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“Los maestros, más que ninguna otra clase, son los guardianes de la civilización”.
Sir Bertrand Russell
Un solo día es, sin duda, poco para agradecerles a los maestros todo lo que con amor, paciencia y dedicación, hacen por la educación de niños y jóvenes. Ellos, con su trabajo diario, guían a sus estudiantes no solo por un mundo de conocimientos, sino por el camino de la vida.
A través de este especial multimedia queremos agradecer y brindar un homenaje a todos los maestros del país por su enorme labor. Bienvenidos.
15 frases y reflexiones sobre el Día del Maestro
“Si estás planeando para un año, planta arroz; si estás planeando para una década, planta árboles; si estás planeando para una vida entera, planta educación”. Proverbio chino.
“Lo que una escultura es para un bloque de mármol, la educación es para el alma humana”. Joseph Addison
“Primero pago a un maestro que a un general”. Francisco Villa
“Si tienes que poner alguien en un pedestal, pon a los maestros. Son los héroes de la sociedad”. Guy Kawasaki
“La función de la educación es enseñar a pensar intensa y críticamente. Formar inteligencia y carácter, esa es la meta de la verdadera educación”. Martin Luther King, Jr.
“Un maestro es una brújula que activa los imanes de la curiosidad, conocimiento y sabiduría en sus pupilos”. Ever Garrison
“Mejor que mil días de estudio diligente es un día con un gran maestro”. Proverbio japonés
“Es el supremo arte del maestro despertar la curiosidad en la expresión creativa y conocimiento”. Albert Einstein
“Los maestros inspiran, entretienen y acabas aprendiendo mucho de ellos aunque no te des cuenta”. Nichlas Sparks
“El porvenir está en manos de los maestros de escuela”. Víctor Hugo
“La profesión del educador contribuye más al futuro de la sociedad que cualquier otra profesión”. John Wooden
“Todo el que recuerda su propia educación, recuerda a sus maestros, no los métodos o técnicas. El maestro es el corazón del sistema educativo”. Sidney Hook
“Cada niño debería tener en sus vidas un adulto que se preocupe por ellos. Y no siempre es un padre biológico o un miembro de la familia. Puede ser un amigo o un vecino. A menudo es un maestro”. Joe Manchin
“Todo el orgullo de un maestro son los alumnos, la germinación de las semillas sembradas”. Dmitri Mendeléyev
“La tarea del educador moderno no es cortar selvas, sino regar desiertos”. C.S. Lewis
“Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en madre. Dios la ha dotado a mansalva del “instinto maternal” con la finalidad de preservar la especie… Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales, que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada. Es ejercer la vocación sin descanso…”
Así es que sin más, dejamos este especial con algunas de las entradas de nuestro portal, que recuerda, que ser madre, es serlo todos los días y de manera incondicional. Por ello, este es nuestro homenaje a las mujeres berracas, que día a día forjan generación de hombres y mujeres para el mundo.
Bienvenidos
Las Mamás Berracas
Poema Madre Campesina
La he visto amanecer en los manglares
en busca de las conchas enlutadas;
también por las sabanas calcinadas
segando arroz, con golpes regulares.
La vi encorvarse bajo las brazadas
de leña seca, allende los palmares;
la vi trazar los signos seculares
con manos fuertes, por el sol doradas.
La vi peinar la negra cabellera
del hijo triste que el destino afina
para el rudo camino que le espera.
Duro es el pan donde el dolor domina:
tan sólo es fresco y claro en la pradera
el amor de la madre campesina…
El barrio orbita alrededor de dos grandes emplazamientos: La Plaza Europa y el parque público en cuyo interior se puede visitar un hermoso jardín japonés
Estaba ya avanzada la noche cuando arribé a la estación de Toulouse-Matabiau. Al hombro mi pequeña valija de viaje, ataviada con lo justo para pasar el fin de semana en la Villa Rosa.
De la estación de trenes descendí a las redes del metro, para tomar la línea B que conducía hacia el sector de Compans Caffarelli, lugar en donde estaba ubicado mi alojamiento.
Foto por Martha Alzate
Al salir de la estación y empezar a recorrer el boulevard Lascrosses, comencé a sentir una leve indisposición, una sensación de incertidumbre asociada seguramente a la penumbra que envolvía la gran calle, o a los repetidos esguinces que me veía obligada a realizar para evitar chocar de frente con el alojamiento temporal de varias familias que, instaladas allí en sus carpas, usaban las baterías de baños públicos y los andenes como extensiones de sus precarias viviendas.
Pensé que podrían ser gitanos o migrantes, lo cual no aminoró mi deseo de transitar velozmente para alcanzar lo más pronto posible la seguridad de mi alojamiento.
Al ganar la Plaza Europa, paso obligado hacia mi hotel, me encontré en medio de un espacio público enorme, escasamente iluminado, semi desierto, habitado a esa hora de la noche por pequeños grupos de hombres que consumían alcohol, apoderados de las escasas bancas dispuestas como mobiliario urbano.
Foto por Martha Alzate
Finalmente terminé de cruzar la extensa plaza, interminable como me pareció percibirla aquella noche, para arribar a mi lugar de hospedaje sin mayores contratiempos.
Esa primera sensación que me brindó Toulouse, de ciudad un poco sórdida y hostil, me instó a la reflexión sobre las diferencias entre esta villa y Bordeaux, mi actual lugar de permanencia.
Pensé en aquel momento que aquella impresión se debía a las condiciones diferentes de ambas ciudades, ya que en la medida en que las urbes aumentan en población e importancia económica, se tornan hostiles, y en general se llenan de problemas que se convierten en asuntos inmanejables para las autoridades.
Se avanza en pujanza económica, seguramente, pero se pierde la calidad de vida, y esta situación es perfectamente perceptible para un visitante desprevenido, tal vez en mayor medida que para los residentes permanentes que terminan por habituarse a las condiciones de su ciudad y pierden la capacidad de asombrarse o aterrarse cuando los problemas amenazan convertirse en situaciones críticas e insostenibles.
Particularmente el fenómeno de los inmigrantes, y de los gitanos, estos últimos muy comunes en Francia procedentes en su mayoría de las naciones de Europa del Este, representan un gran desafío para las autoridades del país.
Puesto que los franceses están mayoritariamente instalados como ciudadanos respetuosos de los derechos del hombre, les es imposible aplicar medidas de fuerza para obligar a estos ocupantes ilegales del espacio común a abandonar parqueaderos a cielo abierto, andenes, y otros espacios públicos de los que frecuentemente se apoderan, ya sea por temporadas cortas o por largos períodos de tiempo.
Aunque conocen bien que estas poblaciones se ubican en cercanías de barrios residenciales, en aparcamientos de centros comerciales o de universidades, disponiendo sin pago alguno de las conexiones de servicios públicos y en no pocas ocasiones realizando actividades delictivas, como robos a residencias o vehículos, la inacción se apodera de los habitantes de las villas así invadidas, una especie de parálisis que procede de la indecisión, del no acertar a qué hacer para lograr la restitución de los lugares indebidamente apropiados.
Así meditaba aquella noche en la soledad de mi habitación, sobre la Villa Rosa y también sobre Bordeaux, en donde había visto ya ese fenómeno de invasión del espacio público por parte de las caravanas de gitanos, aunque no una ocupación tan manifiesta y atemorizante como aquella noche en la ciudad de los tolosanos.
No obstante este primer efecto, en los dos días siguientes Compans Caffarelli me mostró otras facetas.
Caminando por sus alrededores e indagando un poco en su historia, pude conocer que recorría la misma zona que albergó hasta finales de los años 70 del siglo anterior las Casernas militares, bautizadas con los nombres de Compans y Caffarelli, dos generales del ejército francés en tiempos de la revolución y del Imperio, cuya vocación se transformó radicalmente a partir de la renovación urbana que se emprendió en el área a comienzos de los años 80.
Vista aérea de los antiguos cuarteles Compans-Caffarelli en Toulouse en 1977. Foto extraída de los Archivos Municipales de Toulouse
A partir de esta iniciativa que echó a tierra las antiguas casernas (hoy solo se conserva uno de aquellos edificios), se construyeron en el lugar un centro comercial, un palacio de deportes, un palacio de convenciones y exposiciones, hoteles, edificios de oficinas e institucionales, y las sedes de varias universidades: un potente enclave urbano del cual disfrutan los habitantes de la villa en la actualidad.
Galería Compans Caffarelli en la actualidad (Fotos por Martha Alzate)
El barrio orbita alrededor de dos grandes emplazamientos: La Plaza Europa y el parque público en cuyo interior se puede visitar un hermoso jardín japonés. El conjunto se complementa con numerosas construcciones residenciales, y comercios instalados enfrente de los principales bulevares que rodean la zona.
Particularmente, el jardín japonés es una joya a visitar en la Villa Rosa. Diseñado siguiendo el estilo de los jardines de Kyoto, todo en él está dispuesto para brindar una experiencia de intimidad y relajación.
Separado del resto del parque por suaves montañas artificiales que le proveen una barrera natural, todo su desarrollo se encuentra estructurado alrededor del lago y de la isla que lo acompaña.
Los puentes, la vegetación, la disposición de la arena, y hasta la cabaña de madera denominada Le Pavillon de Thé, todos sus componentes fueron minuciosamente estudiados, al igual que sus materiales y proporciones, para generar un ambiente exótico que invita a la evasión.
Galería Jardín Japones de Toulouse (Fotos por Martha Alzate)
Así lo experimenté, con una gran sensación de serenidad y placer, como una insinuación para disminuir la velocidad de la existencia e ingresar en otra dimensión, una cuyas puertas se encuentran en los límites de este jardín. Tal vez, pensé, es el poder silencioso de la belleza, que se deriva de la armonía entre formas y referencias simbólicas, dispuestas de tal manera que aportan una sensación de perfección a la cual es obligado adherir.
Consideré que esta percepción era totalmente opuesta a la amenaza que provenía de aquel desorden, de la oscuridad, de la desagradable sensación de inseguridad, sufrida por mí la noche anterior apenas unos cuantos metros más allá, en los alrededores de la gran avenida del Boulevard Lascrosses.
Todas estas impresiones me impulsaron a investigar más sobre la actualidad y el porvenir del sector. Así, pude descubrir que él está a punto de sufrir otra transformación radical.
En octubre de 2017 el Concejo de Toulouse aprobó la ejecución de un proyecto que dividirá en dos la superficie de la Plaza Europa (la más grande de la ciudad, actualmente su superficie suma más de dos hectáreas).
Allí se instalará un nuevo campus universitario destinado a la formación en las ciencias digitales, se reciclará una parte del edificio de la antigua caserna para construir una residencia universitaria que también podrá ser alquilada a turistas en el verano y otros períodos de vacaciones, y se elevará un edificio destinado a albergar el co-working, entre otras iniciativas inmobiliarias concebidas para realizar una nueva actualización del territorio a las cambiantes condiciones socio económicas.
Se construirán cuatro edificios en la Place de l’Europe, además de la rehabilitación del antiguo cuartel. Enmarcarán el lugar. En el lado del Jardín Japonés (a la izquierda de la vista aérea), está la escuela Ynov que se instalará en dos edificios nuevos. El complejo hotelero mixto incluirá dos edificios construidos frente al antiguo cuartel y parte del antiguo cuartel ubicado a lo largo de la calle Sebastopol. Captura de pantalla de Google Earth
Todo un remesón que no ha concitado la voluntad de los tolosanos, que se recienten de la drástica reducción del espacio de la plaza y que han exigido incorporar adecuadamente las instalaciones de la antigua caserna al nuevo planteamiento.
Podría resultar que todo este nuevo desafío implique también un saneamiento del sector, un aumento de la seguridad, mayor iluminación, y que éste sea igualmente un importante propósito que anima a la división de la Plaza Europa, gran área relativamente subutilizada en la que se presta actualmente para que en ella se realicen actos y usos indebidos o ilícitos del espacio urbano.
No lo sé, especulo mientras intento sobrepasar el recuerdo de la agitación presente en andenes y calles, o asimilar la vitalidad que hoy respira el sector de los palacios de deportes y congresos o del centro comercial, a la par que puedo sentir la agitación que anuncian las nuevas transformaciones.
Mi mente y mi corazón prefieren volver, una y otra vez, a la imagen de aquel edén zen, a su invitación silenciosa y potente para restaurar el equilibrio y la tranquilidad.
En 1993, el Jardín Japonés de Toulouse recibió una distinción nacional, el gran premio de los contornos de las ciudades floridas. Foto por Martha Alzate
Conocerlo significó una maravillosa oportunidad para escapar a tantas fuentes de angustia presentes en la cotidianidad: la inseguridad, la suciedad, el ruido o el exceso de agitación.
Vivirlo, sentirlo, implicó para mí un reto, el de adquirir espacios reales o virtuales a los que pueda realizar una huida, física o mental, en aras de obtener una calma escasa en nuestros entornos actuales.
Todo un regalo que me brindó la ciudad Rosa, una villa española en cuyo interior late un jardín japonés.
Llega una nueva edición de Corto Circuito Escenarios para el Arte. Las exposiciones estarán abiertas desde el 10 de mayo hasta el 6 de junio de 2019
Durante el mes de mayo se realizará una nueva edición de Corto Circuito Escenarios para el Arte, con apertura simultánea hoy a las 7:00 p.m. en las salas del Área Andina, Colombo Americano, Alianza Francesa, Comfamiliar Risaralda, El Banco de la República – Agencia Cultural Pereira, y la Secretaría de Cultura de Pereira.
Las exposiciones estarán abiertas durante todo el mes en el marco de los 15 Años de Corto Circuito Escenarios para el Arte.
Imagen de Corto Circuito Escenarios para el Arte
Programación y exposiciones:
Apertura Simultánea:
Viernes 10 de Mayo de 2019 – 7:00 p.m. a 10:00 p.m.
Alianza Francesa de Pereira
Alexis Munera, “Sangre y Canto” – Fotografía e Instalación.
Comfamiliar Risaralda / Corredor del Arte
Noa Manzur, “El Reino de las Especias y Otras Historias” – Ilustraciones.
Centro Colombo Americano de Pereira
Ana Cristina Zuleta, “Émerger, S’adapter” –
En el Problema Está la Solución – Instalación Cerámica.
Fundación Universitaria del Área Andina
Juan David Trujillo, “Lienzo Vivo” – Fotografía Digital.
Banco de la República – Agencia Cultural Pereira
Laboratorio de Creación Totems y Monstruos Urbanos.
Hora: 4:00 p.m. A 6:00 p.m. / Lugar: Parqueadero.
Secretaría de Cultura de Pereira – Sala Carlos Drews Castro
Catalina Naranjo y Carmen A. Pérez, “Diseño, Trama y Urdimbre” – Proyecto de Investigación – Programa de Diseño Industrial – U.C.P.
Entrada libre y gratuita a todas las exposiciones
Exposiciones abiertas hasta el 6 de junio de 2019
Nota: Consulte los horarios de cada sala
A continuación les dejamos una pequeña muestra de la exposición de Noa Manzur ubicada en el corredor del arte de Comfamiliar Risaralda.
Aproximarse a la perfección de la naturaleza nos permite asombrarnos con formas, colores y texturas que nos impulsan a entender la infinitud de la creación. – Jorge Andres Morales Velásquez
“Macro” significa grande. La Macrofotografía es por lo tanto una rama de la fotografía en la que el sujeto fotografiado resulta “grande” en la foto, igual de grande que en la vida real o más grande. Compartimos esta impresionante galería que nos trae nuestro amigo Jorge Andrés Morales – @jamove.
Human, filmado por Yann Arthus-Bertrand, un renombrado fotógrafo francés, fue publicado en el año 2015 ante las Naciones Unidas con la intención de mostrar los cambios, pensamientos, ideas y anécdotas que han vivido más de 2000 personas en 60 países del planeta que compartimos, la Tierra.
Ver Human me hizo querer más la vida. Apreciar a los semejantes, al vecino, a quien postula una idea diferente y al que como cualquiera, merece respeto y apoyo en sus iniciativas
FICHA TÉCNICA – HUMAN
País, año, duración:Francia, 2015, 188 minutos Director y guion:Yann Artur-Bertrand Música:Armand Amar Fotografía:Yann Artur-Bertrand Entrevistados:Más de dos mil personas Productora:Humankind Production Género:Documental
Suelo decirles a los estudiantes de los cursos que oriento, en modo inquietante, que cual debería ser la imagen para poner de perfil si tuviéramos un Facebook interplanetario.
La mención causa desde ironías, risas y una que otra variable. La actitud es que algún día los extraterrestres querrán saber algunos datos sobre nosotros; tal vez en alguna contienda, ya no quede más, y pueda evidenciarse un vestigio sobre la humanidad.
Creo haber encontrado, en la línea audiovisual, cómo cubrir ese espacio. Además, es la prueba, el testimonio (en plural y en diversidad), de algunos de los rastros que nos describen. ¿Qué debería contener un rostro, una imagen sobre nosotros?
Human, filmado por Yann Arthus-Bertrand, un renombrado fotógrafo francés, fue publicado en el año 2015 ante las Naciones Unidas con la intención de mostrar los cambios, pensamientos, ideas y anécdotas que han vivido más de 2000 personas en 60 países del planeta que compartimos, la Tierra. Imagen extraída de Las Voces de Altamira
Es un desafío suponer las probabilidades. Lo que vi son una serie de recopilaciones variopintas, una amalgama de geografías humanas, unos matices que arrojan muchas incógnitas, porque eso somos, una serie de preguntas. Un asombro sostenido, con angustias y una que otra fuerza, empuje y resolución para librar las batallas.
Aunque, al detenernos, también ofrecemos el horror y la barbarie, porque somos una maravilla constante: si deseamos, podríamos seguir protegiendo el paraíso, la maloka donde habitamos.
Ver Human me hizo querer más la vida. Apreciar a los semejantes, al vecino, a quien postula una idea diferente y al que como cualquiera, merece respeto y apoyo en sus iniciativas.
“Tener éxito en tu vida profesional no es tan difícil, pero tener éxito en tu vida personal es mucho más difícil. Ser realmente un humano es mucho más difícil. Nos olvidamos de eso.” – Yann Arthus-Bertand, director de la película Human. Imagen extraída de Código Oculto
A veces malgastamos nuestra vitalidad: el tiempo y los pensamientos, así como las energías y fuerzas en ser indiferentes o no reaccionar con lo que nos sucede, y nos hacemos a un lado o ni siquiera prestamos la atención; el encapsularnos ha hecho que poco reconozcamos la real riqueza que poseemos: la gente y que la tierra es tan universal, que se nos olvida la multiplicidad y diversidad existentes.
Persona por persona que aparece en Human presenta un inmenso valor, dado que nos refiere el patrimonio más exclusivo y brillante que cada ser humano pueda poseer: su historia; no importa hasta dónde o con quiénes haya logrado estar, esa es su gracia, está, se encuentra respirando.
Eso sí, hay un llamado y una misión: nuestro paso por el respirar no es fortuito, ni podemos interactuar con otros porque sí. La línea de la que nos prendemos todos la compartimos, y allí sabremos el esfuerzo que hace cada quien para impedir que caigamos, o por el contrario por mantenernos.
Somos una cadena, aunque muy distantes y sin aparentes puntos de encuentro nos une más de lo que creemos: deseos, sueños, tristezas, alegrías, el compartir, el ser los guardianes de lo que nos rodea.
A nosotros nos interesan variadas situaciones. Nuestros gustos y modos de vida son disimiles. ¿Qué piensa a esta hora una persona estando presa en la cárcel? y ¿De qué modo transitan los ciudadanos por una calle en Sri Lanka?, o ¿Cuál es el horizonte para un niño en Namibia que trabaja todos los días?
Poseemos valores, nos movemos por símbolos, nos asisten creencias, estamos separados por la economía, aún así, pertenecemos, somos, estamos.
No hay distinción, cada quien debe atravesar barreras, sus ideas de vivir son ricas y muy diferentes. Human se encuentra hecho de antecedentes, del ahora y del mañana. Su logro es magnánimo, reúne más de dos mil personas de todas las latitudes y procedencias, de las creencias y arraigos y ahí puestos en pantalla nos iluminan, lo que cuenta es tan revelador que no podríamos dejar de aferrarnos a ese diminuto espacio donde habitamos.
Me dieron impulsos por abrazar, por ampliar mis perspectivas. Solemos parapetarnos en una baldosa y la defendemos como si no hubiese nada más y obtenemos un inmenso orgullo al salirnos de ese minúsculo sitio y contemplar lo tan rico y múltiple de nuestros semejantes.
La manera como nos sacuden las imágenes de Human son en apariencia sencillas, con muestras de los habitantes de la tierra, y percibimos las preguntas más asombrosas y decisivas: la felicidad, el amor, la misión de vida, el pertenecer y ser, la muerte, el trabajo, la sociedad, lo que ha pasado y lo que vendrá, la familia, las relaciones de pareja y con los otros, y así se instala un panorama de la aldea global y sus personas.
Muy sagaces sus realizadores por la caminata y el capturar lo fastuoso de los rincones y los bordes de los lugares y de quienes hablan.
A veces, podemos imaginar y esa facultad nos abre, nos entrega posibilidades, nos da la garantía de ocurrencias. Aún así partimos de desconocer lo que nos rodea, esa asomada por el mundo en imágenes, por los sucesos, por los paisajes, por montañas, ríos, cascadas, recovecos, contextos, temáticas… de inmediato es como si uno presenciara algo muy improbable y escena tras escena, lo improbable se va replicando, crece, de manera tan majestuosa, que la perplejidad no nos abandona.
Cada quien que ofrece su propia humanidad y nos contagia de un fervor, de unas penurias, de unas alegrías y esencias como también de trivialidades.
Una de las muestras más preciosas, es la historia de un hombre que quedó desfigurado por la bomba en Hiroshima y cuenta cómo pudo, aún en su bancarrota existencial, vivir con el amor de toda su vida; un niño del África nos devuelve a una de las alternativas misionales sobre el existir. Una abuela nos conecta con la felicidad, un millonario con el valor de vivir y así hasta ir reuniendo un estadillo, susurros y palabras que no olvidaremos.
Human es de esas experiencias por asumir, no puede uno pasar su existencia sin dejarse tratar por ese patrimonio. Uno se mueve, apropia emociones y sentimientos fuertes, otros con la fragilidad para doblarnos y conmovernos.
La técnica parece sencilla: ante la pantalla, con el mismo modo, un plano medio, van pasando: mujeres, niños, adultos, ancianos; con un marco excepcional: parajes, lugares, postales, sitios, nuestro hogar, la casa, esa misma donde residimos. Las sensaciones son enormes y al tiempo existe una situación minúscula, porque siendo el mundo tan grande y con tanta diversidad, no nos percatamos de ello, y lo reducimos a lo que pisamos.
Si algo nos permite abrazar sentidos es el de aceptar lo diverso, lo excelso, lo multiforme de nuestra especie; tendríamos que vernos más con otros, escucharlos, impedir que el disenso nos cause estragos, enojarnos menos o más por lo que vale la pena, darle rienda suelta a ese espíritu, a ese ánima, a esa definición que nos hemos otorgado: humanos, de humus de la tierra y de pertenencia a ella.
Así que hemos de ocupar el espacio, disponer de una sucesiva presencia de imágenes para abonar el terreno. También me confío en que al ver ese panorama, nos sintamos más humanos, más con vida, y que sin ser todo color de rosa ni de hormiga, el respirar, este pedazo de cuerpo que tenemos, estas maneras de pensar, de ser y estar, nos permitan congraciarnos con nosotros y con los semejantes.
Chicharronera en plena faena. Foto de lostiempos.com
No por nada dicen que una comida está como para chuparse los dedos y el chicharrón es una de ellas, sin duda.
Los cochabambinos somos muy de salir a comer todos los fines de semana. El clima, soleado casi todo el año, ayuda mucho. Sea invierno o verano, durante las horas del día -desde el mediodía hasta avanzada la tarde para ser precisos-, las temperaturas no varían mucho.
Con un ambiente tan benigno a algún deporte nos teníamos que dedicar. ¿Qué deporte más rico, más llenador -tanto corporal como espiritualmente- puede haber que el saborear comidas?
Si nos jactamos de ser la capital gastronómica de Bolivia, pues de alguna manera tenemos que hacer valer esa condición. En consecuencia, cada domingo vamos en grupos de amigos, familias enteras, hacia algunos sitios de comida típica, casi siempre ubicados en los arrabales o campiñas alrededor de la ciudad. Señores, estamos hablando del valle más extenso de Bolivia, y lo normal es que entre jardines y árboles nos dediquemos a merendar.
Degustando en familia, como tiene que ser. Foto por José Crespo Arteaga
Los restaurantes típicos, conocidos también como quintas, abundan en inmediaciones de las carreteras. Como Cochabamba está ubicada en el centro del país, prácticamente tenemos comida en todos los puntos cardinales.
Nadie se salva de la tentación de probar algo, sea de viaje de salida o de llegada. Las quintas son establecimientos más o menos grandes donde, aparte de ofrecer variedad de platos y bebidas, contratan a grupos musicales de diversos géneros para animar o poner a bailar a la concurrencia.
Por tradición, el chicharrón de cerdo es el plato más consumido en domingo. Y naturalmente, no puede faltar en el menú de todo restaurante criollo que se respete, entre otros preparados conocidos como el charque, pique macho, lapping, picante de lengua, etc.
En ambas orillas de las carreteras es fácil identificar a las chicharronerías por la paila negra que ponen junto a la entrada. Es el mejor anzuelo publicitario, otra cosa es la calidad del plato o el prestigio del establecimiento, para ello vale más la publicidad del boca a boca. A veces, en los sitios más insospechados se puede degustar un excelso chicharrón, es cuestión de tener paciencia y buen olfato. Y sentido común, por supuesto.
Chicharronera en plena faena. Foto de lostiempos.com
El plato de chicharrón está concebido para comer con las manos. Sus presas de carne, generalmente servidas con hueso no dan para usar cubiertos, ni otras sutilezas de fina mesa. Además, la guarnición que se compone de papas cocidas con cáscara, mote de maíz y algo de ensalada rústica, facilitan la tarea a los dedos.
No por nada dicen que una comida está como para chuparse los dedos y el chicharrón es una de ellas, sin duda. Los sibaritas y quienes entienden de gastronomía popular afirman que la carne de cerdo, mejor de procedencia criolla, es la más suculenta entre las de todos los animales domésticos. Aunque los comegatos, que son una cofradía en extinción, pondrían en duda todo aquello.
Bandeja usual de chicharrón, para servirse a gusto. Foto por José Crespo Arteaga
No hay mejor reunión que la efectuada en familia, con el ambiente relajado y parsimonioso de los domingos. Es ahí que a menudo nos antojamos un plato sustancioso que guste a todos, dificultosa tarea de consenso que es satisfecha en un santiamén con la palabra “chicharrón”, y todos quedan desarmados y contentos.
Normalmente se cocina muy poco en casa los domingos y lo más práctico es mandar una comisión en busca del preciado chicharrón y de su correspondiente bebida, que casa perfectamente con él, empezando desde el nombre.
Lógico, la chicha (licor espirituoso de maíz, típico de los valles) es muy refrescante para apaciguar el ardor de la llajua, salsa que acompaña toda comida habitual y, como los viejos conocedores afirman, la chicha es el mejor complemento para “terminar de matar el chancho”. Así que, ¡salud!
La chicha es idónea para nuestras comidas criollas. Foto por José Crespo Arteaga