miércoles, abril 30, 2025
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La Rana Raw Food: alimentación viva, una alternativa para vivir mejor

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De pequeña soñé con ser astronauta, cosa que más tarde se realizaría de una forma menos literal.


 

Foto de Juliana Jimenez

 

Juliana Jimenez estudió Ingeniería Ambiental en la Universidad Nacional de Colombia. Cuando terminó, fue a trabajar a la Base Naval de Málaga con La Armada, en la planta de “Compostaje y Reciclaje” en el Pacífico, donde la exuberancia de la selva reafirmó su pasión por la biología.

 

Ese lugar es fuerte, imponente, de pacífico no tiene nada, y ahí me di cuenta de que como ingeniera me faltaba cierto conocimiento para decidir ciertas cosas. Así que decidí seguir estudiando. Busqué un Máster relacionado con la ecología, y el lugar idóneo fue Brasil, en la Universidad Federal do Río de Janeiro, donde además trabajé métodos de muestreo de cuencas hidrográficas, y donde estuve dos años y medio.

 

Después de la maestría Juliana fue invitada a trabajar en Buenos Aires, en una multinacional de energía térmica con gas- oíl; sin embargo, después de siete meses sintió el llamado de la tierra y continuó su viaje hacia la Patagonia en Argentina.

La idea era pasar un par de meses en Bariloche y subir por la cordillera hasta llegar a Colombia, sin embargo, El Valle de las Golondrinas marcó este viaje:

Foto de Juliana Jimenez

 

Me atrapó ese lugar, yo venía buscando aprender a sembrar, y allí fue donde conocí a Fernando Upía, un agricultor muy organizado y con quién establecí una gran amistad que hasta el momento se mantiene.

Cuando regresé a Pereira, me hice una pregunta: ¿si me muriese mañana que haría? la respuesta fue que lo único que me permite sobrevivir es sembrar, y desde ahí no he podido sacar las manos de la tierra. Ya no es una cuestión de sobrevivir, sino que mi corazón se contenta con meterme a la huerta y ver crecer la vida.

 

 El recorrido profesional siempre está ligado al recorrido emocional y como fui hija menor, entonces como que las hijas menores tenemos mayor libertad.

Hija menor de cuatro hermanas, ese rol le ayudó a pasar por desapercibido las proyecciones profesionales de sus padres:

 

Foto de Juliana Jimenez

 

Desde chiquita, yo no tuve mucha influencia sobre qué estudiar y de niña hubo dos vocaciones: una, astronauta, la otra era bióloga, yo decía que iba a ser investigadora.

 

Siempre estuvo muy ligada a todas las ciencias de la tierra.

 

Culinaria Viva

El primer acercamiento a la Culinaria Viva fue en Brasil, a parte del Máster en Ecología, Juliana pudo participar en talleres de Alimentación Viva de la Fundación Oswaldo Cruz, el cual lo impartía la maestra María Luisa Branco, quién después de pasar por un cáncer de páncreas, logró hallar la recuperación en el batido de clorofila y una dieta de comida viva (cruda).

Así surgió la Fundación Oswaldo Cruz, allí Juliana, aprendió a germinar semillas, recetas con preparaciones crudas, y toda la parte teórica de lo que aporta cada planta a nuestro cuerpo; mientras en la Patagonia tuvo contacto con la tierra, la siembra y todo el proceso de ver surgir la vida.

Toda esta experiencia converge en este maravilloso proyecto: La Rana Raw Food.

 

Foto de Juliana Jimenez

 

La Rana Raw es un símbolo muy importante para los indígenas colombianos, representa la fertilidad, la abundancia, buenas siembras, así que otro nombre no podría tener.

 

Empecé hacer huerta orgánica en la finca de la familia y brotes de girasol.

 

Los brotes de girasol son una parte fundamental de la culinaria viva; son una fuente de encimas, catalizadoras de energía, conectoras y trasportadoras, hacen que la vida ande: fundamental.

Todo comienza a tener forma, cuando Juliana empieza a impartir talleres de culinaria viva, en el 2013 en la ciudad de Pereira.

 

Cuando yo presento La Rana y lo que representa, mucha gente lo mira como si fuese algo de otro planeta, y cuando presento los talleres parece que a la gente le hablase de otro universo.

 

 

La Rana Raw Food se ocupa de las dos partes del proceso del alimento: sembrar y preparar los alimentos vivos.

En la siembra se imparten talleres que puedan ofrecer conocimientos sobre cómo empezar pequeñas huertas que permitan adquirir ciertos alimentos, y a su vez intercambiar con otros talleristas como Fernando Upía.

 En la preparación de cada receta, la Alimentación Viva prioriza el elemento vivo de cada fruta o verdura, ya que cuida la energía, sus nutrientes, y mantiene su gusto rico, fresco y su belleza.

 

Tenemos talleres de dulces, ensaladas, germinados, clorofila, trabajamos con plantas comestibles, fermentos deshidratados.

 

 

La Rana ha participado en distintas ferias con Pop-Up, y ha podido impartir talleres en Cartagena, Bogotá, Santa Rosa y Armenia. Sus productos característicos son: el pan esenio, los pie hechos con dulce natural, fresas con chocolate y otro de banana y mantequilla de maní, batido de clorofila, ensaladas con suculentas.

El objetivo principal de La Rana Raw es enseñar, sin embargo, algunos de los alimentos se pueden adquirir en diferentes espacios; uno de ellos es la sala de Té, Shangri-La, donde preparan Sándwich y pasteles con el pan esenio y deliciosas hamburguesas de pringamosa.

 

Nuestro conocimiento pretende brindar una alternativa para que podamos vivir en abundancia y en armonía con la tierra, somos de la tierra, somos seres biológicos. Además de que nuestro cuerpo llegue a ser ecológico, lo cual significa que viva en plenitud, armonía, risa, juego, danza y amor con nuestro universo.

 

Foto: La cebra Que Habla

Verdades – De nuestra capacidad de conocimiento

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Partiendo de las explicaciones dadas por el mismo Einstein para justificar su teoría, el libro explica porque estos dos postulados no están fundamentados.


 

En una época marcada por múltiples dudas, no solamente con respecto a valores sino también hacia la realidad misma, este libro quiere dar confianza en nuestra capacidad de conocimiento, de acceder a múltiples opiniones verdaderas, es decir representaciones acertadas, conformes a lo que es el mundo.

Para este fin, este libro nos recuerda que usamos diariamente, en centenas o millares de ocasiones, nuestra capacidad de conocimiento verdadero del mundo, cada vez que interactuamos con el mundo y con los demás:

 

¿Cómo podríamos en efecto, conseguir atrapar un objeto sin conocer en verdad la posición de ese objeto? ¿Cómo podríamos darnos la mano con alguien sin que esta persona y nosotros sepamos dónde se encuentra la mano del otro y la forma de cogerla? ¿Cómo podríamos hacerle una pregunta a alguien y recibir una respuesta satisfactoria a nuestra pregunta si no tuviéramos una representación verídica de la presencia del otro, de nuestra capacidad de comunicarnos con él, de nuestra capacidad para usar juntos un lenguaje que pueda ser suficientemente común para que podamos comprendernos?

Si no fuéramos capaces de un mínimo de conocimiento verídico del mundo, no podríamos hacer ese tipo de cosas.”

 

Foto: La Cebra que Habla.

 

Pero, este libro no sólo recuerda la evidencia cotidiana de nuestra capacidad de conocimiento verdadero del mundo, sino que responde a dos objeciones muy a menudo presentadas en contra de esta capacidad: la idea que nuestros sentidos nos engañarían y la afirmación según la cual todo sería relativo.

Con respecto a la primera (de que los sentidos nos engañarían), este libro muestra que esta idea se deriva de un malentendido: si bien es cierto que debemos reflexionar sobre nuestras percepciones para interpretarlas, esto no significa en absoluto que nuestros sentidos nos engañen.

Primero, porque muchos de nuestros actos se fundamentan exitosamente en nuestras percepciones inmediatas de las cosas. Y segundo, porque las percepciones que requieren ser analizadas (por ejemplo, el palo que parece doblarse debajo de la superficie del agua en la cual está sumergido) no significan que nuestros sentidos nos engañan, sino que cada percepción depende, no solamente del objeto, sino también del sujeto (nosotros quienes percibimos el objeto) y del medio en el cual lo percibimos.

 

Foto: La Cebra que Habla.

 

Y, precisamente, en el ejemplo del palo que parece doblarse debajo de la superficie del agua, nuestros sentidos no nos engañan porque reflejan a la vez el objeto (el palo) y una propiedad del medio en el cual se percibe este palo (la refracción de la luz, es decir el cambio de dirección de los rayos luminosos al pasar del aire al agua).

En cuanto a la segunda objeción a menudo presentada en contra de nuestra capacidad de verdad (de que todo sería relativo), este libro muestra que proviene de una confusión muy frecuente: la confusión entre la relatividad real, de nuestra percepción del mundo y, la relatividad, no demostrada, del mundo mismo.

Si bien la percepción del tiempo es relativa (5 minutos nos suelen parecer más largos cuando esperamos algo con impaciencia y más cortos cuando estamos disfrutando de lo que estamos haciendo), no significa que el tiempo en sí sea relativo (con un cronómetro, podríamos verificar con facilidad que pasaron exactamente 5 minutos aun cuando nuestro estado emocional nos haya hecho percibir esta duración de una manera diferente).

 

Foto: La Cebra que Habla.

 

De esta manera, este libro demuestra que los argumentos de unos sentidos engañosos y de una supuesta relatividad del mundo no son válidos. Sin embargo, desde hace aproximadamente un siglo, se cree que una teoría científica demostró que el tiempo y el espacio son relativos, la Teoría de la Relatividad de Einstein. Por esta razón, este libro analiza con mucho detalle esta teoría basada esencialmente en dos postulados: el tiempo y el espacio serían relativos; la velocidad de la luz sería idéntica con respecto a cualquier referencial, que este referencial sea inmóvil o animado de una velocidad cualquiera.

Partiendo de las explicaciones dadas por el mismo Einstein para justificar su teoría, el libro explica porque estos dos postulados no están fundamentados.

En cuanto al primero (el tiempo y el espacio serían relativos), este libro muestra como esta afirmación se deriva de la confusión arriba señalada entre la percepción del tiempo y del espacio y el tiempo y el espacio en sí. Einstein parte de un ejemplo justificado de relatividad de la percepción del tiempo para afirmar, sin ningún fundamento, que el tiempo en sí y el espacio serían relativos.

 

Foto: La Cebra que Habla.

 

En cuanto a la segunda, (la velocidad de la luz sería relativa con respecto a cualquier referencial), este libro pone en evidencia que esta afirmación se deriva de varias concepciones erróneas y propone un experimento crucial para demostrar la falsedad de este postulado y de la teoría de la relatividad en su conjunto.

De esta manera, aparece con claridad que la teoría de la relatividad no puede servir de fundamento a una concepción relativista del mundo.  Ahora bien, ya que se ha demostrado también que no es cierto que nuestros sentidos nos engañan y que sí es cierto que usamos nuestra capacidad de conocimiento verdadero cotidianamente, podemos confiar en esta capacidad y usarla para interactuar con el mundo y con los demás seres con quienes habitamos este mundo.

 

Honoré de Balzac y los Aristogatos

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Thomas Piketty (Clichy, 7 de mayo de 1971)​ es un economista francés especialista en desigualdad económica y distribución de la renta. Desde el año 2000 es director de estudios en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales.. Extraída de: Las2Orillas

De paso, el autor de El capital en el siglo XXI desmonta viejos mitos, como aquél que define a los Estados Unidos de América como el país de la igualdad y las oportunidades.


 

Es bien conocido el talante prolífico del novelista francés del siglo XIX Honoré de Balzac, quien a lo largo de su vida escribió miles de páginas, entre ellas la serie de obras conocidas con el título de La comedia humana.  Lo que muchos no saben es que, aparte de su enorme talento, el narrador produjo muchas de sus novelas para cumplir obligaciones con los editores, que le adelantaban el dinero necesario para saldar sus deudas y mantener el tren de vida propio de un arribista de su época.

Balzac fue uno de los escritores favoritos de Karl Marx. En sus personajes y situaciones el filósofo encontraba material de sobra para reflexionar sobre los valores de las clases dominantes- las únicas visibles en el conjunto del cuerpo social-  y sus efectos sobre las dominadas.

Más de un siglo después, en su intento por comprender las variables económicas y su expresión en la vida cotidiana, el economista francés Thomas Piketty, autor del libro El capital en el siglo XXI, vuelve a la obra del creador de Papá Goriot para mostrarnos el  impacto de las rentas ociosas y sus relaciones con la ecuación capital- trabajo- ingreso en sociedades marcadas por la desigualdad extrema.

 

Honoré de Balzac​ (Tours, 20 de mayo de 1799-París, 18 de agosto de 1850) fue un novelista francés representante de la llamada novela realista del siglo XIX. Extraída de: El Cato.

 

El mundo descrito por Balzac es, si se quiere, una radiografía de las raíces de un mundo en el que, según Piketty los viejos rentistas, en lugar de haber desaparecido, como creen algunos, encarnan hoy en los capitanes de la industria, el sector inmobiliario o la especulación financiera.

Agudo lector de Marx, el pensador francés retoma sus aspectos sustantivos y elude de paso la tentación de caer en el  error del filósofo  nacido en Tréveris: convertir sus hallazgos en doctrina, facilitando de paso  la conversión de su pensamiento en profecía, con las consecuencias de sobra  documentadas.

Por eso puede tomar distancia y mostrarnos una mirada comparativa de las transformaciones experimentadas por distintas sociedades opulentas a lo largo de los últimos dos siglos. A través de una cuidadosa muestra respaldada por gráficas, cifras y análisis de las mismas, el autor nos  lleva de vuelta a la paradoja de un planeta cuyos desarrollos tecnológicos le permitirían alimentar a varios miles de millones de personas más de las que lo habitan y , sin embargo condena  al hambre  a un porcentaje  inmoral de ellas.

 

Thomas Piketty (Clichy, 7 de mayo de 1971)​ es un economista francés especialista en desigualdad económica y distribución de la renta. Desde el año 2000 es director de estudios en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales. Extraída de: Las2Orillas

 

Las razones de ese desajuste solo pueden ser políticas y Piketty se encarga de enfatizarlo a lo largo del libro. Y como no se trata aquí de volver pobres a los ricos, como pretendieron en su momento algunas ideologías, el camino hacia la redistribución del ingreso pasa entonces por el incremento progresivo de los impuestos. Solo por esa ruta los ubicados en la base de la pirámide, es decir, la mayoría, podrán acceder al bienestar.

Pero ningún político se atreve a dar ese paso, por miedo a perder el respaldo de sus potenciales financiadores.

Entre tanto, las desigualdades siguen creciendo, como bien lo muestran los indicadores creados en su momento por el estadístico Corrado Gini.

 

El coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad ideada por el estadístico italiano Corrado Gini. Normalmente se utiliza para medir la desigualdad en los ingresos, dentro de un país, pero puede utilizarse para medir cualquier forma de distribución desigual. Extraído de: Estado y Políticas.

 

De paso, el autor de El capital en el siglo XXI desmonta viejos mitos, como aquél que define a los Estados Unidos de América como el país de la igualdad y las oportunidades.  Para ello le basta un ejemplo: al contrario de la percepción general, el acceso a la educación superior de calidad en el país de Thomas Jefferson está limitado a una élite capaz de pagar  tarifas altísimas, lo que de entrada ubica  a sus miembros en una posición ventajosa en el partidor.

A ese grupo pertenecen los súper ejecutivos magnificados por el cine y por las revistas de finanzas, responsables, entre otras cosas, de la última   crisis financiera analizada en detalle   por Piketty en su libro con el propósito  de identificar similitudes y diferencias con la  “ Gran depresión” padecida por la economía mundial  a partir de 1929.

Con todo y las dificultadas que implica la lectura de una obra con tan altos propósitos,  como  lector gozoso de buena  literatura, el economista francés  tiene tiempo incluso para burlarse de nosotros:  luego de una sucesión de páginas ilustradas con gráficas densas dirigidas a explicarnos los efectos  perversos de las rentas ociosas, renuncia de pronto a los recursos  de la estadística y decide aclararnos  las cosas remitiéndose  a la vieja y conocida historieta de Los Aristogatos.

Black Panther, una película de Marvel Comic que rescata un acervo cultural

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Extraída de: Lumiere.

El misticismo propio de la naturaleza del personaje y su contexto, hacen del viaje en busca de la identidad algo memorable, en muchas ocasiones mágico.


 

“Black Panther” (2018) es una de las películas más recientes del UMC (Universo Cinematográfico de Marvel). La verdad es que muchos pensábamos que se encargaría de darnos el contexto para la próxima película de “Avengers: Infinity War” (2018), sin embargo, esta nos sorprendió demostrando que tiene una identidad propia y un desarrollo sorprendente.

De la mano directriz de Ryan Coogler, iniciamos el viaje por Wakanda; un viaje en el que lo místico, lo ancestral y el futuro viajan en una eterna espiral, enriquecido por la pluralidad cultural propia de los pueblos y tribus africanas. Todo ello magistralmente acompañado de una banda sonora que realza esa sensación de que el pasado y el futuro se entremezclan. Sensación que te permite encontrar en los sonidos digitales y de computadora esas raíces africanas, salvajes y porque no decirlo, míticas

Habrá quien afirme que “Black Panther” es una película con una trama muy simple, que peca de simple y que quizá no muestra algo enteramente nuevo en lo común de su historia. Pero no es así. En realidad, es la historia de un hombre que asume una posición de poder a la que las circunstancias y las acciones de toda su vida le han empujado. A pesar de esto -en la trama-, es un hombre que siente una pesada angustia sobre su identidad y que consiente de su inmadurez, busca ser mejor y aprender a tomar mejores decisiones. Esa es la magia de la película.

 

Extraída de: Lumiere.

 

Aunque, siendo equilibrados, ese también es un tema frecuente y aún más en las películas de héroes del UMC, no obstante, el desarrollo de la obra consigue un efecto completamente distinto de cualquier otra cosa que nos haya ofrecido el estudio hasta ahora.

El misticismo propio de la naturaleza del personaje y su contexto, hacen del viaje en busca de la identidad algo memorable, en muchas ocasiones mágico. Como gran acierto, este viaje en busca de su propia naturaleza no sólo se restringe a T’Challa (Black Phanter), sino también a Eric killmonger, el gran antagonista de este film.

Le llamó antagonista y a diferencia de otros críticos más asiduos y experimentados, no digo, ni diría nunca, que es el mejor villano del UMC hasta la fecha, porque como tal, Eric Killmonger (Michael B Jordán), no se nos presenta en ningún momento como un villano, tan sólo como una fuerza de movimiento y oposición para nuestro protagonista.

 

Extraída de: Empire On Line.

 

Un papel escénico que realiza de manera magistral a lo largo de toda la película, mientras poco a poco y junto a él propio Killmonger, descubrimos su verdadera identidad, la verdadera naturaleza de sus ambiciones.

Y es que en toda la obra hay pocos personajes tan interesantes como él. Así al verlo en acción, llegas a conocer sus motivaciones y hasta se puede compartir su dolor. Ya al final de su viaje, junto con él, uno puede estar listo como para dar el gran paso hacia la libertad. Disfrutas con amargura su derrota, sabiendo que poco o mucho, él ha ganado un poco de lo que buscaba en Wakanda, además de ese desarrollo nostálgico el cual lo convierte cuando menos, en un personaje memorable.

A diferencia de otras obras del UMC, “Black Panther” no depende del humor para darle fluidez a la historia.  Esta es apasionada, mística y llena de escenas de acción muy bien logradas, no obstante, esto no quiere decir que no exista cabida para el humor, que en esta película, viene en pequeñas dosis y como justo alivio cómico a la tensión sofocante de algunas escenas. De nuevo, efectos creados de la mano de Shuri (Letitia Wright) o ese simpático Man Ape.

 

Extraída de: Antena 3.

 

Otro de sus puntos fuertes es que en ningún momento relega a los personajes secundarios fuera de la historia. La gran calidad y desarrollo de personajes hace que prácticamente todos tengan por lo menos un momento memorable durante el film, lo cual es muy inusual en películas de este estilo. Ulises Klaw es quizá el más carismático de entre los personajes secundarios robándose el show en más de una ocasión a lo largo de la cinta y en medio de su bravuconería consigue construir un vínculo empático con el  espectador.

“Black Panther” destaca por su simbolismo cultural.  Se puede apreciar a grandes rasgos que se investigó a detalle la influencia de la cultura tribal africana.  Elementos que se pueden ver en el diseño de producción bien elaborado: desde el vestuario hasta los distintos escenarios. La banda sonora también es un punto clave en la película que hace adentrar al espectador en esos ricos ritmos africano.

 

Extraída de: Denof Geek

 

Y es que el éxito de esta película ya es palpable, y no sólo porque la crítica así lo afirme, sino que en su primer jueves de presentación obtuvo $25.2 millones de dólares en taquilla nocturna. Así entonces la única película que ha tenido un debut comparable en su primera noche en el UMC ha sido Avengers: Age of Ultron, la cual recaudó 27.6 millones de dólares. ¿Ya vio Black Phanter?

Liderazgos políticos en Risaralda: del cacicazgo tradicional a la empresa electoral

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Extraída de El Universal

Ambos textos nos dan claves para entender la dinámica política y electoral risaraldense de los últimos 50 años.


 

Introducción

Inmersos en la coyuntura política actual con las elecciones para el Congreso en ciernes y, para la Presidencia de la República en la mira, nos encontramos en un momento de suma complejidad para el país. Los resultados de las próximas elecciones marcarán una tendencia en el siguiente periodo legislativo y ejecutivo sobre los rumbos de la nación, después de haberse firmado el acuerdo de paz con las Farc.

Por ello, es necesario realizar una mirada sobre los actores políticos del departamento y observar cómo han cambiado los liderazgos políticos, que han pasado de una época bipartidista durante el Frente Nacional, caracterizada por grandes barones electorales – entre ellos Camilo Mejía Duque, Óscar Vélez Marulanda, Jaime Salazar Robledo y Emiliano Isaza Henao- cuyo carisma les aseguraba la lealtad en sus redes clientelares, a un momento actual marcado por la atomización de las candidaturas políticas, que en algunos casos son como empresas electorales sometidas a una mercantilización política del quién da más.

No se puede hablar sobre los liderazgos políticos departamentales sin acudir a dos obras de ciencia política claves para entender dicho cambio en Risaralda; la primera escrita por Stella Cano de Arenas se titula Algunas facciones políticas en Risaralda 1968-1984, la cual es el estudio pionero sobre los partidos políticos en nuestra región, en donde a través de un estudio descriptivo y muy bien documentado que realizó la autora consultando los resultados electorales de su periodo de estudio y con la realización de entrevistas a los líderes de las facciones políticas nos entrega un panorama sobre el quehacer político de liberales y conservadores durante el Frente Nacional.

 

Extraída de Pacifista

 

El segundo texto es el sexto capítulo titulado ¿Lo pequeño es hermoso?, del libro ¿Lo que el viento se llevó? Los partidos políticos y la democracia en Colombia 1958-2002, cuya autoría corresponde al politólogo Francisco Sanín Gutiérrez, quien analiza el paso del Frente Nacional a las nuevas formas de operación de los partidos políticos con la aparición de la Constitución de 1991, especialmente en lo relacionado con la atomización de las facciones y la apertura de nuevas opciones políticas distintas a la clásica división entre liberales y conservadores. Ambos textos nos dan claves para entender la dinámica política y electoral risaraldense de los últimos 50 años.

 

Frente Nacional: Liderazgo, clientelismo y tensiones

Las personas mayores que vivieron las épocas de los grandes jefes políticos recuerdan con añoranza esa forma tradicional de hacer política, del contacto cara a cara, del padrinazgo de Mejía Duque y Vélez Marulanda en las toldas liberales, y de Salazar Robledo e Isaza Henao en el conservatismo. Además, dicha nostalgia se acrecienta por la falta –en el presente– de figuras emblemáticas departamentales que tengan resonancia a nivel nacional, sumado a las nuevas dinámicas políticas y viejas herencias del Frente Nacional que han creado una gran apatía respecto de lo que se entiende por política, y cuyo reflejo más veraz es el abstencionismo tan marcado en cada jornada electoral.

El sistema político colombiano durante el Frente Nacional fue clientelista por excelencia. Nunca nadie lo ha negado, e incluso testimonios de ex presidentes como Alfonso López Michelsen así lo confirman. Repartir toda la cuota burocrática, y en esa misma medida, los recursos públicos destinados a obras públicas y a las juntas de acción comunal, fue la solución acordada por los dos partidos hegemónicos para tratar de superar la violencia de mitad del siglo en el país. Sin embargo, dicho acuerdo cerró espacios de participación política y creó una cultura política que integró al Estado a las clientelas y alejó al resto de ciudadanos que no hacían parte de estas.

 

 

Extraída del ABC

 

En el caso risaraldense, los liderazgos incuestionables de Camilo Mejía Duque y Jaime Salazar Robledo en los años 70 del siglo pasado se vieron cuestionados por la emergencia de Unidad Liberal y de Unificación Conservadora a la cabeza de Óscar Vélez Marulanda y Emiliano Isaza Henao respectivamente. Un cambio político se dio en la medida que las nuevas figuras políticas desplegaban un discurso tecnócrata en contraposición a la imagen carismática de los grandes jefes, y así mismo desarrollaron estrategias electorales sistemáticas y racionales tales como la regionalización o zonificación de votos para optimizar su caudal electoral en un número mayor de curules y puestos públicos, que sirvieran de apoyo a su ejercicio clientelar, teniendo a su disposición la distribución de auxilios parlamentarios y ordenanzales, y cargos burocráticos.

También, es en esta época que las clientelas comienzan a agenciar sus propios intereses de manera más racional, exigiendo, a veces de manera pública, que los líderes políticos cumplieran con los compromisos adquiridos, y en caso tal de no verlos realizados, no era extraño que cambiaran de bando o facción política. Se pasó así a finales de los años 70 y década de los 80, de la relación clientelar tradicional basada en la lealtad y la adscripción partidista a un cálculo racional de los clientes para optimizar su apoyo electoral.

De otro lado, la contienda electoral entre las distintas facciones políticas, patente en los comicios electorales, servía para que estas tuvieran alianzas, acuerdos, enfrentamientos y/o tensiones, haciendo que en algunos casos fuesen aliados y en otros rivales dependiendo de la coyuntura política que se viviera. El conservatismo tuvo dominio electoral en Santa Rosa de Cabal, todo el occidente y el norte del departamento, a excepción de Quinchía y Balboa; y por su parte el partido liberal obtenía las mayorías en Pereira, Dosquebradas y La Virginia. El dominio hegemónico de los partidos tendría su primera ruptura con la elección popular de alcaldes, lo que hizo que estos cargos no se negociaran con los directorios políticos, sino que estuvieran abiertos en los comicios, y sufrió el último golpe con la Constitución de 1991, que atomizó los partidos políticos tradicionales y permitió la llegada de nuevos movimientos.

 

Extraída de Hechos

 

Constitución 1991. Atomización partidos, clientelismo de mercado y clanes políticos familiares

El cambio político más acentuado en las formas de hacer campañas políticas desde la Constitución de 1991, es el de su transformación a una política de mercado, lo que ha llevado a que las candidaturas se conviertan en empresas electorales abiertas a estrategias que les permitan asegurar hasta el último voto en cualquier alianza posible. Ahora no es difícil revisar que un candidato al senado vaya en llave con distintos aspirantes a la cámara de representantes de diferentes partidos y viceversa. Eso era impensado durante el Frente Nacional.

De igual forma, las financiaciones ilegales de las campañas han ganado terreno; cada vez son más cuantiosas las sumas para desarrollar una campaña política. Asegurar la compra de votos es un punto crítico, razón por la cual la financiación de las campañas, en algunos casos le abre las puertas a algún apoyo non sancto. La democracia más que una fiesta es ahora un festín de lo público.

Así mismo, las bases de los movimientos políticos son más volátiles, un líder barrial o veredal en cada campaña evalúa sus opciones para acompañar la candidatura que más le convenga de acuerdo a previsiones que pueda hacer. Y, por su parte, el voto de opinión no es tan fuerte como debiera serlo, pues como se ha mencionado a lo largo del texto, al ser el sistema clientelista desde la raíz, se ha conseguido que la población no integrada a las clientelas sea indiferente a la hora de participar en política. No es raro encontrarse con la opinión de que el país no tiene arreglo y que con el voto nada cambiará.

 

Extraída de El Universal

 

Por último, hay algo que llama la atención dentro de la política risaraldense y es algo que se ha venido consolidando en los últimos 25 años, y es la aparición de clanes políticos que se van convirtiendo en dinastías familiares. Con todos los defectos que se pudieran tener durante el Frente Nacional, aquí en el departamento fueron escasos los ejemplos en los que varios integrantes de una misma familia se traspasaran el poder. En la actualidad, ejemplos como los Merheg y los Soto dan cuenta de la conformación de clanes políticos familiares.

 

Consideraciones finales

En el medio siglo de vida que tiene nuestro departamento, la política ha virado desde la adscripción partidista y la lealtad a los grandes jefes políticos, hacia la mercantilización de las campañas políticas. Es innegable que se ha ganado en participación política debido a que nuevos movimientos pueden acceder a las instancias electorales, y en ciertos casos vencen en las elecciones. No tenemos ya un panorama solo de liberales y conservadores. Sin embargo, la gestión de las campañas electorales mantiene el matiz clientelista; solo que ahora las candidaturas son verdaderas empresas del voto.

Esto nos ha llevado a un empobrecimiento del debate público, y por ende a un alejamiento de debatir cuales son las necesidades de la región. Realmente no se disciernen claramente visiones de construcción de sociedad para estas elecciones. Se ha caído fácilmente en lugares facilistas de enunciación, primando sobre todo de un lado el mensaje de la intermediación política con los entes nacionales para la consecución de recursos para la región, y del otro el mensaje de la lucha contra la corrupción y el clientelismo, sin que en el fondo los ciudadanos de a pie se vean interpelados por dichos discursos.

¿Por qué? y ¿para qué votar el 11 de marzo?

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Extraída Dierio Público

Nunca como ahora el país había tenido tan amplio abanico de posibilidades electorales de todos los matices y tendencias ideológicas.


 

El próximo domingo, el 11 de marzo, los colombianos tendrán la oportunidad de manifestarse para ejercer el poder que les confiere su condición ciudadana: escoger a sus representantes en un ejercicio democrático que exige máxima responsabilidad, por sus efectos y consecuencias, en el presente y futuro inmediato del país y del departamento.

 

El debate electoral del 2018 es tal vez la elección más importante de los últimos cincuenta años. Nunca como ahora el país había tenido tan amplio abanico de posibilidades electorales de todos los matices y tendencias ideológicas, ni nunca se había presentado tan marcada y abiertamente la diferencia entre la derecha, el centro e izquierda.

 

La claridad con que se presenta al elector la tendencia ideológica es una muestra de la madurez política que va ganando el país. Tanto la izquierda como la derecha pueden ser alternativas que se disputen el poder en escenarios democráticos, porque parece que estamos entendiendo después de tantas violencias, que las armas no pueden ser instrumentos de la política.

 

Extraída de Publimetro

 

El sufragio es el elemento fundamental de la vida democrática porque es la expresión de la voluntad popular. Ningún Estado es verdaderamente democrático sino garantiza el derecho que tienen sus asociados a elegir y ser elegidos en elecciones libres y transparentes.

 

La gente se abstiene porque cree que su voto no cuenta; duda de la eficacia de su voto, entendiendo esta como la capacidad que tiene para generar un efecto. Hoy un taxista me respondió: “Yo no voto porque gane el que gane aquí no pasa nada y uno tiene que seguir en su misma lucha diaria”.

 

Esas creencias sobre la ineficacia e insignificancia del sufragio han llevado a una abstención generalizada, que, en muchos casos, ha superado el 60% de la población habilitada para votar. Lo más grave es que esa abstención hace un favor a las maquinarias políticas, aceitadas para garantizar la permanencia en las curules de los mismos con las mismas y para lo mismo. La corrupción se ha apoderado de la política porque el ciudadano con su indiferencia y apatía para concurrir a las urnas lo ha permitido.

 

Extraída Diario Público

 

Hay que votar para elegir los Senadores y Representantes a la Cámara que legislarán sobre asuntos cruciales para la vida de todos, como por ejemplo los impuestos o la edad de jubilación. ¿Qué tal que el Congreso que usted se abstuvo de elegir elimine conquistas tan importantes, como por ejemplo la tutela de la que usted o alguien de su familia se ha beneficiado? ¿Por qué permitir que otros decidan por usted, si finalmente esas decisiones afectan su vida y la de su familia?¿Por qué entregar esa facultad sí usted es un ciudadano que paga IVA, predial y demás impuestos? Pues defiéndalos, participe, no permita que se los roben y elija personas honestas, capaces y preparadas.  

 

Participar en lo público no es solo un deber ciudadano sino también un deber con su vida misma y la de su familia porque se trata de las personas que legislarán durante los próximos cuatro años sobre sus derechos sociales; al trabajo, a la seguridad social, a la salud, al medio ambiente, a la protección de la niñez y de los adultos mayores,  entre otros temas.

 

Tenga en cuenta que el tarjetón es un poco complicado, aparece el logo del partido y los números correspondientes a cada candidato, por lo tanto, memorice los números de sus candidatos para que los pueda marcar. En los casos de lista cerrada no encontrará números entonces solo se marca el logo del partido. No puede marcar sino uno solo para el Senado y solo uno para Cámara. Si duda u olvida el número del candidato pida, en la mesa de votación la cartilla de candidatos donde aparecen por partido con la foto y el número.

 

Extraída de: Síntesis TV.

Ejerza pues su derecho a conciencia y con responsabilidad,  y aproveche esta oportunidad para renovar el Congreso actual, su voto tiene el poder.  Su voto cuenta, su voto suma, su voto decide.  Y, ¡Hay por quien votar!

 

La primera vuelta electoral

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Foto: Sandro Sánchez-Señal Colombia

Son más las mujeres habilitadas para votar en estas elecciones (18 millones 606 mil 307) que hombres (17.419.011)


 

Como estos ejercicios hay que hacerlos sin apasionamientos, vamos por partes, dijo Jack.

El próximo domingo se van a realizar unas elecciones atípicas, no porque se van a elegir de entre 2.737 candidatos, a 100 senadores por circunscripción nacional y a 161 representantes a la Cámara por las regiones, sino porque se va a dar el primer asalto de las elecciones presidenciales, con las consultas interpartidistas.

Cambian pocas cosas en lo que respecta a elecciones a Congreso. Al Senado podrán llegar (de taquito) cinco integrantes del partido de la Farc y a la Cámara otros cinco representantes de esa agrupación. Llamativo sí, que mientras el derecho de las Farc a estar en la Cámara sin pasar por elecciones sea hasta el 2026, pero por lo menos en la norma no está especificado hasta qué período del Senado van a gozar de esa gabela.

 

Extraída de: Atlántico Radio.

 

En fin. Hay muchos datos llamativos. Son más las mujeres habilitadas para votar en estas elecciones (18 millones 606 mil 307) que hombres (17.419.011). Que uno de los candidatos que ha estado punteando la intención de voto (Gustavo Petro) llegaría sin representación en el Congreso, ya que se presenta a una consulta que sabe que va a ganar, por los movimientos MAIS – El Movimiento Alternativo Indígena y Social-(que no tiene senador ni representante a la Cámara) y por Colombia Humana, que no es otro que un movimiento de su propiedad que lo llevó a la alcaldía de Bogotá.

También es interesante ver que, en Antioquia, Bogotá, Atlántico, Córdoba, Cundinamarca, Norte de Santander y Valle, se registró el mayor número de inscripciones de cédula (el total del país fueron 1 millón 882 mil863).

Si el elector se comporta como históricamente lo ha hecho en los últimos 30 años, habrá una abstención cercana al 60% y los partidos más viejos, es decir el liberal y el conservador seguirán siendo los “señores regionales”, ya que por lo menos hasta el 2014, tenían más del 60% de las curules de la Cámara. La U, coalición que llevó a Juan Manuel Santos al poder, tiene origen liberal, por lo tanto, su representación en Cámara (37) escaños se le podrían sumar a los anteriores.

 

Extraída de Los Boyanos

 

El oficio para los candidatos al Congreso esta vez tuvo que ser más arduo. Parece que lo que se fuera a elegir el próximo domingo es al presidente. La presencia de Petro (del MAIS y Humana) y de Duque (del Centro Democrático), se está convirtiendo en la medición de fuerzas entre una concepción de izquierda y una de centro derecha para el manejo del país.

Petro, por sí, por interpuesta persona o por partido, ha estado ya más de 20 años en el poder con el Polo y Duque llegó nuevo al Congreso, pero lleva de mentor al ex presidente Álvaro Uribe, con alta incidencia en el electorado, a favor o en contra.

Puede que el liberalismo conserve buena parte del poder regional, aunque ahora está acéfalo de dirección de un candidato o tema que aglutine (y me perdonan si les daño la fiesta). Sin embargo, no es la paz el tema de esta campaña, es el modelo.

 

Extraído de: Voz de la Región

 

Humberto de la Calle, gestor y director de los acuerdos de paz con la guerrilla de las Farc, parece hecho políticamente para otro momento de Colombia. Y el partido que lo soporta, no es que haga mucho trabajo para pedir el voto en favor de la realización de los acuerdos de paz y lo que se viene del llamado posconflicto. Las encuestas por lo menos no le son favorables.

Cambio Radical, el partido que creó el candidato Germán Vargas Lleras, se está quedando rezagado del poder, no sólo porque aquél se fue a recoger firmas, sino porque es el que ha salido más salpicado por los temas de corrupción.

Y ahí está el otro asunto. La opinión pública y el votante van como las olas. La de la paz y la de la corrupción tuvieron su momento de importancia, pero ya se descolgaron.

 

Foto Fuente: Sandro Sánchez-Señal Colombia

 

Por las encuestas, que es lo único que tenemos para medir el ambiente del elector, si la corrupción fuera el tema primordial, no se habría desinflado tan rápido Sergio Fajardo y Martha Lucía Ramírez estaría punteando sobre Duque.

Por eso aventuro la tesis de que lo que va a mover en estos dos meses al electorado, desde las campañas, es el modelo de país. Nos asustan con el “coco” de Venezuela, o con un país en el que los ricos se volverán más ricos y los pobres más pobres. He ahí el dilema, o más bien el discurso. El verdadero “campo de batalla” del próximo domingo, van a ser las encuestas interpartidistas, casi que una elección presidencial previa. Y eso nos podría hasta ahorrar una segunda vuelta.

Pero como dice el congresista anónimo, la política es cambiante y el ser humano voluble. Todo puede pasar el 11 de marzo del 2018.

 

Lo que está en juego

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Extraída del Diario

Muchos creímos, porque así nos lo decía nuestro pensamiento racional, que una vez desmovilizadas las FARC llegaría el momento en que nuestra política se moderaría.


 

Este 11 de marzo inicia con mayor claridad lo que podría denominarse el país del posconflicto. Lo que está en juego en estas elecciones, cuya primera jornada se vivirá el próximo domingo, es el modelo de sociedad que habrá de guiarnos una vez superada la incertidumbre de la guerra interna.

 

Tristemente, lo que se percibe en el ambiente pre electoral es una radicalización de los discursos que, por fuera de debatir un proyecto de país, se juegan su fuerza y liderazgo en la difusión de todo tipo de miedos, a los que son sensibles las diferentes clases sociales.

 

Tan claro como decepcionante es que, una vez logrado un acuerdo de paz con la guerrilla que mantenía en vilo a la Nación, los políticos se muestran partidarios de polarizar a la sociedad usando para ello el gran motivador de siempre, el temor a alguna situación que, sicológicamente, nos enfrenta a la sin salida de elegir con el único propósito de salvarnos de la misma suposición con la que nos asustan.

 

Extraída de Noticias RCN

 

Y, por tanto, no estamos ante unos comicios en los que se esté discutiendo sobre lo fundamental; ello es cómo habremos de retomar el rumbo económico, bajo qué modelo basado en nuestras propias realidades y oportunidades; o, definir las mejores vías para lograr una cohesión social, en una comunidad largamente fragmentada por la injusticia social, la exclusión, el conflicto interno y la corrupción.

 

No. El debate instigado por grandes temores frente a espejismos de lado y lado se va desenvolviendo, como correlato natural, en la figura del salvador, de aquel único capaz de redimirnos y protegernos de las grandes amenazas que se ciernen sobre nosotros.

 

Muchos creímos, porque así nos lo decía nuestro pensamiento racional, que una vez desmovilizadas las FARC llegaría el momento en que nuestra política se moderaría. Que estábamos listos para retomar nuestras maltrechas instituciones e iniciar una terapia colectiva de usar el debate como herramienta de discusión de los asuntos comunes. Creímos estar listos para elegir a aquellos que nos proponen un camino de re educación de nuestras bárbaras costumbres, para dejarnos guiar por quienes nos muestran un futuro posible, y no por aquellos que solo nos señalan la oscuridad que desde cada orilla ideológica se cierne sobre nuestro horizonte.

 

Extraída de: A La Luz Pública.

 

Pero, parece que aún no estamos preparados para llegar a nuestra “mayoría de edad” como ciudadanos conscientes y responsables de la importancia de la participación democrática.  Es más, puede ser peor. Tal vez lo que estamos presenciando en este período de campañas electorales, es el intento de ejercer la democracia en una sociedad cuyos ciudadanos tienen la cabeza comprometida con todo tipo de tendencias tribales y pre modernas.  No nos anima, como sociedad, un debate estructurado a partir de argumentos racionales. Lo que nos moviliza, y de manera muy amplia e importante, son las emociones. Instigadas hábilmente desde las orillas más virulentas, tanto de izquierda como de derecha, es a nuestro cerebro más primario al que se está dirigiendo toda la batería de discursos, publicidad, y propuestas.

 

El sistema de soberanías nacionales, basado en decisiones democráticas, es el aparato político de la modernidad. De papel estamos instalados en él, pero, al tiempo, seguimos sin incorporar un aparato de pensamiento racional y una opinión informada (la posibilidad de pensar guiados por un criterio propio), presupuestos necesarios para dar forma y sentido al debate democrático.

 

Esto nos deja presos de muchas paradojas y preguntas de difícil respuesta. ¿Qué acciones debemos abordar primero para superar la condición de pueblo bárbaro y políticamente inconsciente?:

 

 

Extraída de 360 Radio

 

1- ¿Debemos apostar por el robustecimiento del aparato del Estado en detrimento de la propiedad y la iniciativa privada, y buscar una redistribución radical del ingreso dirigida a la población más desfavorecida? ¿No corremos con este tipo de visión de la administración de lo público, el riesgo de dirigir cuantiosos recursos a la población, todavía muy ignorante, quienes seguramente y como ha demostrado la experiencia de programas como Familias en Acción, no tomarán esos recursos subsidiados para avanzar en el proceso de su incorporación a la sociedad y al desarrollo de habilidades que los inserten en el aparato económico, sino que se acostumbrarán a vivir de la chequera del Estado, aumentando el círculo vicioso de la pobreza?

 

2- ¿El camino que deberíamos tomar es el de la educación, entre otras cosas para que la población no quede eternamente presa de la clase política, que la esclaviza debido a su eterna condición de ignorantes y marginales, vía los subsidios que, como migajas, les tiran por debajo de la mesa del poder público? Pero, ¿cómo pedir a las grandes masas de personas, que se sienten excluidos o que no tienen acceso a servicios básicos de calidad, que esperen un proceso tan largo como el educativo para ver resueltas sus necesidades más apremiantes como una buena alimentación o un acceso eficiente a los servicios de salud?

 

3-¿Hay que privilegiar la explotación de las tierras del sector rural a través de empresa agrícolas que garanticen la competitividad de lo producido en los mercados internacionales? O, ¿lo que se requiere es desmantelar los latifundios, y entregarlos a cooperativas o propietarios individuales para hacer una redistribución de la tierra en Colombia? ¿En la productividad del agro, actualmente, la extensión de la propiedad rural a explotar, influye, es decisiva, o indiferente? ¿Vamos a decantarnos por cerrar fronteras económicas y concentrarnos en abastecer el consumo interno? ¿Es esto último posible en el sistema económico capitalista globalizado? O, ¿Vamos a intentar salirnos del sistema?

 

 

Extraída del Diario

 

4-¿Seguiremos apegados a la economía extractiva, basada en la explotación de hidrocarburos y otros productos relacionados con la minería, con las consecuencias ambientales que dicho modelo de desarrollo conlleva? Y, en caso contrario, si nos negamos a continuar explotando recursos naturales que afecten gravemente nuestro medio ambiente, ¿cómo se van a sustituir esos recursos en el presupuesto nacional? ¿De dónde se plantean quienes así lo proponen conseguir los recursos alternativos que generen ingresos al Estado en la magnitud de lo que hoy representan para las finanzas los ingresos por explotación de hidrocarburos y otros minerales?

 

5-¿Vamos a volver a creer en los políticos que nos certifican, labrando sus palabras sobre la piedra, que no van a subir los impuestos y que no van a aumentar la edad de jubilación? Cuando los indicadores de la hacienda nacional nos dicen que es imperativo aumentar a toda costa los ingresos por recaudo de contribuciones y otros tributos, y que el sistema pensional es insostenible en el cortísimo plazo ¿podemos creer en quienes hoy afirman que si son elegidos no tomarán en cuenta en sus decisiones estas evidencias?

 

6-¿Hay que darles a los políticos tradicionales las herramientas para que luchen contra la corrupción que ellos mismos han fomentado, de manera tan irresponsable, o, vamos a confiar en que cambiando de bando ideológico se acaban las componendas, el tráfico de influencias, la coima, o el favorecimiento a contratistas del Estado? ¿De verdad creemos que los de izquierda son menos corruptos que los de derecha, y viceversa? ¿Es posible auto proclamarse como los políticos dueños de la “decencia”, o, por otro lado, como aquellos dueños de “una nueva cultura de administración de lo público con eficacia, transparencia, productividad y austeridad”?

 

 

Extraída de: La Vanguardia.

 

7-¿Queremos los colombianos embarcarnos en una reforma constituyente a menos de cuarenta años de haber promulgado una Constitución que hasta hace apenas unos días nos parecía moderna, democrática e incluyente?

 

8-¿Podemos creer en el discurso de seguridad que pretenden vendernos los señores de la guerra?

 

Y la obligada reflexión final: ¿Somos conscientes como sociedad de todo lo que nos gusta la violencia?  Yo creo que no. Sin embargo, a pesar de todas las imperfecciones de nuestro sistema político, este próximo 11 de marzo iré a las urnas y trataré de ejercer mi derecho al voto apegada a la mayor honestidad posible e intentando tener coherencia entre mis principios y las opciones que seleccione para votar por ellas. Intentando alejarme de los pronósticos de resultados electorales como un marcador del voto pragmático.

 

Tratando de pensar qué candidatos proponen un verdadero proyecto de nación, y están centrados en plantear las formas para hacerlo posible.  Y, ojalá lejos del miedo y la polarización a la que quieren llevarnos los caudillos de izquierda y de derecha.

 

En la muy rica villa de Segovia

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La localidad de Marsella es todo un enclave agrícola y ambiental que ya en los tiempos de la fundación le mereció el nombre de Villa Rica de Segovia


 

El despertar de las conciencias

El ex gobernador Carlos Arturo López Ángel cuenta que, en Marsella, su pueblo, tuvieron preocupaciones ambientales mucho antes de que estas se convirtieran en política mundial, suscrita en mayor o menor grado por casi todos los países del planeta. Después de todo, los inviernos desbordados y los veranos calcinantes nos tocan a todos. Hoy, dedicado al cultivo de orquídeas y plantas ornamentales en una finca ubicada detrás del Alto del Nudo, este hombre afable y despreocupado evoca esos momentos tan vitales en la historia de la localidad.

“Hablamos de los años setenta, cuando los últimos coletazos del movimiento jipi, con su evangelio de amor al prójimo y respeto por la naturaleza y por todas las formas de vida todavía se sentían entre nosotros. Una generación entera de jóvenes marselleses, a la que algunos etiquetaron con el calificativo de mechudos o peludos, creció en medio de una inquietud permanente por las cosas de la cultura y en particular por la preservación del medio ambiente.

“Para la época todavía no se hablaba del cambio climático ni del calentamiento global. Mucho menos se tenían noticias acerca de la extinción de muchas especies vivientes como resultado de la depredación humana.

“Sin embargo, cuando salíamos a caminatas campestres descubríamos que la siembra intensiva de café o la expansión de los pastos para la ganadería amenazaba las fuentes de agua del municipio. A ese paso- decíamos- no llegaremos al siglo XXJ sin haber agotados los recursos hídricos.

“Casi cincuenta años después, siento que esa fue nuestra primera toma de conciencia política sobre la necesidad de proteger nuestra casa que es la tierra. Esa inquietud me   ha acompañado toda la vida durante el ejercicio de mis responsabilidades públicas como legislador, gobernante o como un ciudadano más”.

Foto: La Cebra que Habla.

A vista de pájaro

Con esos antecedentes, no resulta casual que, en este municipio, ubicado a una hora de Pereira hayan florecido a lo largo de los años, todo tipo de organizaciones ambientalistas, entre ellas un grupo de apasionados por las aves que, eludiendo las veleidades de los vocablos técnicos, decidieron bautizarse como los pajarólogos.  Día tras días han acumulado un saber que les permite identificar y diferenciar a vista de pájaro cuales son las aves endémicas de la región y cuáles las migratorias. Por eso pueden acompañar a un visitante por la enmarañada madeja de caminos vecinales que rodean a Marsella y señalarle, sin haberlos visto todavía, el lugar donde moran el toche o el azulejo, donde liba el colibrí y donde acecha el cirirí el vuelo raudo de los gallinazos.

“La sapiencia de estos pajarólogos no ha sido aprovechada en toda su dimensión”, dice Albeiro, un ingeniero industrial oriundo  de Marsella que todos los puentes festivos se  enfunda su sombrero y se calza sus botas de caucho para recorrer kilómetros y más kilómetros, solo por el puro placer de caminar.

“Muchos de ellos empezaron desde niños con campañas espontáneas contra el uso de las caucheras, ese cruce entre arma y juguete que durante muchos años fue el terror de los pájaros de todos los tamaños. Luego, ya más grandecitos, comenzaron a observar y a estudiar por cuenta propia los hábitos y el hábitat de los pájaros de la zona.  Aprendieron tanto y tan pronto que uno les preguntaba y ellos sabían responderle de qué se alimentaba esta ave y cuál era la hembra entre los que se veían posados en una rama. Por ese camino del conocimiento no tardaron en enseñarles a los campesinos a reconocer en los pájaros a criaturas vivientes y dignas de respeto. Y eso ya es mucho decir en una población que siempre vio a las aves como un pretexto para coger la escopeta”.

A la sombra de El Nudo

Ubicada en el área de influencia de La Serranía del Nudo, amenazada en estos tiempos por la codicia de los nuevos ricos, la localidad de Marsella es todo un enclave agrícola y ambiental que ya en los tiempos de la fundación le mereció el nombre de Villa Rica de Segovia. Según el relato de los viejos cronistas, Pedro Pineda, fue uno de esos fundadores de pueblos que un día tomó “su mula, su hembra y su arreo y partió en busca de una tierra donde plantar su heredad. Por el año de 1860, cuando todavía no se había producido la segunda fundación de Pereira, llegó a la zona proveniente de Villamaría, un pueblo cercano a Manizales.

Foto: La Cebra que Habla.

En ese primer viaje de aventura lo acompañó uno de sus hijos, con quien se instaló en un sitio conocido como La Pereza. Una vez tomó posesión de un predio viajó a Villamaría, de donde regresó en compañía de su esposa María Gregoria y del resto de la prole: cinco hombres y dos mujeres.

Esa tierra feraz no tardó en recompensarle sus esfuerzos con plantaciones de algodón, tabaco, fique y plátano.  El fique jugó un papel clave en la confección de costales, líchigos, enjalmas y alpargatas, elementos fundamentales para el almacenamiento y transporte de los productos del campo.

Acompañado a veces de su mujer o de alguno de sus hijos, don Pedro viajaba cada mes hasta Santa Rosa de Cabal con el propósito de vender sus productos en el mercado y de comprar lo indispensable para el sostenimiento de su familia.

Era un camino largo y muy culebrero el que debían recorrer en ese viaje de ida y vuelta que en verano les calcinaba las espaldas y en invierno amenazaba con lanzarlos por un despeñadero, en medio de una corriente de lodo.

Las otras formas de cultivar

No olvidemos que cultura viene de cultivo. De sembrar y cuidar para recoger algo. A través de su historia los habitantes de Marsella han conocido las dos maneras de cultivar: la de plantar la tierra y la de nutrir el espíritu. El más visible de todos esos frutos es la Casa de la Cultura.

Por los espaciosos corredores de sus tres plantas pasearon, taciturnas o gozosas, las estudiantes del colegio las Betlemitas. En su capilla siempre iluminada por una veladora, las monjas profesoras depositaron sus angustias y sus ilusiones. Más de un espíritu agobiado descargó de golpe toda su desazón en un interlocutor misericordioso que se tomó la molestia de escucharlo.

Foto: La Cebra que Habla.

Pero esos eran otros tiempos, más sombríos.

Porque hoy, declarada patrimonio histórico y arquitectónico del país, el viejo caserón restaurado tantas veces es una suerte de carnaval en perpetua renovación que alberga, en primer lugar, la historia viva del municipio. En sus corredores y salones el visitante puede tomarle el pulso a cada uno de los momentos en que Marsella ha entrado en contacto con las novedades del mundo. La imprenta, el cine, el fonógrafo y la radio, así como los instrumentos utilizados por músicos y artesanos devienen un rastro a la vez mudo y elocuente. Si el visitante se deja llevar, no tardará en descubrir que esos objetos y retratos le cuentan cosas.

Si se detiene por aquí, la fotografía de una muchacha hoy muerta y enterrada le hablará del fulgor irrecuperable de la juventud.

Si hace un alto frente a un instrumento musical no tardará en descubrir que los viejos bambucos y pasillos todavía alientan en el aire, mezclados con las tonadas modernas que un grupo de jóvenes interpretan bajo la orientación de un maestro egresado de la Universidad Tecnológica de Pereira.

Y abajo, presidiéndolo todo, desde uno de esos patios empedrados que tenían sus veraneras y sus fuentes de agua, las piezas de un enorme tablero de ajedrez contemplan un rectángulo de cielo azul velado por un techo de tejas de barro.

Foto: La Cebra que Habla.

Quién sabe. A lo mejor esos ejércitos de reyes y reinas, de torres y caballos, de alfiles y peones dirimen en la alta noche, cuando nadie los ve, un viejo pleito no resuelto desde los días aciagos de Villa Rica de Segovia.

Porque este lugar tampoco escapó a la locura de nuestras guerras seculares. Las que, disfrazadas bajo otras consignas, perduran hasta nuestros días.

Lo nuestro es la vida

“Somos conscientes de que Marsella, igual que todo el país, ha sido protagonista de muchas de esas manifestaciones violentas. Pero, sin negar esa parte de nuestra historia, hoy queremos jugárnosla toda a las cartas de la vida”.

El tono firme de su voz no admite apelación. Es Adriana Grisales, la bibliotecaria de Comfamiliar Risaralda en Marsella. Cuando cruza la plaza principal con su melena dorada llameando al viento, los parroquianos que dormitan en las bancas se sobresaltan con ese paso que la lleva hacia el lugar donde las comunidades requieran un soplo de vida. Puede ser una proyección de cine, un taller de plastilina o una jornada de promoción de lectura. A pie, en moto o en jeep Adriana consiguió llegar con su propuesta creativa a un sector tan brutalmente apaleado como el de Beltrán, el recodo del río Cauca adonde fueron a parar cientos de cadáveres durante los años duros de la guerra en el Norte del Valle.

Cuentan las crónicas que los campesinos utilizaban sus viejas redes de pescar para sacar cadáveres de las aguas.

Foto: La Cebra que Habla.

“Pero hoy es otra cosa”, insiste Adriana. “Al principio era muy duro ver como los niños dibujaban en sus cuadernos los cuerpos que veían sacar del río. Pero de a poco las cosas empezaron a cambiar. La alegría empezó a regresar a sus vidas. Los padres y los maestros, que en principio se mostraban descreídos, cambiaron de actitud. En algún momento del camino sus propias vidas comenzaron a ser transformadas por la cultura y ellos mismos comenzaron a pedir que los programas culturales no solo se mantuvieran, sino que se multiplicaran. Esa es una de las razones por las que podemos afirmar que Marsella vive hoy otra parte de su historia”.

Con una cuchilla

“Si no  me querés / te corto la cara/ con una cuchilla/ de esas de afeitar…”

¿Quién no ha cantado al menos una vez en su vida esa tonada de Las hermanitas Calle?

Bueno, sucede que a mediados del año 2015 los habitantes de Marsella despertaron y descubrieron que, por obra y gracia de un sortilegio, vivían dentro de una telenovela.

Salían de misa y se encontraban con Danielle Arciniegas.

Regresaban de la compra en la carnicería y se tropezaban con Juan Pablo Urrego.

Los muchachos terminaban la jornada escolar y se quedaban sin aliento al darse de narices con Carolina Gaitán.

Foto: La Cebra que Habla.

Tres factores incidieron para que los productores decidieran grabar su telenovela sobre esas legendarias cantantes del género carrilera en algunas locaciones de Marsella:

Su cercanía a Pereira.

Su vocación cafetera.

Y sus muy bien conservadas fachadas.

Y entonces se produjo el fenómeno: como una cuchilla que todo lo arrasa, miles de turistas de todos los rincones del país se lanzaron sobre el pueblo, ávidos de color local.

Un domingo sí y otro también, sorteaban las conocidas y mareadoras curvas para constatar con sus propios ojos lo que veían en la pantalla.

Como era de esperarse, lo desbordaron todo en un pueblo que no estaba preparado para eso: los restaurantes, los hoteles, las cafeterías, los parqueaderos, los urinarios, los parques.

Y una vez pasada la fiebre, se fueron para no volver.

Pero en el aire de Marsella quedó flotando una pregunta: ¿Qué pasó con aquella “vocación turística” de la que se hablara tanto en los años ochenta del siglo anterior?

Foto: La Cebra que Habla.

Los días dorados de don Manuel Semilla

Cada quien a su manera: líderes comunitarios, políticos, gobernantes, jóvenes, hombres y mujeres aventuró su propio catálogo:

La Casa de la Cultura

El cementerio

El Jardín Botánico

La Serranía del Nudo

El avistamiento de aves

Las muchas quebradas y riachuelos

La reserva natural

La ruta del agua

La ruta de las artesanías

La ruta del chocolate

Don Tomás Iza, el maestro de toda la vida, no se cansó nunca de recordarles que el municipio tenía un potencial nunca aprovechado del todo y que eso de Villa Rica de Segovia no era una casualidad.

Sin ponerse de acuerdo todos evocaron los tiempos en que la obra de  don Manuel Semilla obtuvo un reconocimiento internacional. Como bien lo anotara el ex gobernador Carlos Arturo López, todavía  no se habían inventado las políticas ambientales y eso de crear un Jardín Botánico les parecía a muchos una cosa de locos.

Fotografía por: Adriana Grisales.

“Hoy, muchos añoran esas locuras”, sentencia López mientras le quita los piojos, o vaya uno a saber qué bichos, a una de sus orquídeas.

 “Vivimos dándole la espalda a un tesoro”, repetía don Tomás, al tiempo que alzaba un dedo índice admonitorio mientras disfrutaba el café mañanero.

Dicen que en esos momentos miraba en realidad  hacia adentro  evocando los pasos de  sus ancestros llegados de oriente.

Grano Rojo

Guillermo Gamba es uno de esos hombres que han hecho de todo en la vida. De maestro rural a catedrático universitario. De consultor de proyectos a fabricante y vendedor de obleas. Su esencia es la esos trashumantes que toman todo lo que encuentran el camino y lo amasan a la medida de sus anhelos. Por eso un día decidió consagrarse a la escritura de cuentos y novelas en los que hace de la historia mito y de la leyenda historia. Por las páginas de una novela como Tacaloa, viento y sueños gravita una Marsella muy suya, ingrávida a veces, como la neblina que abraza los campos en las madrugadas. Pero en otras es dura y golpea con el mazo de sus violencias tempranas. Todas esas cosas  las condensa en un blog al que decidió bautizar como Grano Rojo, en homenaje a esta tierra que lo despertó  a las primeras alucinaciones del deseo y el pavor.

Como en un espejo

En una de las vitrinas de la Casa de la Cultura reposa una prenda que parece cansada, como el cuerpo del futbolista que una vez la lució en un estadio lejano. Es una camiseta del club Olympique de Marsella, la ciudad hermana de esta Villa Rica de Segovia sin mar, pero igual habitada por hijos errantes que un día están aquí y mañana en el otro extremo del planeta.

Extraída de: Blog BP

A veces, algunos turistas provenientes de ese puerto sobre el Mediterráneo llegan a esta otra Marsella que les devuelve la paz con el rumor de sus riachuelos, con el súbito vuelo de un colibrí o con el sabor de un buen plato cocido en leña.

En algún momento de su estadía todos se sorprenden con la cantidad de veces que un nombre se repite en establecimientos públicos y privados de la localidad: El del sacerdote Jesús María Estrada.

Y, si quieren, pueden animarse con un par de aguardientes en un bar de la plaza mientras al fondo suena La cuchilla, de Las Hemanitas Calle.

 A lo mejor en ese juego de espejos asistan a su modo a otro despertar de las conciencias.

Phiri, un placer que se extingue

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Definitivamente creí haber perdido su rastro, pero en mi recuerdo permanecía imborrable su grato aroma de trigo tostado.


 

Vine a Sipe  Sipe porque me dijeron que acá había lo que buscaba, un producto tal llamado Phiri. Mi prima me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a buscarlo en cuanto pudiera, un domingo de esos. Tanto le estuve dando vueltas al asunto, en los últimos meses, que mi antojo seguía creciendo exponencialmente. Y así andaba intranquilo, azuzando a mis parientes para que me trajeran a esta comarca de rojizas tierras y vespertinas ventiscas que hacen silbar los molles. En el mercado junto a la plaza lo encontrarás, me había recalcado la prima.

El domingo pasado, nos bajamos justo frente a la iglesia del poblado y le eché una mirada al reloj de su torre: el artefacto estaba de simple adorno porque mucho ha se había detenido junto con el tiempo. Tenía cierta lógica aquello, pues hay lugares donde no corren las horas, mientras que en las ciudades somos esclavos de su implacable rutina.

A lo que vinimos. Mi tía Anita y yo bajamos del jeep para ir a comprar una decena de quesillos para el pan “hojarado” que íbamos a hornear. Como quien está a punto de efectuar un gran descubrimiento, así me sentí mientras emprendíamos la corta caminata rumbo a los pasillos del mercado.

 

Foto fuente: José Crespo Arteaga

 

El sitio era reducido, no había mayor dificultad para recorrerlo palmo a palmo. Ni rastros del ansiado Phiri. Preguntamos a las vendedoras de quesos, meneaban la cabeza casi todas, alguna mencionó que ocasionalmente traían, pero en ínfimas cantidades. Por el contrario, pululaban los puestos con aceitosos buñuelos y otras frituras. Sentí que el viaje había sido en vano, y eso que íbamos a estrenar oficialmente el rústico horno de leña levantado pocos días antes. La tarde prometía, porque varias tías se habían compinchado para elaborar pan casero, pero a mí no me entusiasmaba.

En esas estaba, bajoneado y cariacontecido como un perro apaleado, haciéndome a la idea de que tal vez nunca más volvería a probar ese manjar. No es poco, por lo menos son veinticinco años en que no lo he visto más en mi mesa, ni para la foto. Siendo caminante habitual de los mercados populares de la ciudad me he topado con Lawas, Phisaras, motes de todo grano, humintas y otros platillos de origen ancestral, pero jamás había encontrado algo parecido al Phiri. Me extrañaba que siendo un preparado a base de trigo, la gente del valle prácticamente lo ignoraba.

Definitivamente creí haber perdido su rastro, pero en mi recuerdo permanecía imborrable su grato aroma de trigo tostado. Cuántas tardes de mis años mozos habrán sido de plena dicha, mientras degustábamos, con los ojos cerrados, cucharadas de aquel insuperable manjar, rematado con un té de menta que crecía como hierba en el jardín. En lo alto de una colina un tío había levantado una casita de campo que tenía una vista inmejorable de toda la huerta y de los cerros aledaños a Independencia.

 

Extraída de: Fundación Repsol.

 

Entre ciruelos, manzanos y duraznos nos gustaba perder la tarde con mis primos hasta que la tía Marina nos llamaba a comer. Devorábamos como desnutridos todo aquello que salía de esa mágica cocina de leña, cautivados desde ya por su humosa sazón. Ya imaginarán a qué sabía un Phiri cocinado en tiznadas ollas de barro. No se imaginan.

Habré dado tanta pena con mi tragedia particular que, al poco rato, la tía Anita me informó que había hallado un poco de trigo guardado en la casa de Sipe Sipe. La tía Lilian conocía los trucos de su preparación porque había heredado de su madre y ésta a su vez de la suya, hasta remontarse a los antepasados. En un dos por tres recobré la esperanza y me fui en busca del tiesto de cerámica en el que se suelen tostar muchas cosas.

Había que seguir los pasos que efectuaban los ancestros si queríamos darle seriedad al asunto, no era para menos. Tía Anita, después de escoger minuciosamente el grano para apartar piedrecillas, en pocos minutos lo tostó moderadamente. Había molinillo de mesa para continuar con la faena, pero ese día nos apegábamos al reglamento de los ñaupa tiempos, así que de rigor el batán era el indicado para la molienda.

 

Extraída de: La Razón.

 

Por estos brazos cansados juro que me dio gusto ejercitarlos otra vez, recordando que de adolescente molía locotos y tomates para la llajua del almuerzo. Dicen que los músculos tienen memoria, y así lo sentí cuando mis brazos se dejaron llevar por el ritmo, machacando con cuidado para que no saltaran los granos.  De a poco fui triturando el trigo hasta dejarlo un tanto áspero, sin que llegué a ser totalmente harina (de ahí, Phiri, que significa desmenuzado).

A continuación, tía Lilian, en una olla añadió unas cucharadas de manteca vegetal (cómo habrá sido de suculento cuando antes se utilizaba auténtica manteca de cerdo) y una pizca de sal con sus manos expertas. Mezcló en seco los tres ingredientes con una cuchara de palo por unos momentos, mientras se aguardaba que hirviera el agua de la caldera.

 

Extraída de: Centro Orion.

 

Fue entonces cuando fui testigo del arte hecho alimento. Con el fuego a media potencia, revolvía la mezcla mientras dejaba caer chorros del agua hirviente. Yo siempre me imaginé que el Phiri se elaboraba exactamente igual al arroz graneado, con el agua que debía secarse lentamente hasta que el grano estuviera reventado. Efectivamente el trigo reventó, luego de unos veinte minutos, lapso en el cual nos turnábamos para remover constantemente y evitar que se pegara al fondo de la olla.

La cocción fue prácticamente en seco, mejor dicho, al vapor, con periódicos chorros de agua caliente cuando se notaba que el cucharón daba más batalla por la sequedad. Fuera del esfuerzo que significaba el removido, el resto había sido de una sencillez apabullante.

Con quesillo desmenuzado (bien vale también queso común rallado) se completa el decorado en caliente para que el olfato capte la sabrosura en el aire. Y en caliente también se lo degusta, bien acompañado de un tinto café para sentir en el paladar una fiesta de contrastes. Como nutritivo desayuno, como ligera cena tempranera no hay otra cosa mejor. Eso sí, nada de atiborrarse, que en la mesura está el mejor provecho.

Salvemos Phiri para que no se extinga. Una humilde merienda de campesinos que, tal como mis tías mayores contaron, era el alimento básico para el camino, para los largos viajes y duras jornadas en los sembradíos y otras labores de campo.