Popurrí de postales callejeras por nuestro Gastronauta, recogidas al paso por casualidad y publicadas por pura ociosidad, que es como se muestra coherencia en este feriado
Hoy es el Día Internacional del Trabajo y, naturalmente, el Gastronauta no podía estar ajeno a dicha celebración, así que se declara en huelga de brazos caídos o, mejor dicho, decreta el descanso general de sus mandíbulas y dientes que bastante trabajo ya tienen en sus labores de degustación.
Por este día, los escasos lectores no serán azotados con la publicación de imágenes suculentas que, según me han informado, provocan espasmos estomacales, salivación excesiva y otros ataques como consecuencia de los inevitables antojos. Mientras tanto pueden distraerse o deleitarse con este popurrí de postales callejeras, recogidas al paso por casualidad y publicadas por pura ociosidad, que es como se muestra coherencia en este feriado. Que disfruten.
1.- Curioso cartelito que pillé en la entrada de una tienda de insumos médicos. Me hace recordar al célebre afiche que dice “mañana cerveza gratis” colgado en algunos pubs o bares. Solo que aquí la broma no es intencionada, sino que tiene su gracia por involuntaria. Como aquí decimos, es un chiste a la fuerza.
2.-Cartel pegado en el portal de una casa. Parece que el mensaje feminista empieza a calar muy hondo en muchas familias, lo cual es positivo en algunos aspectos. ¿O será simple aversión a los machos de la especie humana? La duda queda a las puertas.
3.-Aviso pegado en un garaje con pocas pulgas. Por si quedara dudas de la fiereza de la advertencia se pone la imagen del afamado “Patrón del Mal”, cuya historia novelada ha llegado hasta estas tierras del sur del continente. Como para meter miedo.
4.-Frontis del edificio perteneciente a los militares jubilados de Cochabamba. Pensándolo bien, las fuerzas armadas siempre permanecen pasivas, a menos que se entre en guerra y otros conflictos armados. Entonces, ¿de qué servicio están hablando? Los malpensados le encontrarán gracia al cartel, seguramente.
5.-Letrero escondido en el muro de una vivienda de una concurrida avenida cochabambina. Aquí la RAE no entra ni con mataburro. Con todo, el anuncio tiene un aire tan serio e ingenuo que resulta atractivo.
6.-Seguramente en muchos países la llama es una mascota exótica, pero en Bolivia nos la comemos con gusto, tal cual hacen en algunos países asiáticos con los perros. Pero no es carne de todos los días. Un charque o charqui (fritada de carne seca y salada) de llama es una auténtica delicatesen no apta para todos los paladares ni bolsillos. Volviendo al anuncio callejero, lo de RH+ me ha dejado en la nebulosa. Habrá que ingresar para salir de dudas.
Cada 1 de mayo se conmemora el Día Internacional del Trabajo en reivindicación de los derechos de los trabajadores y en homenaje a los llamados Mártires de Chicago
Se celebra en esta fecha como una forma de homenajear a los Mártires de Chicago, sindicalistas que fueron ejecutados en Estados Unidos por demandar el derecho de los trabajadores a una jornada laboral de ocho horas, entre otras reclamaciones.
Historia del Día del Trabajo
Los mártires de Chicago son el origen de la conmemoración del 1 de mayo. Fueron unos obreros líderes sindicalistas de tendencia anarquista que movilizaron a los trabajadores para exigir la reducción de la jornada laboral a ocho horas.
En Estados Unidos, en aquellos años, las jornadas de trabajo se podían extender a 18 horas continuas, siendo que la empresa o patrón eran multados apenas cuando se pasaban de ese límite sin causa justificada.
Los trabajadores, sin embargo, consideraban que esto era injusto, y pedían la reducción a una jornada de ocho horas, en la que el empleado pudiera utilizar el resto de su tiempo en descanso (ocho horas) y en familia, quehaceres y ocio (ocho horas).
Así, pues, en el año 1886, los trabajadores amenazaron con iniciar una huelga si los patronos no accedían a la petición. La huelga inició el día 1 de mayo.
En Chicago, una de las ciudades con mayor masa laboral del país y donde las condiciones de trabajo eran precarias, la huelga se prolongó durante varios días, hubo enfrentamientos entre policía y manifestantes, varios muertos y decenas de heridos.
En la plaza Haymarket de Chicago, el día 4 de mayo, la tensión alcanzó un punto álgido. Un artefacto explosivo estalló, hubo decenas de detenciones y heridos. Entre los detenidos, ocho fueron hallados culpables, y de ellos, cinco fueron a prisión y tres fueron condenados a pena de muerte.
A ellos se los bautizó como los mártires de Chicago, por su sacrificio en la lucha por las reivindicaciones laborales del movimiento obrero. A ellos está dedicado el día primero de mayo.
Finalmente, se logró que los sectores patronales accedieran a implementar la jornada laboral de ocho horas, que perdura hasta hoy en buena parte del mundo occidental.
Día Internacional del Trabajo
En conmemoración, en La Cebra Que Habla preparamos los siguientes textos para complementar en este Día Internacional del Trabajador.
Ver especial “Esclavitud moderna”:
Ver vida y logros de “Maria Cano, la flor del Trabajo”:
Ver nota sobre Teletrabajo:
Frases de célebres personajes sobre el trabajo
El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer -Oscar Wilde
Cuando el trabajo es un placer la vida es bella. Pero cuando nos es impuesto la vida es una esclavitud -Máximo Gorki
Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida –Confucio
Encuentra la felicidad en el trabajo o no serás feliz -Cristóbal Colón
Soy gran creyente en la suerte, y he descubierto que mientras más duro trabajo, más suerte tengo -Stephen Leacock
Dichoso el que gusta las dulzuras del trabajo sin ser su esclavo -Benito Pérez Galdós
El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento -Victor Pauchet
En el marco de la Semana Santa presentamos la siguiente galería de estos santuarios religiosos que ha registrado el lente de la Cebra Que Habla. Bienvenidos
En nuestros recorridos en búsqueda de historias, nos hemos topado, a donde quiera que vamos, con templos sagrados para la devoción de la fe católica, algunos espectaculares en su arquitectura, otros con una gran historia detrás, y otros sencillamente curiosos y particulares.
En el marco de la Semana Santa presentamos la siguiente galería de estos santuarios religiosos que ha registrado el lente de la Cebra Que Habla. Bienvenidos.
Recorrido por Arcachon, un hermoso paraje francés, menos conocido internacionalmente que otros lugares turísticos y por lo tanto, más íntimo, más propio
Arcachon es el nombre de un poblado de unos 10 mil habitantes, totalmente desconocido para mÍ antes de arribar a la Nueva Aquitania.
Menos popular y tal vez oculto detrás de nombres más difundidos en el extranjero, como Biarritz o Niza, esta pequeña ciudad es un destacado destino turístico que recibe mayoritariamente visitantes locales.
Una frase repetida acude a mi mente cuando evoco la villa de Arcachon: “un pueblecito de película”, y de repente, recorriendo sus calles el pasado verano, tuve reiteradas evocaciones sobre la comedia romántica Nothing Hill.
Foto por Martha Alzate
La actual villa, turística y sofisticada, aparece mencionada en la obra de François Mauriac.
El escritor, que fue merecedor al premio Nobel por su obra en la cual relata con maestría la vida en Las Landas -zona francesa que rodea a la bahía de Arcachon y que constituyen el País de Buch, inscrito en el concepto de Pays tradicional cuya definición incluye territorios con características geográficas y culturas propias-, fue testigo del fenómeno de cambio acelerado experimentado por esta zona, que tornó su vocación mayoritariamente ostrícola a balneario de la aristocracia, gracias a su clima benigno que proporciona inviernos cálidos y veranos no muy calurosos.
Además de las bondades del clima, a su modificación contribuyeron varios eventos: la conexión por vía férrea extendida desde Bordeaux; el desarrollo del Quartier d’hiver (barrio de invierno) por los hermanos Pereire (Émile e Isaac), industriales, banqueros y desarrolladores inmobiliarios nacidos bordoleses de ascendencia portuguesa, de ahí su apellido.
Esos factores lo llevaron a convertirse tanto en refugio de la aristocracia europea abatida por la tuberculosis, como en lugar de veraneo del Emperador Napoléon III, en 1859, entre otros sucesos que cambiaron el destino de la población hasta convertirla en lo que es hoy, uno de los lugares vacacionales más frecuentados por los franceses.
Foto por Martha Alzate
El actual Arcachon es denso. Aunque las vías centrales están bien conformadas y cuentan con andenes amplios, complementados más no interrumpidos en su circulación por las diferentes terrazas que son extensiones exteriores de los restaurantes, es tanta la afluencia de público en verano que toda una horda deambula desprevenida y jovial por la mitad de las calles.
El mercado, recientemente renovado, es delicioso.
Lo antecede una plaza en la cual los sábados por la noche se reúnen las gentes para hacer la fiesta. Allí, hasta medianoche, bailan, comen y cantan, al aire libre, estimulados por los vinos y las viandas disponibles en el lugar. El domingo muy temprano comienza el ajetreo, son los productores locales que vienen a ofrecer frutas, verduras, pescados, vestidos, entre otros, y que se acomodan en la misma plaza que vio sonreír y contorsionarse a los danzantes la noche anterior.
Foto por Martha Alzate
El pueblo se encuentra repleto de almacenes. En ellos los artículos son lujosos y las vitrinas perfectamente dispuestas con arreglo a las últimas tendencias de la exhibición y la decoración. Todo llama la atención en ellos, desde las mercancías coloridas hasta la estética de sus ambientes, perfectamente cuidada.
Sin embargo, tanto fasto, esta opulencia que vino con la novedad de haberse convertido en lugar de residencia de jubilados ricos y de ser destino favorito de quienes practican costosos deportes náuticos, o simplemente, su reputación de estancia tranquila y elegante tiene otro lado menos simpático.
Los vendedores, empleados de los hoteles, comerciantes y dependientes, comparten con otras ciudades igualmente costosas y turísticas, como París, una hostilidad evidente. Una solicitud implícita obliga a demostrar una especie de agradecimiento por parte del visitante, algo contrario a otras ciudades y pueblos turísticos donde sus habitantes parecen sentirse reconocidos por la atención o escogencia de sus parajes por parte de los turistas.
En las ciudades como Arcachon, el fenómeno se presenta al revés. Y, por tanto, hay que sentirse complacido si se halla un espacio en un restaurante para tomar el almuerzo, o si se dispone de una buena plaza de hotel. El pueblo es costoso y los comerciantes no se esfuerzan en la atención, tan seguros están de que sus productos serán consumidos que no necesitan mostrarse amables.
Foto por Martha Alzate
“Una villa pretenciosa”, fueron las palabras con las cuales mi vecina de Bordeaux calificó a los pobladores y a su actitud, devenida sofisticada a partir de su mutación de antiguo asentamiento de pescadores a lugar preferido por las clases altas francesas y europeas.
No obstante el refinamiento que puede percibirse, cuyo anverso son los altos precios, la villa se encuentra envuelta por un paseo peatonal, relativamente alejado del bullicio de los almacenes, y el cual permite su disfrute en un ambiente de serenidad.
Pregunté a otra amiga mía, que habita en La Brède, ciudad cercana al Bordeaux Metropolitano, y de profesión urbanista, cuál era el nombre que aquí se le otorga a este tipo de infraestructura. Puede ser Promenade, me ha dicho, pero en el caso específico de Arcachon el nombre preciso es la Jetée.
La Jetée, según su definición, puede cumplir varios objetivos: servir de embarcadero, proteger la zona costera de un cuerpo de agua (mar, río o lago), o, como en este caso, ofrecer un lugar de paseo y de descubrimiento a los turistas y caminantes.
Foto por Martha Alzate
La Jetée de Arcachon es un camino rodeado por veredas sembradas de árboles y flores, con mobiliario urbano que permite el descanso intermitente durante su recorrido, pleno de gentes que practican deportes o simplemente caminan, disfrutando de las vistas y de la proyección hacia la infinitud de la mar.
Para mí, el pasado verano, significó, además, la posibilidad de escapar a las poses estiradas de los mercaderes locales, del barullo de las calles y la presión ejercida sutilmente que obliga al consumo constante, y me permitió respirar la belleza del lugar de una manera más democrática, ejerciendo mi derecho de ciudadana a posarme en un lugar cualquiera y disfrutar del espacio público, sin verme sometida a incurrir en grandes gastos.
A un costado del camino, entre el cielo y el mar, está la playa, amplia y de tonalidades amarillosas. Un poco más allá, las aguas, que no son propiedad de ninguno y que se entregan, brindándose a todos con generosidad, aunque las bajas temperaturas, aún en verano, restrinjan indirectamente su goce.
Foto por Martha Alzate
En estas arenas se mezclan igualmente las gentes acomodadas con los jóvenes que, acompañados por sus compañeros, disfrutan de sus primeras temporadas vacacionales en autonomía, por fuera de la tutela de sus padres.
Los primeros son generalmente mayores, algunos jubilados que apenas caminan arrastrando cierta dificultad. En el otro extremo está esta juventud vibrante que fuma copiosamente y bebe cervezas, mientras ríen y exhiben sus cuerpos esbeltos que se contorsionan jugando al bádminton al tiempo que aprovechan cada rayo de sol para afirman el color dorado en su piel.
Entre estos dos extremos de la población que frecuenta la bahía, innumerables y variados perfiles de europeos, que se sienten atraídos por las múltiples bondades de este hermoso paraje francés, menos conocido internacionalmente que otros lugares turísticos y por lo tanto, más íntimo, más propio.
Catedral Primada. Fuente Wikipedia, foto por Pedro Szekely
Colombia es sin duda un excelente destino para vivir la Semana Santa, y en La Cebra Que Habla preparamos 9 destinos a tener en cuenta donde encontrarás atractivos perfectos para disfrutar en esta Semana Mayor
EnSemana Santa muchos encuentran la excusa perfecta para salir y conocer la diversidad de Colombia y viajar por ella, otros, más devotos, quieren vivir experiencias santas en lugares donde las tradiciones religiosas siguen vigentes, y la intención de algunos más es interactuar y conocer más sobre la cultura, la gente y tradiciones de destinos para ellos poco conocidos.
Independiente de cuál sea tu interés, elegir un lugar en el mapa, ya sea por su tradición religiosa o diversidad cultural y natural, es una experiencia gratificante. Por esto, en La Cebra Que Habla preparamos 9 destinos a tener en cuenta donde encontrarás atractivos perfectos para disfrutar en esta Semana Mayor.
1. Pasto (Nariño)
La riqueza natural de Pasto, y del departamento de Nariño, es enorme. Uno de los mayores atractivos es caminar por bosques de niebla y apreciar ríos y cascadas en reservas naturales y en Parques Nacionales Naturales. Podrás disfrutar de comidas típicas como el Cuy, helado de paila, masato de arroz, empanadas de pipián, entre otros más.
Volcán Galeras, Pasto-Nariño. Fuente Wikipedia, foto por Juan Camilo Martínez
Pero, también en Pasto, encontrarás una majestuosa construcción de estilo neogótico ubicada sobre el cañón del río Guáitara – “el milagro de Dios sobre el abismo”- el Santuario de las Lajas. Cuenta la leyenda que allí fue donde una indígena encontró plasmada la imagen de la Virgen del Rosario en una laja en 1754.
Es uno de los lugares más imponentes, mágicos y hermosos de Colombia, una estructura de una altura máxima de 100 metros que te hará sentir la inmensidad del lugar. Podrás apreciar el Santuario como un todo y también en sus detalles: los vitrales, obras de arte, su estilo y estructura, ornamentos religiosos, así como las placas de agradecimiento donadas por quienes han recibido favores.
Santuario de las Lajas. Fuente Wikipedia, foto por Diego Delso
Una vez en este destino, podrás caminar por sus alrededores, conocer la zona y luego acercarte al Santuario, donde podrás asistir misa o conocer de primera mano la arquitectura e historia de la construcción.
2. Popayán (Cauca)
Popayán es conocida como “la ciudad blanca” porque en el centro histórico toda su infraestructura arquitectónica es de color blanco. Este es uno de los destinos preferidos, por nacionales y extranjeros, para pasar la Semana Santa y apreciar todo su maravilloso encanto.
Alcaldía de Popayán, en el Centro Histórico
Esta ciudad era la capital de la Gran Colombia antes de la Independencia, por lo que se destacaba como el epicentro cultural y económico de la zona. Su recorrido histórico, la devoción de la gente y la majestuosidad de sus procesiones han hecho que Popayán se conozca como la Jerusalén de América y sea considerada como uno de los destinos más atractivos en Latinoamérica para vivir los actos litúrgicos.
La Semana Santa es una celebración que empieza a prepararse meses antes. Las esculturas de la procesión han sido talladas por artistas europeos y latinoamericanos, y los encargados de salir en los eventos con las imágenes tienen una tradición que pasa por generaciones.
Procesión de Semana Santa en Popayán. Fuente Wikipedia, foto por Policía Nacional de Colombia
Otro de los atractivos que se pueden disfrutar durante la Semana Mayor es el Festival de Música Religiosa, el más antiguo de América. En 2009, la Unesco declaró estas actividades religiosas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
3. Buga (Valle del Cauca)
Este municipio del departamento del Valle del Cauca, rodeado de cultivos de caña de azúcar, hace parte de la Red de Pueblos Patrimonio y se enorgullece de su basílica, que alberga la imagen del Señor de los Milagros.
Buga, siendo una de las ciudades más importantes del departamento del Valle como centro colonial y religioso, anualmente recibe miles de personas que van a venerar la imagen del Señor de los Milagros. Entre otras cosas, podrás disfrutar de comidas típicas como el sancocho de gallina, los aborrajados y el pandebono.
Basílica del Señor de los Milagros de Buga. Fuente Wikipedia, foto por Ciyviajero
El carácter devoto de esta ciudad se debe, cuenta la historia, a un fenómeno de intervención divina: un crucifijo que crecía día a día en la casa de una lavandera, hasta alcanzar su actual tamaño. Por tal milagro, en donde era la casa de la dueña del Cristo, se construyó en 1907 la basílica del Señor de los Milagros, y que hoy en día se llena de fieles.
4. Pereira (Risaralda)
Pereira es uno de los municipios que hace parte del territorio declarado por la UNESCO en 2011 como Patrimonio de la Humanidad: el Paisaje Cultural Cafetero. Capital del departamento de Risaralda, es fruto de la colonización antioqueña, sus habitantes conservan rasgos de la cultura de los arrieros, como la amabilidad y el emprendimiento.
En la ciudad y sus alrededores podrás practicar deportes de aventura, disfrutar de aguas termales y visitar reservas naturales y espacios dedicados a la cultura, entre otras actividades. El verde estará a la orden del día: montañas sembradas con café y plátano, valles en los que se ven guaduas y cultivos de caña de azúcar, páramos con picos nevados y embalses naturales.
Panorámica de la ciudad. Foto por Felipe Ospina
La agenda religiosa, los recorridos cafeteros y el avistamiento de aves son los principales atractivos que tiene la ciudad durante la Semana Santa. Esta última se ha destacado como una de las más hermosas y solemnes de todo el país, una tradición que se renueva cada año con la participación activa de miles de feligreses que han heredado y conservado esta gran celebración religiosa.
Uno de los actos que más llama la atención es la realización de la Semana Santa de los niños, con procesiones que se realizan de lunes a miércoles como ante sala a los días santos.
Interior de la Catedral Nuestra Señora de la Pobreza, donde inician y terminan las procesiones. Fuente Wikipedia, foto por Juanda
La cultura también se hace presente en esta conmemoración, la banda sinfónica de Pereira realiza conciertos en cada una de las principales parroquias de la ciudad, en medio de las procesiones del Santo Sepulcro (viernes santo) y de la Soledad (sábado santo) instalan balcones líricos desde donde se interpretan obras alusivas a la tradicional conmemoración.
5. Jericó (Antioquia)
Es uno de los Pueblos Patrimonio de Colombia en donde podrás conocer su arquitectura y casas coloridas producto de la colonización antioqueña. Uno de los atractivos es recorrer los 17 templos y recintos sagrados y conocer la casa en la que nació la Madre Laura Montoya, la única santa colombiana, canonizada en 2013.
Iglesia de Jerico con la Imagen de Santa Laura. Fuente Wikipedia, foto por Johnny Cabrera
Jericó, además de sus paisajes, muestra toda una historia religiosa. El centro de la celebración de Semana Santa es la parroquia del Inmaculado Corazón de María; desde allí inician y finalizan casi todas las ceremonias.
6. Bogotá (Cundinamarca)
Bogotá es la capital y la ciudad más grande de Colombia. Es el punto de convergencia de personas de todo el país, es diversa y multicultural y en ella se combinan construcciones modernas con otras que evocan su pasado colonial.
Tiene todas las virtudes de una ciudad Cosmopolita: un lugar ideal para hacer negocios, conocer la historia, y disfrutar de la gastronomía, cultura, naturaleza, eventos y mucho más. Las actividades y planes están a la orden del día y para todos los gustos.
En materia religiosa, uno de los sitios más emblemáticos de la capital del país es el Santuario del Señor Caído de Monserrate, ubicado a 3.162 metros sobre el nivel del mar, al que se puede llegar a través de un sendero de piedra o de un funicular. Como también el Santuario del Divino Niño en el 20 de Julio que todos los años congrega a miles de visitantes para la celebración de la Semana Mayor.
Santuario del Señor Caído de Monserrate. Desde allí se tiene vista panorámica de la ciudad. Fuente Wikipedia, foto por Pipeafcr
Encontraremos también la Catedral Primada, una de las más reconocidas del país, ubicada en el centro de la ciudad, mostrándose imponente en medio de la gran Plaza de Bolívar.
Estando allí podrás entrar a la Catedral, un edificio de estilo neoclásico y donde actualmente funciona el Arzobispado de Bogotá. Fue declarada Catedral Primada en 1823, y en su interior reposan los restos de destacados personajes de la historia colombiana y de la ciudad como el fundador de Bogotá Gonzalo Jiménez de Quesada, el precursor de la independencia Antonio Nariño o el pintor Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos.
Catedral Primada. Fuente Wikipedia, foto por Pedro Szekely
Por su significado histórico y su valor arquitectónico y cultural fue declarada Bien de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura.
7. Zipaquirá (Cundinamarca)
En esta población podrás conocer la Catedral de Sal, conocida como la Primera Maravilla Colombiana a nivel nacional e internacional, y que fue construida en el fondo de una mina de sal. Alberga la imagen de la Virgen del Rosario, patrona de los mineros, y diferentes esculturas hechas de sal y mármol.
En 2017 obtuvo dos importantes reconocimientos internacionales: “Único Templo Subterráneo del Mundo” y “Segundo Lugar de Culto Más Impresionante del Planeta”.
Catedral de sal de Zipaquirá. Fuente Wikipedia, foto por Jimmy Baikovicius
Son 180 metros bajo tierra que albergan un templo tallado completamente en sal, acogiendo más de 600.000 visitantes al año. Entre sus atractivos, para conocer y vivir esta Semana Santa, se encuentra el Viacrusis, un recorrido de 386 metros en donde están ubicadas las 14 estaciones que representan el camino de Jesucristo hacia la crucifixión y sepultura.
8. Pamplona (Norte de Santander)
Perteneciente al departamento de Norte de Santander, en límites con Venezuela, este distrito es el centro de la cultura santandereana. Es una ciudad propia para el turismo religioso debido a sus diferentes espacios dedicados a la fe católica.
En el periodo colonial, Pamplona se caracterizó por ser un corredor mercantil y vial, pues desde allí partían expediciones hacia territorios aún desconocidos, de ahí que sea llamada “la ciudad fundadora de ciudades”. En esta hermosa ciudad podrás conocer la arquitectura que refleja la historia del catolicismo y del legado evangelizador desde la Colonia.
Catedral Santa Clara, en el sector antiguo de la ciudad. Fuente Wikipedia, foto por Martinduquea
En la Semana Mayor el evento principal es la semana santa infantil, donde cientos de niños de los colegios participan en las procesiones y demás actos protocolarios. Vestidos de monjas, nazarenos, cargueros, entre otros, cumplen los roles de las procesiones y salen a desfilar por las calles de Pamplona.
En el marco de esta celebración religiosa también ocurre el Festival Internacional Coral de Música Sacra, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 2013, cuyo escenario principal es la Catedral Santa Clara de Pamplona.
9. Santa Cruz de Mompox (Bolívar)
Situado al norte de Colombia, en el departamento de Bolívar, es un lugar suspendido en el tiempo, declarado como Monumento Nacional en 1959. La principal y más turística vía de acceso es el río Magdalena, aunque también se puede llegar por tierra y aire.
Es uno de los 17 pueblos patrimonio que tiene Colombia, fue declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad por la Unesco. Allí podrás conocer su arquitectura colonial, visitar la emblemática iglesia de Santa Bárbara y aprender sobre la técnica artesanal de la filigrana que hace parte de la joyería tradicional momposina.
Iglesia de Santa Bárbara
“La ciudad de Dios” o “La ciudad valerosa”, como es conocida, es mundialmente famosa por la forma como celebra la semana santa. Se celebran sus procesiones desde 1564 y mantienen muchas de las costumbres de la época. Desde el jueves santo comienzan los actos conmemorativos y la ciudad se convierte en uno de los destinos del turismo religioso más importantes del país.
Uno de los días más emblemáticos es el miércoles santo, donde los habitantes se visten con sus mejores trajes para dar, en el cementerio, una serenata a los difuntos.
Con motivo de esta celebración en La Cebra Que Habla preparamos esta selección de textos inspiradores sobre nuestros niños. Bienvenidos
¿Cuál es el origen de esta fecha?
La celebración del Día del Niño se remonta al año de 1924, cuando la Liga de las Naciones, precursora de las Naciones Unidas, estableció que “la humanidad les debe a los niños lo mejor que tiene para ofrecer”.
Desde entonces, se convocó a la celebración internacional para honrar a los niños y las niñas. Posteriormente, en 1948, las Naciones Unidas, aprobaron una segunda Declaración de los Derechos del Niño.
En 1959, la Asamblea General autorizó una tercera Declaración de estos Derechos, más detallada que las anteriores, y en 1979, Año Internacional del Niño, el Gobierno de Polonia propuso agregar a la Convención de 1959 diez puntos sobre la ejecución de la declaración.
Finalmente, en 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño por unanimidad y el 2 de septiembre de 1990, el tratado entró en vigor con fuerza legal para todos los Estados que lo ratificaron.
En Colombia el Congreso de la República de Colombia, ratificó la Convención por medio de la ley número 12 de 1991 y la Asamblea Nacional Constituyente incluyó los principios de protección integral de la niñez en su doble dimensión: garantía de los derechos de los niños y protección en condiciones especialmente difíciles. ( Constitución Política de Colombia. 1991 . Artículos: 13, 44, 45, 50 y 67).
Los derechos de los niños se pueden categorizar así:
Derecho a la vida
Derecho al desarrollo
Derechos de identidad
Derecho a la participación
Derecho a ser protegido
A finales del año 2001, el Congreso de la República aprobó un proyecto de ley que institucionaliza el Día de la Niñez y la Recreación, en el último sábado del mes de abril de cada año, de acuerdo a la ley 724 del 28 de diciembre del 2001.
Con motivo de esta celebración y a que como humanidad les debemos a los niños lo mejor que tenemos para ofrecer, en La Cebra Que Habla preparamos esta selección de textos inspiradores sobre nuestros niños para que, además de ratificar todo nuestro amor y protección con ellos, propiciemos y preparemos para todos los niños un futuro con oportunidades y lleno de esperanza.
Bienvenidos. Solo debes dar clic sobre la imagen para ver el texto de tu interés.
El desamor, es una de las razones más recurrentes según las autoridades colombianas. El grupo de edad en el que más muertes por suicidio hubo en 2018 fueron los jóvenes entre los 15 y 17 años, con 92 casos, y en el grupo de edad de entre los 10 y 14 años, se registraron 64 casos
Las cifras de suicidios de niños, niñas y adolescentes publicadas por el Instituto Colombiano de Medicina Legal, revelan el aumento de los casos de suicidio en personas menores de 18 años. El desamor, es una de las razones más recurrentes según las autoridades colombianas.
Entre el 1 de enero y el 31 de julio de 2018 se reportaron 156 casos de suicidios de niños, niñas y adolescentes, según Medicina Legal. Esto corresponde a cinco casos más respecto al mismo periodo de 2017.
El grupo de edad en el que más muertes por suicidio hubo en 2018 fueron los jóvenes entre los 15 y 17 años, con 92 casos, y en el grupo de edad de entre los 10 y 14 años, se registraron 64 casos, según cifras oficiales.
96 casos de suicidios ocurrieron entre hombres y 60 en mujeres. Los lugares donde más casos se reportaron entre enero y julio de 2018 fueron Antioquia (22), Bogotá (20) y Valle del Cauca, dice el reporte.
La mayoría de los casos de los que se tuvo razón del suicidio corresponde al desamor, según el reporte: de los 156 hechos de suicidio en 2018, a 16 se le adjudicaron la razón del desamor y 8 de esos casos fueron por “conflicto con la pareja o la expareja”. En 2017, hubo 14 casos de suicidio por desamor y 4 por conflicto con su pareja o expareja, según Medicina Legal.
Este año, a otros 6 casos se le adjudicaron razones escolares o educativas, otros seis por enfermedades físicas o mentales, un caso por maltrato físico o psicológico y uno más por el suicidio de un familiar. De 118 casos no se tiene información relacionada con las causas del suicidio, según este reporte.
Las causas sociales y el “desamparo”, agravan el problema del suicidio entre los jóvenes, según les dijo a periodistas Carlos Valdés, director de Medicina Legal.
Hay una situación de desamparo a la niñez, desamparo a la adolescencia, en donde los niveles de frustración por situaciones de amor, de desamor, y situaciones vividas a nivel de colegios, instituciones, e incluso en el hogar, llevan a niveles de depresión y de frustración que dan estos resultados”, dijo Valdés.
En América Latina está disponible una línea de atención de prevención del suicidio, conocido como el teléfono de la Esperanza:
ARGENTINA
Línea de prevención del suicidio – ayuda al suicida online
TELÉFONO: (54-11) 5275-1135 o 135 desde Buenos Aires y GBA
Correo electrónico: [email protected]
BOLIVIA
Teléfono de la Esperanza
La Paz: 2248486
BRASIL
Centro de Valorização da Vida, CVV
Teléfono: 188
Correo electrónico: [email protected]
CHILE
Teléfono de la Esperanza
Teléfono: 005642221200
COLOMBIA
Teléfono de la esperanza
Barranquilla:(00 57 5) 372 27 27
Bogotá: (57-1) 323 24 25
Medellín: (00 57 4) 284 66 00
San Juan de Pasto: 3016326701
COSTA RICA
Teléfono de la Esperanza
Correo electrónico: [email protected]
ECUADOR
Teléfono de la Esperanza
Quito: (593) 2 6000477 – 2923327
ESPAÑA
Teléfono de la Esperanza: 717 003 717
HONDURAS
Teléfono de la Esperanza
San Pedro Sula: (00 504) 2558 08 08
MÉXICO
Instituto Hispanoamericano de Suicidologia, A.C
Teléfono: +5255 46313300
Correo electrónico: [email protected]
PERÚ
Sentido (Centro Peruano de Suicidología y Prevención del Suicidio)
Teléfono: 01 498 2711
Teléfono de la Esperanza
Lima: (00 51 1) 273 8026
PUERTO RICO
Línea PAS (Primera Ayuda Sicosocial)
Teléfono: 1-800-981-0023
URUGUAY
Último recurso
Teléfono: 0800-Vive (8483)
VENEZUELA
Teléfono de la Esperanza
Valencia: 0241-8433308
Nacional: 0-800-PSIQUE
Entre tanto, para Nubia Bautista, coordinadora del Grupo Integrado para la Salud Mental del Ministerio de Salud de Colombia, son varios los detonantes que llevan a tomar estas decisiones a los jóvenes en el país.
Las familias disfuncionales son detonantes de menores de edad propensos a generar conductas suicidas. En los colegios el bullying, sumado al consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, son riesgos inherentes a estos desenlaces”, dijo la experta en un comunicado.
En Colombia el suicidio le cobra la vida anualmente a 2.190 personas, según el Ministerio de Salud. Para ello, las autoridades de salud crearon un plan nacional para la prevención y atención de la conducta suicida para hacer frente a esta situación.
Según el Ministerio de Salud de Colombia, se debe prestar atención especial a los principales factores de riesgo que llevan al suicidio, como depresión, estrés, maltrato, violencia intrafamiliar, divorcio de los padres, pérdidas interpersonales, problemas en la escuela o en trabajo.
La Organización Mundial de la Salud dice que cada año unas 800.000 personas se suicidan en todo el mundo, que esta es la segunda causa principal de muerte en las personas entre los 15 y 29 años.
“Muchos suicidios se producen impulsivamente en momentos de crisis que menoscaban la capacidad para afrontar las tensiones de la vida, tales como los problemas financieros, las rupturas de relaciones o los dolores y enfermedades crónicos”, dijo la OMS sobre el suicidio, cuando consideró que esta situación se trata de “una prioridad de salud pública”.
Ceviche a la ecuatoriana, o eso me dijeron. Foto por José Crespo Arteaga
Pero hete ahí, el sabor milenario se escondía tras esa textura crocante por fuera y sedosa por dentro. Una delicia en todo sentido…
Iba a decir ‘batata’ pero suena tan horrible y pobre como ‘patata’, nada dulce al oído. Porque camote es sinónimo de dulzura, lo saben bien los enamorados, de quienes se dice que están ‘camotes’ cuando están prendados hasta las patas de otra persona.
Yo, por cierto, siempre ando camote, pero de cualquier cosa deliciosa que se sirve en la mesa. Por otro lado, ya entrando en materia culinaria, nunca he sido devoto de ese tubérculo, precisamente por su textura muy harinosa y su inconfundible sabor dulzón. Lo dulce de la vida no va conmigo, pero hay excepciones.
En Perú descubrieron que el camote es el complemento ideal para acompañar un explosivo ceviche. El caldo ácido, tan regado de cebolla y cilantro, encuentra el antagonista perfecto en la dulzona suavidad de este tubérculo americano, presente en muchas culturas ancestrales.
En Bolivia, ciertamente está muy presente en la cocina popular, pero nunca ha tenido el suficiente protagonismo, pues su papel no pasa de ser, a veces, un reemplazante de la papa para adornar algunos platos.
Mayormente se lo consume hervido -luego de unos días de asoleamiento, de lo contrario su sabor sería desabrido-, como acompañante de sopas. Donde mejor se lo aprecia es cuando es horneado (los tubérculos enteros) y pasa a ser guarnición de un lechón u otra carne al horno, indudablemente el regusto tostado de su piel gusta a mucha gente.
Quién diría que el pasado fin de semana, el minusvalorado camote iba a ser el alma de la fiesta, por un destello de magia o una sencilla operación de cocina. Cuando lo presentaron a la mesa, por un momento creí que estaba ante una nueva variedad de papas fritas, su color anaranjado llamaba inmediatamente a probarlo.
Bastoncillos de camote frito, una terrible tentación para los ojos. Foto por José Crespo Arteaga
Con reticencias lo probé, pues no soy afecto a las papas ni otras frituras parecidas. Pero hete ahí, el sabor milenario se escondía tras esa textura crocante por fuera y sedosa por dentro. Una delicia en todo sentido. Tanto, que desapareció en un santiamén de la fuente que lo contenía. Todos se habían servido más de la cuenta, que a mí me tocó unos cuantos bastoncillos.
Por una vez, el filete de lomo, apetitoso en cualquier ocasión, no fue lo más comentado, y eso que tenía una maravillosa suavidad y sazón tierna.
Filetes de lomo y zucchini asado como plato fuerte. Foto por José Crespo Arteaga
El camote fue bomba noticiosa (increíblemente, todavía es novedad que se lo puede freír como papa) y también bomba de carbohidratos, que hasta el arroz blanco con queso –habitual acompañamiento para la carne asada- fue desterrado a segundo plano. Y también hubo rodajas de manzana y de calabacines asados a modo de ensalada, pero apenas fueron mencionados.
Decir, además que, previamente nos habíamos servido un extraño ceviche como aperitivo. Ni rastros del camote cocido, ni pedacitos de pescado como se acostumbra.
La mesa estaba servida, con mote de maíz y quesillo como yapa. Foto por José Crespo Arteaga
Aquel caldo lujoso de langostinos sazonados con limón y naranja (con frutos recién cosechados del jardín de casa, hay que decir), y matizados con cilantro y cebolla en juliana, era perfecto entrante para ese mediodía soleado, pleno de optimismo.
Ceviche a la manera ecuatoriana, me aclaró mi prima, autora de tan sorprendente caldo, que en vez de camote se acompañaba de rodajas de plátano frito y maíz dulce tostado. Ah, qué grata experiencia que no daba ganas de levantarse de la mesa. Que venga el postre o que no venga. Daba igual.
Ceviche a la ecuatoriana, o eso me dijeron. Foto por José Crespo Arteaga
El postre no iba a venir, porque con la intensa actividad en la cocina se habían olvidado del colofón para tan magno almuerzo.
Pero unas oportunas fresas, servidas puramente sin otro ingrediente que su propia sazón, acudieron al rescate: su color inderrotable y la frescura de su pulpa nos convencieron a todos. ¿Y el vino, vino? Ya ni me acuerdo.
Es difícil resistirse ante este golpe de color. Foto por José Crespo Arteaga
Especial de la conmemoración de los 71 años del Bogotazo: Gaitán, historia, fotos, libros y mucho más para entender qué sucedió ese fatídico día
Texto e imágenes extraídos de Radio Santa Fe Autor: Iván Briceño
Hoy hace 71 años, el 9 de abril de 1948, se registró el llamado “bogotazo”, una revuelta popular que dejó cientos de muertos, desaparecidos y heridos, además de cobrarse la destrucción del centro histórico de la capital. Una violenta reacción popular, desencadenada por el asesinato del caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán, que al igual que otros magnicidios que se han registrado en el país, quedó en la impunidad.
…la oligarquía no me mata, porque si sabe que lo hace, el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal…”, proclamó Gaitán poco antes de caer abatido por las balas supuestamente disparadas por Juan Roa Sierra aquella tarde del 9 de abril de 1948 en la carrera séptima entre calles 12 y 13, en el corazón de Bogotá.
En ese momento se originó una ola de violencia sin precedentes; los civiles resultaron armados de fusiles, revolveres, pistolas y machetes, que enfrentaron a militares y policías que salieron a controlar a las hordas que salieron a recorrer las calles saqueando e incendiando todo a su paso.
El primer blanco de los ataques fue el tranvía y luego los almacenes y edificios ubicados a lo largo de la carrera séptima.
Entonces, era presidente de la república Mariano Ospina Pérez y se atribuye a su esposa Berta Hernández el haber evitado la caída del gobierno. Cuando los dirigentes políticos le pidieron dejar el poder, Ospina respondió con una frase que también se le atribuye a Doña Bertha: “Más vale un presidente muerto que un presidente fugitivo”.
Los relatos históricos reseñan que el 9 de abril de 1948, el caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán se encontraba en su despacho con Plinio Mendoza Neira, Pedro Eliseo Cruz, Alejandro Vallejo y Jorge Padilla. Luego salieron a almorzar a la 1:00 pm y saliendo del ascensor, Mendoza Neira tomó del brazo a Gaitán y se adelantó al resto de personas. Al llegar a la puerta se produjeron unos disparos.
Tres balas impactaron en el cuerpo del abogado penalista y dirigente liberal causándole la muerte pocos minutos después en la Clínica Central, mientras su amigo, el médico Pedro Eliseo Cruz procedía a efectuarle una transfusión de sangre.
Los que presenciaron el trágico evento, personas humildes, en su mayoría lustrabotas, loteros, vendedores ambulantes, lavanderas, y empleados del servicio, persiguieron al supuesto asesino, mientras gritaban: “Mataron al doctor Gaitán, cojan al asesino”.
Un agente de la Policía cogió al presunto autor del crimen, que posteriormente fue identificado como Juan Rosa Sierra, y lo introdujo en una droguería a unos pocos metros del lugar donde ocurrió el magnicidio e intentó protegerlo de la multitud que lo perseguía.
Allí lo empezó a interrogar y el joven solo decía: “ay virgen santísima”, dando muestras de nervios y angustia.
La multitud penetró en la droguería y golpeó a Roa Sierra hasta dejarlo sin vida, para luego arrastrarlo por toda la carrera séptima hasta el Palacio de San Carlos, donde dejaron su cuerpo destrozado, sin vida y desnudo.
Estos hechos llevaron a la revuelta nacional en contra del gobierno conservador de Mariano Ospina Pérez, a quien le exigían la renuncia.
Ese día hubo saqueos, principalmente en el centro de Bogotá, a lo largo de la carrera séptima inicialmente pero que luego se fueron esparciendo por gran parte de la ciudad para terminar extendiéndose a varias ciudades de Colombia. Además de los saqueos, hubo incendios provocados por los manifestantes: incendiaron los tranvías, iglesias, edificaciones importantes y los mismos locales saqueados.
En un principio la policía intentó tomar control del asunto, pero luego, algunos policías y militares se unieron a la revuelta propiciando armas y esfuerzos, mientras que otros tomaron las armas y abrieron fuego sobre los manifestantes.
Las cifras van desde 500 muertos reportados por un cable de la Embajada Alemana hasta la extraoficial de más de 3.000. Los daños materiales correspondieron al incendio y posterior derrumbe de 142 construcciones incluyendo casas particulares, hoteles e iglesias del centro de la ciudad y múltiples saqueos.
Durante el proceso judicial por el asesinato, se presentaron testimonios que indicaban que Roa Sierra no fue el asesino, sino que fueron justamente él o los asesinos quienes condujeron a la multitud a tomarlo como el culpable y acabar con su vida.
Otras versiones presentadas en el proceso indicaron que Roa Sierra sí fue culpable, pero actuó motivado o en acuerdo con otra persona. La justicia colombiana sentenció en 1978 que el asesino Juan Roa Sierra era esquizofrénico, actuó por motivos personales y solo.
Jorge Eliécer Gaitán
Jorge Eliécer Gaitán, hijo de un librero y de una maestra, nació en el barrio de Las Cruces, en Bogotá, el 23 de enero de 1898.
Llegó a ser brillante abogado, aguerrido parlamentario y el más grande líder popular en la historia de Colombia.
Fue Alcalde de Bogotá en 1936, Ministro (Educación 1940 – Trabajo 1944), Congresista (varios periodos desde 1929 – 1948) y candidato disidente del Partido Liberal a la Presidencia de la República para el periodo 1946-1950.
Texto e imágenes extraídos de Radio Santa Fe Autor: Iván Briceño Enlace: http://www.radiosantafe.com/2019/04/09/9-de-abril-se-conmemora-los-71-anos-del-bogotazo/
Texto e imágenes extraídos de Canal Trece
Cinco libros para no olvidar el 9 de abril
Además de ser repositorios de la memoria, los libros nos dan la posibilidad de revisar y re visitar la historia y sus momentos más poderosos gracias a la mirada de otros, otros que quizás la vivieron desde otras partes y desde otros sentires. Estos son cinco libros para no olvidarnos del Bogotazo.
Ríos de tinta han corrido para contarnos y no olvidar aquella fecha que hace 71 años dividió la historia nacional. El 9 de abril no fue solamente el Bogotazo, cuyo nombre hace alusión a ese infierno que se desató en el centro del país, sino que cuenta esa historia de la ola de rabia, miedo y dolor que alcanzó cada rincón del país.
La muerte de uno de los personajes políticos más importantes de la época, Jorge Eliécer Gaitán, fue la excusa perfecta para que se incendiaran los corazones de la gente, transformando las ciudades y los pueblos en lo que sería uno de los momentos más álgidos de la violencia nacional.
Con 71 años de peso encima, hoy conmemoramos ese 9 de abril a través de la literatura. Estos son cinco libros que se han convertido en repositorios de memoria nacional.
1. ‘La lluvia y la selva’ – Arnoldo Palacios
El escritor chocoano Arnoldo Palacios escribe este libro como un recorrido desde la selva y la montaña hasta la gran ciudad capital, en donde sus protagonistas se encuentran inevitablemente con los voraces momentos del Bogotazo.
Foto: Casa del Libro
Este libro es una mirada sobre la violencia en aquellos finales de los años cuarenta, desde otras latitudes lejanas a la ciudad. Esta novela fue publicada en Rusia en 1950 y solo hasta el 2007 vio la luz en Colombia y con ella hizo visible lo que fue este histórico momento en las calles del pacífico colombiano.
2. ‘Cóndores no entierran todos los días’ – Gustavo Álvarez Gardeazábal
León María Lozano, ‘El Cóndor’, es el protagonista de esta historia que tiene como punto de partida aquel 9 de abril y los fatidicos hechos del Bogotazo. Con este personaje y ‘Los pájaros’, como hilo conductor de esta historia, el libro de Álvarez Gardeazábal también brinda una mirada de lo que fueron estos sucesos y los años de violencia que lo siguieron, en otros lugares del país lejos de la capital, en este caso en Tulúa en el Valle del Cauca.
Foto: Casa del Libro
3. ‘El día del odio’ – José Antonio Osorio
Aunque describe con precisión puntiaguda los detalles que se desataron en la ciudad de Bogotá el 9 de abril de 1948, este libro no es solamente una crónica desde la mirada de una campesina recluída en la ciudad, sino que es también un retrato fiel de una sociedad que, elitista, comenzaba a creerse el cuento de ser la atenas de América Latina.
Foto: La Gaitana Portal
Llena de arribismos y complejos de clases sociales, la Bogotá de ‘El día del odio’ es una de las más leales descripciones de la realidad capitalina del siglo XX.
4. ‘Estaba la pájara pinta sentada en su verde limón’ – Albalucía Ángel
Publicado en 1975, esta novela recorre la historia de una familia de clase media habitante de la vieja y tradicional ciudad de Bogotá de los años 50.
Foto: Casa del Libro
La novela fue críticada y censurada en los años de su publicación pues habla sin temor ni tapujos sobre dos de los hechos que más han definido la violencia del país, el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y la muerte de Camilo Torres, un cura que en los caminos del comunismo se convirtió en guerrillero.
La novela es un torrente imparable de sensaciones, emociones y vivencias de lo que es Colombia, pero es sobre todo un canal para no perder la memoria.
5. ‘Pa’ que se acabe la vaina’ – William Ospina
De esta lista literaria este es el único que no hace parte de la ficción. De William Ospina, este texto es una recopilación de ensayos escritos durante mucho tiempo sobre varios sucesos históricos colombianos.
Foto: Casa del Libro
Una gran parte de estos textos hacen referencia al personaje que fue Jorge Eliécer Gaitán, a su figura como caudillo y líder político y a las consecuencias de su muerte. Dentro de este texto Ospina asegura que:“La vieja Colombia murió el 9 de abril de 1948: la nueva no ha nacido todavía”.
Texto e imágenes extraídos de Canal Trece Enlace: https://canaltrece.com.co/noticias/9-de-abril-bogotazo-libros-historia/
Y así es el mundo: un montón de gente solitaria corriendo en pos del dinero y la carne como última recompensa. Cohen lo supo como nadie y por eso en esa canción pudo agradecerle a Janis la compasiva, la fugaz redención de una mamada en el Chelsea Hotel…
Igual que tantas otras cosas importantes de mi vida, lo descubrí al promediar la década del setenta. Miriam, una profesora de música, libertaria y medio mística, nos compartió en el aula grabaciones en casete de algunos versos cantados por un poeta dueño de una voz densa y lenta que casi nos mata de aburrimiento.
Por esos días no entendí ni jota de la letra, pero de todas maneras el misterio- la sagrada esencia del misterio- anidó en alguna parte de mi ser adolescente.
Apenas un lustro después, cuando el mundo empezaba una época de pesadilla, como todas, pude asomarme al borde de la herida, porque eso era la canción: una herida renovada cada mañana por la voz de un poeta y músico llamado Leonard Cohen.
Leonard Cohen (2008)
Chelsea Hotel es el título de esa historia en la que la habitación de ese mítico lugar es en realidad una metáfora del desarraigo, del profundo extrañamiento de quienes, como la mayoría de los habitantes de Norteamérica, han sobrevivido a todos los destierros.
Y Leonard- lo supe años más tarde- no era ajeno a esa condición. Hijo de una familia judía burguesa de origen lituano, sospechó desde muy temprano que el relato del Éxodo en el Antiguo Testamento era en realidad una clave cifrada del destino de los suyos y se preparó para enfrentarlo desde el fondo de sus entrañas.
Meditó mucho. Leyó cuanto libro estaba a su alcance, especialmente de poesía, filosofía, política y mística. Con esas armas, se sumergió en los profundos cambios sociales y culturales experimentados durante y después de la Segunda Guerra Mundial y vivió para cantarlo con esa voz suya llena de pausas y sugerencias de algo velado.
De lo que nunca se dice.
Con ese espíritu y esa voz nos legó versos como estos: “I remember you well in the Chelsea Hotel/ You were talking so brave on so sweet/ Giving me head on the unmade bed.”
“Valiente y dulce”. Nunca nadie, ni el más atinado de los cronistas, pudo definir con tanta precisión a Janis Joplin. Ni siquiera los que también se habían ido a la cama con ella. Solo un espíritu como el de Leonard supo vislumbrar la insondable desolación de esa mujer, para algunos la más original cantante blanca de blues, que la llevó a morirse de tristeza y rabia a los veintisiete años. “Those were the reasons/ And that was New York/ We were running for the money and the flesh”.
Esa era y es Nueva York. Y así es el mundo: un montón de gente solitaria corriendo en pos del dinero y la carne como última recompensa. Cohen lo supo como nadie y por eso en esa canción pudo agradecerle a Janis la compasiva, la fugaz redención de una mamada en el Chelsea Hotel: “You were famous, your heart was a legend/You told me again you prefered handsome men/But for me you would make an exception” dice al final de esa plegaria.
Por versos como estos, Leonard se hizo acreedor al Premio Príncipe de Asturias a las Letras en su edición 2011. Por alguna razón, los pontífices que determinan donde empieza y donde acaba la literatura no armaron la pataleta que le dedicaron al Nobel de Bob Dylan- otro desarraigado exitoso- hace apenas un par de años.
Leonard Cohen (2013)
Tal vez los sorprendió con la guardia baja o ignoraban que el autor de Suzanne y Hallelujah, era un “simple” cantautor. A lo mejor pensaron que se trataba de un desconocido pero valioso autor llegado de las estepas rusas, igual que tantos judíos desterrados y tocados por el vuelo de la palabra y la poesía.
Quienes amamos la lucidez de sus versos y la suave cadencia de su voz no nos curamos de la ausencia de ese hombre que una vez se recluyó en un templo budista, para regresar con más bríos a cantarle al oído a una de las mujeres que amó y lo amaron: “Dance me to the end of love”.