lunes, diciembre 15, 2025
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#QuédateEnCasa lecturas recomendadas para este fin de semana

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LA VANGUARDIA
Cómo las mujeres ganaron “la guerra de las rosas”
*Hace 100 años se ratificó la Enmienda 19 de la Constitución de EE.UU. que permitió votar a las mujeres, pero el derecho al voto sigue siendo una batalla

El 31 de agosto termina la cuarentena y empieza el llamado “Confinamiento selectivo”, culminan también nuestros especiales de lecturas recomendadas, y con ellos la etiqueta #Quédateencasa.

Así que les compartimos nuestro último recorrido por medios internacionales con temas que no necesariamente tienen que ver con coronavirus.

¿Cómo funcionan los eufemismos presidenciales?

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Don Barbarias un personaje de Don Fingo

Fragmentos del libro: Insistencia en el error de Eduardo Escobar

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Sílaba Editores nos comparte fragmentos del libro Insistencia en el error, una antología personal de Eduardo Escobar.

Advertencia retórica

Los poemas no son de nadie:

los poemas le ocurren a la gente, la invaden

y se apoderan de su campo mental

sin que se pueda resistir

Algunas personas ni siquiera se percatan

de que un poema empieza a habitarlas

de que han sido elegidas para ofrecerle albergue

a un extraño animal

y piensan que se están volviendo tontas

o que están camino de enloquecer

y a veces consultan con sus siquiatras

el sentimiento de haber sido despojadas del

sí mismo habitual

para ser agregadas a otra cosa

cuando el poema las llena, llegando de improviso

Se necesita una cierta disposición

y un cierto entrenamiento para distinguir

el advenimiento del poema, la hora llegada de la epifanía

El mejor es el que llega descalzo como un gusano

recién nacido

a la cita no pactada

sin sonido de pasos

Aunque a veces, algunos incluso buenos,

lucen pantuflas de lentejuelas

como los maricas que asisten a las patronas de los

lupanares caribeños

Y llevan la pata derecha de un cisne en la mano contraria

los de excelencia irrefutable

No importa si los cisnes dejaron de usarse

en la poesía hace tiempos

siempre han de volver, como ahora sucede en

esta página

donde soy exprimido por el habla

Y veo cómo tiembla en mi mano un puñado de plumas

El habla me habla

El poema no tiene por qué parecer un iconostasio

Ni un museo de rarezas ni un herbario

Toda palabra evoca un conjunto de figuras boscosas

Como el tardígrado trae a la memoria del onicóforo

el triángulo que contiene sin que se le note mucho

la majestad del círculo, pariente lejano del olvido

Algunos poetas

suelen apelar a la argucia del ingenio

para paliar la vergüenza de la falta de genio

que no se da todos los días, ni silvestre

pero si así lo quiere, un artífice habilidoso

puede payasear un poco si le place

si el clima del día pide la humorada

o la ligereza lo que llaman el aire de los tiempos

El signo es el mensaje

La mariposas no son solo las bellas alas que nos asombran

también está la baba ámbar de los turbios entresijos

que repugna

El poema bien puede ser una reflexión

sobre cualquier cosa, sobre un ánfora o un pisacorbatas

o sobre nada

solo depende de él mismo

Si quiere

bien puede renunciar a reproducir la naturaleza,

viva o muerta

y hacer el vacío

o probar un pequeño soplo de la familia de los

vientos lacustres

semejante a la vibración que emiten los clarinetes

desmayados

cuando el calor golpea las ventanas

para que dejemos entrar a las cacatúas

de la vida literaria

Las cacatúas suelen no ser una costumbre en los poemas

Son demasiado cacofónicas

Algunas tribus del Amazonas las asimilan a la mentira

Como una habitación desocupada de todo mobiliario

donde resuenen mejor las palabras

de todo el mundo a sus anchas

sin los obstáculos de la engañosa realidad objetiva

la palabra, ese ruido, es lo único que cuenta

en el poema

preferiblemente si se hace presente escueta

como un guijarro

y tiene implicaciones inesperadas

para no parar en el triste sin embargo

o en el desesperado empero de los narradores de

secuencias

El poema carece de propietario como el otoño

y nunca marcha en un solo sentido

Y tampoco exige el pulimiento

de las piedras preciosas

un brillo demasiado impertinente

Más bien pide una cierta opacidad

que no tiene por qué parecer humilde

porque no se trata de rebajarse

ni de parecerse a nada

y menos a la virtud

que tantas veces hiede

En el poema auténtico sucede de tal modo que al

encender su luz

nada surge        Ni un verde       en la voz verde

ni un gato          en la mayante palabra gato

ni una guitarra en esta designación encordada

por la costumbre de los árabes

Las guitarras de los poemas

no aspiran a ser verdaderas guitarras

porque prefieren no afrontar el fracaso de las burlas

de las personas inteligentes

o el de la admiración boba de las indulgentes

que son tantas

De la misma manera como en la pipa de Magritte

es imposible fumar

Porque solo está ahí para ayudarnos a ver lo que no

es una pipa en su pipidad

y en especial si está apagada

Es obvio que nada arde en el cuadro de Magritte

O tan solo la crispación de una mano enfriada por

el talento artesanal

Messi y el Mediterráneo

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                                   “Qué le voy a hacer si yo

                                      nací en el Mediterráneo”

                                                      Joan Manuel Serrat

Para mi hermano Felipe Pérez.

“ El gran problema del Fútbol Club Barcelona consiste en que no es un club de fútbol sino un partido político”.

Esa frase, lapidaria y lúcida, como todo lo suyo, la leí hace más de una década en El blog de Lalo, la publicación que el gran periodista argentino Raúl Faín Binda mantuvo durante años en BBC Mundo.

Y ese no es un asunto menor: un partido político es el proyecto de sociedad de un determinado sector de la misma que aspira a hacerse con el poder.

Y eso implica pugnas, combates que a veces acontecen en el terreno diplomático o en los medios de comunicación y otras en el campo de batalla.

O en un campo de fútbol. En el caso que nos ocupa, el Camp Nou, no menos legendario que la Iglesia de La Sagrada Familia, obra del arquitecto Antonio Gaudí, devenida fetiche para varias generaciones de turistas de todo el mundo.

En esa suerte de altar pagano han oficiado sus ceremonias, aupados por varias decenas de miles de feligreses agolpados en las tribunas, taumaturgos de la estirpe de Johan Cruyff, Diego Maradona, Romario, Ronaldinho, Ronaldo Nazario, Hhristo Stoikov, Luis Figo y Andrés Iniesta, para mencionar uno de la casa.

Como corresponde a los grandes mitos, todos ellos ascendieron al cielo culé, iluminaron la vida de sus fieles devotos durante varias temporadas… para desplomarse después en medio de controversias, portazos y líos judiciales.

Nada nuevo en todo caso: para redondear su ciclo, el mito debe ser destronado, troceado en pedacitos y distribuido entre sus antiguos fieles en un acto de comunión bastante conocido en el mundo cristiano.

Sin esa ceremonia se hace imposile el nacimiento del nuevo mito que reinicia el giro de la noria: la rueda eterna de la vida y la muerte.

“ De Algeciras a Estambul”, las leyendas mediterráneas abundan en ese tipo de relatos que pueden resumirse en La última cena, la imagen del Nuevo Testamento que recoge y sintetiza elementos que van desde la antigua Asiria hasta Portugal.

Y aquí llegamos a la clave del asunto. A mi modo de ver, “El caso Messi”, como ahora se le conoce en el lenguaje de los medios, sólo pudo haberse engendrado, alimentado y extinguido en Barcelona, la “Barca novena” según quiere la leyenda, acomodada a las claves del relato clásico de El Vellocino de Oro.

Hablamos de pueblos proclives al amotinamiento de la sangre. Hombres del Mediterráneo para quienes los actos esenciales de la vida- los que llevan del nacimiento a la muerte- suponen una puesta en escena, un mesarse los cabellos, arañarse la piel y pregonar a los cuatro vientos las honduras de dichas y penas.

Fijénse nada más en el antiguo teatro griego y verán.

Pues bien, esa Barca Novena atraviesa hoy por aguas turbulentas, agitadas por el mismísimo Poseídón en persona, a resultas de las disputas por el poder que tienen como centro de la tormenta a su último gran mito: el argentino Lionel Messi, nacido  para el fútbol en La Masía, algo así como las entrañas del club, los campos de entrenamiento donde se forman los relevos generacionales del primer equipo.

Desde su nacimiento, la historia estuvo rodeada de todos los elementos para alcanzar categoría legendaria: trasplantado de su natal Rosario a Barcelona, un niño enclenque  con problemas de crecimiento fue sometido a toda suerte de tratamientos clínicos- el equivalente moderno de la magia- hasta convertirse en la estrella capaz de encantar con su juego a los aficionados del mundo… y de facturar miles de millones en publicidad, taquillas, eventos profesionales y contratos de televisión.

Tomada de ar.marca.com/

Por definición, la magia no puede durar y la de Messi con el club, la ciudad y el Mediterráneo se prolongó demasiado para la capacidad de resistencia de un humano, aunque se trate de un superdotado: son diecisiete años desde su estreno en la primera división hasta el estallido final tras la paliza propinada por los alemanes del Bayern Munich en la reciente liga de campeones.

Todo empezó el 16 de noviembre de 2003, cuando ese chico predestinado saltó a la cancha en un partido amistoso contra el Oporto de Portugal. De ahí en adelante, independiente del entrenador que estuviera sentado en el banquillo, lo ganó todo con el Barcelona a nivel personal y colectivo.

Son diez  Ligas de España, ocho Supercopas de España, seis Copas del Rey, cuatro Ligas de Europa, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubes: leña suficiente para alimentar la hoguera de la devoción para el resto de la historia del  Fútbol Club Barcelona.

Eso es lo incontestable: lo demás son las intrigas y disputas propias de un partido político.

¡Adiós vida!

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¿Por qué vale tan poco la vida del otro? No importa si es la de ella, la del campesino, la del escolar, la del afro, la del indio. La vida del hijo de vecino poco vale.

¡Adiós vida!, que te vemos pasar y asumir que te quedas con nosotros y que entre nosotros harás tu espacio. Pero no, resulta que no en todos lados eres bienvenida.

Te asechan en Siria, te disparan en Palestina, te desaparecen en México, te ahogas en el Mediterráneo. Te roban en las calles de Caracas. Y hay una y mil maneras de sacarte de circulación.

¡Adiós vida! gritan los corazones de las madres y padres desconsolados porque sus hijos no vuelven a casa en Colombia. Porque camino a casa, camino a la escuela, en la esquina del barrio, sin necesidad de preámbulos, pasa la muerte y te arrebata.

La muerte entra y sale. La muerte será siempre esa presencia inexplicable (y hay que reconocer, en la mayoría de los casos, indeseable), que sabemos que un día sin necesidad de previo aviso, vendrá por cada uno de nosotros.

Pero así no. No así. No con este desparpajo y esta altanería. No así por culpa de los bobos con suerte. No así camuflada de eufemismos, disfrazada de mentiras. No así. No queremos más despedidas a la fuerza. Esos adioses sin derecho a despedida. Esas masacres ocurridas por el simple hecho de haber nacido en una geografía llamada Colombia. No. ¡Basta ya! No más narcos ni paramilitares ni bandas criminales ni disidencias de guerrilla. No más señores de la guerra paseándose por las veredas, y recordándonos que las matanzas son parte del paisaje.

La aritmética no sabe de nombres ni de destinos. Pero sí de cifras: 3 masacres en 24 horas. 36 masacres en 8 meses. 93 masacres en 20 meses. La muerte en Colombia no es natural. La muerte en Colombia es cruel, es violenta. La muerte en Colombia le hace trampas a la vida.

Y desde el solio de Bolivar, la incapacidad y la indolencia saludan a los sobrevivientes, a los dolientes, con una sonrisa oculta tras el tapabocas de la impunidad. Agitan la mano gritando ¡Adiós vida! mientras los deudos imploran que en su lugar venga a visitarlos la decencia y la humanidad.

Ellos, yo, ese de allá. Todos sabemos que la muerte llegará. Y cuando llegue que sea una muerte honrada, digna, esperanzadora. Una que nos conceda derecho a despedirnos y que no nos arranque del paisaje con esta sevicia.

Colombia y la justicia portátil

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La noticia de la detención del expresidente Álvaro Uribe provocó una reacción peligrosa que puede erosionar la institucionalidad de nuestras democracias: antes de dejar que la justicia avance con el caso, algunos líderes internacionales se solidarizaron automáticamente con el político colombiano.

Un hombre observa un mural en Bogotá con un retrato modificado del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Juan Barreto/Agence France-Presse — Getty Images

Por Alberto Barrera Tyszka publicado en The New York Times

CIUDAD DE MÉXICO — Álvaro Uribe Vélez es un personaje polémico. Siempre ha estado en medio de grandes controversias y su manera de pronunciarse y de debatir puede ser muy irritante. No en balde, en más de una ocasión, se le ha comparado con Hugo Chávez: tan distintos en el terreno ideológico y tan parecidos en sus formas de ejercer el liderazgo. Producían experiencias carismáticas parecidas. Tanto el uribismo como el chavismo son movimientos devocionales. Su definición es la ceguera gozosa, la militancia política trabucada en fervor religioso.

La noticia del arresto domiciliario al expresidente colombiano, ordenado por la Corte Suprema de Justicia de su país, desnuda nuevamente los peligros de la polarización: la solidaridad automática que cuestiona y descalifica a la institucionalidad. Otro paso más en el paradójico proceso que están viviendo nuestras sociedades: los políticos asesinan a la política.

La polarización es una dinámica suicida para los políticos. Se exhiben en permanente ejercicio de destrucción, denunciándose unos a otros, alertando sobre planes malévolos y constantes confabulaciones. Lo único que le queda a los ciudadanos y a las sociedades son las instituciones. Es necesario un acuerdo mínimo, un pacto de respeto para defenderlas. El sistema de justicia no puede ser un poder portátil que se evalúa o se define a conveniencia, según las circunstancias y según el acusado.

El 4 de agosto, el propio Álvaro Uribe anunció a través de su cuenta de Twitter que por una orden judicial había sido privado de libertad. No es casual que se haya adelantado a las autoridades y haya decidido mediatizar de inmediato el hecho. De esta manera, desde su estreno, trasladó el caso del sistema de justicia a la dimensión del espectáculo, en clara clave de melodrama: “La privación de mi libertad me causa profunda tristeza por mi señora, por mi familia y por los colombianos que todavía creen que algo bueno he hecho por la patria”. Solo le faltó la música de violines.

El arresto domiciliario de Uribe responde a una investigación por “posibles riesgos de obstrucción a la justicia”, con supuestos sobornos y manipulación de testigos en un caso de 2014. Era previsible que esta detención —inédita en la historia colombiana— sacudiera internamente la ya agitada y dividida situación del país. Pero no deja de llamar la atención cómo, de manera casi inmediata, en los días siguientes, también comenzaron a aparecer reacciones internacionales casi instintivas, maquinales, que —mostrando su adhesión a Uribe— despojaban de cualquier legitimidad a la institucionalidad de Colombia.

En una carta pública, 21 expresidentes de Latinoamérica y España cuestionaron la decisión judicial y alertaron sobre la “ideologización” y la “manipulación” de las garantías en Colombia. Tal fue el desatino que la organización Human Rights Watch debió responder —también públicamente— con otra misiva donde prácticamente regañaba a los exmandatarios.

También el gobierno de Estados Unidos, a través de su vicepresidente, Mike Pence, reaccionó rápidamente y pidió el fin del arresto y —humildemente— condecoró a Uribe con la palabra “héroe”.

Pero nada, sin duda, como María Corina Machado, líder de la derecha venezolana, quien envió un mensaje de alerta al pueblo colombiano, definiendo el hecho como una “operación” del “conglomerado criminal” que se instaló en el país, como parte de una conspiración internacional destinada a convertir a Colombia en una nueva Venezuela.

Todas estas reacciones son un espejo perfecto donde puede verse la mediocridad absoluta que produce la polarización. El liderazgo que —apelando al modelo y a los valores liberales— ha defendido siempre la independencia de poderes, repite ahora las misma acciones y las mismas declaraciones que tanto le ha criticado a sus adversarios. De pronto desacreditan al poder público y desautorizan a la institucionalidad colombiana por una sola razón, por un nombre. Por haberse metido con un aliado.

La relación de Álvaro Uribe Vélez con la justicia es larga y tiene un extenso expediente. Hay investigaciones, incluso documentos desclasificados en Estados Unidos, que lo vinculan al narcotráfico en los años noventa. En su propio país, el expresidente acumula 29 procesos en la Corte Suprema y más de 200 en otras instancias judiciales. Y Colombia no es Venezuela, no es una dictadura donde un partido controla y maneja a su antojo el sistema de justicia. Visto desde esta perspectiva, parece muy temerario e irresponsable establecer respaldos instantáneos que, además, sin aportar ninguna prueba, erosionan la credibilidad de las instituciones de un país extranjero.

En Latinoamérica, donde seguimos batallando tanto por la autonomía de los poderes y en contra de la impunidad, la defensa de las instituciones debería ser un acuerdo indiscutible para la supervivencia de la democracia. Es muy saludable que en cualquier sociedad se pueda investigar y juzgar —con transparencia y apego a las leyes— a cualquier exfuncionario público. Aunque se llame Álvaro Uribe Vélez.

Alberto Barrera Tyszka es escritor. Su libro más reciente es la novela Mujeres que matan.

La cebra que raya: maneras de presentar la imagen

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La cebra que raya de esta semana la iniciaremos con un texto provocador del maestro Oscar Salamanca, docente de la Universidad Tecnológica de Pereira quien lidera el colectivo de pintores Los Inmodernos, artistas interesados en prácticas de paisaje al aire libre; además es curador del Jardín de artista, un espacio de exposiciones de la Facultad de Humanidades de la universidad en mención:

“Vivimos prestando conceptos que nos parecen acertados mensajes enviados por inteligencias de orden superior. Son conceptos de claridad antigua, quiere decir, trabajo decantado donde el espíritu suele visitar con rondas nocturnas en expectantes condiciones, es naturaleza.

Muchos de los conceptos circulantes pertenecen a una particular atmósfera compartida de ideas cercándolo todo, hasta la intimidad blindada, hasta la vida ajena que se brinda a nuestros ojos en sus interminables inficiones.

Con los conceptos se transmutan impacientes nuevos caminos de apropiación cerebral. Suelo pintar lo muerto, dibujar lo que es imposible, pensar el color sin virtud. No son mías las ideas ni las palabras, son excursos robados en función de discreta autonomía, individuaciones en crisis. La mentira es sabernos originales, si tenemos en cuenta lo poco originario cuando se estudia lo inerte. Mirar es ya una situación acuciante, la cual implica develar retinas, limpiar, al clarificar las pantallas. Crear siempre pero a partir de sorderas que sintonicen con nuestro yo, parece una jugada conveniente.

 Sé que la actitud inveterada vigila en celos eternos las estáticas columnas de fundamentación ahora caducas porque la presión y el soportar no funcionan en la obra contemporánea. Invitamos a crear horizontalmente, sin mayor protagonismo que la participación, sin presupuestos anexos de categoría y selección: empujemos juntos.

Los inmodernos  producen enervamientos, excitaciones, crónicas maneras de arrostrar la imagen a mundos cuya complejidad solo tiene que ver con presentar, mostrar, ser alguien que se ha motivado al atrevimiento, señales de producción para-artística en el museo en que hemos convertido lo cotidiano, galerías de arte con deseos de colgar el cuadro, recintos expositivos remotos dispuestos para expandir el espacio en sus avances de telesociedad convulsa.”

Oscar Salamanca


Estas son las actividades de Los Inmodernos y del Jardín de artista para los próximos días:

Convocatoria para publicar en el blog | Los Inmodernos excursos | Se recibe obra hasta el 29 de agosto

Mira la publicación completa en: https://inmodernos.blogspot.com/2020/08/los-inmodernos-excursos-29-de-agosto.html?fbclid=IwAR27MRrlgmJ9Yv0DwMExjDEm-ic9PPaEiKjjK1cN9Ocy5wmdKJaUvkQr8CQ

“Exudaciones” exposición individual de Jorge Lagos | Del 22 de agosto al 5 de septiembre | Jardín de artista de la Universidad Tecnológica de Pereira

“…la obra de Lagos ocurre entre dualismos formales y conceptuales en medio de espacialidades gigantes independientes de los formatos. Ya sea en telones o superficies pequeñas, la intención es la misma, generar lenguajes seducidos por la grandilocuencia como nueva plastia por demás, harto flexible para ratificar al ser humano como alguien destinado a transformarse en casi cualquier cosa. Aquí Lagos se convierte en demiurgo, allá en científico social sobre ecuaciones políticas de época, en todo caso matemáticas de impregnación causales, como si en realidad un trozo de tela pintada adquiriera la tensión matrística del primer alumbramiento, o la deseada denuncia que no acaba de convencer como crítica social y ¿por qué no? responsabilidad del artista que vive en medio de la guerra…” Texto curatorial completo por Oscar Salamanca haciendo clic aquí.

Redes de contacto con Los Inmodernos y el Jardín de artista:

FACEBOOK: https://web.facebook.com/inmodernos

BLOGS: inmodernos.blogspot.com / jardindeartista.blogspot.com

CORREO: [email protected]


Hablemos de BD: club de lectura | 27 de agosto, 6:30 pm | en vivo por Google meet, inscribirse en este link: http://bit.ly/HABLEMOSDEBD

Con el corazón en llamas: Rabia negra de Géraldine Ruiz y Vincent Bergier.

“…nos encontraremos para hablar de una historieta en la que Géraldine Ruiz y Vincent Bergier revisan el asesinato de Eric Garner en julio de 2014, asfixiado por la policía.

Esta muerte, filmada por un teléfono, había sido transmitida por redes y dio lugar a la hoy día tristemente famosa consigna «No puedo respirar». El tiempo pasa y las protestas van galvanizando algo en el mundo entero cuando ser revela la sistematicidad de ciertos comportamientos desde lo establecido.

Un cómic para aprender sobre los orígenes de un movimiento que tiene el corazón en llamas.”

Ricardo Rodríguez

Conoce el club de lectores de Hablemos de BD en sus redes:

Facebook: facebook.com/hablemosdebd 

Instagram: instagram.com/hablemos.de.bd

Twitter: visitando la etiqueta #hablemosdebd


Convención de Egresados UTP 2020. Conversatorio: Arte público, paisaje y territorio | 28 de agosto, 10:30 am | Registro en: https://convencionutp.com/registro/

Revisa el resto de programación de la Convención en este link: https://www.utp.edu.co/cms-utp/data/bin/UTP/web/uploads/media/comunicaciones/documentos/Programacion-Convencion-UTP-2020.pdf


La Jam de dibujo | 28 de agosto, 4:00 pm | en vivo por Google Meet: meet.google.com/deu-odwa-vtf

Sesión para dibujar, pintar, bordar, recortar, mientras se conversa.

La Jam de Dibujo está dirigida a artistas, diseñadores o interesados en explorar los temas que cada semana se propone en la Jam.

Dibujo de Ronny Ospina Rivera @regenweald

“Son sesiones para crear y compartir nuestros procesos y proyectos con el resto de asistentes de forma libre. La intención es aprender e inspirarnos con nuestros compañeros en un ambiente de Taller virtual.

Por eso queremos que vengas a nuestra sesión este viernes, trae los materiales con los que quieras trabajar y si quieres nos cuentas sobre el proyecto en el que estés trabajando.

Los encuentros son libres y gratuitos.”

Las redes de contacto del colectivo son:

FACEBOOK: https://www.facebook.com/jamdedibujocolombia/

INSTAGRAM: https://www.instagram.com/jamdedibujo_/


Presentación de la colección de cómic de la biblioteca David B, de la Alianza Francesa de Pereira | 28 de agosto, 5:00 pm. | Por zoom: http://bit.ly/bdavid28


Urban Sketchers Pereira | Reto de dibujo, enviar trabajos antes del 29 de agosto a las 9:00 pm

Las redes sociales para estar en contacto con Urban Sketchers Pereira son:

FACEBOOK: https://www.facebook.com/groups/uskpereira/

INSTAGRAM: https://www.instagram.com/usk_pereira/


Pintadas barriales | Festival Pereira Querendona: Ánimas Urbanas | del 24 al 31 de agosto

Más información en

FACEBOOK: https://web.facebook.com/festivalpereiraquerendona/

INSTAGRAM: https://www.instagram.com/festivalpereiraquerendona/

Los guardianes del fuego

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Nadiezhda en ruso quiere decir esperanza. Y de ese sentimiento estaban llenos quienes celebraron el advenimiento de las revoluciones de 1905 y 1917 en la tierra de los zares. Siglos de oprobio y humillaciones condujeron a millones de personas a creer que las teorías de Marx y Engels llevaban implícita una forma de redención para los excluidos del mundo.

Entre esos esperanzados figuraban cientos, miles de poetas, pintores, músicos y científicos que recibieron con alborozo la posibilidad de instaurar el paraíso en la tierra. Sus manifestaciones serían la abolición de la propiedad y la justicia social.

Pero, como bien sabemos, todo edén lleva a cuestas su propio infierno. Y en el caso de la Revolución rusa muy pronto aparecieron las grietas por donde asomaron los tentáculos de los viejos monstruos tan conocidos por la humanidad desde el comienzo de los tiempos: la ambición, la codicia, la venganza, el resentimiento y la sed de poder.

En este caso esas fuerzas tenían nombres como Lenin, Yagoda, Yezhóv o Stalin. La megalomanía de este último sembraría de horrores la historia del mundo durante medio siglo. La confiscación de bienes, el destierro, las delaciones, el exterminio masivo de ciudadanos, la persecución a opositores y aliados, la extirpación de las conciencias lúcidas y el sometimiento del individuo a los designios de la burocracia estatal serían la impronta de un régimen que muy temprano empezó a transitar en contravía de los principios básicos del humanismo y el socialismo.

Una de esas víctimas fue el poeta Osip Mandelstam. Nacido en 1891 en Varsovia y muerto en 1938 en un campo de prisioneros del régimen estalinista, es considerado una de las grandes voces de la literatura rusa y universal.

Cercano a otros escritores disidentes, Mandelstam pasó buena parte de su vida en el destierro, a resultas de su defensa sin cortapisas de la dignidad de las personas, asunto que en la tierra de los soviets llegó a ser un delito castigado con la ejecución sumaria.

A reconstruir los fragmentos de esa existencia destrozada y sin embargo firme en sus convicciones dedicó su vida Nadiezhda Mandelstam, esposa y compañera de viaje del autor del poema donde define a Stalin como “El montañés del Kremlim de bigotes de cucaracha”.

tomada de elnacional.com

Esos versos fueron su perdición. Desde ese momento fueron una pareja errante de aldea en aldea, malviviendo de la mendicidad, de trabajos precarios y a veces clandestinos, de la imprevista solidaridad de compañeros de infortunio y en alguna ocasión de puro milagro. Solo que los milagros lo son porque nunca se repiten.

La vida duele porque es bella. Y la belleza siempre lleva implícita su propia pérdida.

Con esa materia está  escrito el libro de memorias Contra toda esperanza, de Nadiezhda Iákolaievna Mandelstam, fallecida en 1980, poco antes de que el imperio soviético empezara a desmoronarse por la fuerza centrífuga de sus propios yerros y horrores.

Ajena a cualquier sentimiento de venganza y poseída de una serena sabiduría expresada en una prosa limpia y sin estridencia, la autora simplemente nos dice: “Si. Esas cosas pasaron. Las víctimas sumaron millones. Entre ellas estuvieron mi esposo y muchos amigos, pero así somos los humanos. Ahora solo queda luchar para que pesadillas como esas no se repitan”.

Por eso en un aparte del libro leemos: “La historia es la comprobación en la acción y en la experiencia de los caminos del bien y el mal. Contra toda esperanza siempre estará la opción del bien”.

Nadiezhda, Osip y sus compañeros de infortunio padecieron la historia encarnada en un modelo político y económico donde el horror se planificaba igual que la economía, con sus cuotas de muertos y desterrados. Pero siempre, siempre, con un buen pretexto bajo la manga. Al menos así lo expresó un dirigente desencantado: “Una sola vez en la vida quisimos hacer feliz al pueblo y jamás nos lo perdonaremos”.

Contra toda esperanza es el relato de una testigo que también fue víctima. Para eludir la tentación de la letanía eterna optó por la comprensión de los hechos y sus protagonistas. Solo así pudo formarse un punto de vista alcanzado con ayuda de la poesía, tal como lo había advertido el poeta a quien amó y a cuyo lado padeció uno de los  periódicos latigazos de la historia: “ Los guardianes del fuego se escondían en oscuros escondrijos, pero el fuego no se ha apagado. Existe”.

¿Qué bono ganarán los campesinos con Minesa?

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Don Barbarias un personaje de Don Fingo