: Raimond Spekking

 

Es allí donde fallamos en mayor medida, porque ahora podemos ser más conscientes de la posibilidad de adquirir singularidad en lo que procuramos. Pero la realidad nos indica que no hay un proyecto verdadero de urbe moderna en Colombia, y cada individuo actúa como rueda suelta.

Además, no consideramos la búsqueda de la realización bella como una prioridad colectiva, y no buscamos expresarnos a través de ella como sociedad, no la apreciamos, y por tanto no la reclamamos ni le concedemos ninguna importancia en los actos de todos los días.

Mientras esta situación no cambie, seguiremos destinados a buscar el placer estético relativo a la urbanización y a las edificaciones, en lugares lejanos; y condenados a padecer la violencia que se nos impone cotidianamente, debido a la fragmentación y la ausencia de armonía en el desarrollo de nuestras ciudades.

La tecnología puede esperar

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Otra es la historia cuando la bibliotecaria es reemplazada por un computador, y cuando “La hora del cuento” se convierte en la simple reproducción de un video de YouTube.


 

La hora del cuento”, una actividad para niños que se ofrece en más de una biblioteca de la ciudad, constituye un espacio ideal para compartir con los pequeños, en tanto se trata de una actividad lúdica que fomenta la lectura.

Tan pronto como la bibliotecaria –o la persona que ha sido invitada a leer– se ubica en medio de la sala con un libro en mano, es repentinamente rodeada de pequeñas personitas que, con energía y curiosidad, preguntan cuál es el cuento esta vez seleccionado.

Tan pronto como empieza el relato, se puede ser testigo de cómo los niños, según las inflexiones de voz y los gestos de la narradora, se ríen –a veces a carcajadas– y emocionan con ciertos pasajes, comentan algunos sucesos, y se sorprenden con determinados fragmentos.

Por momentos parece imposible que los niños pudiesen abrir más los ojos, maravillados como se encuentran al escuchar narraciones ciertamente inolvidables, e imaginar mundos hasta entonces desconocidos.

 

 

Otra es la historia cuando la bibliotecaria es reemplazada por un computador, y cuando “La hora del cuento” se convierte en la simple reproducción de un video de YouTube. Esta vez los niños, sentados frente a un televisor, ven en la pantalla a una mujer contar un par de cuentos, y si bien se puede decir que aún prestan atención, el abanico de emociones que solían expresar sus rostros se ve mermado.

La magia se desvanece.

Esta anécdota se relaciona con una discusión que se ha venido dando desde hace relativamente poco tiempo sobre la real importancia –o no– de dotar a los centros educativos de herramientas digitales de última generación.

Conexión a internet en cada salón de clase, aulas provistas de tableros interactivos, computadores y/o Tabletas para cada estudiante, libros digitales y acceso online a los mejores recursos educativos en el mundo parecen ser algunas de las características de un modelo educativo preparado para los desafíos de la era digital.

No obstante, existe un enfoque distinto, una mirada que, a diferencia de aquella que pondera el uso de herramientas tecnológicas en entornos educativos, considera que la tecnología podría tener un impacto no necesariamente favorable en el desarrollo social y psicológico de los niños.

 

 

Y son los ejecutivos de alto nivel que trabajan en gigantes tecnológicos como Google, Apple y Yahoo quienes comparten este punto de vista.

Hace un año, en febrero de 2018, el artículo de Business Insider “Silicon Valley Parents are Raising their Kids Tech-Free – And It Should Be a Red Flag” explicó cómo aquellos profesionales del área digital consideraban que cierto tipo de tecnología no era adecuada para los cerebros aún en formación de los niños y adolescentes, y por lo tanto, establecían límites estrictos a sus hijos en el empleo de aparatos tecnológicos.

Chris Weller, autor del artículo, advertía que esta idea derivaba de la visión de los grandes líderes del mundo tecnológico: la hija de Bill Gates, por ejemplo, tuvo permiso de adquirir su primer smartphone recién a los 14 años; mientras que a los hijos de Steve Jobs no se les permitió obtener el último modelo de Ipad.

Esta aproximación cautelosa hacia el uso de productos tecnológicos se extiende más allá de las paredes del hogar. En efecto, muchos de los ejecutivos de alto rango mencionados optan por inscribir a sus hijos en colegios cuyo enfoque metodológico evita a toda costa el uso de tecnologías en los procesos de aprendizaje.

Se trata de escuelas que al ceñirse a la metodología Waldorf –basada en los principios del filósofo austríaco Rudolf Steiner– hacen énfasis tanto en ejercicios prácticos como en el fomento de la creatividad en ambientes en los cuales los computadores, Ipads y tableros interactivos brillan por su ausencia.

 

 

Se trata pues de salones de clase en donde el docente sigue usando tizas y enciclopedias, y en donde las matemáticas se enseñan con ejemplos de la vida cotidiana. En el 2013, el artículo del New York Times “A Silicon Valley School That Doesn’t Compute” resaltaba el hecho de que una de las profesoras explicaba el concepto de fracciones partiendo –y luego, comiendo– manzanas, quesadillas y tortas.

Hoy en día no solo estamos acostumbrados a ver a los pequeños “conectados” desde edades cada vez más tempranas, sino que encontrarnos bebés entretenidos por pantallas en diversos establecimientos comerciales, y a toparnos con niños caminando al lado de sus padres con el celular en mano.

En la actualidad, muchas veces pensamos que los mejores regalos implican tecnología, y que para las nuevas generaciones el conocimiento está a un clic de distancia. Tengo la impresión sobre este último punto que la vasta información disponible en la red no implica necesariamente la apropiación del conocimiento ni mucho menos el desarrollo de la tan necesaria capacidad crítica.

Al parecer son las interacciones entre seres humanos y el contacto cara a cara las bases que permitirían no solo la adquisición del conocimiento, sino también las que posibilitarían el cuestionamiento de aquella información supuestamente verídica cuyas fuentes resultan ser muchas veces ficticias.

De momento, no creo que se trate de demonizar la tecnología, sino de establecer límites adecuados de uso para niños y adolescentes. Eso sí, en cuanto al fomento de la lectura en casa, colegio o biblioteca, es mejor hacerlo sin videos de YouTube.

 

La magia del Cerro Batero

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Hacer senderismo en el Cerro Batero (o Karambá como lo llamaban los indígenas) es una de las actividades de aventura y resistencia física más llamativas que se pueden hacer en Quinchía, Risaralda.


 

Los viajeros que cubren las rutas Cali-Medellín o Pereira-Medellín por la antigua carretera Troncal de Occidente (La Virginia – Anserma – Riosucio – Supía) son testigos del imponente cerro coronado por una roca porfírica que se levanta en el sector de El Tabor, adelante de la entrada a Quinchía y antes del tramo de descenso a Riosucio.

Se trata de un majestuoso paisaje donde su protagonista es el cerro Karambá, como lo llamaban los indígenas, o Cerro Batero, y donde según los relatos de los pueblos aborígenes el dios del bien entre las tribus Anserma, Xixaraca, habitaba en la cima de este imponente cerro.


Ver Galería del Cerro Batero

 

6 de febrero: Día Internacional de Tolerancia Cero con la MGF

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La Mutilación Genital Femenina es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas. Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación de la mujer.

Esta práctica se concentra en 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional (de los países sobre los que se dispone de datos), sin embargo se trata de un problema universal y es una práctica común en algunos países asiáticos como la India, Indonesia, Iraq y Paquistán, así como entre algunas comunidades indígenas de Latinoamérica, como la de Emberá en Colombia.

El presente especial pretende poner en contexto a los lectores con este tipo de procedimientos que aún se practican en el mundo y en nuestra región. Bienvenidos