No puedo decir que mi vida no tenga ningún sentido pero, lo que sí puedo decir es que, va por algo más pequeño.
Cuando era niño, recuerdo que en mis clases de catecismo la orientadora nos dijo algo como “Uno tiene que hacer buenas acciones para ganarse el cielo y la vida eterna en el paraíso, sin embargo, no se pueden hacer las buenas acciones con la intención de llegar al paraíso porque entonces no sería sincero y a Dios no le gustan las personas oportunistas”.
Como tierno infante, no me quería morir (aún no quiero) pero quería ganarme el paraíso. Entonces, con mis 8 años pensé en un vacío legal bíblico. “No puedo pensar en hacer una buena acción y hacerla porque entonces no estoy en la gracia de Dios pero, ¿Y si busco una buena acción por hacer y al momento de realizarla pienso en otra cosa?”. Para mí tuvo sentido y creo que una buena acción es una buena acción se piense o no, se presuma o no, al final, la persona o la situación que ocupaba ayuda lo agradecerá igual.
Y así fue hasta que crecí, al llegar a la adolescencia caí en que andar por la vida haciendo buenas acciones no estaba mal pero me estaba desviviendo por el otro sin reparar en mí. Entonces, con un poco de nociones más sobre el sentido de la vida y que ésta es fugaz y terminará algún día, decidí enfocarme meramente en mí.
Eso no resultó mejor, imaginen a un adolescente y posterior joven solo, preocupado por estar consigo mismo y nada más. Eso dejó llagas en dónde no deben haber nunca llagas, acompañado de tristeza, soledad y desgaste de los tendones.
Al alcanzar la mayoría de edad comencé a adentrarme en conocimientos más místicos de tradiciones milenarias para comprender el sentido de la existencia, encontrarle un camino a mi vida y, sobre todo, cuál era mi lugar y mi papel en este universo.
No pretendo realizar un tratado sobre la existencia, pero lo básico es preguntarse cosas y ya está. En la iglesia me decían que debía ser bueno para agradar a Dios, en la escuela que debía sacar buenas calificaciones, en la Universidad que debía prepararme para ser un profesionista de calidad, y en mi familia, bueno, que debía encontrar una pareja y continuar con la familia. Y todos los puntos se unían en que “debes realizarte como ser humano”. Básicamente me pedían trascender, ir más allá de los hechos y encaminar mi vida hasta un punto de equilibrio futuro.
Y de nuevo, no me quiero morir, pero ¿y si decidiera matarme mañana o pasará un accidente fatal? El único equilibrio que encontraré será sobre la mesa del forense y en el horno crematorio. Es por eso que busqué algo más allá, algo quizás más inmediato que me dijera qué hacer ante el hecho de estar vivo, y que no viniera desde los seres humanos porque esto de “debes realizarte” suena demasiado industrial.
En un instante de inteligencia, que me abandonó y no he podido recuperar, llegué a la cosmología y, entre palabras más palabras menos, mi existencia como mucho es improbable. Un planeta que gira sobre su eje a una velocidad de 1.600 km/h y alrededor del sol a 100.000 km/h y en donde nuestra estrella madre orbita a su vez alrededor del centro de la Vía Láctea a 850.000 km/h. Y nuestra galaxia navega a casi 2,3 millones de km/h. Además de que, hasta donde se ha podido observar, tomaría 100.000 años luz de distancia recorrerla o lo que es igual, ir a 19,312,128 kilómetros por minuto durante 100 mil años.
Al intentar comprender las dimensiones tan grandes de donde estamos suspendidos caí en depresión tonta y me reía por mi desasosiego. Pero con los días entendí que así como era improbable que nuestro planeta se haya formado (hasta ahorita no tenemos indicios de vida en otros planetas), de igual manera mi existencia era improbable y que sí, recorrer el universo tomaría tantos años, pues, los años que yo viva, apenas serán nada en el tiempo cósmico y no debía preocuparme por la existencia.
Pero vivo en una sociedad y en un mundo globalizado, a veces olvido que mi lugar en el universo no existe pero es difícil y nada recomendable mantenerse indiferente en un mundo con tantos problemas y conflictos. A veces a uno solo le queda ir a dormirse con la esperanza de que al día siguiente, el mundo se haya arreglado aunque sea un poco.
A veces el sentido de la vida es muy fácil reducirlo a nada, a un simple pasatiempo o reducirlo a un área de estudio de las humanidades, pero comprenderlo o no resulta muchas veces irrelevante cuando el objeto de estudio es la propia humanidad que no tienen certeza de qué comerá mañana o siquiera sí podrá hacerlo.
Ahora, lejos de pensar en buenas acciones solamente por una recompensa mayor, conocerme a mí, ignorar a la humanidad o deprimirme, creo que lo único que nos queda es tenderle la mano a alguien que lo necesite, no importa la forma o quien sea. Una sonrisa siempre será una sonrisa y eso, a veces, no ocupa ningún sentido.
Compartimos una entrada de la empresa Alegra.com, un negocio que opera desde Medellín y se encuentra presente en diferentes países de manera virtual, ellos nos compartirán información acerca del trabajo remoto, un tema del que tienen mucha experiencia por su naturaleza operativa.
En Alegra somos más de 130 personas (y creciendo) de 13 nacionalidades diferentes que trabajan desde cualquier parte del mundo. Uno de los desafíos más grandes de trabajar remoto es lograr un sentido de pertenencia en el equipo, es por esto que para nosotros es fundamental vivir la cultura de la organización.
Comunicación:
Al trabajar remoto es mucho más importante buscar estar conectado por los diferentes medios y mantener una hipercomunicación que nos permita conocer de nuestro equipo, de los procesos y todas las tareas que aportan en el día a día. En Alegra lo llamamos Sobrecomunicación, y esta debe de ser diaria con nuestro equipo de trabajo, ya sea por correo, chat o videollamada (ver Capítulo 6 de Herramientas Digitales para trabajar remoto de manera efectiva). Es importante que todos estemos enterados de lo que está haciendo la otra persona y buscar alineación.
De igual forma, es importante tener una metodología de trabajo colaborativa que permita contribuir y tener claridad en que está enfocado el resto del equipo (ver capítulo 7 Metodologías Efectivas de Trabajo Remoto).
Además, en la comunicación no todo es trabajo, en Alegra aprovechamos espacios para conocernos entre nosotros, hablar sobre el fin de semana, sobre lo que estamos viviendo, éxitos profesionales o personales.
Confianza:
Empecemos por entender que cuando se trabaja remoto, hay un voto de confianza para todos los que ingresan, ya que apostamos a que somos personas responsables con su trabajo sin necesidad de control. Adicional, debe haber una honestidad siempre para hablar, cuando pasa algo bueno y sobre todo cuando pasa algo malo. De esta forma se fortalecen las relaciones entre todos.
Además, confiar es sinónimo de seguridad, de apertura. Se debe buscar que cada uno de los colaboradores confié en los integrantes de la Organización, que tenga la iniciativa de buscarlos y de tener conversaciones abiertas de trabajo, pero más importante personales para generar relaciones sólidas sin tener que verse físicamente.
Humor:
Es una forma universal de crear vínculos. Por ello, para los equipos remotos es muy importante darle valor a los chistes, memes entre otros. El humor debe ser parte del ADN de un equipo remoto.
Una buena práctica en Alegra es que tenemos un chat casual y relajado para enviar memes, chistes, anécdotas y en general hablar entre nosotros sobre temas para sacar una sonrisa.
Las reuniones pueden tener 5 minutos de romper el hielo:
Autodisciplina:
La autodisciplina es una virtud que se adquiere voluntariamente. Sin embargo, se debe de entregar responsabilidad, reconocer lo valioso que es cada función y cargo. Crear compromisos y delegar el liderazgo son acciones que apoyan a la motivación de entregar un trabajo.
En resumen, para construir una cultura de trabajo remoto de forma exitosa, debemos tener en cuenta que el bienestar es un sentimiento de satisfacción positivo en las personas por lo que debemos trabajar en lograr que todos nuestros colaboradores se sientan cómodos y cuenten con equilibrio emocional y con la oportunidad de crear relaciones.
Al no tener una oficina física se pierden momentos para compartir, como la pausa activa del café para hablar con tu compañero de piso, el almuerzo con colegas o momentos de esparcimiento después del horario laboral.
En una empresa 100% remota las oportunidades de relacionamiento deben de ser una actividad más intencional. Por tal motivo, hemos listado algunas actividades que nos han funcionado muy bien en estos años. Si quieres conocerlas, te invitamos a consultar nuestra lista de actividades para integrar a un equipo remoto.
Si les interesó el tema del trabajo remoto y/o quieren más información sobre asesorías contables, visiten el blog de Alegra: https://blog.alegra.com/
El autor de Lá fábrica de la infelicidad cree que ese final de ciclo “podría abrir la puerta a un infierno político y militar esencialmente caótico. El caos es el verdadero dominador de la época pandémica”. Bifo habla también de vacunas, medio ambiente, virtualidad y vínculos humanos hundidos en una “epidemia de soledad”.
Una entrevista de Maria Daniel Yaccar publicada por Página 12
Bifo Berardi ve como muy probable “un proceso de guerra civil en los Estados Unidos”.
“Estamos en un umbral que puede durar años”, sentencia Franco “Bifo” Berardi, escritor, filósofo y activista italiano, en diálogo con Página/12. En un momento que “no es para conclusiones”, analiza el escenario y prevé alternativas. Escribe, en un extenso mail, que “el caos es el dominador de la época”, y que son posibles “un colapso final del orden económico global” y un despliegue de comunidades autónomas con eje en la igualdad. Descree del poder del Estado. El verdadero poder, para él, está en el capitalismo. Recorre varios temas que hacen a este hecho total que es la pandemia. Vacuna, medio ambiente, virtualidad, vínculos humanos hundidos en una “epidemia de soledad”.
En cuarentena, aparte de pintar, Bifo ha escrito un texto muy original y literario llamado Crónica de la psicodeflación, que contiene una definición del coronavirus: “virus semiótico”, “fijación psicótica” que “prolifera en el cuerpo estresado de la humanidad global” y ha bloqueado “el funcionamiento abstracto de la economía”. Está disponible en la web de la editorial Caja Negra, que también publicó los títulos Futurabilidad y Fenomenología del fin. Luego, Bifo escribió Más allá del colapso. El escritor nacido en Bolonia en 1949 tiene historia. Ha participado de las revueltas juveniles del ’68, fue amigo de Félix Guattari, frecuentó a Foucault. Fundó revistas, creó radios alternativas y señales de TV comunitarias. Algunos de sus libros destacados son La fábrica de la infelicidad, Generación post-alfa, Félixy La sublevación.Tinta Limón Ediciones está a punto de lanzar El Umbral. Crónicas y Meditaciones. Actualmente es profesor de Historia Social de los Medios en la Academia de Brera, en Milán.
-Con el coronavirus la filosofía ha quedado en el centro de la escena. ¿Cuál es su misión en esta pandemia? -Es la misma desde hace miles de años: entender, concebir, disponer el pensamiento colectivo. El filósofo intenta transformar lo que percibimos en la experiencia común en conceptos que permitan iluminar el camino. Es muy simple, pero tal vez el ejercicio se hace problemático. Si lo que entendemos de la realidad implica que no hay salida ética, política ni científica de una situación, si la imaginación filosófica no logra imaginar otra salida que la barbarie, otro horizonte que la extinción, el trabajo se vuelve muy duro. Tenemos que reconocer y contar lo que nos parece inevitable desde el punto de vista del entendimiento, pero al mismo tiempo siempre recordar que tal vez el imprevisto subvierte los planos del inevitable.Esa es la misión de la filosofía: imaginar lo imprevisible, producirlo, provocarlo, organizarlo.
-En Más allá del colapso plantea dos escenarios: “Lo que queda del poder capitalista intentará imponer un sistema de control tecno-totalitario. Pero la alternativa está aquí ahora: una sociedad libre de las compulsiones de acumulación y crecimiento económico”. ¿De qué manera podría construirse una alternativa? -Las consecuencias actuales de la pandemia y del lockdown (confinamiento) son muy contradictorias. Hay tendencias divergentes, hasta opuestas, en la esfera económica, la del poder. De un lado asistimos al desmoronamiento de los nudos estructurales de la economía. El colapso de la demanda, del consumo, una deflación de largo plazo que alimenta la crisis de la producción y el desempleo, en una espiral que podemos definir como depresión, pero es algo más que una depresión económica. Es el fin del modelo capitalista, la explosión de muchos conceptos y estructuras que mantienen juntas a las sociedades. Al mismo tiempo asistimos al enorme fortalecimiento del capitalismo de las plataformas y las empresas digitales en su conjunto. La relación entre sistema financiero y desmoronamiento de la economía productiva aparece incomprensible: Wall Street confirma su tendencia positiva, casi triunfal. ¿Se está produciendo una enorme burbuja económica que en el futuro próximo podría explotar? ¿O, al contrario, eso significa que la abstracción financiera se ha hecho totalmente independiente de la realidad de la economía social? Creo que en el próximo año asistiremos al colapso final del orden económico global, que podría abrir la puerta a un infierno político y militar esencialmente caótico.El caos es el verdadero dominador de la época pandémica. Un caos que el capitalismo no puede someter. No hay una alternativa política visible en el futuro próximo. Hay revueltas. Las habrá. Pero no se puede imaginar una estrategia política unificante.
-Ha escrito que la igualdad, “destruida en la imaginación política en los últimos 40 años”, podría ganar protagonismo. ¿No contrasta esta idea con lo que está sucediendo aquí y ahora? El virus profundizó la pobreza, el desempleo, la desigualdad. -En la situación caótica que se puede desplegar van a proliferar las comunidades autónomas, las experimentaciones igualitarias de supervivencia. Claro que hoy se manifiesta un tentativo de las fuerzas empresariales, mafiosas, neoliberales de apoderarse lo más posible de la riqueza social, los recursos físicos y monetarios. Pero eso no va estabilizar nada. Todas las medidas de estabilización que están intentando las fuerzas políticas de gobierno en Europa como en otros lugares no pueden estabilizar nada en el largo plazo. El crecimiento no volverá mañana ni nunca. La Ecosfera terrestre no lo permitirá; no lo está permitiendo. La demanda no subirá, no solo porque el salario va disminuyendo, sino también porque la crisis producida por el virus no es solo económica. Es esencialmente psíquica, mental: es una crisis de las esperanzas de futuro. En esta situación tenemos que imaginar formas de vida autónoma post-económicas, de auto-producción de lo necesario, de auto-defensa armada contra el poder, de coordinación informática global.
-¿Qué cree que significa esta pandemia para el ordenamiento geopolítico mundial? -El caos toma el lugar de comando. No existe de manera objetiva. Hay caos cuando los acontecimientos que interesan nuestra existencia son demasiado complejos, rápidos, intensos para una elaboración emocional y consciente. El virus, invisible e ingobernable, ha llevado al caos a un nivel definitivo. No puedo prever los puntos donde el desmoronamiento produzca efectos más notables. Lo que me parece muy probable es un proceso de guerra civil en los Estados Unidos. Según un artículo publicado en el Dallas News hace algunos días no habrá guerra civil, sino una situación caótica de terror permanente. Los ciudadanos americanos siguen comprando armas de fuego, si bien ya hay más de un arma por cada ciudadano, incluidos niños y abuelos. El trumpismo no ha sido una locura provisional. Es la expresión del alma blanca de un país que nació y prosperó gracias al genocidio, la deportación, la esclavitud masiva. Los efectos globales de la desintegración de los Estados Unidos no se pueden prever.
-Una vez que aparezca una vacuna, ¿cree que la humanidad se relajará y el daño ecológico volverá a profundizarse o se podrá repensar la relación con el medio ambiente? ¿Existe el riesgo de una vida en estado pandémico permanente? -Claro que existe. El Covid ha sido solo uno de los virus que pueden proliferar contagiosamente. No puedo explayarme sobre la posibilidad de una vacuna eficaz porque no soy biólogo, pero no creo que la experiencia del coronavirus termine con la vacuna.La pandemia 2020 sólo ha sido el comienzo de una época de catástrofes globales, a nivel biológico, ambiental y militar. El efecto de la pandemia sobre el medio ambiente es contradictorio también. De un lado ha habido una reducción de los consumos de energía fósil, un bloqueo de la polución industrial y urbana. Del otro, la situación económica obliga a la sociedad a ocuparse de los problemas inmediatos y posponer las soluciones de largo plazo. Y no hay largo plazo a nivel de la crisis ambiental, porque los efectos del calentamiento global ya se despliegan. Pero al mismo tiempo podemos imaginar (y proponer) la creación de redes comunitarias autónomas que no dependan del principio de provecho y acumulación. Comunidades del sobrevivir frugal.
-Maristella Svampa, socióloga argentina, postula que la metáfora del enemigo invisible en el discurso político oculta la dimensión medio ambiental del virus. ¿Coincide? -Coincido. El Covid-19 es una emergencia particular del colapso ambiental. Las elites políticas no me parecen a la altura del problema, lo que dicen no me parece muy importante. La política en su conjunto es impotente. ¿Qué hacen los políticos “buenos” (como Conte en Italia)? Aplican la disciplina sanitaria obligatoria, se pliegan a la decisión científica, que toma el lugar de la decisión política. ¿Qué hacen los malos (Bolsonaro, Trump….)? Se niegan a la decisión científica y afirman la autonomía de la política. Pero la política se ha vuelto un juego sin razón, sin conocimiento. La potencia del político es la locura, la venganza, la rabia contra la impotencia. Si la política ha sido durante la edad moderna una expresión de la voluntad, ahora está muerta porque la voluntad humana ha perdido su eficacia sobre el proceso real.
-¿Cómo imagina que serán los vínculos después de la pandemia? ¿Cómo son ahora? -La pandemia marca una ruptura antropológica de una profundidad abismal. Pensemos en el acto más humano de todos: el beso, el acercarse de los labios, el acariciar paulatino y dulce de la lengua al interior de la boca de otro ser humano. Este acto se ha vuelto el más peligroso y anti-social que se pueda imaginar. ¿Qué efecto va a producir esta novedad en el inconsciente colectivo? Una sensibilización fóbica al cuerpo y la piel del otro. Una epidemia de soledad, y por tanto, de depresión. A nivel social el distanciamiento implica el fin de toda solidaridad. A nivel del inconsciente equivale a la bomba atómica. Tenemos que reinventar la afectividad, el deseo, el tocamiento, el sexo, pero… ¿tenemos la fuerza psíquica para hacerlo? No me parece. Pero lo repito con fuerza: estamos en un umbral, no podemos saber cómo saldremos de la oscilación en la que el inconsciente está capturado.
-Agamben ha escrito sobre la limitación de la libertad, “aceptada en nombre de un deseo de seguridad inducido por los mismos gobiernos que ahora intervienen para satisfacerlo”. ¿Qué piensa sobre el control del Estado con la pandemia como trasfondo? -El Estado se identifica cada vez más con las grandes agencias de control informático, de captura de enormes cantidades de datos. No existe más como entidad política, territorial. Sigue existiendo en la cabeza de los soberanistas de derecha y de izquierda. No existe la política, ha perdido toda su potencia; no existe el Estado como organización de la voluntad colectiva, no existe la democracia. Son todas palabras que han perdido su sentido. El Estado es el conjunto de la disciplina sanitaria obligatoria, de los automatismos tecno-financieros, y de la organización violenta de la represión contra los movimientos del trabajo. El lugar del poder no es el Estado, una realidad moderna que se acabó con el fin de la modernidad. El lugar del poder es el capitalismo en su forma semiótica, psíquica, militar, financiera: las grandes empresas de dominio sobre la mente humana y la actividad social.
-En los países de Latinoamérica, la dicotomía que se plantea en los textos filosóficos europeos (capitalismo-comunismo) no resuena del mismo modo. Aquí pensamos más en términos de un Estado presente. ¿Qué lectura hace de la pandemia respecto de dos escenarios con diferencias estructurales como América latina y Europa? -En América latina ha habido una fuerza particular, un discurso neo-soberanista de izquierda, lo que podríamos llamar populismo de izquierda, según la versión de Laclau, Jorge Alemán y otros. La experiencia lulista, la kirchnerista, la de Evo en Bolivia y el chavismo son experimentos de soberanía popular, democráticos, con intentos sociales. Han sido valiosos, tal vez más o menos exitosos. Pero al final todos han fracasado, porque la complejidad de la globalización capitalista no deja espacios de maniobra a nivel nacional, provocando la violencia de la reacción. La pandemia es una prueba de la imposibilidad de actuar en la dimensión nacional. Claro que puede haber una gestión racional de la pandemia, como la de Argentina, y una manera irresponsable y genocida como la de Brasil. Pero al final la pandemia está provocando un apocalipsis global que ninguna política racional puede evitar. Marca también el fracaso final de toda hipótesis soberanista, de izquierda y de derecha.
-¿Qué piensa de los movimientos “anticuarentena”? ¿La idea de la libertad ha sido cooptada por la extrema derecha? -La palabra “libertad” es un malentendido de la filosofía moderna y del pensamiento político. Los que hablan de libertad en la época de los automatismos tecno-financieros no saben de qué están hablando. El enemigo de la libertad no es el tirano político, sino los vínculos matemáticos de las finanzas y los digitales de la conexión obligatoria. Hay una libertad ontológica que significa que Dios decidió de no determinar la dirección de la vida humana, dejando así el libre albedrío a los humanos. Pero la materia de que los organismos son compuestos determina profundamente la posibilidad de actuación del organismo. Y la materia social, la economía, la enfermedad, la proliferación viral son verdaderos matadores de la libertad. La modernidad ha sido capaz de inventar un espacio de libertad verdadero: la potencia de la política moderna (desde Maquiavelo hasta Lenin) ha sido la capacidad de elegir estratégicamente y actuar tácticamente de manera tal de plegar no toda la realidad, pero sí espacios relevantes de la realidad social, técnica, hasta médica. El fin de la modernidad marca también el fin de esta libertad marginal: la creación de automatismos tecno-financieros ha destrozado la potencia política de la voluntad; ha matado la democracia. La palabra libertad hoy significa solo libertad de explotar a los que no pueden defenderse, de hacer esclavos a los otros, de matar a los africanos que quieren sobrevivir migrando en Europa. Libertad hoy es una palabra asesina. Solo igualdad es una palabra que puede restablecer algo de humano entre los humanos.
-“Creo que la pandemia actual marca la salida definitiva de la época moderna de la expansión y el ingreso en la época de la extinción”, escribió. ¿Se ha puesto a imaginar cuánto tiempo nos queda? ¿La extinción es inevitable? -Antes que nada no soy un adivino. Cuando digo que entramos en la época de la extinción quiero decir que en el horizonte futuro la sola conclusión lineal de las tendencias existentes (sobrepoblación, polución, calentamiento global, reducción del espacio habitable, multiplicación de los gastos militares, proliferación de las guerras, epidemia psicótica) no implica otra perspectiva realista que la extinción de la civilidad humana (que ya se está manifestando) y de la especie humana (que parece cada vez más probable). Pero soy convencido de que el inevitable muchas veces no se realiza porque el imprevisible tiende a prevalecer.
El regreso de la muerte
-Una de las tantas cosas que el virus modifica es cómo se viven la muerte y los duelos. En Más allá del colapso usted se refiere al regreso de la muerte a la escena del discurso filosófico. ¿Cómo puede leerse este cambio?
-La muerte ha sido removida, denegada, borrada en la escena imaginaria de la modernidad. El capitalismo ha sido el intento más exitoso de alcanzar la inmortalidad. La acumulación de capital es inmortal. La vida humana se identifica con su producto abstracto y logra vivir immortalmente en la abstracción. En consecuencia, rechazamos la idea de nuestra mortalidad individual, porque consideramos a la vida como propiedad privada que no se puede acabar. La destrucción sistemática del medio ambiente es la prueba de que no creemos en la mortalidad: no importa si matamos la naturaleza, porque es la sola manera de realizar la acumulación de capital, nuestra eternidad. Pero la pandemia nos obliga a reconocer que la muerte existe, que es el destino de cada ser viviente. La abstracción ha perdido su potencia, el dinero no puede nada frente a la muerte. El problema es que no estamos hablando (sólo) de la individual, estamos hablando de la extinción del género humano como horizonte de nuestra época.
Enfermedad virtual
-“Cuando la pandemia finalmente se disipe (suponiendo que lo haga), es posible que se haya impuesto una nueva identificación psicológica: online equivale a enfermedad”, escribió. ¿Puede explayarse sobre esto, y sobre qué lugar le quedará al cuerpo?
-Se podría verificar algo muy interesante: después de un largo plazo de tiempo en que la relación corpórea ha sido remplazada por la online podría verificarse una identificación psíquica de la dimensión online con la enfermedad, con un período de soledad y miedo.¿Cómo se resolverá la oscilación? ¿Con una epidemia de autismo suicida o con una explosión de deseo liberatorio? No lo sabemos, pero podemos reflexionar sobre las alternativas que se van designando en el umbral.
Por alguna razón que, con seguridad, está relacionada con nuestras necesidades de supervivencia, el milagro de la poesía, de la palabra dicha para recrear el mundo, ha experimentado un saludable florecimiento desde la irrupción de la pandemia de la Covid-19. Por esos y otros motivos, compartimos con ustedes algunos versos de dos de los más grandes poetas rusos del siglo XX: Ana Ajmátova y Osip Maldenstam.
4 poemas de Osip Mandelstam
Poemas publicados en zendalibros.com | Traducción de Jorge Bustamante García
El sonido sordo y cauteloso del fruto
El sonido sordo y cauteloso del fruto Que cae del árbol, En medio de una incesante melodía Del profundo silencio del bosque…
En el corazón del siglo soy un ser confuso
En el corazón del siglo soy un ser confuso Y el tiempo aleja cada vez más el objetivo Y el fresno cansado del bordón Y el miserable verdín del cobre.
La concha
Tal vez no me necesites, Noche; de la vorágine mundial Yo fui lanzado a tu orilla Como una concha sin perlas.
Indiferente, tú espumas las olas Y cantas tercamente, Pero llegará el día en que amarás La inútil mentira de la concha.
Tú te acuestas a su lado en la arena, Te vistes con su casulla Y con ella construyes una gran campana Irrompible entre las olas.
Y a las paredes de la frágil concha, Como a la casa del corazón vacío, Las llenarás con murmullos de espuma, Con viento, bruma y lluvia…
La tristeza inexpresiva
La tristeza inexpresiva Abrió sus dos ojos enormes, El florero al despertar Del cristal arrojó las flores.
Todo el cuarto se invadió De una lánguida -¡dulce medicina! Este reino tan pequeño Tanto sueño ha devorado.
Un poco de vino rojo, -Otro poco de sol de mayo- Y rompiendo un delgado bizcocho La blancura de dedos finos.
¿Qué calle es ésta?
¿Qué calle es ésta? La calle Mandelstam. Qué apellido más espantoso: Si no lo aireas Suena curvo y no recto.
Poco en él es lineal Más bien de carácter sombrío Y es por eso que esta calle O, mejor, este foso Lleva el nombre De ese tal Mandelstam.
1 ¿Qué puedo hacer? Ellos te destruyeron, ¡Qué encuentro más cruel que el separarse! Aquí hubo un surtidor, allá alamedas, Más a lo lejos verdecía el parque… La aurora más rosada que ella misma Fue aquél abril. Olor a húmeda tierra, A primer beso…
2 Las hojas de este sauce en el siglo pasado se murieron, Para brillar cien veces más lozanas en la forma de un verso. Las rosas se trocaron en purpúreas rosaledas silvestres, Pero los himnos de la escuela siguen brotando sin desánimo. ¡Medio siglo pasó! Fui premiada por la divina suerte Y en los días violentos olvidé el fluir de los años. ¡Ya no voy por allí! Pero a la orilla del río de la muerte, Yo llevaré mis trémulos jardines de Tsárskoie Seló.
Versión de Rafael Alberti
Cuando escuches el trueno me recordarás…
Cuando escuches el trueno me recordarás Y tal vez pienses que amaba la tormenta… El rayado del cielo se verá fuertemente carmesí Y el corazón, como entonces, estará en el fuego.
Esto sucederá un día en Moscú Cuando abandone la ciudad para siempre Y me precipite hacia el puerto deseado Dejando entre ustedes apenas mi sombra.
Cuando la luna es de melón…
Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana Y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada Por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría Y la nieve del paño y arde una bujía de cera Tal que en la niñez, mariposas zumban La calma, que no oye mi palabra, retumba Entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto Y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera… La soledad en sus redes me hizo prisionera El gato negro el alma me mira, como ojos centenarios Y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario. Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche.
Versión de María Teresa León
Dedicatoria
Las montañas se doblan ante tamaña pena Y el gigantesco río queda inerte. Pero fuertes cerrojos tiene la condena, Detrás de ellos sólo “mazmorras de la trena” Y una melancolía que es la muerte.
Para quién sopla la brisa ligera, Para quién es el deleite del ocaso – Nosotras no sabemos, las mismas por doquiera, Sólo oímos el odioso chirriar de llaves carceleras Y del soldado el pesado paso.
Nos levantamos como para la misa de madrugada, Caminábamos por la ciudad incierta, Para encontrar una a la otra, muerta, inanimada, Bajo el sol o la niebla del Neva más cerrada, Mas la esperanza a lo lejos canta cierta…
La sentencia… y las lágrimas brotan de repente, Ya de todo separada, Como arrancan la vida al corazón, dolorosamente, Como si hacia atrás la derribaran brutalmente, Pero marcha… vacila… aislada…
¿Dónde están ahora aquellas compañeras del azar, De mis años de infierno desnudo? ¿En la borrasca siberiana cuál es su soñar, Qué imaginan en el círculo lunar? A vosotras os envío mi adiós y mi saludo
Versión de Jorge Bustamante García
El poeta
Piensas que esto trabajo, esta vida despreocupada Escuchar a la música algo y decirlo tuyo como si nada. Y el ajeno scherzo juguetón meterlo en versos mañosos Jurar que el pobre corazón gime en campos luminosos. Y escucharle al bosque alguna cosa y a los pinos taciturnos ver Mientras la cortina brumosa de niebla se alza por doquier. Tomo lejos o a mi vera, sin sentir culpa a mi turno Un poco de la vida artera y el resto al silencio nocturno.
Versión de Rafael Alberti
Estamos tan intoxicados uno del otro…
Estamos tan intoxicados uno del otro Que de improviso podríamos naufragar, Este paraíso incomparable Podría convertirse en terrible afección. Todo se ha aproximado al crimen Dios nos ha de perdonar A pesar de la paciencia infinita Los caminos prohibidos se han cruzado. Llevamos el paraíso como una cadena bendita Miramos en él, como en un aljibe insondable, Más profundo que los libros admirables Que surgen de pronto y lo contienen todo.
Versión de Jorge Bustamante García
Recuerden que desde Pereira hay galas de poesía por estos días gracias a Luna de Locos el Festival. Conoce la programación haciendo clic en la siguiente imagen:
Entrevista con la sobrina del presidente de EE UU, que disecciona en un libro el tóxico entorno familiar que dio forma a una personalidad que “pone en peligro la democracia americana”.
Una foto sin datar de los hermanos Trump: desde la izquierda, Robert, Elizabeth, Fred, Donald y Maryanne. / TRUMP CAMPAIGN
La madrugada del miércoles 9 de noviembre de 2016, la sorpresa se apoderó del mundo. Muchos sintieron euforia. Muchos otros sintieron tristeza. Algunos, miedo. Y Mary L. Trump daba vueltas por su casa, traumatizada como tantos estadounidenses, pero de una manera más personal. “Sentía que 62.979.636 votantes habían elegido convertir este país en una versión macro de mi malignamente disfuncional familia”, explica.
Aunque lo intentó durante años, Mary L. Trump no puede esconder su apellido. Es tan Trump como su tío, el 45º presidente de Estados Unidos. Es nieta del patriarca Fred Trump, un “sociópata” que empujó a su primogénito, el padre de Mary, a un alcoholismo que desembocó en su muerte temprana. Pero esta doctora en Psicología Clínica, de 55 años, es la antítesis de lo que el mundo asocia a los Trump. Culta, devoradora de libros desde la infancia, escritora vocacional, homosexual, de izquierdas. Y ha decidido contar cómo su familia creó “al hombre más peligroso del mundo”, como reza el subtítulo de su libro, Siempre demasiado y nunca suficiente (Urano), todo un fenómeno editorial que se publica ahora en España.
Toda la familia ha decidido guardar silencio sobre el tipo de persona que es Donald Trump, asegura la autora, por lealtad o por miedo. Pero ella no se siente atada por una ni por otro. “En primer lugar, fui desheredada por mis abuelos hace 20 años y eso me desgajó de la familia”, explica la autora en una conversación por Zoom. “Es difícil sentir lealtad por personas que han expresado tan abiertamente su deslealtad hacia ti. Pero esto no tiene que ver con ese hecho: quiero pensar que habría dado el paso de todas formas. Hay demasiado en juego. Y no tengo miedo de ellos. Quizá porque les conozco muy bien”.
Pilas del libro sobre Donald Trump en una librería de Nueva York en julio. PACIFIC PRESS /LIGHTROCKET VIA GETTY IMAGES
Como psicóloga, Trump asegura que su tío reúne todos los criterios de un cuadro de trastorno narcisista. Pero aventurarse con un diagnóstico, asegura, sería complejo, además de innecesario. “Con los trastornos de personalidad, si estamos en el espectro de lo grave, hay muchas cosas que se superponen”, añade. “Podríamos centrarnos en lo más evidente y hacer el dibujo, pero evité hacerlo por varias razones. Primero, porque creo que es irrelevante. Debemos fijarnos solo en su comportamiento, que es atroz. Por otro lado, hay mucho más en él que su trastorno de personalidad. Hay potencialmente un abuso de sustancias, basado en cuánta cafeína consume. Claramente tiene un trastorno de sueño, no duerme lo suficiente. Y luego está lo físico. No hace ejercicio, tiene una dieta terrorífica. Todo eso impacta fuertemente en el bienestar psicológico de alguien. Sin embargo, insisto en que lo importante es su comportamiento. Se comporta de manera peligrosa, sea deliberadamente o como resultado de sus psicopatologías. ¡A quién le importa!”.
Sueño americano
El libro es el relato de la esencia putrefacta de una familia blanca en busca del sueño americano. Una familia marcada por la personalidad del patriarca, Fred Trump, abuelo de la autora y padre del presidente. Un hombre despiadado que destruyó al padre de Mary, el hijo mayor al que no consideró apto para liderar el negocio inmobiliario familiar, y cuya sombra sigue marcando al presidente. “Donald y mi abuelo son muy diferentes”, apunta. “Mi abuelo creo que era así de nacimiento. Y Donald se volvió así por mi abuelo, que fue un hombre muy cruel. Donald imita de muchas maneras a mi abuelo. Esa obsesión por ganar a toda costa. Esa idea de que todo es transaccional. Si alguien no tiene nada que ofrecerte, no hay que tomarlo en consideración. Solo hay un ganador; todos los demás son perdedores. Esa incapacidad de admitir errores, de pedir disculpas. Todas esas cosas en mi familia eran consideradas fortalezas. Igual que ser amable era considerado una debilidad”.
Con una figura paterna así, es inevitable preguntarse qué tipo de padre habrá sido Donald Trump para sus hijos. “Él no tuvo nada que ver con ellos cuando eran niños”, asegura la autora. “Les criaron las sirvientas. Después han dependido totalmente del dinero de la familia y saben lo que tienen que hacer para que siga así”.
Donald se volvió así por mi abuelo, que era un hombre muy cruel
Fred Trump Jr., el padre de Mary L. Trump, firma un contrato con Murray Zaret (der.), productor del Festival de mascotas y Exposición de cría, en 1966. NEW YORK POST ARCHIVES / THE NEW YORK POST VIA GETTY IMAGE
No es gratuito que Mary L. Trump utilice la inicial de su segundo nombre (Lea). Lo hace para diferenciarse de su abuela, Mary Trump, de quien tampoco guarda un buen recuerdo. Ayuda el hecho de que, tras la muerte de su abuelo, cuando la llamó para preguntarle por qué habían sido desheredados ella y su hermano, únicos hijos de su primogénito muerto, la abuela le respondió. “¿Sabes cuánto valía tu padre? Un montón de nada”. Y colgó.
Si su tío es víctima de una familia así, ¿no habría que sentir lástima por él? “Creo que deberíamos tener compasión por el niño que fue”, admite. “Crecer en la familia de mis abuelos tuvo que ser una pesadilla. Me resultaba incluso difícil escribir sobre ello. Pero mi padre vivió en la misma casa y era una persona buena y generosa. Mucha gente ha tenido infancias horribles y luego han sido adultos decentes, empáticos, compasivos. Donald es adulto. Sabe la diferencia entre bueno y malo. Conoce las reglas, aunque elija no cumplirlas. Así que ninguna compasión. Hay que hacerle rendir cuentas, y debe haber una reflexión seria en este país sobre cómo llegó donde está”.
Donald Trump, junto a su padre, Fred Trump, en Nueva York, en noviembre de 1987. NEW YORK DAILY NEWS ARCHIVE / NY DAILY NEWS VIA GETTY IMAGES
Eso lleva de nuevo a aquella madrugada de noviembre de 2016, en la que comprendió que millones de sus conciudadanos habían elegido convertir a su país en una versión de su familia. “La única manera de explicarlo es que en los últimos 40 años hemos hecho mucho para asegurarnos de que un porcentaje significativo del electorado sea ignorante”, opina.
Ella, que ha votado demócrata toda su vida, asegura que hará todo lo que esté en sus manos para que Joe Biden gane las elecciones. Y la elección de Kamala Harris para candidata a vicepresidenta le hace “muy feliz”. “Esto va más allá de la política”, defiende. “Nuestro país está en juego. Él pone en peligro la democracia americana. No va de demócratas y republicanos. No sé cómo puedo ser de ayuda. De momento, la gente está respondiendo bien al libro”.
El libro, 200 páginas que se devoran, con un enfoque muy diferente del de otros títulos que se han acercado a la figura del controvertido presidente, vendió casi un millón de ejemplares el día de julio en que salió a la venta. Ayudó la expectación creada por la familia, que trató sin éxito de frenar la publicación en los tribunales. “Mi principal motivación era que la gente tuviera toda la información sobre qué tipo de persona es, para que cuando voten no puedan decir que no lo sabían”, subraya. “No es una venganza, es preocupación por lo que está sucediendo”. Ella no tiene reparos en afirmar que su tío es un “racista”. “En casa de mis abuelos el racismo, la misoginia y la homofobia eran aceptables. Pero, de nuevo, hay que fijarse en sus acciones. Las cosas que dice y hace no solo son asquerosas, son peligrosas y terroríficas”.
La psicóloga asegura que su tío reúne los rasgos de un narcisista
Mary L. Trump REX
La autora, que se tiene por la primera Trump abiertamente homosexual, describe un ambiente familiar tóxico. “Nadie sabía nada sobre mí. No tenía motivos para decirlo. Aunque no era un tema de conversación, sabía que eran homófobos. Ese ambiente se ve en las políticas de Donald, con esa determinación por ser lo más divisivo que pueda. Es su manera de conectar con sus bases: cuanto más odioso es hacia la gente que ellos odian, más le quieren”.
Asegura la autora que, cuando ve por televisión al presidente, sigue viendo al tío que conoció en su niñez. “Sigue importándole si la gente le quiere”, concluye. “El problema es que no entiende lo que es el amor, porque nunca lo amaron de niño. Nunca será amado de una manera que importe. Eso es una gran parte de por qué es tan cruel. Tiene un gran concepto de sí mismo; enfrentarse a quien realmente es, le destruiría psíquicamente. Sería imposible hacerse cargo de que es una persona tan débil, mediocre y terrorífica”.
El pasado mes de julio el Ministerio de Cultura de Colombia, en alianza con la Universidad Jorge Tadeo Lozano, realizó el seminario internacional: “Reactivación, retos y nuevos horizontes para la cultura en tiempos de pandemia y postpandemia”. El encuentro, que duró cinco días con sesiones diarias de tres horas, tuvo como invitados a expertos en el ámbito cultural, gestores y académicos, así como funcionarios del Ministerio.
Se analizaron diferentes conceptos y casos de gestión cultural que pueden servir de ejemplo y de guía para la reflexión sobre la cuestión de la cultura, sobre todo en estos tiempos en los que la pandemia ha evidenciado las limitaciones que tiene el sistema, diseñado por un modelo basado en el desarrollo industrial.
En esta entrada y con base en las reflexiones de Alfons Martinell, pensador de las políticas culturales y George Yúdice, investigador de las industrias creativas, dejo algunas ideas que se recogieron del Seminario que pueden servir a gestores culturales, artistas, gobierno y comunidad en general, interesados en pensar la cultura como un bien común y derecho fundamental del ser humano.
El trabajo colectivo
El reto de la institucionalidad y la gestión cultural es llegar a nuevos formatos y propender por la alianza con presupuestos privados para dar respuesta a las necesidades. Muy importante que el Ministerio de Cultura llegue a convenios y alianzas con TIC y educación.
Alfons Martinell, interesado en la cooperación cultural internacional, se ha desempeñado a lo largo de su vida en la educación bajo un marco humanista; filósofo de formación con experiencia en comunidades marginadas, en cargos públicos y con organizaciones como la UNESCO, dice que las políticas culturales no dan respuesta a la pandemia porque no están adecuadas a la realidad contemporánea y porque la cultura no se ha sabido considerar un servicio esencial.
“La vida cultural es dinámica y vital”, expresa, y ejemplo de ello lo vemos en las redes sociales, donde la gente que ha podido, ha mantenido una vida cultural activa y ha desarrollado creaciones compartidas en busca del acercamiento virtual. Tenemos como ejemplo la música, las lecturas de poesía, el teatro y las charlas que se organizan respecto a diferentes asuntos relacionados con las artes.
Pero ¿cómo adaptar esas políticas culturales a la realidad actual?, es un primer reto que se nos presenta, y quizás de los más urgentes, teniendo en cuenta que las políticas propician el bienestar de la mayoría y sin ellas, consolidar proyectos culturales en beneficio de la comunidad se dificulta; la deconstrucción de las políticas culturales para remplazarlas por políticas públicas es una tarea para realizar ya, desde el gobierno y en conjunto con gestores, comunidad y todos los entes involucrados.
Hemos visto la disposición del sector cultural, que aún viéndose perjudicado por toda esta situación, ha utilizado la solidaridad entre pares para tratar de salir a flote, aunque es innegable que se deben fortalecer las estructuras de cooperación entre lo local, lo regional, y ni hablar de lo nacional e internacional que son débiles y desconocidas en muchos casos.
También hay un llamado para los funcionarios públicos, quienes se han de reinventar y no escudarse en el funcionamiento burocrático, porque como dice Martorell: “la estructura clásica no puede dar respuesta a esta realidad o seguirá viviendo en su torre”.
¿Estará listo el Estado para responder a la vitalidad de la cultura con transformaciones de forma, fondo y menos burocráticas?
La innovación social en la cultura
Por su parte, George Yúdice, quien lleva años trabajando el campo de la creatividad en la cultura y que investiga desde la academia todos estos procesos, presenta una reflexión de Juan Freiré (2017) sobre la diferencia entre innovación social e innovación ciudadana, la cual puede dar un norte en el camino de la reestructuración de las políticas culturales.
Se trata de la innovación desde la construcción a través de los saberes de todos. Trabajar la innovación ciudadana con enfoques locales e inclusivos que privilegien la interacción de saberes de personas y perfiles diferentes, lo que puede llevar a descubrir modos de hacer que constituyen innovación social y cultural.
Llamó la atención sobre la necesidad de establecer relaciones horizontales entre las personas con diversos perfiles; eliminar la verticalidad y moderar la cultura de la experticia, sin eliminar ninguna experiencia, al contrario, rescatar todos los saberes, aún cuando sean sancionados por instituciones convencionales. Ese conocimiento también es importante y se requiere en la construcción de procesos culturales estables.
Este aporte es muy valioso, porque se parte de pensar que todos tienen algo importante que aportar desde su diferente postura y visión de mundo. La clave reside en cómo organizarse para escuchar todos los puntos de acuerdo a las necesidades que se deben resolver.
Transformaciones
Como mencionaba al principio, la covid-19 ha evidenciado las limitaciones que tiene el sistema en sus diferentes aristas, en particular, en cuestiones relacionadas con las actividades culturales hemos visto palabras como: reinventarse, nueva normalidad e innovación. Éstas han venido a permear el ambiente de la gestión y la política cultural en busca de nuevos caminos para llegar a los públicos por medios que apenas si se usaban para la promoción de actividades.
Las ideas que se esbozan a través del pensamiento de George y Alfons nos vienen a decir que necesitamos pensarnos desde nuestras propias realidades, tanto políticas como sociales, para identificarnos y encontrarnos con puntos en común que beneficien nuestra actividad cultural.
Los cuestionamientos que me hago entonces son: ¿estamos preparados para escucharnos? Porque tiene que ver con la decisión de escucharnos para poder vincularnos.
¿Podrán trabajar por ejemplo cultura y educación de la mano? ¿Los gestores culturales a través del trabajo de escucha con la comunidad podrán tener voz y voto en trabajos con cultura, educación y por qué no con áreas de turismo y bienestar social?
Ojalá los asesores del gobierno a nivel local, regional y nacional analicen y propongan el trabajo en estructuras colaborativas en todos esos frentes, procurando el diálogo entre institución, gestión cultural, creativos y sociedad. Sobre todo eso: escuchando a la comunidad, porque a menudo se crean cosas a través de lo que creen que la gente necesita y no realmente desde la necesidad de cada sector.
Desde propaganda hasta engaños, las “noticias falsas” (fake news) se han convertido en un término que sirve para designar un conjunto de informaciones falsas o engañosas que se distribuyen en internet, con frecuencia con fines políticos o comerciales.
Que los gobiernos difundan propaganda para debilitar a sus oponentes no es algo nuevo. BBC Monitoring ha estado haciendo seguimiento de la difusión de información distorsionada en los medios de comunicación alrededor del mundo desde la década de 1930. Lo que ha cambiado ahora es la cantidad de oportunidades e incentivos existentes para distribuirla de forma rápida y amplia a través de las redes sociales.
El término “noticias falsas” es polémico porque ha sido usado por algunos políticos para criticar informaciones legítimas aparecidas en los medios con las que ellos están en desacuerdo.
Investigadores que trabajan sobre este asunto abogan por el uso de términos alternativos como “trastornos informativos” para referirse al problema de la desinformación en la era digital. Esto abarca un conjunto de elementos, no solamente las manipulaciones con fines políticos, sino las noticias imprecisas sobre temas de salud, rumores sobre la muerte de personas famosas y acusaciones falsas sobre actividades delictivas que pueden alimentar tensiones étnicas y quizá hasta llevar al estallido de la violencia entre comunidades distintas.
La noticia falsa de que el papa Francisco había respaldado la candidatura de Donald Trump circuló ampliamente en redes sociales antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos en 2016.
Como quiera que decidamos llamarle, el problema de la desinformación está empeorando. Liberadas de los límites que impone la realidad, las noticias falsas conectan con frecuencia con nuestras emociones y se esparcen más rápidamente que las noticias verdaderas.
Una investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts demostró que las falsedades se expanden en Twitter a una velocidad significativamente más rápida y llegan mucho más lejos que la verdad en todas las categorías de la información.
Los investigadores también hallaron que son las personas, no solamente los robots que operan en la web, los que retuitean noticias imprecisas y distribuyen las informaciones falsas.
La inteligencia artificial también tiene un rol en esto y los desarrollos en este campo han hecho posible crear videos y audios completamente editados, lo que quiere decir que ahora es posible hacer videos falsos de personalidades públicas y famosas diciendo y haciendo cosas que nunca harían en la vida real.
Estos videos son llamados “deepfake” y el potencial de esta tecnología para tergiversar la información no puede ser subestimado. No solo se trata de una herramienta para crear noticias falsas, sino que además puede dañar la confianza existente en contenidos legítimos sobre los cuales antes no existía ningún tipo de duda. La confianza de la audiencia en el enfoque de la BBC para confirmar las noticias será cada vez más importante y difícil de proteger.
Entonces, ¿cómo deberían responder los periodistas? Hay cuatro áreas en las que los periodistas pueden marcar la diferencia: la verificación, el desmentido de las noticias falsas, la transparencia y la educación sobre los medios.
Verificación
Para conservar la confianza en los medios establecidos, los periodistas necesitan tomar medidas para asegurarse de que ellos no son engañados por las noticias falsas. Los periodistas deben verificar cualquier contenido que encuentren en internet que ellos estén pensando en usar o mencionar en una noticia. La Unidad de Contenidos Generados por los usuarios (UGC Hub) utiliza diversos métodos para identificar un contenido falso o confirmar que una imagen es verdadera.
Contactar a la fuente original de la noticia, video o imagen y hablar con sus creadores o con la persona que publicó este contenido es un primer paso importante. Más allá de verificar la fuente, hay otras herramientas disponibles para confirmar la validez de un contenido.
Se necesitan tanto las herramientas de geolocalización y de verificación de imágenes modernas como las antiguas técnicas de investigación. La metadata en un video o en una imagen puede ofrecer detalles sobre dónde fueron creados estos contenidos, aunque hay que tener cuidado pues también pueden ser manipulados. Revisar que el ángulo del sol o el clima mostrado en una imagen coincidan con el que existía en el día y lugar donde se originó también puede ayudar a validar un contenido.
Esta foto fue divulgada asegurando que mostraba una inundación en el aeropuerto de Houston en 2017, pero en realidad se había originado en 2013 en un aeropuerto de Nueva York y había sido modificada digitalmente.
Las técnicas de verificación basadas en la colaboración masiva están aumentando, con comunidades como Bellingcat y #DigitalSherlocks que han convertido la verificación y la geolocalización en un deporte de equipo. Colaborar más con otros periodistas y con voluntarios para verificar un contenido, así como compartir tus hallazgos puede ser necesario para combatir la desinformación a gran escala.
Un ejemplo de este tipo de colaboración abierta es la investigación del programa “BBC Africa Eye” sobre el supuesto asesinato de los habitantes de una comunidad en Camerún por parte de militares de ese país. El lugar de las matanzas fue identificado con la ayuda de una investigación realizada de un video publicado en internet a través de una amplia colaboración.
Un área montañosa que aparece en ese video pudo ser identificada como el norte de Camerún por medio del uso de Google Earth. Luego se realizaron otras comprobaciones para identificar armas, ropa de trabajo e individuos en el video, mientras que el uso de imágenes satelitales permitió reducir el periodo durante el cual pudo haber sido grabado.
Todo esto ayudó a contradecir los señalamientos del gobierno de Camerún que afirmaba que el video era una “noticia falsa”.
Desmentidos
Un problema que tienen que considerar los periodistas es la amplificación de las historias falsas. ¿Es posible que verificar una noticia falsa y divulgar este hallazgo le dé publicidad a la misma y con ello un cierto oxígeno que le permita extenderse aún más?
Algunos dirán que la BBC no debería involucrarse con noticias falsas. Sin embargo, si las afirmaciones hechas en estas se están esparciendo de forma viral o la tergiversación de los hechos está debilitando el nivel del debate político, hay razones de servicio público para combatir la difusión de estas informaciones falsas.
Se requiere una discusión editorial para estudiar si merece la pena desmentir una noticia falsa en concreto, si es del interés de la audiencia y si existe la evidencia necesaria para demostrar su falsedad de forma apropiada.
Los trabajos de Reality Check de la BBC investigan afirmaciones sospechosas y verifican dudas de la audiencia. El equipo que se encarga de esta tarea con frecuencia verifica los señalamientos en los argumentos y contraargumentos de los políticos, especialmente en épocas electorales.
Su investigación se centra fundamentalmente en el mal uso de las estadísticas o del “consejo de los expertos”.
El Servicio Mundial de la BBC y el programa de Radio 4 “More or Less” han creado una gran guía sobre cómo detectar falsas estadísticas.
Sus principales consejos incluyen:
Escucha tu instinto
Estudia los antecedentes
Entiende lo que se dice
Pon las cosas en perspectiva
Mantén la curiosidad
Como con cualquier otra información publicada en internet, es esencial hacer el seguimiento hasta la fuente original.
Hay otros equipos que se dedican a revelar noticias falsas, como “Full Fact” en Reino Unido y “Africa Check” en África y, como ocurre con la verificación de imágenes, compartir los resultados de la comprobación de hechos con otros periodistas es vital para hacer frente a este problema.
Transparencia
Ahora tenemos que trabajar de forma activa para construir y mantener la confianza de nuestras audiencias en mercados ruidosos y parciales, en los que nuestros competidores debilitan nuestra credibilidad y en los cuales las noticias falsas son disfrazadas para darles la apariencia de que proceden de la BBC.
Todos cometemos errores y al calor del momento puede ser fácil apresurarse a sacar conclusiones o citar a una personalidad sin haber verificado la historia de forma suficientemente diligente.
La transparencia es clave: avisa a tu editor si es necesario y corrige abiertamente una noticia para reflejar la nueva información.
Corregir los errores y disculparnos públicamente cuando nos equivocamos nos ayudará a conservar la confianza en la BBC.
Ser transparentes en el tema de nuestras fuentes y de la evidencia que hemos usado para respaldar una noticia también es importante y ayudará a nuestras audiencias a comprender mejor de dónde proceden sus noticias y a identificar el periodismo de calidad.
Educación sobre los medios
Una de las mejores formas de detener la difusión de la desinformación es educar a las audiencias para que ellas puedan valorar de forma crítica las noticias que comparten en redes sociales. El BBC School Report (en inglés School Report http://www.bbc.co.uk/schoolreport) trabaja con gente joven en Reino Unido para dotarlos con las herramientas que necesitan para comprender mejor el periodismo.
Voluntarios de la BBC visitan escuelas y entregan material, incluyendo un juego interactivo (iReporter), que te pone en los zapatos de un periodista de la BBC.
BBC School Report provee lecciones que enseñan a los estudiantes a entender mejor cómo identificar lo que es real de lo que no. Ahora BBC School Report se está haciendo global y se está entrenando a personal del Servicio Mundial para participar en actividades de este tipo, comenzando por la India y Kenia.
Estar atentos a la verificación del material procedente de los usuarios al tiempo que se ofrecen advertencias para dar cuenta de los pasos que se han tomado para verificar el contenido ayudará a la audiencia a navegar entre los confusos argumentos y contraargumentos que circulan en internet.
Explicar cómo una noticia fue desmentida puede aumentar la conciencia que tiene la audiencia sobre los riesgos de la desinformación y de las dificultades para conocer la verdad.
Link (en español)
Cómo la BBC utilizó Google y Facebook para identificar a los autores de la brutal ejecución de dos mujeres y dos niños captada en un video viral: