martes, mayo 13, 2025
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Eje Cafetero: antes y después del desastre

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Como la amenaza sísmica estaba prevista y se causaron muerte y heridas a las gentes por construcciones y suelos que fallaron en forma generalizada a causa de problemas éticos, culturales, sociales, políticos, de pobreza e imprevisión, fallaron entonces el Estado, el consumidor, los gremios y la sociedad toda.


 

La siguiente es una crónica escrita el mismo año del terremoto que sacudió al Eje Cafetero, una forma de ver el desastre del momento y reflexiones sobre el futuro: ¿será que se logró lo que el autor planteaba?. Bienvenidos

Texto por Gonzalo Duque Escobar
Pijao, Junio 23 de 1999

 

Por el terremoto del 25 de enero pasado, el Quindío pierde dos décadas de trabajo en sólo 20 segundos: un anciano ve arruinado su taxi y único sustento porque le ha quedado atrapado bajo los escombros del edificio donde estaba su apartamento; otra mujer de edad no seguirá recibiendo el arriendo de una casa que le quedó de su difunto esposo, porque se le ha derrumbado a causa de las sacudidas.

Para comprender el nivel de los perjuicios del sismo no basta analizar el tiempo pasado requerido por los damnificados para haber acumulado esos haberes perdidos, pues se hace necesario examinar las grietas sobre la cultura y el medio ecosistémico, puestas en evidencia por el desastre.

El caso de Pijao bien ilustra la situación rural del Quindío, dado que este poblado es el mejor referente del patrimonio arquitectónico del sur del Quindío, donde cuatro municipios comparten la cuenca del río Barragán.

La situación allí amerita un examen de los efectos del cambio del modelo ambiental y económico cafetero, aunque los responsables de la reconstrucción anuncien que para las fincas de café sólo se repondrán beneficiaderos, cuarteles, vías y casas cafetaleras idas al piso por el sismo.

Hasta la década de los setenta el poblado iba en apogeo y se mostraba con una sociedad más justa y equitativa, culturalmente sensible, y de economía cafetera soportada en un ecosistema sano.

Evidentemente, la transformación de la Colombia rural en urbana, los mejores caminos, las telecomunicaciones, y el paso de una economía rural autosuficiente a otra agraria y especializada, no son hechos que explican todos los conflictos y contradicciones que deben ser objeto de la reconstrucción de Pijao.

Si con el café se industrializó el país y se forjó una cultura, es porque la caficultura, entendida como un conjunto de instrucciones aplicadas a un proceso productivo, es una tecnología. Sólo que antes nuestra caficultura era orgánica, que no importábamos agroquímicos y que el valor agregado no lo entregábamos a las multinacionales responsables de la trilla y el mercadeo del grano.

La caficultura moderna es el resultado de manipulaciones genéticas con graves efectos ambientales, sociales y económicos: al perderse el sombrío sale la biodiversidad y llegan las plagas; además, se altera el ciclo hidrológico modificándose el equilibrio geotécnico de las frágiles laderas andinas.

No parece difícil encontrar las raíces de la crisis del café y menos identificar las grietas puestas en evidencia por el sismo sobre Pijao.

Lo que resulta ahora imperioso es el difícil diseño de las estrategias para corregir los problemas estructurales que explican el lamentable caso de Pijao, municipio que no muestra ser viable en las actuales circunstancias: Allí salen los docentes de secundaria a la 1 p.m. hacia Armenia y el pueblo pierde la posibilidad de tomar un ambiente cultural, para quedar en el de una potencial cantina y víctimas de los efectos de la desocupación.

De otro lado está el caso de la conurbación Armenia-Calarcá donde el desastre alcanzó la magnitud de catástrofe por el efecto contundente del sismo causando fallas estructurales y funcionales al sistema urbano, suficientes para paralizar esa economía fundamentada en servicios, por varias semanas.

Como la amenaza sísmica estaba prevista y se causaron muerte y heridas a las gentes por construcciones y suelos que fallaron en forma generalizada a causa de problemas éticos, culturales, sociales, políticos, de pobreza e imprevisión, fallaron entonces el Estado, el consumidor, los gremios y la sociedad toda.

Esto invita a pensar en una reconstrucción que parta de lo territorial, soportada en subregiones, fortalecida en lo público, aplicada sobre problemas de fondo, afectando la cultura y el medio ecosistémico, de largo plazo y, sobre todo, una reconstrucción de y para los damnificados.

Cuando los más afectados son los pobres urbanos, es porque también habitan los lugares más vulnerables; y esto se explica por la separación de los costos y los beneficios resultantes de explotar el medio ambiente en una economía de mercado: allí los beneficios se privatizan y los costos se socializan para que los asuma el Estado o en su defecto la comunidad por el deterioro de su calidad de vida.

Lamentablemente la reconstrucción desarticula los escenarios de compatibilidad natural y mayor afinidad económica y cultural, porque las ONG que son pasajeras y privadas actúan en las cabeceras municipales, y la Federación de Cafeteros con su carácter sectorial en todo lo rural.

Así se desinstitucionaliza la entidad territorial departamental y municipal, con todos los entes y corporaciones de esos niveles.

¿Cómo podrán la Universidad del Quindío y la CRQ por fuera de los procesos cumplir con su deber respondiendo por los cambios estructurales, que son de largo plazo y que supone la reconstrucción?, ¿cómo podrá el departamento del Quindío gozar de la autonomía que le confiere el artículo298 de nuestra Constitución Política a fin de coordinar y complementar la acción municipal, ¿podrá el municipio cumplir como entidad fundamental territorial cuando se han privatizado los recursos financieros y administrativos de una reconstrucción, valorados en el esfuerzo de más de una generación?

Solo queda esperar que el buen juicio de los excelentes funcionarios de la reconstrucción y la sabiduría popular, inspirados los primeros en su obligación patriótica y humanitaria, y los segundos en los procesos de pedagogía popular de las organizaciones de base y del orden público, suplan las dificultades del proceso de reconstrucción del Eje Cafetero, nacidas principalmente de las circunstancias del desastre.

 

Texto por Gonzalo Duque Escobar
Pijao, Junio 23 de 1999

Un Quindío sin quindianos, legado del sismo

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Familias que llegaron de otras ciudades para ubicarse en ‘cambuches’ lograron acceder a vivienda propia. Foto extraída de La Crónica

Una de las más significativas transformaciones que tuvo el departamento está enmarcada en la llegada de inmigrantes, personas de regiones como el Valle del Cauca, Chocó y Antioquia, que recibieron más ayudas que los mismos locales, y cambiaron la pirámide poblacional.


Texto de La Crónica del Quindío
Autor: Lily Dayana Restrepo

 

Situaciones que no cambian y otras que dan una cara diferente al departamento, algunos hechos originados luego del terremoto de 1999.

 

Familias que llegaron de otras ciudades para ubicarse en ‘cambuches’ lograron acceder a vivienda propia. Foto extraída de La Crónica

 

Comenzaré diciendo que el terremoto del 25 de enero de 1999 es una fecha que no debería ser conmemorada, un hecho tan triste no debería recordarse cada año de esta manera

Así inició el análisis Jaime Lopera Gutiérrez, presidente de la Academia de Historia del Quindío, AHQ, en entrevista con La Crónica sobre las circunstancias y las incidencias que rodean este suceso que marcó a la región hace ya 20 años.

Quindío sin quindianos

Una de las más significativas transformaciones que tuvo el departamento está enmarcada en la llegada de inmigrantes, personas de regiones como el Valle del Cauca, Chocó y Antioquia, que recibieron más ayudas que los mismos locales, y cambiaron la pirámide poblacional.

“La sociedad como tal no tiene una identidad definida, pero es claro que no somos ni caucanos, ni antioqueños, ni boyacenses, que somos un híbrido de procesos y eso ha enriquecido la cultura”, sostuvo Jorge Delgado, miembro de la AHQ, respecto al tema de inmigrantes luego del sismo.

El presidente de la academia anotó: “El cambio en la composición de la población quindiana, con nuevos habitantes de otros departamentos, multiplicó los índices de desigualdad y de pobreza que hoy nos tiene en aprietos”.

Sobre el tema, Lopera destacó que mientras unos llegaron, los locales se fueron en busca de “mejores pastos” y añadió que “la falta de identidad quedó al desnudo y los vicios como el clientelismo no fueron abolidos”.

Cambios significativos

Entre otras variaciones que sufrió el Quindío con la tragedia, Lopera destacó algunas tanto negativas como positivas. “Nos cubrió la solidaridad nacional e internacional, fue muy útil la creación del Forec y el impuesto del 4 por mil, la sensación de fragilidad que todavía nos dispensa la falla Romeral, y el descubrimiento del turismo a partir del Parque del Café, entre otras”.

Aseveró: “La construcción empezó a verse como un factor dinámico de desarrollo, muchas conquistas sociales se percibieron como políticas públicas, los cafeteros hicieron una labor destacada en el campo, el mundo puso sus ojos en una región que escasamente aparecía en el mapa, y se pudo evidenciar, con muy pequeños deslices, que los organismos públicos pueden ser eficientes y honrados cuando la probidad de los locales así lo demuestra”.

Otros de los aspectos que según Lopera se cultivaron, crecieron y se quedaron con la tragedia fueron “los empleos sumisos y el confort de las remesas”.

Respecto a la arquitectura, las nuevas edificaciones han suscitado un debate entre el entorno y el desarrollo y mientras esto evoluciona el Quindío se convierte en un sitio de reposo para pensionados y para sanarSuenan fuertemente temas como el turismo, la megaminería y la declaratoria del Paisaje Cultural Cafetero, PCC, “que deja un arma para defender la ciudad de muchos agentes que están pendientes de que se siga buscando el dorado —minas y guacas—”, declaró Delgado.

Usos y abusos

Los dos historiadores coincidieron en que que algo permanece intacto —antes, durante y después del sismo—, los usos y abusos de la politiquería. De acuerdo con los académicos, dicha estructura ha seguido intacta y el papel de la sociedad civil no ha sido evidente, permitiendo la existencia de una clase política investigada y/o en las cárceles.

Delgado dijo que hay mucha investigación sobre el destino de los recursos y cómo estos tomaron caminos diferentes, cómo grandes empresarios cambiaron su organización económica, se habló de un tejido social, de rescatar la memoria, “pero después de este tiempo y lo que ha quedado en archivo, se ha encontrado que el tejido social y esas historias regionales nunca fueron evacuadas y todo fue un festín de proyectos a medias”.

Vibraciones estáticas

Jorge Delgado señaló que la zona tiene unos antecedentes telúricos reincidentes, sin embargo, el presentado en esta ocasión “demostró que la política, los ingenieros y arquitectos han estado muy ligados con la evolución de la ciudad y el hecho de que se hayan presentado tantos fraudes y denuncias de edificios que tenían bases falsas, demostró los problemas estructurales evidentes en la región”.

El historiador puntualizó en que el terremoto ayudó a cambiar el rostro, pero reveló que Armenia estaba construida sobre cañadas y allí había un submundo de microtráfico, que se apreció cuando llegaban los auxilios y las personas salían de estos lugares. “El terremoto pudo haber contribuido a que las cosas no sean peores”, subrayó.

 

Texto de La Crónica del Quindío
Autor: Lily Dayana Restrepo

Día Internacional de la Educación

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Esta niña, como el resto de estudiantes, asiste a clase a una escuela de Gao, Mali. El derecho a la educación es un derecho fundamental de la infancia. Foto ONU/Marco Dormino

La educación ofrece a los niños y las niñas una oportunidad de salir de la pobreza y un camino para alcanzar un futuro prometedor. Sin embargo, alrededor de 264 millones de niños y adolescentes de todo el mundo no pueden acceder a una escuela o completar su educación.


LA ONU PROCLAMÓ EL 24 DE ENERO COMO DÍA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN

Texto por: Virtual Educa

 

El 3 de diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por consenso una resolución que proclama el 24 de enero “Día Internacional de la Educación”, a fin de celebrar el papel desempeñado por la educación en favor de la paz y del desarrollo.

Mientras la comunidad internacional del sector educativo se reunía en Bruselas en el marco de la Reunión Mundial sobre la Educación, la Asamblea General de las Naciones Unidas envió un mensaje contundente que reconoce el papel clave desempeñado por la educación en favor de la paz y el desarrollo.

La aprobación de la resolución 73/25 titulada “Día Internacional de la Educación”, corredactada por Nigeria y otros 58 Estados miembros, demostró la voluntad política inquebrantable de apoyar las acciones transformadoras en favor de una educación inclusiva, equitable y de calidad para todos.

Al consagrar un día en particular a la educación en el mundo, la comunidad internacional ha reafirmado que la educación desempeña un papel clave en la construcción de sociedades sostenibles y resilientes, y que contribuye a la consecución de los demás Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Con el objetivo de reforzar la cooperación internacional en apoyo a los esfuerzos desplegados en aras de la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, la resolución ha hecho un llamamiento de todas las partes interesadas, fundamentalmente los Estados miembros, los organismos de las Naciones Unidas, así como la sociedad civil, las organizaciones no gubernamentales, las instituciones académicas, el sector privado, las personas a título individual y los demás sectores vinculados con estas cuestiones, para que celebren el Día Internacional de la Educación.

 


 

DÍA INTERNACIONAL DE LA EDUCACIÓN, 24 DE ENERO

Texto y fotografía por la Organización de las Naciones Unidas

 

La educación es un derecho humano

El derecho a la educación está consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La declaración exige la educación primaria gratuita y obligatoria.

La Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada en 1989, va más allá al estipular que los países deberán hacer que la educación superior sea accesible para todos.

 

La educación es clave para el desarrollo sostenible

Cuando se adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la comunidad internacional reconoció que la educación es esencial para el éxito de sus 17 objetivos. El Objetivo número 4 de Desarrollo Sostenible tiene, concretamente, como objetivo “garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos” para el año 2030.

 

Los desafíos para lograr la educación universal

La educación ofrece a los niños y las niñas una oportunidad de salir de la pobreza y un camino para alcanzar un futuro prometedor. Sin embargo, alrededor de 264 millones de niños y adolescentes de todo el mundo no pueden acceder a una escuela o completar su educación. Más de una quinta parte de estos están en edad de asistir a la escuela primaria.

 

Esta niña, como el resto de estudiantes, asiste a clase a una escuela de Gao, Mali. El derecho a la educación es un derecho fundamental de la infancia. Foto ONU/Marco Dormino

 

La pobreza, la discriminación, los conflictos armados, las emergencias y los efectos del cambio climático son factores que amenazan su acceso a la educación. La migración y los desplazamientos forzosos afecta negativamente también al acceso a la educación, como muestra el Informe de seguimiento de la Educación en el mundo.

Clic aquí para ver el documento

 

Celebrar el primer Día Internacional de la Educación

Al proclamar este Día, los Estados Miembros reconocen la importancia de adoptar medidas que garanticen una educación inclusiva y equitativa de calidad, en todos los niveles, para que todas las personas puedan acceder a un aprendizaje durante su vida escolar.

De esta manera, con los conocimientos y las aptitudes que adquieran, estarán preparados para aprovechar las oportunidades que se les presenten y podrán participar plenamente en la sociedad y contribuir así al desarrollo sostenible.

 

Texto y fotografía por la Organización de las Naciones Unidas


 

PEREIRA Y LA EDUCACIÓN

Infografía de Pereira Cómo Vamos

Presentamos la siguiente infografía, extraída del informe de Calidad de Vida 2018 del Programa Pereira Cómo Vamos, sobre el estado actual de la calidad de la educación en Pereira:

 

 


 

Diez metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4: Educación de Calidad

 

Ya está aquí “El Blues de la Parranda”

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“Escuchar El Blues de la Parranda supone una experiencia en la que el intercambio de saberes entre géneros resulta tan natural, que no hay necesidad de buscarle un por qué a tantas coincidencias. Está llamado a ser un disco pionero por cualquiera de sus dos caras, sea cual sea el río que el oyente acostumbre nadar”. Jaime Andrés Monsalve


 

Compartimos con ustedes, nuestros lectores y visitantes, este especial de El Blues de la Parranda, un hallazgo musical a partir de los encuentros gozosos entre Carlos Elliot Jr., Rubiel Pinillo y Los parranderos de La Florida.

Disfruten con las crónicas, historias, fotografías y testimonios sobre el resultado del cruce de afluentes de los ríos Mississippi y Otún. Bienvenidos

 


Chuma – El Blues de La Parranda


El baile de Ratón – El Blues de la Parranda


Los secretos de Misael – El Blues de la Parranda

Ya está aquí El Blues de la Parranda: un cruce de afluentes

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Escuchar El Blues de la Parranda supone una experiencia en la que el intercambio de saberes entre géneros resulta tan natural, que no hay necesidad de buscarle un por qué a tantas coincidencias. Está llamado a ser un disco pionero por cualquiera de sus dos caras, sea cual sea el río que el oyente acostumbre nadar.


 

Con agrado presentamos a nuestros lectores y visitantes una galería fotográfica sobre reciente libro-CD de El Blues de la Parranda de Rubiel Pinillo y Carlos Elliot Jr. con los parranderos de La Florida.

Un hermoso libro, lleno de color, historias y entrevistas, que narra en sus páginas las anécdotas, inicios y logros de sus personajes: Rubiel Pinillo y Carlos Elliot Jr.

Un cruce de afluentes, como así lo llama Jaime Andrés Monsalve, de los ríos Mississippi y Otún, dan como resultado esta música parrandera, esta música tan nuestra, que no podremos para de disfrutar al escucharla. Bienvenidos

 

Escuchar el Blues de la Parranda supone una experiencia en la que el intercambio de saberes entre géneros resulta tan natural, que no hay necesidad de buscarle un por qué a tantas coincidencias. Las riquezas sonoras de ambas vertientes ofrecen en este trabajo una infinidad de variantes. Está llamado a ser un disco pionero por cualquiera de sus dos caras, sea cual sea el río que el oyente acostumbre nadar. Bienvenido sea usted a un sabroso e imaginario cruce de afluentes. Jaime Andrés Monsalve – libro El Blues de la Parranda

 

Información bibliográfica del libro

El Blues de la Parranda

Primera edición: Fundación Músicas en Albor

Año: 2018

Edición y dirección editorial: Alejandro Patiño Sánchez

Textos: Felipe Pérez, Gustavo Acosta, Gustavo Colorado, Jaime Andrés Monsalve, Alejandro Patiño, Rubiel Pinillo, Carlos Elliot Jr., Bobby Gentilo

Diseño, ilustraciones, arte y diagramación: María Isabel Isaza

Fotografías: Jess Ar

 

 

Galería del libro-Cd El Blues de la Parranda

 

 

Con las manos en la masa

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Con el horno a punto, ch’allamos (brindamos ritualmente) alrededor con cerveza, como se suele hacer con las cosas nuevas, para que esta y las siguientes horneadas sean exitosas. Pocos placeres hay en esta vida como el aroma que va escapando del trigo transformándose en pan al pasar por un horno de leña


 

El último domingo, después de más de un año volvimos a realizar pan en casa, perdonen pero eso de ‘realizar’ se ha puesto tan de moda que resulta pan de cada día.

No hace mucho, recorriendo una calle me topé con un cartelito que decía “realizo techos en policarbonato y calaminas”. En el periódico no es raro hallar anuncios que digan “se realizan tepeados, jardines y paisajismo” así como “realizamos todo tipo de eventos: bodas, bautizos, cumpleaños, etc”.

Todo es cuestión de realización, ya ven. Estaba pensando que debería decirle a mi chica que realicemos el amor,  a ver qué cara me pone.

 

Horno casero. Foto por José Crespo Arteaga

 

Pero mejor volvamos a nuestros asuntos que ya estábamos extrañando ese pan casero elaborado con nuestras propias manos, valga la aclaración. Era momento de estrenar el nuevo horno construido en una esquina del patio.

Los planes estaban dados para la inauguración, en año nuevo a toda fanfarria, pero por los ajetreos que implican esas fechas no hubo espacio para tales menesteres. Con los festejos ya apaciguados y un ambiente relajado, pusimos manos a la labor.

Era tiempo de ir en busca de la batea de madera que languidecía en el depósito. ¿Qué puede ser más auténtico que una batea tallada desde el seno mismo de un tronco, a golpe de azuela, fea por sus desiguales proporciones pero maciza y dura como ninguna?

 

Masa madurando. Foto por José Crespo Arteaga

 

El marido de mi prima, maestro arquitecto del horno y panadero oficial, todo en uno el hombre, preparó la mezcla de levadura y agua tibia, esperando que la alquimia de la naturaleza entre en acción. Posteriormente, con harina negra traída de las colinas trigueras de Ayopaya y manteca vegetal derretida, sus manos firmes como de artesano se hundieron en la masa con determinación.

Era ver y creer lo que significa eso de amasar, aporreando, estirando, de lado a lado, dándole vueltas a la masa cual si fina arcilla destinada a ser moldeada. Para luego despedazarla en bolas a ojo de buen cubero, como hacen todos los que saben del oficio. Que maduren los futuros panes un buen rato.

 

Panes a punto. Foto por José Crespo Arteaga

 

Entretanto fui a pegarle una buena siesta como manda la tradición. Llegué retrasado a la siguiente etapa, los panes crudos ya se habían hinchado lo suficiente como para proceder a aplanarlos.

Mis dedos torpes no se habituaban a la tarea, me había vuelto lento como una tortuga por falta de práctica. Ni siquiera los círculos me salían uniformes, y a veces los apretaba tanto que resultaban demasiado planos. Pero batallaba por recobrar mis antiguas habilidades de ayudante.

No fue posible del todo y tuve que dar una mano de manteca y pinchar con un tenedor para que los panes no se hincharan dentro del horno. Menos mal que me queda el puesto de probador o degustador, me dije con resignación.

Con el horno a punto, ch’allamos (brindamos ritualmente) alrededor con cerveza, como se suele hacer con las cosas nuevas, para que esta y las siguientes horneadas sean exitosas. Pocos placeres hay en esta vida como el aroma que va escapando del trigo transformándose en pan al pasar por un horno de leña. Como seguramente sentían, muchos siglos atrás, los antepasados.

 

Pan casero – tablitas. Foto por José Crespo Arteaga

Crónica en marcha: la marcha por la paz a la que toca ir con cascos y con precaución

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Imagen extraída de Flickr, autor Medea_material

Los hechos son claros, y no siempre hay que verlos desde la perspectiva de las causas, sino que a veces se dejan leer al revés, desde las consecuencias, como en este caso: la consecuencia más evidente es el reencauche de un discurso político que es, vive y se prolonga a partir del miedo.


 

El sol cae sobre los bellos cuerpos latinos de los asistentes en todo el país tropical, famoso por sus productos avícolas y campesinos.

Cerdos, gallinas y banano da este país, entre otras variedades de productos que suenan bien para comer con actos de fe antes de la primera cucharada.

Es un país curioso: prolijo en unas cosas y “muy unido” en otras. Utiliza 40 millones de hectáreas para 21 millones de cabezas de ganado, pero le dice con vehemencia NO a la restitución de tierras de unos campesinos que sólo reclaman lo que la guerra les quitó.

Entonces salen airosos los dueños de tierras (la mayoría de los que vociferan muy duro) que condenan como el peor de los crímenes el acto de pedir lo que era de ellos con el argumento, ya clásico, de que están impidiendo el desarrollo de la producción de trabajo y que esas leyes son la puerta de entrada del comunismo internacional, barbudo y marxiano.

 

Foto por Felipe Ospina

 

El país, que tiene bellos paisajes multicolores, que van desde inmensas extensiones de bosque, hasta otras inmensas dimensiones de desiertos, áridos y artificiales, producto de la minería, es tan variopinto como toda su población.

En él encuentra uno de todo, desde uribistas de todos los colores, hasta uribistas de todos los sabores. Porque en este país ser uribista no es un adjetivo, es un sustantivo que define el promedio nacional en sus muy distintos matices, ajustes y salpicaduras.

Creo que es algo fácilmente comprobable si tiene uno el tiempo de dedicarse a conjeturarlo a partir de pequeños actos cotidianos que van mostrando ese curioso perfil, pero pocas veces el país ha tenido una forma de demostrarlo de manera tan certera como en la pasada marcha del 20 de enero.

Aquí pasaron varias cosas que es importante señalar: por primera vez en casi 150 días de un quizás gobierno, el presidente se ha vuelto protagonista de algo, y parece importante, porque se han perdido sus rasgos infantiles, y menos gente se burla cuando lo ve por televisión.

 

Presidente de Colombia Iván Duque. Imagen extraída de Wikipedia.

 

Ya parece un hombre serio. También es significativo el uso político del miedo para la creación de la nación, y ha funcionado, pero también ha dejado al descubierto lo que Colombia es en sus tuétanos más profundos: un país que sigue pidiendo un papá que arregla todo a punta de golpes.

Un país de menores de edad que sienten miedo cuando les muestran los peligros de la libertad.

Los hechos son claros, y no siempre hay que verlos desde la perspectiva de las causas, sino que a veces se dejan leer al revés, desde las consecuencias, como en este caso: la consecuencia más evidente es el reencauche de un discurso político que es, vive y se prolonga a partir del miedo.

Y se aprovecha la coyuntura para un gobierno nacional que se rasga las vestiduras y ensalza las proclamas de unidad nacional.

El mensaje ha calado, pero lo interesante del asunto es ver los que acogen el llamado, pese al evidente sesgo político detrás de la amable convocatoria.

Los primeros en acoger el llamado son los uribistas de pura cepa. De esos que van a las marchas con una camiseta de la Selección Colombia, sombrero y poncho incluido.

 

Imagen extraída de Flickr, autor Medea_material

 

Luego los uribistas más tranquilos, aquellos que describe en una muy buena columna mi amigo Jairo Vera con una animada distinción entre uribistas, uribestias y uriburros.

Estos personajes, machos cabríos, hombres duros que se desgarran el corazón por la fuerza pública porque los necesitan para la guerra de Uribe, que prefieren, y no la paz de Santos, que detestan.

Pero luego, y posiblemente más interesante, se encuentran los del bando blando, light, que han acogido la convocatoria y han asistido sin mucha reflexión sobre el trasfondo de su presencia en un acto de semejante intensidad: lo que se demuestra es que el uribismo no es del colombiano promedio, sino que el colombiano promedio es bien uribista.

Resulta curioso en tal sentido ver a los militantes del Partido Verde en la marcha, esa especie de licuado social entre una izquierda que se llama progresista y una derecha que se avergüenza de decir su nombre.

Esa suerte de progresismo social que invoca el Partido Verde convocó, en esta marcha, una fuerza social que es mucho más compleja que su fuerza política, y es la del colombiano medio, que cede fácilmente, que es oportunista y que es débil intelectualmente.

 

Imagen extraída de Wikimedia. Autor Lucía Estévez

 

Los verdes, que dijeron sí al plebiscito, fácil y voluntariamente fueron llegando a las plazas de la convocatoria política, dando unos buenos argumentos humanitarios que no tenían nada que ver con el hecho político del que se hicieron subsidiarios y partícipes.

Pero lo que queda demostrado allí, es la profunda marca uribista que el colombiano promedio tiene en su corazón.

Son uribistas vergonzantes, que aún llevan en su espíritu la marca del mayoral, del patrón que manda a callar o hablar, del jefe del que todo depende y al que le debemos el agradecimiento por hacerlo todo bien.

Demuestra una profunda desconfianza en nuestras instituciones, que lejos de ser una actitud demócrata, es una natural simpatía por el poder concentrado en un individuo.

Qué lejos estamos de aquellos alcaldes europeos que sufrieron atentados en los años 80 y 90 quienes, que ante el dramatismo de las situaciones, y ante la ineludible pregunta: ¿qué hacer? contestaban, afligidos, pero con orgullo: la mejor respuesta contra el terrorismo es más democracia.

No, en este país curioso, lleno de vegetales y gente extraña, sienten que tienen la autoridad para pedir más guerra, pero no sufrir sus consecuencias, para mandar a la gente a morir, pero morirse de la rabia cuando el horror toca a su puerta.

 

Imagen extraída de PxHere.

 

Qué curioso país de uribistas de todos los colores, calañas, tintes, y acentos (a excepción del pastuso, que parece, a veces afortunadamente, fuera de la órbita nacional).

Desde sus más encopetados feligreses a los más vergonzantes demócratas, que aprovechan de vez en cuando para salir del closet y dar un paseo por la ventana, cuando este tipo de cosas suceden.

 

Mi cercanía a la Bauhaus

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Continuidad (también llamado "Coloso de Frankfurt") es una escultura completada en 1986 por el escultor suizo Max Bill (1908-1994). La obra de arte de 80 toneladas, una de las esculturas de granito más pesadas del mundo, se encuentra en la ciudad alemana de Fráncfort del Meno, en las torres gemelas del rascacielos del Deutsche Bank. En 2007 y 2011, la escultura se trasladó a pocos metros de su ubicación original en el patio de los dos rascacielos; Su ubicación actual es una zona verde al lado de la sede de Deutsche Bank. Imagen extraída de Wikipedia, autor Frank Behnsen

El concepto de Diseño Básico buscó afianzar en el alumnado la concepción de lo matérico, de lo artesanal, un vínculo que el diseño industrial no podía abandonar, tal como abruptamente lo hizo la industria capitalista produciendo objetos sin belleza mientras que en la Bauhaus como recuerda Argán:

El producto standard elimina la mediación del objeto como cosa correspondiente a una utilidad práctica y determina el contacto directo del público con el valor o la “calidad” de la forma.


 

En 1959, estando ya en Madrid, tuve la oportunidad de hacer amistad con varios críticos y artistas que defendían entonces la actitud de los llamados movimientos de nuevas búsquedas visuales y del llamado Arte Concreto, así como del Diseño Industrial.

Era la presencia teórica de la HFG de Ulm versión de la Bauhaus en la postguerra y en la cual el magisterio de Max Bill y de Tomás Maldonado fue tan importante que su benéfica influencia llegó al Instituto Tecnológico de Milán y supuso un método de investigación frente al nuevo capitalismo surgido durante el llamado Milagro Alemán.

Y esto es importante al hacer un balance sobre lo que supuso la Bauhaus histórica como planteamiento del diseño industrial, de un nuevo urbanismo, de un nuevo teatro y desde luego de un nuevo concepto del arte dentro de una sociedad abocada a una definitiva crisis de valores y por otro a la presencia maligna del nazismo.

 

Edificio Bauhaus en Dessau, Alemania. Imagen extraída de Wikipedia, autor Mewes

 

Este era el propósito del “Equipo 57” en sus búsquedas formales en medio de la pesadez del franquismo.

Walter Benjamín describe certeramente el interior burgués: los pesados muebles y cortinajes, los profusos bibelots, las caricaturas del arte, paradójicamente tomados como exhibiciones de “buen gusto” por parte de los llamados nuevos ricos: es de gusto lo que tenga un mayor precio.

La irracionalidad extrema que supuso el nazismo se basaba en otra expresión de “buen gusto” llena de ampulosidad, de ese retoricismo con que Albert Speer quiso volver a las grandezas de la antigüedad clásica.

La Bauhaus supone la voluntad de la razón ante estos desafueros, ante este predominio fatal de lo atávico.

La razón, como se ha dicho de la obra de Mies Van Der Rohe que incluye la poesía, la nueva poesía que nace de esta respuesta a los desafíos de una industria que llenó de polución los cielos de las ciudades y alienó amargamente la creatividad del obrero.

De este modo se plantea el pasar de la estética de la finesse al espíritu de lo geométrico ya que la tarea consistirá en recuperar la belleza convertida en valor de ostentación social para concederle otra dimensión bajo la perspectiva de lo útil.

 

Bauhaus logo. Imagen extraída de Wikipedia, autor Oskar Schlemm

 

Lo que se llamó Baunkust o sea en arquitectura la estrecha relación entre diseñar y construir, entre esta teoría acerca de una realidad cambiante y una praxis donde se define la conciencia de un nuevo homo faber.

El concepto de Diseño Básico buscó afianzar en el alumnado la concepción de lo matérico, de lo artesanal, un vínculo que el diseño industrial no podía abandonar, tal como abruptamente lo hizo la industria capitalista produciendo objetos sin belleza mientras que en la Bauhaus como recuerda Argán:

El producto standard elimina la mediación del objeto como cosa correspondiente a una utilidad práctica y determina el contacto directo del público con el valor o la “calidad” de la forma.

Este diseñar de nuevo la realidad se inscribe en la conciencia de Joyce, de Pavese, de Eliot de volver a nombrar el mundo, de crear la nueva interioridad bajo una nueva poética.

Al ver hace dos años en Nueva York una retrospectiva de la obra de Moholy-Nagy pude constatar el alcance de esta nueva visión al enseñarme a ver la realidad bajo otras asociaciones de imágenes, bajo otra gramática de la imagen que ahora se habían convertido para mí en metáforas de la luz y la libertad.

El nazismo cerró por subversiva la Bauhaus y curiosamente en pleno auge de la Social Democracia, superada la postguerra, la nueva Bauhaus de Max Bill y de Tomás Maldonado fue cerrada por sus retos a la nueva industria de la fealdad en la cual también el precio de un objeto determina su supuesto “buen gusto”.

 

Continuidad (también llamado “Coloso de Frankfurt”) es una escultura completada en 1986 por el escultor suizo Max Bill (1908-1994). La obra de arte de 80 toneladas, una de las esculturas de granito más pesadas del mundo, se encuentra en la ciudad alemana de Fráncfort del Meno, en las torres gemelas del rascacielos del Deutsche Bank. En 2007 y 2011, la escultura se trasladó a pocos metros de su ubicación original en el patio de los dos rascacielos; Su ubicación actual es una zona verde al lado de la sede de Deutsche Bank. Imagen extraída de Wikipedia, autor Frank Behnsen

 

En Colombia han existido grandes artistas geométricos, pero nunca prosperó –lo digo por mi experiencia académica- la voluntad de lo geométrico puesta de manifiesto en el diseño integral y nos hemos contentado con ver crecer la fealdad alrededor nuestro como expresión de la irracionalidad política.

Gropius habló del espacio normativo como ese espacio que permite la creatividad del usuario para definir su hábitat y no su resignada aceptación de los objetos impuestos por el comercio a su espacio de vida.

Y esta invitación liberadora es la demostración de la vigencia del legado de la Bauhaus para siempre.

 

Blue Monday: el día más triste del año

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Las deudas, las falta de motivación, los propósitos fallidos y el clima son algunos de los factores que desencadenan el llamado "Blue Monday". Imagen extraída de Getty Images

El psicólogo Cliff Arnall determinó a partir de una fórmula matemática que el tercer lunes de enero es el más deprimente de todo el año. Su origen y una selección de canciones para disfrutar en este día.

 

El lunes triste (Blue Monday en inglés) es el nombre dado al tercer lunes de enero, presentado como el día más deprimente del año. El concepto fue publicado por primera vez en 2005 como parte de una campaña publicitaria de la agencia de viajes Sky Travel, que dijo haber calculado la fecha usando una ecuación. Tal idea está considerada como psudociencia, siendo su fórmula ridiculizada por los científicos como un sinsentido.

 

 

 

 

 

 

 

 

Aquí su origen y una selección de canciones del mejor Blues.

 

10 canciones del mejor Blues – Blue Monday

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Como parte del llamado “Blue Monday” preparamos esta selección de canciones del mejor Blues, género que ha sido una representación del lamento y la tristeza:

 

1. Robert Johnson- Crossroad


2. John Lee Hooker – Crawlin’ King Snake


3. B.B. King – The thrill is gone

 

4. Son House “Death Letter Blues”


5. Johnny Winter – Be Careful With A Fool


6. Leadbelly – Where Did you Sleep Last Night


7. Peter Green – Fool No More


8. J.B. Lenoir – Alabama Blues


9. Muddy Waters – You Can’t Lose What You Ain’t Never Had


10. Bukka White – Fixin To Die Blues