La Cebra que Habla recorrió la ciudad de Pereira y encontró estos siete pesebres que contienen la emoción y el espíritu navideño de este año. Lugares que reflejan paz interior y que convoca a la ciudadanía, que con espera paciente, se acercan para ver la réplica geográfica del lugar que hace más de dos mil años atrás, vio nacer al llamado por la fe cristiana “Niño Dios”. Presentamos esta galería preparada especialmente para los lectores de nuestro portal, y para todos los ciudadanos que se sienten identificados con esta tradición decembrina.
“Garras de Oro” es, pues, una película que se recomienda para ser vista con paciencia, sin prejuicios, con seriedad
Hay ocasiones en las que el cine y otras formas de expresión estéticas sirven para dar luces de aconteceres futuros. A esto se le puede llamar, tener sentido de visión. “Garras de Oro”, del director P.P. Jambina, es uno de esos inestimables registros fílmicos que, desde su preciso momento histórico, ayuda a entender al colombiano contemporáneo muchas de sus desazones presentes.
Pero “Garras de Oro” no solo logra oficiar como contestación política e ideológica, también es una pieza de arte, un preámbulo de gran valía para el cine colombiano, cosa que veremos adelante.
Enmarcada en los avatares de la separación de Panamá, hecho acometido por T. Roosevelt, “Garras de Oro” plantea una línea argumental que crece en tensión: asistimos a una historia sencilla sin que pueda revestir mayores miramientos, pero que evoluciona conforme Patterson, nuestro personaje principal, toma consciencia de las consecuencias de su accionar político y de su proceder bohemio.
Imagen extraída de: uiltworlds
De suerte que Patterson se embarca en su cruzada personal, la historia nos irá develando algunos giros con tintes de thriller policial. Y de paso observaremos algunas impresiones que se tenían para entonces, frente a la injerencia norteamericana en asuntos de la soberanía colombiana, al igual que la ineficaz o solapada respuesta de los nuestros ante sus pretensiones.
En esa línea, los artífices de la película, temiendo represalias del norte o de su propia casa, optaron por utilizar seudónimos, y se la jugaron por un lenguaje de denuncia y algunas situaciones donde caricaturizaban algunos símbolos: la Justicia es “nivelada” por el oro del Tío Sam; unas garras se ciernen sobre el istmo panameño, etc.
También se evidencia un punzante lenguaje en los incisos: el tono casi incendiario echa mano de disfemismos para señalar al país del norte, “Yanquilandia” es el topónimo que ostenta USA; los detectives son formas para nominalizar a los actores en escena de este velado juego de “espías” de ruana; Roosevelt se ha ganado el apelativo de “Emperador Republicano”. Y así la lista continúa.
Imagen extraída de: Retinalatina
El film hace clara su exigencia de justicia. Pone de manifiesto el imperio del Hecho sobre el Derecho; hace un llamado al respeto por la soberanía de los pueblos.
Como pieza de inestimable valor para los registros fílmicos del siglo XX y para los amantes del cine silente, “Garras de Oro” se erige como una obra que no se puede mirar desoslayo. Desde la producción y la puesta en escena, la película, pese a que está incompleta y puede ser difusa por momentos, tiene momentos de gran calidad, las actuaciones son por demás correctas, sin que los escenarios desmerezcan un buen elogio.
Todo ello es destacable, en consideración con el tiempo de realización, los recursos de la época, la pobre difusión comercial y la hostil atmósfera del momento.
“Garras de Oro” es, pues, una película que se recomienda para ser vista con paciencia, sin prejuicios, con seriedad, y acudiendo con el catalejo que dicta el contexto de una época, una vicisitud política y las posibilidades técnicas y económicas de sus realizadores.
“Roma” tiene una capacidad brutal de conectarse con el espectador, logrando asomarse emocionalmente a los momentos de nuestra vida, aunque no seamos mexicanos.
Ficha técnica
País, año, duración
Mexico, 2018, 135 min
Director
Alfonso Cuarón
Guion
Alfonso Cuarón
Fotografía
Alfonso Cuarón, Galo Olivares
Reparto
Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, Marco Graf, Diego Cortina Autrey, Carlos Peralta, Daniela Demesa, Nancy Garcia García, Verónica García, Jorge Antonio Guerrero
A partir del 14 de diciembre está disponible la película “Roma” en Netflix. Al parecer tendremos que empezar a acostumbrarnos a ver los estrenos en las plataformas de streaming. La cinta no pudo competir en Cannes, pues el requisito es que se hubiese estrenado en salas, para no quedarse por fuera de los Óscar y el resto de la temporada de premios, algunas salas en el mundo la mostrarán durante tres semanas, a sabiendas de que está en simultánea en Netflix.
En Colombia las grandes compañías de cine no corrieron el riesgo, ni Cine Colombia, ni Cinemark quisieron programarla. En Bogotá por ejemplo, está en la cartelera de pequeñas salas alternativas como Cinemanía o Cinema Paraíso, mientras que en Pereira tendremos que esperar hasta el 8 de enero que la traen a Cine con Alma (se fueron de vacaciones desde noviembre y nos dejaron huérfanos de buen cine).
Alfonso Cuarón tardó 5 años en regresar desde “Gravity”, pero valió la pena, pues esta historia autobiográfica es honesta, abierta y demuestra su madurez como realizador, al recrear su propia intimidad en la belleza de las cosas sencillas, encontrando poesía en lo más cotidiano.
Imagen extraída de: Nomada
El cineasta dijo que para filmarla tuvo que esperar el momento en el que estuviera listo emocionalmente, cuando vemos la película entendemos perfectamente a qué se refiere, pues se toma su tiempo para llevarnos de la mano por los momentos más significativos en la vida de una familia de clase media alta de la colonia Roma en la Ciudad de México, lugar donde el director vivió su infancia.
Sin embargo, la verdadera protagonista es Cleo, la nana mixteca que lleva a la familia en sus hombros, incluso en los momentos de mayor crisis personal. A mediados de este año Cuarón escribió en Instagram:
“El tiempo y el espacio nos limitan, pero también definen quiénes somos, creando vínculos inexplicables con aquellos que fluyen con nosotros por los mismos lugares y al mismo tiempo.”
Imagen extraída de: Ctitudfem
Cuarón le dedicó la cinta a su propia nana, Libo, en quien se inspira el personaje de Cleo. Si bien la actriz natural, Yalitza Aparicio se robó el show como protagonista, la experimentada actriz Marina de Tavira, quién le da vida a Sofía, matriarca de la familia, lo hace maravillosamente.
Esta es una obra contemplativa, que nos acerca a la cotidianidad de una manera paciente, parsimoniosa y placentera. La cámara observa, en planos secuencia, esa realidad que se convierte en poesía con cada fotograma a blanco y negro, preparándonos para lo que ocurrirá después. Los últimos 45 minutos son deslumbrantes, ahí “Roma” logra un giro dramático entrañable, “no soy la misma persona que era antes de dirigir esta película”, confiesa el cineasta.
Ninguno de los miembros de esa familia, incluida Cleo, volverá a ser igual después de ese viaje a Tuxpan, después de esa última escena en la playa tampoco nosotros volveremos a ser los mismos.
Imagen extraída de: Proceso
La película se enmarca en el contexto socio-político del México de los años 70, cuando el país acababa de organizar unos juegos olímpicos y un mundial de fútbol. En ese momento se vivía una tensión representada en las demandas de los estudiantes, que después de una matanza que los silenció momentáneamente en 1968, reciben una estocada final en la llamada “Masacre de Corpus Christi”, el 10 de junio de 1971, en la que un grupo de paramilitares, apoyado por el gobierno nacional, conocido como ‘los halcones’ irrumpió con excesiva violencia en una manifestación de apoyo a los estudiantes de Monterrey.
Este poderoso telón de fondo nos trae una de las escenas más impactantes de la película, en la que Cleo tendrá que enfrentar una crisis personal y la crisis nacional al mismo tiempo, en una intensa y desgarradora secuencia de 20 minutos, en los que Cuarón no se guarda nada y no le da un respiro al espectador. A mediados de año, el realizador presentaba el teaser de expectativa con el siguiente texto:
“Hay períodos en la historia que asustan a las sociedades y momentos en la vida que nos transforman como individuos”.
Una referencia que nos muestra como él mismo vivió estos acontecimientos.
Imagen extraída de: Cdnoticias.
“Roma” tiene una capacidad brutal de conectarse con el espectador, logrando asomarse emocionalmente a los momentos de nuestra vida, aunque no seamos mexicanos. La relación con las criadas de la casa, por ejemplo, estas mujeres de pueblos distantes que llegan a la Ciudad de México a trabajar por seis días a la semana, en jornadas de no menos de doce horas, en las que además tienen que aparentar ser de esas familias sin serlo, no es una realidad muy lejana de la nuestra en Colombia.
Pienso en las mujeres que me cuidaron de pequeña, Alicia, Casilda…no logro recordar sus apellidos ni se qué hacían cuando no estaban trabajando en mi casa, pero sé que las quería mucho y estoy segura de que ellas también a mi.
En “El laberinto de la soledad”, Octavio Paz define el ninguneo como una operación que consiste en hacer de Alguien, Ninguno y lo describe en una escena en donde escucha un ruido y pregunta“¿Quién anda por ahí?” y la trabajadora de la casa recién llegada de su pueblo contesta: “No es nadie, señor, soy yo”. Con “Roma”, Alfonso Cuarón hace un esfuerzo por reivindicarse con esa persona que posiblemente ninguneó en su infancia y considero que lo logra, las escenas donde la protagonista comparte con la familia se sienten autenticas y honestas.
Imagen extraída de: Planoinformativo
“Roma” ha dado de que hablar desde el principio y seguramente seguirá en este mismo camino. Después de obtener 3 nominaciones a los Globos de Oro, supongo que también la veremos arrasando en los premios Óscar.
Estoy segura de que encontraré nuevos y sorprendentes elementos cuando vuelva a ver la película. La he visto dos veces y en la primera no me había percatado de los niños disfrazados de lo mismo en escenarios y situaciones diferentes, pero en el mismo país; lo que desvela el tema principal de esta película, ser parte de algo sin pertenecer en realidad. Por ahora esperaré a que sea estrenada en cine, porque si la experiencia de ver esto en mi televisor fue tan arrolladora, no me imagino como será verla en pantalla gigante.
Insuperable reto consiste el devorarse todas esas montañas cremosas que, sin embargo, hacen de las delicias para gente golosa.
Que a los bolivianos nos encante el helado (bueno, ¿a quién no?, pero aquí prácticamente nos derretimos todo el tiempo), es por culpa del himno nacional, ya que desde que somos pequeños nos jabonan cada lunes en el patio de la escuela con los dichosos versos de:
“bolivianos, helado propicio/ coronó nuestros votos y anhelos…”
Pero, ¿cómo quieren que no nos pasemos anhelando el resto de la jornada uno de estos manjares congelados? Prueben ustedes a cantar finamente y sin trabarse “bolivianos, el hado propicio” y, automáticamente, sentirán en la garganta un escozor que se traducirá en un antojo por los helados, inevitablemente.
Hay que degustar un helado artesano, aunque sea por solidaridad. Foto por: José Crespo Arteaga
Así que no resulta extraño que todo el país esté plagado de vendedores ambulantes que recorren calles, plazas y paseos con sus carritos ofreciendo helados de todos los sabores y colores posibles, desde helados de yogur hasta paletas con sabor a cerveza, pasando por los cremosos de vainilla y chocolate, además de aquellos saborizados con frutas exóticas como chirimoya, tumbo, maracuyá, copoazú, etc.
Las librerías y otros negocios cercanos a instituciones educativas le sacan jugo al asunto, colocando en la puerta mostradores o heladeras propiamente dichas, para que la muchachada sea tentada y meta mano a los helados.
Naturalmente, existen heladerías convencionales y de los más elegantes que, aunque llueva, nieve o truene ofrecen siempre lo mismo: vienesas, Melbas y otras recetas internacionales en sofisticadas copas y otras presentaciones que de sólo verlas ya me provocan el hastío. Insuperable reto consiste el devorarse todas esas montañas cremosas que, sin embargo, hacen de las delicias para gente golosa. Yo jamás frecuento tales sitios, ni por todo el oro del mundo o la perspectiva de una bella compañía.
Helado y empanada, una combinación feliz. Foto: José Crespo Arteaga.
El verano se ha anticipado a golpes de puro calor. Entre sofocones y ruegos al santo de las lluvias, los cochabambinos andamos muertos de sed todo el tiempo. Momento propicio para que los helados tradicionales, los artesanales de toda la vida, hagan su aparición en ferias, puestos de mercado, snacks y otros negocios improvisados. Donde se divisen dos cubetas de madera, seguro que hay la posibilidad de un descanso refrescante.
Los caminantes detenemos la marcha por un instante y nos acercamos atraídos por las ollas de acero que son agitadas en círculos : ¿de leche o canela, señor? Que mejor sea mixto, caserita, respondemos para que el deleite sea completo. Nunca el hielo había sido tan sabroso, aromático y rojamente provocador a toques de canela. Nunca la leche sabe tan fresca y evocadora como amaneceres de rocío.
La costumbre dicta que el helado de canela se sirva acompañado de una empanada de queso al horno. La sazón del queso fundido combina perfectamente con la fría suavidad del helado que se posa en la lengua. Ambos manjares parecen derretirse en la boca en perfecta comunión. Lo salado y azucarado pugnan en frágil equilibrio.
Con el helado de leche, la sensación es distinta pero no menos avasalladora: fríos deslices en el paladar, con cálidos recuerdos orientales que asoman en pizcas de clavo de olor, vainilla y coco. ¡Ay, ojalá el placer no se derritiera tan rápido!
En un día caluroso, dos cubetas pueden ser la salvación. Foto por: José Crespo Arteaga.
¿Dónde está el país por el cuál supuestamente discutimos?
Texto a ser publicado en el periódico El Mundo de Medellín.
Lo más sorprendente de habitar en la idea de la democracia es ser, casi que, inevitablemente, objeto de las más inesperadas reacciones por parte de aquellas personas a quiénes creíamos identificadas con la práctica de habitar en la democracia, es decir, en el respeto a las ideas ajenas, a los contrarios a nuestras opiniones, olvidando que cuando una sociedad se precipita en el abismo de la mediocridad moral es porque en sus diferentes grupos sociales se ha enquistado el terrible mal del resentimiento social.
Y este enfermizo estado de alma suele dar paso a esa grave patología que es el odio hacia los mejores, hacia aquellos que se destacan por encima de la medianía, tal como lo señaló una y otra vez Luis Cernuda.
El cainismo se expande entonces sin que ninguna fuerza pueda detenerlo como respuesta del inferior a la inteligencia.
Imagen extraída de: Freepik
Nivelar por lo bajo es la consigna que se apoya en la defensa de la ignorancia y en señalar como peligroso a quien piensa con independencia bajo criterios propios.
El marasmo de las llamadas clases cultas se pone de presente en estas encrucijadas, cuando no optan por el llamado necesario a la discusión, al debate sino condenando de antemano cualquier intención de reflexión racional.
Al fin y al cabo lo más fácil consiste en – cómo no dejo de repetirlo- en condenar al otro sin juicio previo. Fíjense en esta curiosa frase de Gramsci:
”La indiferencia es abulia, parasitismo, cobardía. Por eso odio los indiferentes”.
Imagen extraída de: Izquierda Diario
Gramsci es citado una y otra vez por nuestra parodia de intelectuales “orgánicos”, sin que ninguno de ellos se haya tomado la tarea de adentrarse en la complejidad del pensamiento de quien llegó a decir que la verdad es revolucionaria pero para que esto suceda es necesario el análisis, la investigación en las fuentes, la voluntad de pasar del resentimiento a la capacidad intelectual de enfrentarse a la complejidad de los conflictos que vive una sociedad, que padece un individuo determinado.
Cuando en los boletines de la Universidad leo escandalizado los tuits de muchos profesores difamando a quienes no se han plegado a sus consignas, señalando compulsivamentedesde posiciones maniqueas de “uribista”, “paramilitar”, “fascista” a todo lo que se mueva alrededor, descubro entonces la raíz de este desaforado cainismo: la incapacidad de contar con los criterios personales que sólo conceden el rigor del estudio y de la investigación, la nivelación por lo alto, la ejemplaridad; virtudes indispensables para conceder argumentos de peso al debate de ideas, de proyectos sobre la realidad nacional, pues han olvidado que precisamente la abulia y la incapacidad de razonar , que devienen siempre en la “sobradez” del dogmático de cafetería universitaria, conducen siempre a precipitarse a lo que tanto temen: el fascismo.
Y la ejemplaridad –esa actitud ética de respaldar las posiciones políticas con la propia vida personal- sólo se da con la presencia de textos teóricos, de investigaciones in situ, que el obstáculo de la pereza, tal como lo descubrimos hoy, les ha impedido mostrar en estos momentos cruciales del llamado Postconflicto.
Foto extraída de: Caracol Radio
¿Dónde está el país por el cuál supuestamente discutimos? “Ni mi verdad ni tu verdad : la verdad” para volver a Machado.
Me abraza cada color; cada movimiento; cada figura de mi imaginación.
Daniela Franco Cárdenas es una joven promesa de la escritura. Desde los 10 años redacta cuentos cortos, y el persistir en su pasión de narrar la ha llevado a componer una novela de largo aliento en la que trabaja actualmente, y cuyo titulo: “Bailar bajo la melodía del silencio” promete llevar al lector por un mar de emociones, romance, ternura, que seguro tocará el corazón de los lectores. Así entonces, también en su fluidez de concebir formas e historias, escribe reflexiones como las tres que presentamos a continuación como un especial para La Cebra que Habla. Sin más dilación, he aquí sus creaciones textuales.
Bienvenidos
El vértigo de la vida
Imagen extraída de: Wikipedia
El vértigo en conjunto con la inmadurez, son los protagonistas de la lógica de hoy en día. La prisa de cada uno de estos hace que descuidemos los detalles que sin conciencia dejamos pasar.
A veces es necesario poner un alto en el camino y frenar aunque sea por unos minutos el ritmo desbocado en el que nos hemos acoplado los últimos tiempos.
Ritmo carente de reflexión, priorizado, aunque no lo aceptemos, por el miedo. En algún momento este nos preguntará, ¿qué vida estamos experimentando? porque la que llamamos nuestra en realidad no nos pertenece.
Y es que pensar es cada vez más complicado en la sociedad, casi que imposibilita la mente para crear una posición propia y racional. Nos sostiene la inercia y nos apresa la comodidad.
Le llamo vértigo al deseo de superar, enfrentar y conquistar las galaxias de la verdad.
Le llamo vértigo a lo que nos detiene, a lo que nos lleva a tomar decisiones en contados segundos.
Le llamo vértigo a cerrar los ojos; sentarme en un columpio; sentir la velocidad en el aire que golpea mi rostro sin trivialidades, gozando de la legendaria felicidad.
A veces pienso en las generaciones que vendrán.
Me embargo de melancolía porque el esfuerzo extra que deben sostener para priorizar ser racionales, entre tanta superficialidad, será mucho más grande que el de superar la acedia que los rodea.
Y por eso hoy, yo me siento cansadamente feliz.
Cielo
Imagen extraída de: Pixabay.
Zigzagueo de nubes.
Escenario clandestino.
Vigorosos tonos pastel desfilan de estrafalaria manera.
Afiladas montañas acompañan la función.
El maestro de todos, sin desmeritar honor, es el sublime viento con las magnificas emociones que trae la inmarcesible gloria de cada trasegar.
Grandeza invisible.
Pesadez ligera.
Como si fuera un óleo las nubes se recogen en una minuciosa pincelada.
Es la fusión más hermosa que alguien podría admirar.
El clímax de la creación está ante mis ojos y quizás ahora sea lo único que me haga sentir viva.
Me abraza cada color; cada movimiento; cada figura de mi imaginación.
Es el encuentro íntimo de dos espacios en un perfecto y a veces impuntual momento.
Se viste el cielo de gala.
Cabal batalla entre la luz que se va y la oscuridad que entra en acción.
Y conquista de aquello que nuestro léxico llama noche.
Hombre
Imagen extraída de: Zastavk
Hombre de mente inquieta, corazón indomable, imaginación perfecta, pero sobre todo, criterio propio.
Hombre capaz de ceder por elegir ser feliz.
Ser con luz propia, que llama la atención dónde quiera que va.
No alcanzará el tiempo para que finalicen sus palabras y aunque consiente de que el viento lleva el ritmo, se mueve a su cuesta.
Conquistador de estrellas, amante de letras, pero sobre todo, soñador.
Lo concreto de lo universal es su autenticidad. Esa manera plácida de no definir algo por lo que se ve, sino por lo que se siente.
Su esencia no es predecible y aún así se desnuda su alma en cada palabra.
¿Cruce al azar? ¿ Es tarde para conocerlo? Quizás es solo el principio ¿Quizás?
El hombre está rodeado de todo y a la vez de nada, pero envuelto siempre en medio de un simple y complicado quizás.
Presentamos una entrevista exclusiva para La Cebra que Habla de “Alien Lines” . El colectivo multidisciplinar que ganó la convocatoria de publicación digital de la revista Surreal realizado por la corporación cultural La Astilla en el Ojo. Conoce y comparte.
La Asamblea General de las Naciones Unidas decide proclamar el 18 de diciembre Día Internacional del Migrante.
El 4 de diciembre de 2000 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 55/93
“Teniendo en cuenta el número elevado y cada vez mayor de emigrantes que existe en el mundo, alentada por el creciente interés de la comunidad internacional en proteger efectiva y plenamente los derechos humanos de todos los migrantes, y destacando la necesidad de seguir tratando de asegurar el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes. Decide proclamar el 18 de diciembre Día Internacional del Migrante”
Además, todo mundo ama a Michael Bay por la mirada de mil kilómetros de sus personajes
Todo el mundo ama a Michael Bay… lo sabemos, es una verdad de peso. ¿Razones? Las hay muchas, aunque no dejarán contentos a todos. Empecemos por decir que es la salvación para un fin de semana donde no hay mucho que pensar, y donde puedes incluso bajar la vista y revisar las notificaciones de las redes sociales en plena sala de cine (cosa tan harta como común en estos días).
Mientras ello sucede, olvídate de una pérdida importante de cuotas filosóficas o encuadres para la posteridad. Si te distraes, puede que eches de menos algunos actos circenses, raudales de tiros y explosiones pirotécnicas a la mejor usanza china… Ah, no hay que olvidar que el travellin sobreabunda, por citar un ejemplo: la cámara girando 360⁰ alrededor del personaje en un momento aparentemente épico.
Además, todo mundo ama a Michael Bay por la mirada de mil kilómetros de sus personajes: hay algo allí que no sabemos, pero bien que lo sabe el actor; los ángulos contrapicados, esos que dan sensación de grandeza, es decir, de pies a cabeza vemos al héroe descender del vehículo: botas texanas, vaqueros apretados, paquete viril, y el viento en la camisa. Súmale a esto fuegos artificiales para divertir y confundir, en dosis similares, y cortas tomas por montones: en este tipo de espectacularidad no hay cabida para enfocar la cámara con el aliento sostenido.
Imagen extraída de: Imagenesmy
¡Un momento! Algunos otros recursos gastados y desgastados se nos quedan en el tintero: espectaculares tomas aéreas, persecuciones en autos, aspavientos del tipo gordo, metidas de pata del tipo tonto, malos diálogos paranoides, pésimos chistes calzados a la fuerza, mujeres impecables, demasiado hermosas para ser reales, complejo mesiánico del héroe, el manoseado mito del elegido, etc.
Un pequeño gran caos para sacudir la modorra y hacernos olvidar que mañana es lunes. Lo del caos no es gratuito. O alguien que nos diga, con la mano en el corazón, acaso qué es un autobot y un decepticon tranzados a mano limpia y rodando como gatos por el suelo, ¿qué ocurre allí?, fuera de lo evidente: un montón de chatarra partiéndose el alma. Tremendo manual para cargarse o amplificar el más logrado proyecto de Hasbro. La taquilla es un mal juez.
Pero si la cosa no pinta bien, entonces por qué amarlo, la verdad sea dicha, este cowboy ha estado capitaneando películas tan tontas, entretenidas como insignes de la industria, que ya se nos quedaron en la memoria. Hablamos de Bad Boys (1995), La Roca (1996), Armageddon (1998), Pearl Harbor (2001) y los recientes blockbusters de Transformers (que de insignes nada tienen).
Imagen extraída de: Cooperativa
Y ya que traemos a cuento el producto más querido de la compañía Hasbro, en la mayoría de sus trabajos la obra triplica el valor de las entradas: Transformers: la era de la extinción, ya se ha colado en las efemérides de Hollywood como una de las más taquilleras de la historia del cine. Aunque la cosa se veía venir desde los pinitos del hombre:Bad Boys con un presupuesto francamente inferior al que se atreverían a endilgarle hoy en día, logro réditos formidablemente positivos. Eso es abrir la puerta de una patada.
Por eso todo hay que decirlo, el hombre es un Midas del medio: se da el lujo de enjugarse las lágrimas de cocodrilo con billetes de a 100. Así, odiado por puristas, o amado por la gran masa que busca un súper estreno de verano, sus películas pueden ser perfectamente apaleadas como amadas. Lo cierto es que al hombre no se le va a demudar el semblante. Cada quien que asuma su posición.
Todo esto constituye ese interesante fenómeno del Bayhem ―mejor delineado por el bloggero Gonzalo Gala―, sus películas han recaudado miles de millones de dólares, una de sus aventuras fílmicas igualaría el PIB de un pequeño país. Si fuera nuevo en el asunto, y si solo se hubiera estrenado con la saga Transformers, el palomitero Bay ya tendría vida para rato. Todo mundo ama a Michael Bay, y todo apunta a que lo seguirán amando. Entre otras cosas, la gente seguirá haciendo infinitas filas para acudir a sus estrenos, los productores y los estudios se pelearán por su magia. Va a ser que no.