Ofelia Torres Betancourt es una soprano formada en la escuela de música de la Universidad Tecnológica de Pereira. La recordamos en Mujeres en marzo con su presentación como solista en la Marcha de la Amistad, zarzuela De los Gavilanes, en compañía de la orquesta Sinfónica de la universidad en mención.
Cada sábado tenemos la sección Antojos, un espacio para leer fragmentos de libros publicados por Sílaba Editores y reseñados en La cebra que habla.
Trabajadores del sexo (así en España como en Colombia): mucho más que víctimas
Pedro Adrián Zuluaga
Por los mismos días en que escribía estas líneas, la representante a la Cámara Clara Rojas radicó en el congreso colombiano un proyecto de ley para sancionar con multas económicas a los usuarios de los “servicios sexuales”. Esta ley busca, según la representante, “crear en el imaginario colectivo, de manera progresiva, una cultura que desincentive esta práctica”. Asimismo, quiere crear conciencia del vínculo entre prostitución y vulnerabilidad social, al reconocer a las personas “en Situación de Prostitución” como víctimas.
Es fácil desestimar como ingenuos o regresivos los argumentos de la representante Rojas. Pero hacerlo, para fungir de progresistas, sería otra forma de tapar el sol con los dedos. Porque sí, por supuesto que el oficio (y cuando digo oficio hay que pararse a pensar en lo poco reguladas que están estas prácticas, lo que no hace sino aumentar la vulnerabilidad de quienes se dedican a ellas) de la prostitución en Colombia está, no pocas veces, asociado a contextos y realidades como la pobreza, el desplazamiento por el conflicto armado o la falta de acceso equitativo al trabajo y la educación. Sin embargo, reducir la prostitución a este sesgo sería desconocer el profundo arraigo social y psicológico que explica su permanencia en el tiempo y la manera como en cada época la prostitución, femenina o masculina, ha sobrevivido transformándose.
En el que es tal vez el más sentido testimonio que recoge este libro de Iván Zaro, acompañamos a Mario en su recuerdo de algunos encuentros que lo han impactado en su trabajo, al punto de dejarlo con “un sentimiento de pena enorme”: con un anciano de noventa y un años, un chico con polio u otro más, discapacitado y con la espalda rota en once trozos. Todas estas experiencias cambiaron la visión de Mario sobre su sexualidad y la de los otros, y le permitieron abrirse, desde su propia vulnerabilidad, al desamparo de otras personas. Mario reivindica su trabajo como una función social, un encuentro entre subjetividades lastimadas –y adultas– que logran un intercambio convenido: “Siento que puedo darles placer y, con ello, ayuda. Porque yo puedo ligar en cualquier sitio, en cualquier momento, y la mayoría dispone de sus herramientas para hacerlo, pero hay gente que por la razón que sea no puede. No disponen de estas oportunidades. Y no solo personas con minusvalías físicas, existen personas muy tímidas, muy retraídas, sin habilidades sociales y para las cuales también resulto necesario”.
Como el de Mario, los otros testimonios de La difícil vida fácil están hechos de la verdad de la experiencia y no del frío deber ser de la razón. Zaro aporta sus herramientas de trabajador social, una metodología de escucha atenta, para que estos hombres cuenten lo que han vivido, los sentimientos que los asedian, sus frustraciones más agudas y sus sueños más persistentes. Las muchas veces difíciles condiciones en las que trabajan, no han destruido su humanidad. El mismo cuerpo que se entrega al comercio, casi siempre mecánico o instrumental, con otros cuerpos, es el que sueña futuros mejores, el que ama, el que entrega, en otras ocasiones y a otras personas, los dones gratuitos –y abundantes– de la vida.
Este libro no presenta una visión universal de la prostitución. Llamar a este oficio “el más viejo del mundo”, como suele hacerse, es una forma encubierta de banalización, esa frivolidad de ver el mundo como un hecho dado desde siempre, que el optimismo de la voluntad no podría llegar a cambiar. Por el contrario, el de Zaro es un libro sobre el presente, sobre un paisaje actual y particular: el de la España de los últimos años, con sus crisis y altibajos. Pero también es un libro imposible de imaginar sin inscribirlo en otro tipo de tradiciones y transiciones. Una de ellas es el concepto de autodeterminación y las prácticas sociales que se derivan del mismo. La autodeterminación es una promesa fundadora de la modernidad, que le entrega al sujeto la gestión y responsabilidad sobre su propio destino, y es la base filosófica de conquistas centrales del mundo contemporáneo como el derecho al aborto, la eutanasia y el uso despenalizado de las drogas, entre otras. Sin nombrarla así, muchos de los testimonios reunidos en el libro reivindican el poder de decisión sobre el propio cuerpo, sus usos y placeres, y las múltiples formas del cuidado de sí y del cuidado del otro.
A pesar de las múltiples manifestaciones de inconformidad en distintas ciudades de Colombia, la presencia de personas en las calles con mínima protección y la petición básica de alimento para las familias, el presidente de Colombia sigue ubicado en la defensa de la economía como único baluarte rescatable en tiempos de crisis. En un país donde por lo menos el 35% de la población vive del “rebusque” en una lógica cultural del trabajo para “levantar lo del día”, se propone un toque de queda sin alternativas viables para que las personas cumplan efectivamente con la cuarentena.
Sin un plan de contingencia claro donde los agentes (pobladores) no se han tenido en cuenta en su diversidad y capacidad de acceso a recursos para la supervivencia básica, se está propugnando por una lógica de “ayuda” para grupos poblacionales vulnerables (el típico mercado de la caridad cristiana y el clientelismo en época de elecciones), y un “soporte económico” para los entes económicos que supuestamente generan estabilidad y riqueza para la nación. Por esa razón a una gran población de Colombia se le brindan migajas, mientras a la banca y a los empresarios se les preparan banquetes con múltiples recursos para que continúen en sus prácticas de negación sobre la realidad colombiana.
Como nunca antes en Colombia (gracias a los medios masivos de comunicación) nos encontramos en una coyuntura social que determinará el futuro a corto y mediano plazo. De continuar con los decretos hasta ahora aprobados tendremos una nación menesterosa, limosnera, subsidiada, con mínima representatividad en las decisiones importantes del país. Estará regida por una lógica financiera y empresarial donde lo único que importa es brindar estabilidad a las familias y corporaciones que son sus propietarios (lo demás se puede ir al traste y el impacto social será paliado con caridad, cinismo, construcción de enemigos, polarización, estereotipos, manipulación mediática, clientelismo, corrupción, malicia indígena y promesas incumplidas).
De cambiarse el manejo de la crisis, estableciendo una modelación por actores, teniendo en cuenta las necesidades concretas de cada sector poblacional, de cada condición cultural en el trabajo, donde se piense regionalmente el territorio, respetando las lógicas de descentralización administrativa, las producciones locales y regionales, los decantados históricos, será posible apostarle a otro tipo de país donde emerjan los actores como constructores efectivos de nación, con voz, con capacidad de decisión ante los temas claves de los distintos territorios.
Para ello el gobierno debe pensar en un Fondo con recursos económicos para el choque, acompañamiento y recuperación, claro que sí, sin embargo es un Fondo con carácter y vocación social, donde la prioridad sean las personas, su bienestar y dignidad. Buscando contraprestaciones y correlaciones para trabajar por y para los territorios en lo que sea requerido como parte de lo comunitario y sociocomunitario.
Desde muy temprano lo aprendimos: en este mundo hay tres cosas que cunden: el fuego, el ejemplo y el pánico.
Y éste último lo hace de manera especial, o viral, para utilizar un vocablo caro a las dinámicas de internet y de las redes sociales.
En esas circunstancias, los medios de comunicación juegan un papel singular y a menudo pernicioso.
Es sencillo: el pánico vende.
En principio concita audiencias multitudinarias. Luego, ofrece las fórmulas para conjurar sus secuelas, como una serpiente que inoculara primero el veneno y luego el antídoto.
Durante cinco minutos la presentadora del noticiero en horario Triple A hace su exposición sobre el virus de marras, con la pasmosa suficiencia de quien lo ignora todo sobre el asunto.
Sólo el desconocimiento absoluto permite semejante dosis de temeraria seguridad.
Es comprensible: quien empieza a conocer duda.
En este caso, el protagonista de la historia es una criatura de pesadilla cinematográfica bautizada con prontitud bajo el nombre de Coronavirus.
No sé por qué, pero la palabra me lleva a evocar a Godzilla, el monstruo japonés devenido símbolo del horror atómico. Es decir, del exterminio en masa, el gran logro de la ciencia durante el siglo XX.
Sospecho que en algún estudio de Netflix se perfilan los primeros guiones para una saga interminable sobre el Coronavirus.
Pero no me malinterpreten. Como todos ustedes, sé que una pandemia es un asunto para preocuparse y ponerse en cuarentena. Hoy, cuando los virus y las bacterias viajan en avión y se desplazan de un continente a otro en cuestión de horas, ustedes y yo podríamos ser borrados de la faz de la tierra en un santiamén.
No es como antes. Un viajero enfermo que emprendiera el camino desde Pekín podía tardar meses en llegar a Europa, dependiendo de las circunstancias del clima o de las emboscadas de los enemigos.
Lo que fastidia es el frenesí y la frivolidad de los medios, sobre todo de la televisión, que en lugar de orientar confunden y desencadenan el caos.
Hay que ver la manera como circula la desinformación. Ya hay padres de familia que encapsulan a los hijos en sus habitaciones, a merced de dos virus todavía peores: las redes sociales y la televisión. Ante el mínimo estornudo de un vecino lo miramos como a un apestado. Al lado de siempre admirables expresiones de solidaridad proliferan los instintos más básicos de egoísmo y aprovechamiento de la necesidad ajena.
Es simple: somos frágiles y tenemos miedo. El sólo hecho de que corramos como posesos a acaparar el papel higiénico deviene metáfora existencial: todos estamos cagados del susto.
Y todo amparado en el noble derecho a la información. ¿Se imaginan ustedes las cámaras de CNN transmitiendo en directo las imágenes más escabrosas de los efectos de la Peste Negra en Europa durante el siglo XIV?
No les quepa duda: como mínimo, nos habríamos privado de buena parte de la obra plástica de Barna da Siena, Bartolo di Fredi, Luca di Tommé y Andrea Banni, que recrearon en sus cuadros los estados del alma de quienes sentían que su divinidad había decidido exterminarlos por alguna causa desconocida.
Aspectos estéticos aparte, no he visto en los medios de comunicación muestra alguna de sensatez. Nadie que le explique a la gente que los virus y las bacterias no son agentes de alguna cruzada demoníaca. Son seres vivos, y al parecer inteligentes, que luchan como nosotros y con nosotros por su propia supervivencia.
Si en un momento dado nuestro organismo se convierte en campo de batalla, eso ya es otro asunto.
Primero con extractos de plantas y sustancias de origen animal, y más tarde con armas químicas, los humanos hemos desencadenado batallas devastadoras contra esos organismos invisibles.
Todas las victorias han sido provisionales y fugaces.
Imagen de la Tierra tomada desde la Estación Espacial Internacional. NASA
Porque ellos responden, faltaba más. Su ingenio es inagotable. Mutan, se disfrazan emigran y a menudo se vuelven invulnerables ante los ataques del enemigo.
Al final, habrá alguien que se lucre del pánico. Sucede siempre en esos casos. Si volvemos unas cuantas páginas atrás, al año 2009, encontraremos igual tratamiento informativo para la aparición del virus conocido como H1N1 o Influenza Porcina. Una vez desatado el miedo, los laboratorios se encargaron de poner en el mercado miles de millones de dosis de vacunas para prevenir el mal.
Sólo después de consumada la venta, nos explicaron que era apenas una más entre la infinita cadena de mutaciones de los seres vivos, entre los que se cuentan virus y bacterias.
Si se han fijado, notarán el énfasis de los medios en el hecho de que el virus se originó en China. Como cuando dicen, sin venir a cuento, que el crimen lo cometió un negro o un musulmán.
Es la irresponsabilidad disfrazada de rigor.
Puede ser sugestión mía, pero ese dato adicional sobre el origen del mal puede sumar audiencias y por lo tanto vendedores y compradores en esta nueva cruzada del pánico.
Desde el pasado 24 de marzo a las 23:59 horas se inició el aislamiento preventivo en Colombia hasta el 13 de abril a las 00:00 horas. Se han tomado algunas medidas nacionales, regionales y locales (Pereira y Dosquebradas son los municipios que principalmente mencionaremos) que se deben tener en cuenta. Aquí te señalamos algunos anuncios oficiales.
Dando clic a cada título puede ir a la ampliación de la medida.
A nivel nacional:
Teléfono en Colombia para consultar si cree que tiene Coronavirus:
En general, los síntomas principales de las infecciones por coronavirus pueden ser los siguientes. Dependerá del tipo de coronavirus y de la gravedad de la infección:
Fiebre de difícil control, mayor a 37,5 por más de 3 días
El Gobierno Nacional tomó un préstamo del Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales (Fonpet), pensiones que se van a pagar a partir del año 2040.
Ubicados en los departamentos de Huila, Arauca, Santander, Valle del Cauca, Meta, así como en las universidades Tecnológica de Pereira, los Andes, la Nacional, El Bosque, de Antioquia y EAFIT.
Por el término de duración de la emergencia de que trata el Decreto 417 de 2020, estarán exentos del impuesto sobre las ventas -IVA, en la importación, y en las ventas en el territorio nacional sin derecho a devolución y/o compensación, los siguientes bienes siempre y cuando se cumplan las especificaciones técnicas establecidas en el Anexo que hace parte integral del presente Decreto Ley. Revisar el decreto haciendo clic aquí.
Un Centro Logístico conformado, entre otros, por la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía Nacional, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), el Instituto Nacional de Vías (Invías), la Superintendencia de Transporte, la Agencia Nacional de Seguridad Vial.
Protocolos de salud para quienes ingresen a los centros penitenciarios, suministro de elementos de aseo para los centros, disponiblidad y entrega constante de medicinas básicas, proceso d elimpieza y desinfección periódica, petición a las familias para que limiten sus visitas físicas y usen las virtuales, campañas pedagógicas para el autocuidado, toma de muestras y exámenes iniciales.
Atención psicosocial a través de llamadas telefónicas en el 106 (válido para teléfonos celulares). Para resolver las inquietudes en cuanto al Covid-19 llamar al celular 302 290 74 90. Horario de atención de 8 am a 6 pm.
Campaña liderada por la primera dama. Para donaciones llamar a los números 3164781815 o 3163293075, las ayudas se recogerán en su casa por seguridad. También se puede ayudar con dinero en la cuenta de ahorros de la Cruz Roja Seccional Risaralda #141002527 del Banco de Bogotá, NIT 8914080314.
Dejamos algunas imágenes de otras medidas tomadas por la gobernación de Risaralda. El día a día de ésta institución se puede seguir con más detalles a través de la radio y en Facebook/GobernacionRisaralda
Operación candado. Solo deben salir las persona que requieren abastecerse de elementos básicos en sus casas, una persona por hogar o aquellas que el decreto 382 del 19 de marzo permita su movilidad. Leer el decreto haciendo clic aquí
Todas las medidas mencionadas anteriormente aplican para este municipio y adicional en el caso de Dosquebradas para abastecerse de alimentos existe un pico y placa que casi todos los supermercados han adoptado en el municipio.
La participación de la mujer en el son jarocho ya no se limita al baile. En los años recientes se pueden observar cambios en la interacción de la mujer como músico al expresarse por medio de esta manifestación cultural originaria de los campos del sur de Veracruz. Su papel ya no es secundario, y el protagonismo que los hombres han tenido dentro del son ha ido cediendo mayores espacios a las jaranas de las mujeres.
Esa apertura se debe a los giros presentes en las visiones del mundo en diferentes momentos de la historia contemporánea.
Raquela Palacios Vega, música e instrumentista.
En el son jarocho, las voces que antes no tenían permitido cantar han luchado por encontrar su integración e inclusión en los fandangos.
Ahora la mujer toca la jarana, la quijada, el requinto, la leona y el marimbol, instrumentos que antes se consideraban más varoniles y rudos; además canta, baila, escribe sus versos y compone décimas. Ha dejado ese rol doméstico que tenía en el pasado, cuando hacía parte de un fandango solo al ser anfitriona y cocinar para los invitados. Esas actividades, tan importantes dentro de la integración comunitaria de los jaraneros, se comparte en estos tiempos recientes. Los hombres también cocinan y son anfitriones.
Evelin Acosta, decimista y versadora
En el Fandango Fronterizo las mujeres participan de manera activa. Además de ser parte del Comité organizador, están presentes en la interpretación de los sones. Ellas se toman la tarima para lanzar sus décimas y cantan sus versos a favor de la inclusión y el respeto, en contra de la violencia y el odio por la diversidad. Las mujeres no permiten que las silencien. Como cualquier jaranero fronterizo, son parte de esta fiesta para todos que busca borrar los muros.
Soy docente universitario en una Universidad Regional en Colombia. Y como miles o millones de docentes me encuentro en casa con el firme propósito de continuar con la labor docente. Es claro que las condiciones de accesibilidad a la red, las prácticas culturales, la resistencia al cambio, la demonización de los encuentros virtuales, la cotidianidad fracturada y otros tantos argumentos y sensaciones implican que muchos de mis estudiantes no puedan ingresar de manera cómoda, dispuesta y ensoñadora a plataformas digitales que permiten el encuentro.
De plano entiendo que estamos ante una situación inédita para el mundo, igual comprendo que en otros tiempos históricos la única posibilidad de actuación ante las pandemia era el encierro sin atenuantes y sin posibilidades de interacción con los otros que habitaban el territorio.
Esta red, por muchos amada y por otros tantos odiada, nos da hoy la posibilidad de estar viviendo otra pandemia con un encierro relativo, !podemos comunicarnos con aquellos que hacen parte de nuestra cotidianidad laboral¡!Eso es maravilloso¡ Podemos interactuar en las ideas, en las preguntas, en las posturas ideológicas, en lo que hacemos estéticamente y lo que postulamos éticamente.
Con respecto a mi práctica docente entiendo de sobra que ante una inequidad social que cubre todos los aspectos de la vida humana, y el internet no es la excepción, mi postura en el acto docente tiene que cambiar drásticamente. En este momento los encuentros a través de la red deben superar las barreras mediadas por roles históricos de docentey estudiantes, nos encontramos en primera instancia para corroborar que estamos saludables y seguimos con deseo de vida. Escuchar las voces de aquellos que de alguna extraña manera queremos, en la distancia, en el traumático hecho del rol social, en el ir y venir de tensiones, desencuentros y a veces desafectos, es una oportunidad para sonreír y comprobar que estamos dispuestos a la emergencia de vínculos generados por el encuentro.
Dialogar desde autores, temáticas y contenidos es parte de la oportunidad de estar juntos, igual desde el juego de las palabras, el compartir imágenes, cortometrajes, obras de arte, rostros expectantes, tonos de voz que en otro momento eran menos escuchados. No estoy pensando en evaluación y menos en acreditaciones, quiero saber de sus familias, de sus situaciones concretas, de lo que están viviendo en momentos de encierro, angustia y zozobra.
Me interesa que trancemos pensamientos, emociones, ideas, intuiciones y fantasías, que podamos dialogar una o dos veces por semana cualificando la mirada sobre el mundo a través de la teoría y no para la teoría. Qué entendamos por fin que la teoría amplia la mirada, dándonos recursos para comprender que estos momentos de pandemia muestran con claridad que son las sociedades y los seres humanos.
NO puedo dejar de mencionar que estas situaciones son la evidencia de lo que hemos decantado como seres humanos, nuestro acumulado en la existencia individual y colectiva. Por eso vale la pena la introspección, el perdón, el alivianamiento del tiempo, el acercamiento a aquellos que amamos a pesar de las diferencias y la cicatrices.
Por todo lo dicho espero que mis estudiantes asistan a nuestros encuentros y nos den la oportunidad de saber que están vivos, con disposición para la supervivencia, el diálogo, la sonrisa, el gracejo, el compartir. Aquellos que no pueden llegar, les garantizo que haré todo lo posible para llegar a ellos, aunque sea en ecos digitales, espero que de alguna manera me escuchen y puedan agenciar algunas acciones que nos permitan mantener algún tipo de contacto educativo.
Especial. Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Trasatlántica. Por, Martha Alzate |
El 25 de marzo una fecha para homenajear y recordar a aquellos que sufrieron y murieron a manos del brutal sistema de esclavitud. La ONU busca con este día internacional generar conciencia sobre los peligros del racismo y los prejuicios que conlleva.
El año anterior en Bordeaux se inauguró sobre el Quai (muelle) que bordea el río Garona, el centro de gravedad de la ciudad, una escultura de la esclava africana Modeste Testas. Esta mujer, nacida cerca del 1765, fue comprada cuando era una adolescente por dos hermanos bordoleses, François y Pierre Testas, de los cuales adoptó su apellido como correspondía a su carácter de pertenencia a sus amos.
Según las biografías que se pueden consultar en internet, ella fue concubina y esclava sexual de su dueño, François, quien dirigía las propiedades familiares en la Isla de Santo Domingo dedicadas a los cultivos de azúcar y algodón. Antes de su muerte, el amo tomó la decisión de dejarla en libertad y le legó propiedades en Haití, en donde se dice que Modeste murió a la edad de 105 años.
Su nombre completo Marthe Adélaïde Modeste Testas, le fue asignada por sus compradores a su llegada al puerto bordolés, y su apellido fue transmitido a seis generaciones que llegan hasta el presente.
De su abundante descendencia, destaca uno de sus nietos, François Denys Légitime, quien fue presidente de la República de Haití durante un año (1888 a 1889).
Consulté su biografía en internet, en donde se dice que se trató de un militar y político haitiano. La línea por la que Modeste le heredó su linaje fue a través de uno de los últimos deseos de su amo. Este se había mudado a New York en 1975 con sus esclavos de confianza durante la ocupación británica a Santo Domingo. Entre ellos se contaban Testas y Joseph Lesperance. Antes de morir, entre las disposiciones que tomó François estaba el deseo de que Modeste se uniera como pareja a Lesperance. De esta unión nacieron nueve hijos, una de las cuales, Tinette Lespérance, dio a luz a François Denys.
François Denys Légitime
Ella ha sido escogida por la ciudad de Bordeaux para representar un pasado no muy presente en la capital del departamento de Gironda, el de su participación en el tráfico internacional de esclavos que, aunque menor en magnitud al mayor puerto negrero de Francia, la ciudad de Nantes, tuvo igual una influencia significativa en la prosperidad de su economía.
Un pasado negado, incluso mediante la desaparición de copiosos archivos que daban cuenta de este fenómeno en la ciudad; seguramente debido a que la aristocracia bordolesa no ha estado muy interesada en relacionar su condición de prósperos comerciantes de vinos con la esclavitud y las repercusiones positivas que éste tráfico tuvo sobre las finanzas de sus familias tradicionales.
En el libro “Bordeaux, port négrier XVII-XIX siècles”, Éric Saugera hace un minucioso estudio sobre la cronología del tráfico de esclavos en la ciudad de Bordeaux. Identifica figuras centrales, como Jean Marchais, a quién señala como el precursor de este comercio en la región bordolesa: “De ce fait, il est à l’origine du commerce négrier bordelais en tant qu’activité régulière et non plus seulement épisodique”; relatando cómo a finales del año 1728, Marchais encargó su primer barco negrero, La Unión, que desembarcó en la costa africana el 1º de septiembre de 1729.
Este apogeo duró hasta tiempos de la Revolución Francesa y la Asamblea Nacional, en donde la preocupación por temas como los derechos del hombre y los ciudadanos empezaron a extenderse también a los pueblos negros. No obstante estas discusiones que dieron lugar a un cambio sustancial de mentalidad en relación con la estructura social, no se logró una limitación definitiva, puesto que el tráfico de esclavos fue una práctica relacionada con la reconstrucción económica de la nación en diferentes momentos, y el derecho al tráfico de esclavos regresó, muchas veces por la puerta de atrás, con la excusa de fortalecer el comercio.
Los años de 1821 y 1822 fueron los últimos en los que la trata de esclavos jugó un papel importante en este puerto, con once expediciones reportadas, y esto sucedía incluso tres años después de que la primera ley de abolicionismo fue decretada en Francia. Las últimas expediciones llevadas a cabo entre 1824 y 1825 no superaron el número de cinco, mientras que, en Nantes, en esa misma época, todavía se llevaron a cabo en un elevado número estimado en noventa y cinco expediciones.
El autor del libro concluye diciendo:
“La legitimidad de la trata deja de ser la unanimidad en Bordeaux a partir de mediados del siglo XVIII. Ciertos espíritus se indignan de las justificaciones económicas, religiosas o humanitarias. Se asiste, por tanto, a un debate en el que se afrontan término contra término, argumento contra argumento, posiciones diametralmente opuestas. Los partidarios del comercio de esclavos juzgan esta actividad lucrativa, y honesta. Los detractores, animados por la piedad y la filantropía la denuncian como “un negocio que viola la religión, la moral, las leyes naturales y todos los derechos de la naturaleza humana”. Desde entonces la mala conciencia va progresivamente a instalarse en los espíritus. Helvetius, uno de los amigos bordoleses de Montesquieu, expresa en 1758 en su obra De l’esprit sus sentimientos en estos términos: “Détournons nos regards d’un spectacle si funeste qui fait tant de honte et d’horreur à l’humanité”.”
“La trata es por tanto considerada, no sin ambigüedad, por los filósofos como un crimen “contra natura” que deshonra a quien la practica y a quien la vive. El abad Raynal la calificó como “el más atroz de todos los comercios” y lamentaba que “la mayor parte de las naciones de Europa se han manchado”. Que ella haya sido generalizada no es en ninguna manera excusa para los franceses: su responsabilidad es reprochable. A veces incluso se escuchan críticas que son como un deseo de castigo.”
Leyendo estas reflexiones y otras que corresponden a una bibliografía de hechos históricos meticulosamente recopiladas en este libro, recuerdo la escultura de Modeste Testas.
Parada enfrente de ella, en mis últimos días en Bordeaux (la escultura fue inaugurada el 10 de mayo de 2019), pasé mi mano por su rostro, mis dedos palparon la belleza capturada por el escultor en los perfiles de esa figura que se convirtió en el emblema de un pasado que muchos bordoleses quisieran omitir. Las facciones extrañas para una mujer africana, la mirada altiva proyectada a un horizonte incierto, grandes pendientes y un turbante amarrado de manera discreta.
Una figura inolvidable, aun en la fría representación de la escultura.
▲ El pasado viernes (del 2019) fue inaugurada la estatua de Modeste Testas en la famosa ciudad de los viñedos; la efigie se encuentra en la misma calle que la de Toussaint de Louverture, quien encabezó la revolución en Haití en 1793 que puso fin al esclavismo en esa isla y que a la postre llegó a todo el continente. Foto tomada de lajornada.com
Seguimos en casa, acatando las medidas y dejándote material para que disfrutes estos días.
Recuerda, mantener la calma, seguir las medidas y hacer caso de información oficial. También toma un tiempo para liberar presión haciendo pasatiempos, para eso te sugerimos un nuevo recorrido del panorama actual por medios internacionales, no necesariamente con temas de Coronavirus.
Scott Kelly dentro de un simulador Soyuz en el Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Gagarin en Ciudad de las Estrellas, Rusia, preparándose para viajar a la Estación Espacial Internacional. Créditos: Bill Ingalls/NASA